Como un No muerto has vivido, como un Elegido fuiste seleccionado por tus defectos y virtudes, como Cazador te adaptaste al ambiente y como un Héroe serás recordado por tus acciones desinteresadas a lo largo del trayecto.


Ohayo, soy MasasinMaze y aquí les traigo este primer capítulo de esta pequeña historia de Gintama titulada: "Intercambio de Demonios". En un principio iba a ser un solo capitulo y listo pero resultó ser más extenso de lo previsto. Espero que les guste y que comenten que les ha parecido en los Reviews, sin nada más que decir comencemos…Go.

Disclaimer: Gintama y sus personajes son propiedad de su autor Hideaki Sorachi, por lo cual escribo sin lucro alguno y con la sola finalidad de entretener.


Capítulo 1: Una Extraña Reunión

Una tarde tranquila en Edo donde ya la mayoría de la población estaba en sus rutinas diarias. El sol de la tarde deslumbra con fuerza en el distrito Kabuki donde nos centramos en el segundo piso del Bar de Otose en el cual se encuentra la Yorozuya de Gin-chan.

En estos momentos Shinpachi está entrando al recinto con una bolsa de compras en sus manos y con una leve sonrisa de buen humor.

-¡Ey Kagura!-,exclama Gintoki con una expresión calmada a Kagura que estaba dentro del baño ya que ella se acababa de despertar. Acuérdate de limpiar la mierda de Sadaharu!-, le recordó el peliplata mientras se aproximaba a Shinpachi que vio cómo su jefe ya está vestido con sus ropas usuales y al parecer estaba preparado para salir.

-¿Vas a salir Gin-san?-, preguntó Shinpachi con algo de intriga al albino que al voltearle a ver solo asintió con una mirada aburrida como es usual en él con esos ojos de pez muerto.

-Me voy al Pachinko Pattsan, el último trabajo dejó suficiente dinero para tomarme el lujo-, dijo Gintoki con despreocupación mientras llegaba al frente de Shinpachi, el cual suspiró decepcionado.

-No deberías gastarte todo tu dinero en el Pachinko, podrías ahorrarlo Gin-san-, aconsejó Shinpachi con calma mirando al peliplata que tenía la costumbre de gastar todo su dinero en la JUMP, dulces o las apuestas.

-No digas eso Shinpachi-, respondió Gintoki con su expresión aburrida para después mirarse la mano derecha. -Llega el momento en la vida de un hombre que solo quiere escapar de los pecados que carga en su consciencia-, dijo el peliplata con una expresión seria y filosófica.

-¡Dices eso solo porque quieres escaparte-aru!-, exclamó una Kagura molesta saliendo del baño con su pijama rosa y su cabello alborotado mientras que tenía un cepillo de dientes en su boca. -¡Quieres ir al Pachinko para no limpiar la mierda de Sadaharu!-, declaró ella mientras que apuntaba hacia Gin-chan que le volteó a ver irritado.

-¡Cállate mocosa!, ¡tú eres la que siempre nos deja el trabajo a Shinpachi y a mí!-, replicó Gintoki con enojo viendo a Kagura que respondió con insultos causando una pequeña discusión algo ruidosa entre ambos.

Shinpachi les veía con una leve sonrisa enojada y con un pequeño tic en un ojo dado que los dos irresponsables eran iguales y al final escapaban de sus deberes dejándole todo a él.

-De cualquier manera me voy-, dijo Gintoki calmándose un poco alejándose de Kagura mientras esta le veía molesta. -Vengo más tarde-, agregó al pasar al lado de Shinpachi para luego salir de la Yorozuya dejando a los dos jóvenes allí.

Kagura rechinaba sus dientes molesta con el permanentado causando que su cepillo de dientes se rompiera, "bueno da igual, después de todo es el cepillo de Gin-chan", y con ese pensamiento vengativo ella logró sonreír victoriosa pensando en la reacción del peliplata cuando encuentre su cepillo.

