Esta historia esta originalmente en ingles, y causo un gran revuelo. Había gente que me odiaba por escribir algo asi, pero por eso se llama fan fiction, ó no? Asi que disfruten de esta historia ya que me gusto mucho escribirla la primera vez.

El niño lo presentía. Lo sentía. Su padre no amaba a su madre. Sonaba cruel, pero esa era la triste realidad.

Era una jugada muy cruel del destino, que la persona que mas amaba no le correspondiera.

El niño era su vida, pero el lo rechazaba, y tenía razón

La mujer que compartía su cama no merecía esto. Ella lo amaba con locura y le había ofrecido su casa, su compañía, su corazón, y el lo había tomado todo sin dar nada en compensación. Fue cuando cometio su gran pecado.

La criatura dormía entre ellos, como una barrera para que no se tocaran.

Cuando el niño dormía era cuando podía admirar su belleza, y acariciar su lindo cabello rojo, porque cuando estaba despierto lo mordía ó volteaba la cabeza para alejarse de sus caricias.

Una sonrisa triste aparecio en su apuesto rostro.

Habían ya pasado cinco años desde aquel día. Al no saber como poder pagarle por su caridad, y sabiendo que ella lo amaba, decidio que lo unico que le podia ofrecer era su cuerpo.

Cuando le pidio matrimonio, sus ojos se iluminarón como si un millón de luces estuvieran en el cuarto con ellos. A ver esos ojos le dierón ganas de vomitar, de decirle que todo había sido un error, que se había arrepentido, pero a final de cuentas no lo había hecho y ahora estaba pagando por sus pecados.

Su hijo no lo quería, y era obvio que el niño iba a estar mas apegado a su madre que le dio la vida, que a un padre que lastimaba a su madre.

Estaba viendo con tristeza el pequeño cuerpo de su hijo, cuando su esposa desperto.

"Te sientes bien?" pregunto ella.

"Si estoy bien, gracias por preocuparte."

"No me tienes que agradecer, soy tu esposa, es mi deber preocuparme por el hombre que amo." Le sonrio ella placidamente.

El le regreso una pequeña sonrisa. 'No deberias de preocuparte tanto, Yo no lo merezco.' Pensaba, pero solo se digno a decirle 'gracias' una vez mas.

"Sabes, he estado pensando, creo que deberia pedirle a Megumi que te haga una consulta." Le dijo ella.

"Te lo aseguro, no es nada, es la edad, ya sabes."

"Cual edad? Apenas tienes 33 anos, eres todavia muy joven para decir eso."

"Solo bromeaba, Kaoru."

"Bueno, vamos a dormir, que la noche es corta y mañana tenemos un día pesado."

"Si duerme."

A la manaana siguiente tuvieron visita.

"Donde esta Kenji?" le pregunto a su esposa al ver que no traía consigo al niño.

"Por ahi andaba…"y en ese momento se aparecio la figura de un viejo amigo con el niño entre sus brazos.

"Hola, Buenos dias!" les dijo placidamente.

"Hey, que haces con mi bebé!?" exclamo Kaoru.

"Nada, solo jugaba con el." respondio Sanosuke con una sonrisa.

"No quiero que tus malos habitos se le pasen a mi hijo. El va ser un hombre de bien."le respondio Kaoru quitandole al niño.

"Oye Kenshin, ayudame, no?"

Su viejo amigo solo sonrio, "Yo no tengo nada que ver en eso. Kaoru es la mamá."

"Y tu que? Estas pintado?" contesto Sano.

Otra sonrisa. Kaoru como para responder a la pregunta de Sanosuke, llevo al niño con su padre.

"Vamos con tu papà." Le dijo ella al niño. Kenji hizo un puchero, y cuando Kaoru lo quiso desprender de sus brazos, el niño se agarro mas fuerte.

"Perdón." Le dijo ella a Kenshin con una mirada triste.

"No pasa nada, el niño no me quiere."

"No es eso, dale tiempo se le pasara." Le aseguro Kaoru.

