Prologo

No sé si supe que todo iba a terminar mal en el momento en el que cometí la estupidez de traicionar la confianza de mi novio y mejor amigo,

o en el momento en el que mi celular incesante no dejaba de vibrar a media noche, con mensajes de mis amigos, familia y ahora no tan familia.

Eran todos con las mismas preguntas:

¿Es verdad? ¿Por qué lo hiciste? ¿Sabes lo mucho que él te ama?

Muchísimos mensajes pero ninguno que me importara, o al menos que me importara realmente ahora. Ni una llamada, ni un mensaje, y no era

que lo esperara, pero quería que el me gritara:

¡¿Por qué Kristen?! ¡¿Por qué lo hiciste?! ¡¿Por qué me engañaste?!