NO ES LO MISMO LOS FANTASMAS DE MI PASADO, QUE EL PASADO DE MI FANTASMA.
CAPITULO I
—Tonta china… —Apretó los puños el pequeño niño de ojos carmesí—Tú… Eres sólo mi monstruo
La señaló y Kagura apretó más los puños, y su semblante se volvió duro.
— ¡No!—Gritó golpeándolo en el estómago para luego salir corriendo, sin dar ninguna explicación.
Okita se quedó en el suelo sentado y observando como esa pequeña silueta desaparecía a pasos rápidos. Bajó la mirada y soltó un gran suspiro.
—Al cabo que ni quería—Se levantó del suelo, rumbo a su casa, en medio de su silencio
…..
— ¿Y bien que quieres?—Sonrió ese pequeño pelirrojo, flexionando los brazos, luego de haber peleado contra chicos de grados superiores a él y quedar casi ileso
La chica de cabellos azabache temblaba. Tragó saliva nerviosa, y apretó sus manos contra su falda. "¿Será buena idea?" pensó atemorizada por aquel chico.
— ¿Y bien?—Insistió Kamui lo que la hizo pegar un salto
—Tú… tú… tú me… me gus…
—No estoy para esas tonterías—La interrumpió con una sonrisa y le dio la espalda, continuando con su camino.
La niña se quedó en shock, sin poder decir ni una palabra. Unas lágrimas se escurrieron por sus mejillas. Se fue al columpio que estaba a un lado de ella, y lloró tanto como pudo columpiándose una y otra vez. Entre sus sollozos pudo escuchar a un niño renegando una y otra vez, mientras dibujaba en la arena una niña con unas decoraciones chinas en el cabello y la volvía a borrar. Okita volteó al sentir la mirada de esa niña, y fue hacia ella.
— ¿Por qué lloras?—Preguntó él como si fuera lo más natural del mundo
Pero fue una mala idea, porque ella comenzó a llorar más. En ese momento no supo que hacer, fue como si no supiera que cable cortar, si el azul o el rojo; pero algo cruzó su mente en ese preciso momento.
—Si dejas de llorar te haré mi amiga—Ella lo volteó a ver y rio al verlo de esa manera
Un alivio atravesó a Okita, olvidándose por un segundo de esa niña ojos zafiro.
Luego de aquello, esos dos chicos no volvieron a ver a esos dos hermanos en la ciudad.
…..
—Tenemos dos nuevos alumnos hoy. — Anunció el profesor de plateados cabellos con su monotonía habitual—Denle la bienvenida a Kagura y Kamui
Los dos entraron al salón, uno con aire de superioridad y otra con una cara de querer volver a la cama. Okita y Soyo de inmediato se dieron cuenta de quienes se trataban, y no dudaron en cruzar miradas. Podían sentir un aire frio rodearlos.
—Soy Kagura—Dijo esa chica hurgándose la nariz como si nada
—Kamui—Luego de eso volteó la mirada y a un chico que estaba observándolo—Tú, si sigues mirándome te mataré—Amenazó con una sonrisa
El chico se acomodó recto a su silla y llevó su mirada a otro lado asustado.
"No puede ser…" pensó Okita sonriendo nervioso
"Son ellos" Soyo hizo lo mismo
Por parte del dúo de pelirrojos vieron los rostros de quienes estaban sentados en la penúltima fila y se les hicieron conocidos, pero no recordaban de quien se trataban.
—Bueno, tal parece que solo quedan aquellos lugares vacíos —dijo el profesor de plateados cabellos mientras señalaba unos lugares disponibles en la última fila del salón.
—Gracias, Gin —dijo Kagura mientras le sonreía al maestro.
—Aquí soy maestro Gintoki, por favor Kagura tenme respeto —suplicaba
—Como tú digas —dijeron ambos hermanos en respuesta.