-Haa, Gin-san debería dejar esos hábitos que tiene, se supone que ya es un adulto-, comentaba Shinpachi luego de un suspiro cansado pensando en que su jefe era muy descuidado e irresponsable a pesar de ser el mayor de los tres, en ocasiones quisiera que demostrara una actitud conforme a su edad.

-Pues para eso estas tú Shinpachi-, dijo Kagura con una leve sonrisa palmeándole la espalda al castaño llamando su atención. -En ti recae la gran responsabilidad de poner a ese idiota de permanente en su lugar-aru-, decía la chica causando que el cuatro ojos abriera los ojos alegre.

-¿En serio lo crees Kagura-chan?-, preguntó Shinpachi con una sonrisa feliz ante el halago de su amiga, la cual le asintió con los ojos cerrados.

-Por supuesto-aru, nadie es más capaz que tú para ser el chico serio que limpiará la mierda de Sadaharu-, continuó Kagura con completa seriedad viendo a Shinpachi para luego palmearle la espalda por última vez y después irse a cambiar la ropa dejando al cuatro ojos allí.

-¡Tienes razón Kagura-chan!, ¡yo soy el único que puede!…-, exclamaba Shinpachi emocionado y lleno de confianza hasta que analizó bien lo que dijo la pelirroja.

-¿Espera que?-, preguntó Shinpachi algo confuso y con una gota de sudor en la sien volteando a ver a Kagura solo para darse cuenta de que nadie le estaba escuchando. Ante esto tan solo bajo la cabeza deprimido.

-Supongo que después les diré que fuimos invitados a una fiesta de Tsukuyo-san en Yoshiwara-, dijo Shinpachi con una leve sonrisa deprimida en lo que se le caía la bolsa de compras al suelo.


*En Yoshiwara más tarde*

Ya estaba anocheciendo en Edo y eran noche de luna llena. Los tres Yorozuyas se encontraban en las calles de Yoshiwara en dirección al lugar donde les convocó Tsukuyo. Todo el camino el peliplata se ha estado quejando mientras que Kagura se ha mostrado molesta con él desde su discusión sin sentido. Shinpachi pues no tenía otra opción que soportar el ambiente.

-Que fastidio Shinpachi-, dijo Gintoki con algo de fastidio en su mirada mientras se rascaba la cabeza. -¿No pudiste responder que tengo problemas diarreicos y no podía ir?-, preguntó él mientras Kagura con disimulo le pegaba un moco en la ropa.

-No seas tan antipático Gin-san, sabes que le es difícil a Tsukuyo-san el invitarnos a alguna cosa por culpa tuya-, respondía Shinpachi con una mirada estricta con el albino el cual se mostró algo irritado.

-No me eches la culpa a mí, esa mujer es la que siempre me pega sin razón cada vez que me ve-, replicó Gintoki con enojo viendo al cuatro ojos. Siempre que esa cortesana se le acercaba terminaba con un Kunai en su cara o con sus bolas golpeadas, ¿Quién iría si sabe lo que le va a pasar?.

-Tsukky se molesta porque eres un idiota irresponsable que se toma todo como una broma-aru-, comentó Kagura con indiferencia desviando la mirada de Gintoki causando que este se irrite aún más.

-Palabras muy valientes que salen de una mocosa que todo el día solo come Sukonbu haciendo cualquier cosa en vez de cuidar de la mierda de su propio perro-, replicó el peliplata con una sonrisa enojada mientras que también desviaba la mirada de Kagura causando que a esta se le hinche una vena en la frente.

Luego Kagura apretó los dientes y se giró a encarar a Gintoki que hizo lo mismo y ahora los dos estaban por volver a discutir.

-Ya paren ustedes dos, ya llegamos-, dijo Shinpachi con cansancio mirando a Kagura y a Gintoki que al escucharle bufaron resignados.

Luego los tres llegaron a la entrada de la dirección y Gintoki llamó a la puerta con calma. Esperaron unos minutos hasta que por fin la puerta se abrió revelando a Hinowa sobre su silla de ruedas y su amable sonrisa.

-Oh vaya, bienvenidos-, saludo Hinowa con alegría viendo que por fin los últimos invitados habían llegado. -Me alegra verlos de nuevo-.

