Jai! pipol, aquí mi de nuevo. Los vine a joder con otra de mis espapirifasticas (? creaciones pero en especial a una persona: a Smiling *salen fuegos pirotécnicos detrás de ella*
Bueno, este es un, obviamente, regalo navideño adelantado.
Las/os dejo leer y las palabras emotivas allá, abajo ;D.
Disclaimer:
1. InuYasha y compañía son propiedad de Rumiko Takahashi.
2. Historia hecha sin fines de lucro.
"A happy ending"
Por Mlle. Janusa.
Para Smiling G.
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Observó como el campo de margaritas blancas se tornaba a carmesí, producto de la sangre que emanaba de su cuerpo.
Su cuerpo se sentía ligero, como si flotara, y aun con los sentidos un tanto nublados percibió la presencia de un ser acercándose.
Levantó la mirada y lo vio, de pie frente a ella con su aire majestuoso y su tranquilidad imperturbable.
La confusión se apoderó, por un segundo, de su mente.
— ¿Pensaste que era Naraku? —preguntó con apenas un hilo de voz.
—No, sabía que eras tú — contestó el yōkai con la simplicidad que lo caracterizaba.
La respuesta la impactó. ¿Porqué alguien como Sesshōmaru vendría a verla?
—Entonces… ¿viniste a ver cómo muero? — sonrío amargamente, en realidad no se le ocurría otra cosa que decir; el cerebro no le trabajaba bien en ese estado y comprendía que el tiempo de consciencia que le restaba era poco.
Él no respondió, sólo se quedó ahí, mirándola fijamente, sin decir nada o moverse.
Un tipo de extraña ansia invadió a Kagura y su cuerpo se movió sin que ella estuviera completamente consciente de esto.
Las piernas temblorosas y débiles apenas consiguieron mantenerla de pie pero no le importó. Dio uno y dos pasos, trastabillando en el camino. Se agarró como pudo a las ropas del Lord al sentir que perdía el equilibrio y mantuvo la cabeza gacha; para ocultar la vista de esas frías orbes color ámbar.
Hizo sus manos unos puños, arrugando así la fina tela de las ropas que mantenía sujetas.
En ese preciso momento su corta y patética vida pasó frente a ella, no como muchos la describían sino como de partes de su vida.
Y lo peor que descubrió fue que… realmente no tendría ningún caso vivir, no tenía nada que perder pero tampoco que ganar.
Escaló con sus manos, agarrándose del cuello del yōkai. Y posó sus amoratados labios en los de él. Una suave presión con ellos fue lo único que hizo, no fue correspondida ni, tampoco lo esperaba; Lord Sesshōmaru era así y de esa misma manera lo había amado.
Sonrió con, una mezcla extraña de tristeza y alegría, sus labios todavía pegados a los quietos del ser frente a ella.
Se separó con lentitud. Lo había hecho, ese pequeño gesto hizo que cada minuto de su vida valiera la pena. Clavó su mirada carmín en la dorada y una sensación de bienestar la invadió.
Verlo por última vez y sentirlo fue lo único que necesito, para descansar libre y en paz.
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Gracias a todos por leer :D, ahora sí, a lo que me truje chencha (?:
Smiles, no sé que decirte más que eres re-cool, re-genial, re-sepsi y todos los res que existan, además de que compartimos ese gusto por los idiomas ;D. No soy buena con las palabras, espero y te haya gustado el regalillo. Y sí, lo confieso; la pregunta que hice (? era para saber que pareja les gustaba más -.- y así.
Bueno... eso es todo :D
Tschüs.