Los Yato tomaron sus respectivos lugares. Kagura atrás de Soyo y Kamui después de Okita.
—Hola soy Kagura Yato —dijo sonriente para la chica que estaba enfrente suyo.
—Soyo Tokugawa —respondió tímidamente. Kamui solo escucho y le pareció recordar ese nombre en alguna parte de sus lagunas mentales
Aunque bueno, a Kamui en realidad no le importaba mucho un asunto como ese. Tal vez y ella era algo de algún sujeto al que le dio una paliza.
Después de saludar a su nueva compañera amablemente, Kagura dirigió su vista a quien estaba sentado a un lado de la tal Soyo. Estaba recargado sobre su mano mirando a la pizarra sin mucho interés, fue inmediata esa sensación de haberlo visto la que invadió a Kagura.
El silencio del salón de clase mientras las horas avanzaban no se sentía tan sofocante gracias a la voz de un profesor explicando la materia y el pasar de las hojas de los cuadernos de los alumnos que tomaban apuntes.
Okita estaba extrañamente intranquilo, con ese aburrimiento que se sentía debió caer dormido apenas y el profesor empezó a hablar. Pero no podía, no; sabiendo quien estaba detrás de él, creyó que jamás la volvería a ver. Mucho menos cuando ella, afortunadamente, desapareció de la nada.
El timbre de la campana iniciando el almuerzo sonó sacando a Sougo de sus tan profundos pensamientos y recuerdos. Por otro lado, Soyo se sintió completamente aliviada cuando la campana sonó, era como una momentánea libertad para estar lejos de esa persona que desea dejar en el olvido.
—Okita, vamos a almorzar —dijo Soyo, estaba nerviosa pero eso que había dicho era pretexto suficiente para alejarse de ese chico.
Okita la acompañó, como siempre era costumbre para ellos dos, lo que de alguna forma hizo que comenzaran a correr rumores de su relación.
Por su parte Kagura no podía dejar de observar a ese chico, sabía que lo conocía de alguna parte, y por alguna extraña razón un sentimiento de nostalgia venía acompañado a eso.
Esos dos hermanos salieron del salón, rumbo a las cafeterías, donde planeaban devorarla sin consideración alguna. Ambos podían devorar un elefante si se lo proponían, y era algo de lo que los hizo ganarse el respeto de muchos (sobretodo chicos).
Caminaban por el pasillo cuando Kagura habló:
— ¿No recuerdas a alguno de esos dos chicos, con los que nos sentamos?—Preguntó Kagura pensativa
—No creo…—Kamui se colocó un dedo en los labios tratando de recordar
—Es que cuando veo a ese chico de cabello castaño no puedo evitar sentir…
Okita y Soyo los observan a escondidas, pero esa chica de cabellos negros le jalaba el brazo con la intención de que los dejaran en paz.
— ¡Okita! Vámonos—Continuaba jaloneándolo pero él seguía firme
—No puedo, quiero escuchar que dice—Aseguró mirando fijamente a Kagura, lo que hizo soltar un suspiro de cansancio a Soyo
—Está bien—Se reclinó en la pared sin fuerzas
Él esperó con paciencia que diría, hasta que por fin lo hizo:
—Como lastima —expresó esa pelirroja como si recordara algo que había olvidado
Okita apretó los puños algo enojado, y con un aura negra rodeándolo. "Voy a matarla, voy a matarla" pensaba con una sonrisa torcida.
—Te dije, por eso debemos irnos
—Tienes razón, cuando veo a esa chica flaca también siento eso—Sonrió Kamui, diciendo eso como si no sintiera nada y Kagura asintió como si lo entendiera
Soyo apretó el brazo de Okita y a ella también se le pegó el aura nagra de su compañero.
—Vamos a matarlos—Afirmó Soyo con una mirada segura.
— ¿qué tal un laxante en su comida? Con el maestro Hijikata siempre funciona — proponía inocentemente Sougo.