-Hola Hinowa-san, nos tardamos un poco por culpa de que alguien tenía miedo de ser golpeado-, dijo Shinpachi con una leve sonrisa divertida saludando a la mujer mientras que miraba disimuladamente a Gintoki. Hinowa entendió eso y se llevó una mano a la boca para tapar su leve risa.

-¡Cállate cuatro ojos!-, exclamó Gintoki con molestia al momento en que le dio un golpe a Shinpachi en la cabeza, pues su comentario también causó que Kagura comenzara a reír descaradamente. -La que me ataca es esa mujer que me lanza todo el tiempo Kunais o me pega en los Kintamas-, continuó con un tono más calmado viendo como el castaño se sobaba el chichón mientras que Hinowa paraba de reír.

-Calma, hice que prometiera que no te lastimaría en esta fiesta Gin-san-, dijo Hinowa con una amable sonrisa viendo a Gintoki causando que este suspire aliviado, aunque en el fondo no se fiaba de que la rubia cumpliría su promesa. -Por lo que puedes estarte tranquilo allí adentro-, agregó la mujer causando que Kagura rechistara con la lengua.

-Que aburrido-aru, yo esperaba que Tsukky le diera una lección a este permanentado-, comentó Kagura mirando con desdén a Gintoki, el cual le vio de reojo para luego escupir al suelo.

-Bueno, pasen que el resto les espera-, dijo Hinowa con calma a los tres Yorozuyas para que estos entraran de una vez, a lo cual Shinpachi entró primero con una sonrisa agradecida seguido de Gintoki y Kagura que parecían seguir repeliéndose.

Luego los tres caminaron por unos metros más de pasillo hasta que llegaron al amplio salón donde era la reunión. Todo muy elegante la verdad, la mesa de comida estaba en una de las esquinas del salón y había algunas mesas donde había algo de sake. Adentro sin embargo se sorprendieron de ver que los demás invitados eran todos conocidos suyos.

-Shin-chan, Kagura-chan, por aquí-, dijo Otae con una alegre sonrisa mientras levantaba la mano llamando la atención de los tres Yorozuyas que fueron en su dirección.

-¿Ane-ue?, ¿tú también fuiste invitada?-, preguntaba Shinpachi algo confuso e intrigado mientras llegaba frente a su hermana junto con Kagura que saltó a abrazarla contenta.

-Pues Tsukuyo-san me invitó y yo invite al resto-, respondió Otae con calma mirando a su hermanito mientras le sobaba la cabeza a Kagura.

-¿Y por qué no está Kyubei, Ane-go?-, preguntaba Kagura con algo de intriga mientras miraba que detrás de la castaña no estaba Kyubei como era usual.

-Ella estaba ocupada con algunos asuntos de la familia Yagyuu, pero les manda saludo a ustedes-, respondió ella con una linda sonrisa viendo a Kagura.

Gintoki por su parte se mantenía algo alejado de sus empleados y la chica gorila mientras se rascaba la nariz con sus ojos aburridos sin encontrarle sentido a esa fastidiosa reunión. Pero algo sucedió, su radar detecta Madaos se activó de la nada y luego siente una mano en su hombro llamando su atención.

-Hola Gin-san, ¿Cómo estás?-, preguntó Hasegawa con una sonrisa mirando a Gintoki que le volteó a mirar con sus ojos aburridos en silencio.

-Ey disculpen, me parece que se les coló un Madao en la fiesta-, decía Gintoki mientras levantaba la mano señalando al Madao que inmediatamente comenzó a sacudir sus manos tratando de detener al peliplata.

-No seas cruel Gin-san, estoy aquí como acompañante de uno de los invitados-, explicó Hasegawa con una sonrisa orgullosa mientras que ponía sus manos en su cintura y sus gafas relejaron un destello de luz como si hubiera sido la gran cosa.

-¿Quién estaría tan desesperado como para traerte a ti como acompañante?-, preguntó Gintoki sin tacto alguno y con una mirada aburrida causando que Hasegawa bajara la cabeza deprimido mientras que Otae se acercaba con una leve expresión apenada.