"Vez lo que pasa cuando no dejas que nadie toque a tu hijo? El niño tiene un complejo de Edipo y va querer matar al padre." Dijo Sanosuke en son de broma.

Kaoru le hecho una helida mirada.

"Que veniste hacer aqui?" le pregunto ella, todavía enojada por el comentario del complejo de Edipo.

"Vine a visitar." Respondio el.

"No querras decir que viniste a ver que pescas?" pregunto una voz a sus espaldas. Sano volteo a encarar al muchacho que había hablado.

"Eso no era nesesario, escuincle." Le dijo, fingiendo estar herido por sus palabras.

"Todos lo sabemos, cuando vienes, es por algo, nunca vienes de a gratis."

"Kaoru, porque no cuidas tan bien a tu primer 'hijo' como cuidas a Kenji?"

"Yahiko ya esta mayorsito, y tiene razón, siempre que vienes es por que no tienes dinero ni para comer."

"Esta bien, puedo desayunar con ustedes?"

"Lo sabía." Murmuro Yahiko.

Yahiko era un joven de 15 años, y se le podría llamar mi primogenito. En decir verdad, con la edad que tengo, es creíble que sea mi hijo, aunque no lo es. Cuando tenía poco de estar viviendo en el dojo de Kaoru, encontramos a este jovensito. Era un ratero, pero de buen corazón, asi que decidi que el se convertiría en el aprendiz de Kaoru. Al principio ninguno de los dos estaba muy feliz con esas noticias, pero al cabo del tiempo se fueron limando asperesas, y ahora somos una familia.

Yahiko me idolatra, y aunque lo quiero, me gustaria que mi pequeño hijo me quisiera igual que ese muchacho de cabellos negros parado frente a mi.

"Que es esto, un circo? Ya no son unos niños." Dijo una voz femenina al entrar al corral.

"Megumi-dono, que la trae por aqui?" le pregunte a la doctora. Ella es Takani Megumi, una vieja amiga de la familia.

"Es domingo, tengo mucho que no los veo, asi que decidi tomarme la mañana libre para venir a verlos." Dijo, pero yo se que esta mintiendo. Vino por mi.

"Me da gusto que hayas venido Megumi, y me apena tener que pedirte esto justo cuando acabas de decir que te has tomado la mañana libre, pero quiero que le hagas una consulta a Kenshin. Ultimamente lo he visto mal." Le dijo Kaoru.

"Es cierto eso, Ken-san? Que le pasa?"

"No es nada Megumi-dono. Kaoru se preocupa demasiado. He estado un poco estresado, eso es todo." Le sonrío una de mis ya conocidas sonrisas falsas. Ella nota que estoy mintiendo, pero no dice nada. Sabe que cuando quiera hablar, lo hare, antes no, asi que para no preocupar mas a Kaoru, lo deja pasar.

"Donde esta el niño?" pregunta para cambiar la conversación.

"Por ahi anda de vago." Responde Kaoru.

"Y como esta?"

"Ya sabes, esta en esa edad rebelde."

"Rebelde, eh?"

"Kenji ven a saludar a tu 'tía' Megumi." Le llama Kaoru al niño.

El niño sale de su escondite y va lentamente con Megumi.

"Que niño tan grande!" responde Megumi. "Cada día se parece mas a su papà. Va a ser un niño muy guapo, porque no es por insultarte Kaoru, pero si se hubiera parecido a ti, iba a tener problemas en el futuro." Bromeo Megumi.

"Que quieres decirme con eso?"

"Kaoru, eres mi amiga y te adoro, pero, en realidad, no eres muy bonita."

Kaoru fingio enojo, "Que suerte tienes Kenji que te parezcas a tu padre."

"Si, es un niño precioso." Dijo Megumi fuera de broma.

"Cuando sea grande va querer ser como su papà." Dijo Kaoru.

Yo las estaba oyendo.

No, que mal estaba Kaoru. Mi hijo jamas querra ser como yo. Mi hijo va a ser un hombre con muchas posibilidades. Nunca sera un cobarde perdedor como su padre.

Ellos sigueron hablando, pero yo no estaba ahi.