—Mejor los matamos con indiferencia
— ¿Eso puede matar? — pregunto Okita algo confundido.
—Claro —dijo mientras Sougo podía sentir algo se maldad en la mirada de su amiga, ser mejores amigos durante 10 años daban sus frutos. A ella se le estaba pegando su lado sádico y él logrando conocer cada expresión de su cara.
— ¿Cuál es el plan princesita? — preguntó Sougo, si por algo habían continuado siendo mejores amigos es que los planes de la princesa en su modo sádico son mejores que los suyos.
—Oh si Okita —dijo Soyo mientras agarraba por el brazo a Sougo y empezaban a caminar hacia el salón —. Veamos una película hoy.
—Iuuu —dijeron los dos hermanos que pasaban por ahí y los adelantaron. Una vez que ambos estaban fuera del campo de visión de los dos amigos.
— ¿Este es tu plan? —preguntó Sougo algo confundido.
—Claro que no tonto, solo era para cubrir lo que habías dicho mientras esos dos pasaban. Bueno por el momento nos haremos amigos de cada uno. Tú del hombre y yo de la mujer; y una vez que hayamos recolectado suficientes datos armamos el plan.
—Me sorprende lo malvada que llegas a ser, princesita
Los dos amigos terminaron por adentrarse al salón de clase entre risas y habladurías que solo ellos entendían. Tan alegres que el par de hermanos terminaron saqueados solo con voltear a mirarlos un par de segundos.
Un largo suspiro provino de uno de los chicos de la clase, uno que se encontraba sentado casi hasta el frente y el cual era un conocido de Kagura.
— ¡Oye Shinpachi! ¿Por quién suspiras?— Gritó Kagura queriendo molestar al mencionado.
El chico se tensó levantándose de su asiento para llegar a donde estaba Kagura.
—No grites—. Respondió casi susurrando, como si estuviera avergonzado.
—Perdón—. Respondió Kagura con una sonrisa burlona. —Pero ese suspiro fue bastante largo, déjame adivinar, ¿es esa chica que despierta tus instintos vírgenes?—. Dijo dejando escapar una sonora carcajada.
—No digas tonterías Kagura—. Respondió Shinpachi. —En realidad suspiraba por un tema que nadie aquí puede comprender...
— ¿Tema que nadie aquí puede comprender?—. Preguntaron los dos hermanos al mismo tiempo, hasta Kamui se había interesado.
—Son nuevos debe ser la primera vez que a Tokugawa y a Okita— comentó Shinpachi. —Esos dos se llevan bastante bien...
— ¿Eso que tiene de incomprensible?—. Preguntó Kamui perdiendo el interés del tema
—Que nadie entiende si ellos están saliendo o no—. Respondió Shinpachi.
—Obviamente...—. Suspiro Kagura
—... No es nada de eso—. Complemento Kamui
Esa conversación quedo inconclusa cuando el profesor de la siguiente clase llegó.
—Haremos parejas—Ordenó Gin chupando una de sus paletas—Pero por favor controlen su pubertad
Un ruido provenía de todos los chicos que trataban de reunir con alguien que fuera de su agrado. Por su parte aquellos hermanos decidieron que sería una buena idea formar una entre ellos, o eso pensaba hasta que Soyo se acercó a Kagura con una dulce sonrisa
— ¿Quieres hacer equipo conmigo?—Preguntó con dulzura
Esa pelirroja levantó los hombros, como si le diera igual, y se fue con ella, dejando sólo a su pobre hermano mayor. "Maldita Kagura, me las vas a pagar" pensó Kamui ocultando ese enojo con una amplia sonrisa.
Todos se juntaron en parejas, pero Gin observó a todos con los ojos entrecerrados y se percató de algo; faltaba una pareja. Caminó hacia donde estaba Kamui, y señaló a Okita.