-Yo solo lo invite porque parece ser amigo de ustedes, no como acompañante o algo parecido-, se justificó Otae algo avergonzada de que de verdad alguien creyera que ella había invitado al Madao como acompañante, causando que Hasegawa se fuera a un rincón a llorar.

-Exacto-, dijo Kondo con una sonrisa presuntuosa desde atrás de la castaña mientras que su cabeza estaba al revés, puesto que estaba sentado en el techo como un ninja. -Otae-san no tiene tan bajo criterio como para ser acompañada por un vago-, agregó el gorila causando que Hasegawa comenzara a buscar un cuchillo con el cual terminar su vida.

-De cualquier manera Otae, tienes a un gorila salvaje acechándote-, comentó Gintoki con una mirada aburrida mientras que señalaba a Kondo que seguía detrás de Otae cruzado de brazos en el techo.

Luego de manera inmediata la castaña se giró con una vena en su frente para darle un gran puñetazo al gorila mandándolo al suelo.

-¿Kondo-san?, ¿está acosando a mi hermana aun en Yoshiwara?-, preguntaba Shinpachi algo incrédulo y con una gota de sudor en la sien mientras observaba como el comandante del Shinsengumi que era acosador de tiempo completo se estaba parando del suelo.

-No pongas en dudas mis habilidades de acoso-, respondió Kondo con una sonrisa presumida y orgullosa levantando el pulgar mientras que de su nariz salía sangre y algunos dientes se le cayeron.

-Y encima lo admite-, comentó Shinpachi con decepción dado que ese hombre era el líder de la policía en Edo…que ejemplo.

-No deberías decir esas cosas Kondo-san, arruinarías la imagen del Shinsengumi aún más-, dijo el vicecomandante Hijikata con seriedad viendo a su jefe mientras que se acercaba fumando un cigarrillo.

-Oigan oigan-, decía Gintoki con una vena en su frente mientras que se acercaba al pelinegro. -¿Qué hace el príncipe mayo en este lugar?-, preguntó el peliplata a los demás preguntándose por qué el adicto a la mayonesa había sido invitado también.

-¿¡EH!?-, dijo Hijikata con molestia y una vena en su frente ante el comentario del irritante vago Yorozuya. -Pues yo me preguntaba que hacia aquí un idiota de permanente que tiene el azúcar por los cielos-, replicaba el pelinegro con una sonrisa intimidante.

Ambos hubieran empezado a insultarse de no haber sido que Okita haya llegado con su usual expresión calmada y con las manos en los bolsillos.

-Hola jefe, resulta que vinimos con Kondo-san para que no manchara el nombre del Shinsengumi cuando termine completamente ebrio y haciendo locuras por toda la ciudad-, explicó Okita con completa serenidad atrayendo la atención de los demás y avergonzando al gorila que se puso nervioso.

-¡O-oye Sogo!, ¡no tienes por qué decir esas cosas enfrente de Otae-san!-, reclamaba Kondo con unas lagrimitas en sus ojos viendo al sádico que ni se inmutaba, solo giró su vista hacia su archienemiga que se estaba acercando.

-Entonces llegó el sádico estúpido con un collar alrededor del cuello del gorila-, comentaba Kagura con una sonrisa burlona y una vena en la frente ante la irritante presencia del sádico del Shinsengumi. -Esa si es una pareja perfecta-aru-.

Okita escupió al suelo con una expresión enojada y como era usual estaban a punto de pelear, hasta que fueron separados por Hijikata y Shinpachi.

-¡Ya cálmate Kagura!-, le exclamaba Shinpachi a Kagura para que esta dejara de forcejear. -No formemos ningún problema a Hinowa ni a Tsukuyo-san-, agregó con más calma mientras que la pelirroja se tranquilizaba para luego escupir al suelo con una mirada de odio dirigida al sádico que hizo lo mismo.

-Ahora que me acuerdo Pattsan, ¿Qué celebramos?-, preguntó Gintoki con su mirada aburrida mientras se rascaba la cabeza viendo al cuatro ojos.

