Título: Awaken.
Advertencias: varios toques del comic -iré poniendo las advertencias necesarias en cada capítulo-.
Notas: Antes que nada, quiero avisar de que este fanfic no es un Zombiestuck, nope. Me gustan las historias de zombies como a la que más, pero no me gusta encontrarme con que todos los fanfics apocalípticos –no necesariamente de Homestuck- si son de apocalipsis sean zombies. Molan y tal, pero la originalidad da variedad.
Esta historia no tiene un solo comienzo, claro que no. Tiene diferentes inicios, vistos desde diferentes puntos de vista y cronologías. Y también visto desde los ojos de diferentes personas. Tampoco es lo que se catalogaría como una historia común, más bien todo lo contrario, está llena de altibajos, incoherencias y contradicciones. Pero mejor será que empecemos por ese comienzo, ese equivalente al "erase una vez" de los cuentos, en el que todos fueron testigos -unos más que otros-, que definitivamente cambiaría la vida a todos y cada uno de ellos sin excepción.
Todo comenzaría un día 21 de Diciembre -cuatro días antes de aquella fecha de festejo que era la navidad- también conocido por ser el último día de esperanza de la humanidad. Realmente esta historia se remonta un poco más atrás, pero eso es algo de lo que hablaremos más tarde.
Muchos no creían en eso de que el mundo fuese a acabar de un momento a otro, básicamente porque eso carecía de sentido alguno y lo veían completamente descabellado. Pero en contraparte, otros tantos estaban listos para lo que fuese, para cualquier catástrofe que se avecinase desde una fuga nuclear a un supuesto virus que desencadenase una especie de apocalipsis zombie. Porque tanto creyentes o no, todos estaban con la mecha de la curiosidad encendida, expectantes esperando a que algo ocurriese, por mínimo que fuese.
Y ante todo pronóstico, ningún cambio notable ocurrió. Las predicciones, a los ojos de todos, parecieron ser falsas. No hubo piedras espaciales envueltas en llamas, ni enfermedades mortales altamente contagiosas, ni tsunamis, ni una horda de muertos vivientes asolando el planeta. Nada de nada. Y ahí fue cuando ignorando lo ocurrido todo volvió a su vida normal, como si eso del apocalipsis hubiese sido una pesada broma de los mayas.
En cambio, lo que no sabían es lo que aquel día había desencadenado; una cuenta atrás que traería consigo algo peor. Mucho peor. Porque aquello sólo había sido una advertencia que sólo unos cuantos se había tomado en serio.
Y así era como estaban, llegados ese día. El polvo emergía de todas partes. Los pasos, a la par que los gritos, se adueñaban de las callejuelas de aquella ciudad, antaño llena de gente y ahora cubierta por la devastación y la desesperación de sus habitantes -o los pocos que quedaban-, que habían vivido en carne propia el comienzo de aquella pesadilla.
Y luego estaba él, en el hospital. Sí, es ese joven de ahí a lo lejos, que está postrado en aquella cama, apretando los ojos e intentando despertar. Pero vaya, parece que aún no puedes ser ese muchacho… Espera, sí que puedes, porque al parecer acaba de despertarse; después de casi un año estando en coma.
Tu nombre es Jake English, y no sabes siquiera dónde estás o en qué fecha vives. Sólo recuerdas despertarte ahora mismo por culpa de unos estallidos, no muy lejos de tu posición. Te encuentras nervioso, porque no sabes ni dónde estás, ni que está pasando, ni qué haces ahí, cuando lo último que recuerdas es la voz de tu primo gritando tu nombre. Notas a alguien llamando insistentemente a la puerta, pero crees que realmente no es eso, y la persona al otro lado de la puerta está intentando tirar el mueble abajo.
La pregunta es, ¿qué vas a hacer?