—Ya que ninguno de los dos tiene pareja, lo serán entre ustedes
Ambos se vieron y Okita detesto el plan de su "querida" amiga.
Sougo y Kamui se voltearon a ver, mientras el castaño mantenía una cara de pocos amigos, el de mirada zafiro le sonreía como si se tratará de alguien que se llevaba súper bien.
Por parte de las chicas Kagura se mostraba indiferente a su compañera de equipo.
—Bueno chicos los junte por parejas porqué quiero que me hagan una investigación de los países de Asia. Para no repetir países quiero que me digan en orden sur país quieren.
—China— gritaron Sougo y Kagura al mismo tiempo. Cosa que hizo que ambos se voltearan a ver con odio.
—Souchiro, Kagura al ver que quieren el mismo país, decidan quien se lo va a quedar.
—Bueno —respondieron molestos al mismo tiempo.
—Chihuahua, ¿qué te parece unos golpes? —dijo Kagura. Kamui estaba solo observando lo que su hermana y su compañero hacían, total no importaba el país que fuera, no pensaba hacer la tarea.
—Me parece muy bien, ¿aquí? — respondió Sougo mientras se ponía en defensa.
—Kagura, Sougo por favor la violencia no resuelve nada —dijo mientras agarraba el pecho de Okita, cosa que hizo que la pelirroja se asqueara.
—Miiivii, eres tan débil que tu novia entra a defenderte —expreso Kagura en plan de burla. Sougo solo chasqueo la lengua y Soyo se volteo a otro lado.
— ¿Qué les parece un volado? —sugirió Soyo.
—Por mi parte está bien —dijo Kagura.
—Igual yo. Que la bestia de sexo femenino escoja primero —habló Sougo volteándose a otro lado.
—Águila —dijo Kagura. No le molesto lo de bestia, estaba más interesada en ganar el tema. Era uno cual dominaba, no dé en balde se había ido a vivir con su familia durante 10 años.
—Sol —dijo Sougo sin tanto interés.
Soyo procedió a lanzar la moneda. Kagura la veía muy emocionada como si le estuviera rezando para que cayera lo que ella hubiera pedido.
Al final la moneda cayó al piso y se mostraba en ella el águila.
—Águila —grito Kagura emocionada. —En tu cara chihuahua.
El castaño en respuesta solo chasqueo la lengua, ambas parejas fueron con el profesor a decir que temas.
—Gin yo me quedaré con el tema de China —decía muy sonriente la pelirroja. Mientras que Sougo y Kamui se quedaron callados.
—Bueno —dijo el maestro y se volteo a ver a los otros jóvenes —Ya que tardaron mucho en su jueguito, por eliminación les toco Corea del Norte.
Tanto Sougo como Kamui habían puesto cara de sadismo. Parecía que ambos estaban al tanto de la dictadura que se vivía ahí
Ambas parejas regresaron a sus lugares. Soyo saco una laptop de su mochila y Kagura conecto su celular a internet. Por parte de los chicos solo Sougo tenía su celular en mano y una libreta. Kamui tenía una consola portátil de videojuegos.
Mientras Kagura le contaba muy emocionada a Soyo sus aventuras en China, esta las escuchaba con mucha atención y hacia apuntes de lo que consideraba relevante. Sougo notó esto.
—Princesita no te dejes engañar por esa bestia, ¿qué tal si solo son alucinaciones o inventos?
—Cállate chihuahua, vete a hacer tu investigación de ese país tan chico como tú
Kagura y Sougo ya se habían puesto en guardia para empezar una pelea pero literal fueron salvados por la campana.
—Bueno chicos nos vemos el lunes, para ese día quiero el documento bien elaborado.
—Hasta luego Maestro Gintoki —se despidieron alegremente los alumnos.
Unos ya preparaban sus cosas para regresar a dos casas, otros se ponían de acuerdo con la investigación.
—Sonrisitas vamos a mi casa ahorita para terminar de una vez esta tarea. No es una opción es una orden —amenazó Sougo.