-Nada en especial, según la invitación de Tsukuyo-san nos invitó a este salón rentado debido a que Gengai-san se lo pidió-, respondió Shinpachi con calma viendo al peliplateado y soltaba a Kagura que ya se encontraba hablando con su hermana.

-¿Y no pudo ser en un salón normal de Kabuki en vez de un salón con una cortesana de la muerte loca?-, preguntó Gintoki con su mirada despreocupada y floja mirando a Shinpachi para luego recibir un Kunai en toda su frente para después soltar un chorro de sangre.

-Oh, no los había visto entrar-, dijo Tsukuyo con calma llegando desde la dirección de la que vino el Kunai llamando la atención de todos, Gintoki en cambió se quitaba el Kunai de la frente con calma. -Me alegro de que hayan venido-, agregó la rubia con una leve sonrisa viendo a Kagura y a Shinpachi.

-¡Hola Tsukky!-, exclamaba Kagura con una sonrisa para abrazar a Tsukuyo. -Me alegra verte-aru-.

-¿Tienes idea de donde esta Gengai-san, Tsukuyo-san?-, preguntó Shinpachi con curiosidad viendo a la rubia, la cual le miró con calma.

-¿Ese viejo?, ni idea-, dijo mientras que levantaba los hombros para después expulsar humo de tabaco. -Tan solo llegó de la nada con mucho ánimo rentando el salón dejándome la tarea de mandarles la invitación a ustedes-, continuó con completa serenidad mientras que Gintoki con su mirada aburrida se acercaba recuperado.

-¿Por qué ese anciano reunió a un montón de idiotas aquí?-, preguntó Gintoki con calma y con algo de fastidio mientras que se rascaba la cabeza. La mayoría de veces que había tantos de ellos reunidos sucedía algo malo, o por lo general algo malo para él.

-No es idiota, es Katsura-, dijo Katsura con seriedad mientras que llegaba caminando con los brazos cruzados llamando la atención de Kagura, Shinpachi y Gintoki que se sorprendieron un poco.

-¿Y tú por qué estás aquí, Zura?-, preguntó el peliplata con algo de sorpresa viendo al pelinegro que detrás tenía a esa enigmática y misteriosa criatura llamada Elizabeth.

-No es Zura, es Katsura-, volvió a decir Katsura con los ojos cerrados para después abrir los ojos mirando a su viejo amigo.

-Vine porque debo estar presente en la historia dado que la ausencia de Kyubei-dono me presentó el momento de brillar de nuevo-, respondió Katsura con completa seriedad viendo al peliplata, el cual se llevó una mano a la frente algo decepcionado.

-Ya te dije que tu personaje y el de ella no se parecen en nada, tan solo estas paranoico-, replicó Gintoki con aburrimiento y desinterés por el idiota líder de los revolucionarios que buscaban acabar con el gobierno.

-Di lo que quieras Gintoki-, dijo Katsura con calma para después señalar de manera acusadora al peliplata. -¡Pero Elizabeth y yo sabemos que me están reemplazando con Kyubei-dono!-, exclamó completamente paranoico y alterado mientras que Gintoki se rascaba el cabello.

-Entonces me estás diciendo que viniste aquí a pesar de que el Shinsengumi está en el mismo salón?-, dijo Gintoki algo sorprendido, sorprendido por lo idiota que puede llegar a ser Katsura por más tiempo al aire.

-Ya Katsura y yo hicimos una pequeña tregua ya que estamos en igualdad de condiciones-, decía Kondo con una leve sonrisa acercándose a Katsura para después ambos abrazarse con un brazo sobre los hombros como si fueran camaradas. -Hace tiempo que no tenemos tiempo en pantalla a pesar de nuestro gran carisma, ¡jajajaHAHAHA!-, agregó el gorila para después comenzar a reír a carcajadas con Zura mientras que Hijikata se mostraba algo irritado por la tregua.

-Eso no te lo crees ni tu gorila-, comentó Kagura mirando como Kondo y Katsura estaban comenzando a llorar mientras reían, ¿se reían de la risa? o ¿se reían porque era no tenían carisma?, nunca lo sabremos.