—Kagura tú también deberías venir a mi casa —hablaba Soyo para su compañera.
—Me parece muy bien, nuestra casa está un desorden, como nos acabamos de mudar no hemos desempacado algunas cosas.
—Bueno pues vámonos —dijo Soyo sonriente mientras tomaba la mano de su nueva amiga. Independientemente de su plan esa extraña chica le había caído muy bien. No concuerda nada con lo que Sougo le relato sobre ella.
Soyo y Kagura caminaron en silencio hasta que llegaron a la gran casa de la azabache, por un segundo la pelirroja se quedó boquiabierta al ver la casa hasta que Soyo la sostuvo del brazo invitándola a pasar.
—Vamos—. Dijo Soyo con un tono amable.
Kagura se quedó confundida mientras aceptaba la amable invitación. Esa chica de cabellos azabache parecía ser una buena persona, no como se imaginó, pensó que sería una chica estúpida como lo era ese chico castaño al que ella parecía muy unida.
— ¿Gustas algo de beber? Hacía mucho calor afuera y tal vez tengas sed...—. Sugirió Soyo amablemente.
—Sí, claro—. Respondió tratando de devolverle la sonrisa a la chica, no tenía que ser mala con ella cuando comenzaba a resultarle tan agradable.
Le tomo a Soyo unos minutos ir y volver con una bebida para Kagura. Después de comer un bocadillo ambas subieron a la habitación de Soyo para hacer ese trabajo en la computadora.
Pasaron un par de horas hasta que por fin las dos chicas terminaron, pese a Kagura se la pasara quejándose del aburrimiento de escribir, lo habían logrado.
—Ya quedó, fue más fácil con tus relatos Kagura—. Dijo Soyo.
—No es nada, viví mucho tiempo en China como para no saber—. Respondió Kagura
"¿Entonces es ahí a donde él se fue?" no pudo evitar preguntarse Soyo aunque siempre estuviera diciéndole a su mejor amigo que ese tema no importaba nunca faltaba el momento en el que ella mentalmente se lo preguntara.
— ¿Y tú siempre has vivido en esta ciudad?—. Dijo Kagura más que nada por sacar tema de conversación
— ¡SIP! Toda mi vida—. Respondió Soyo. — ¿Tu siempre viviste en China?
—No, cuando era niña vivía en esta ciudad, pero luego de una situación nos fuimos a vivir allá y ahí pase 10 años de mi vida—. Respondió Kagura.
"¡De aquí puedo sacar información!" pensó Soyo alegre de que su plan estuviera funcionando.
—Sorprendente 10 años—. Comentó Soyo con sorpresa. —Son los mismos años que llevo conociendo a Okita—. Mencionó nada más para ver la reacción de Kagura.
— ¿Y cómo lo soportas? A mí me tomó un segundo odiarlo—. Dijo Kagura asqueada.
—Pues él y yo nos entendemos mucho, tenemos muchas cosas en común y él es muy importante para mí—. Respondió Soyo y vio como Kagura hacia una mueca disgustada.
"Y esa reacción... ¿Por qué?" se preguntó Soyo.
Por otro lado en el segundo departamento de un quinto piso de una casa para estudiantes había un montón de libros regados por el suelo. Justo en el centro estaba una mesa y en esa mesa estaban un par de chicos intercambiando miradas de odio mientras, en lugar de hacer su tarea, se estaban jugando unas vencidas.
Llevaban exactamente una hora haciendo lo mismo, nadie perdía o ganaba, y mucho menos daba su brazo a torcer. Se veía decididos y si no fueran estudiantes, cualquiera pensaría que se matarían en cualquier momento.
— ¿A qué hora te rindes?—. Preguntó un pelirrojo con una alegre sonrisa.
—No lo sé, ¿tú a qué hora te mueres?—. Respondió Sougo con una mirada retadora
—Voy a matarte—. Dijo Kamui.
— ¿Que no te sabes otra frase?—. Reto Sougo
—Si esa frase no fuera tan apegada a lo que quiero hacerte te juro que tendría otra—La sonrisa de Kamui seguía impasible
— ¿Ah sí? Que coincidencia yo también—Apretó más la mano de ese chico
Ambos se vieron con el más puro odio, hasta que el celular de Okita sonó. Era Soyo.
— ¿No piensas contestar?—Le preguntó Kamui—Ha de ser tu novia, la flacucha esa
Por un momento ese castaño pensó contestarle que no era así, sin embargo, aquel apodo le molestó y sonrió con un orgullo, retando aún más con la mirada a su compañero de equipo.
—Tienes razón, mi novia
Por alguna razón Kamui perdió un poco de fuerza en el brazo, lo que le dio cierta ventaja a Okita para dejarlo casi tocando la mesa, lo que lo haría perder. La mirada de Kamui se volvió hacia él, dejando en claro que no pensaba perder, y menos contra un tipo como ese chico que lo miraba altivo. Quería matarlo y esta vez no era simple palabrería. La circunstancia por la que había cambiado tan repentinamente lo hizo dudar de su seguridad.
Y cuando Kamui iba a poner de nuevo sus manos en empate, Okita lo soltó.
—No creo que sea buena idea hacerla esperar, ¿No crees?— Okita sonrió y aquel pelirrojo se enojó más, lo acababan de humillar
Se quedó estático ante eso.
Okita por su parte, fue por su celular y una voz que le molestaba, pero que también disfrutaba escuchar le contestó:
—Hey cabeza de hongo, pásame a mi hermano—Brusca, nada delicada… Lo que todo hombre deseaba
—Hola cariño—Aquel chico sonrió y Kamui levantó la mirada
—No soy tu novia idiota, así que deja de llamarme así si no quieres recibir la paliza de tu vida—Le advirtió Kagura con un tono de amenaza
—Si yo también te extrañe
No era mentira decir que ese chico disfrutaba ver a ambos hermanos molestos, y ¡Mas si era hacia su persona! Lo disfrutaba.
—Yo nunca te extrañaría maldito imbécil— La voz de Kagura seguía alterada, y vaya que ese chico sabía cómo sacarla de sus casillas
—Yo a ti si, pequeño monstruo
Un silencio se hizo en la llamada, hasta que unos inentendibles balbuceos se escucharon.
—Dile a ese idiota que me pase a mi hermano—Se escuchaba en el fondo del celular
— ¿No te deja hablarle Kagura?—La otra voz en la línea era en definitiva Soyo
—No… No lo sé, solo dile por favor que me pase al otro idiota, digo, a Kamui, ya me aburrí de sus tonterías
Okita sólo se limitaba a escuchar esas dos voces hablarse en voz baja y pasarse el celular, hasta que escuchó un suspiro, y seguido de eso la voz de su amiga:
— ¿Okita? Kagura quiere hablar con su hermano y…
—Está bien, está bien, si me lo pides tú sí, esa bestia no pide nada con delicadeza
Soyo rio, esperando a que Kamui contestara para luego pasarle a Kagura.
Ese sádico fue hacia ese chico y le acercó el celular, quien lo observó unos segundos confundidos, para luego sonreír.
— ¿Enserio esperas que hable con esa debilucha? Paso. Ya lo dije y lo diré siempre, personas como ella no es de mi interés, por esa razón es una suerte que este con un idiota como tú
Luego de eso Kamui se retiró y cerró la puerta, nadie se atrevía a humillarlo, y por desgracia esa dulce chica había pagado las consecuencias.
— ¡Oí! Tenemos trabajo ¿Sabes?—Exclamó Okita cuando este salió
Tomó el celular de nuevo. No le habían gustado para nada las palabras de ese "chino" en lo absoluto.
—Prin… Soyo, ¿Estas bien?—Preguntó con un aire sincero
—Ohm… Si—Trató ella de responder como si nada— Siempre me dices Soyo cuando estas preocupado—Comentó tratando de cambiar de tema
Kagura los vio hablar de una manera… Muy apegada, lo que por alguna razón la hacía sentir algo, ¿Rara? ¿Celosa? Ni ella lo sabía, pero decidió desechar todas las opciones.
Aprovechó tomar su mochila y marcharse, mientras su compañera de equipo continuaba distraída hablando. Caminó sin dejar de pensar en lo que ese chico le había dicho, y que, por muy vago que fuera, podía recordar algo muy parecido entre nieblas, que añoraba. Lo quiso olvidar por completo así que decidió correr.
Llegó a su casa y vio a cierta persona en la entrada, y también con el rostro desganado, ocultó detrás de esa sonrisa. No le quiso mencionar nada de lo que había escuchado, es más, no quería hablar nada que tuviera que ver con esos dos juntos.
— ¿Le diste de comer a Sadaharu?—Preguntó, Kagura, sin ganas, aquello que desde un principio quiso saber
—No—Al parecer él estaba con los mismos ánimos
—Idiota—Lo insultó sin entusiasmo
Y sin más, subieron a su pequeño departamento sin decir una sola palabra.
Al llegar a su departamento se encontraron con todas las cajas vacías de la mudanza y todo bien acomodado.
—Bienvenidos a casa —les hablo una voz amable desde la cocina, también desprendía un aroma de comida casera. Ambos hermanos se fueron a asomar
—Mami —grito entusiasmada la pelirroja mientras se lanzaba a su madre igual a ella. Kamui solo sonrió, esa mujer tenía la capacidad de hacer que todos sus problemas desaparecieran.
—Todo está impecable—dijo Kamui sorprendido.
—Y así quiero que siga —amenazó —Quiero que se vayan a bañar, antes de comer y ya en la mesa nos cuentan su primer día en la escuela, ¿sale?
—Claro —respondió Kagura —Yo pido el baño —. Salió corriendo en dirección a la ducha. Una vez que la menor no se encontraba
— ¿Me puedes decir que pasó? —pregunto con seriedad Kouka a su hijo.
—Nada, solo que hay algo que me ha estado rondando en mi mente.
— ¿Qué pasó? — La mujer bajo la lumbre de su estufa y se sentó en uno de los bancos quince encontraban cerca de ella e invito a su hijo a hacer lo mismo.
— ¿Recuerdas a una tal Soyo Tokugawa y un tal Sougo Okita?
— ¿Qué paso con ellos? —Kamui pudo notar que la cara de su madre cambio de total serenidad a preocupación.
—Nada, los conocimos hoy en la escuela y siento que los conozco de algún lado.
—Oh ya veo —respondió con ternura mientras le acariciaba el cabello a su hijo.
—El que sigue —gritó Kagura desde el segundo piso —. Más te vale que te apures que ya quiero comer
Kamui se levantó y partió a bañarse.
Después de una cálida ducha y un alegre ambiente familiar en la cena. Contándose lo que había pasado en su día y sus nuevas actividades ya que estaban de regreso. Después de unos cuantos deberes luego de la cena, ambos hermanos se fueron a su habitación correspondiente.
Adivinen quien volvió del hoyo negro llamado vida universitaria, si yo :D, ya son vacaciones así que me tendrán más seguido por acá, esta historia no es mía 100%, este capitulo fue hecho en conjunto con BlueSkyMoon y the sun is silent.
Ustedes dirán el titulo en fanfiction no es el mismo que en la historia, y si, entre nosotras es conocido como "Los vengadores", pero el titulo original es el que se muestra al inicio, espero esta historia sea de su agrado y nos leamos hasta el final.
El titulo fue patrocinado por Ela :v
GRACIAS POR LEER