Luego el sonido de las puertas atrajo la atención de todos en el salón, quien acababa de entrar era Gengai que venía arrastrando consigo una máquina, esta constaba de un tablero de comandos y un pequeño monitor en el medio mientras que del cuerpo salía una manguera de metal que era arrastrada por el suelo.

-Hola a todos y sean bienvenidos a esta reunión-, dijo Gengai con una sonrisa viéndolos a todos una vez que dejó su máquina en medio del salón. Luego observó como Gintoki se acercaba a él con una mirada aburrida mientras le seguían todos los demás presentes.

-Oye viejo, ¿de qué va toda esta mierda?-, preguntaba Gintoki mientras que se hurgaba la nariz viendo al viejo. -Tengo mi vida en peligro por venir aquí por lo que espero que sea una buena razón-, agregó el peliplata para luego recibir un Kunai en la parte trasera de su cabeza cortesía de una rubia que seguía fumando con calma.

-Les estoy a punto de enseñar a todos…¡mi maquina transportadora del tiempo!-, respondió Gengai con euforia mientras alzaba sus brazos al aire.

-¿¡Una máquina del tiempo?!-, preguntaron Kagura, Shinpachi y Hasegawa sorprendidos y con un brillo en los ojos y gafas ante uno de los mejores nombres de la ciencia ficción. Los demás en la sala se mostraron levemente sorprendidos pero sobre todo intrigados.

-No no no, una maquina trasportadora del tiempo-, aclaraba el inventor con algo de molestia causando que la sorpresa pasara a confusión. -Con ella puedo intercambiar cosas del presente con su contraparte en el pasado durante un tiempo-, explicaba Gengai con calma y tranquilidad aclarando las dudas de todos.

-Es asombroso Gengai-san, dirigía que es lo más cercano a una máquina del tiempo que hay hasta el momento en Edo-, felicitaba Shinpachi con una sonrisa mientras que le aplaudía al inventor que hizo algunas reverencias.

-Lo sé, por lo que pueden sentirse privilegiados por ser los primeros y quizás los últimos en ver un intercambio en el tiempo-, respondió Gengai parando de hacer reverencias para luego tornarse algo profundo y serio causando intriga en todos además de cierta tensión de misterio.

-¿A qué te refieres viejo?, no te hagas el interesante y dinos-, decía Gintoki con aburrimiento mientras que se rascaba la cabeza.

-Pues esta máquina interrumpe temporalmente el flujo del tiempo dado que lo altera, por lo que solo puede ser usada tres veces para tener cuidado de no desgarrar el espacio tiempo cambiando nuestra realidad completamente-, explicaba Gengai con un aire explicativo viendo al peliplata que no le podía importar menos esa información.

-En resumen solo vas a intercambiar algo tres veces con sus contraparte en el pasado-, resumía Hijikata con seriedad mientras estaba recostado contra una pared fumando.

-Exacto, por eso quería enseñarles este milagro de la ciencia a ustedes-, decía Gengai con calma para después apuntar a la Yorozuya. No entendía que hacia allá la hermana de Shinpachi ni tampoco el Shinsengumi al lado de Katsura y esa criatura blanca pero daba igual.

-Pues espero que no te moleste que se te hayan colado varios idiotas desconocidos-, comentaba Gintoki con despreocupación viendo al anciano que le resto interés con un ademan de su mano.

-No tiene importancia, entre cuantas más personas vean mi genio mejor-, contestó el viejo con una sonrisa orgullosa para después comenzar a reír como un desquiciado para ser interrumpido por un ataque tos.

-Entonces ¿Qué intercambiaras anciano?-, preguntaba Kagura con mucha intriga y una sonrisa viendo al inventor que se estaba recuperando de su tos.

-A este estúpido de permanente que se está hurgando la nariz-, respondió Gengai mirando a la chica mientras señalaba a Gintoki para sorpresa de todos.

-¿Nani?-, preguntó Gintoki con sus ojos de pez muerto y con un meñique metido en su nariz mientras volteaba a ver a todos los demás.

-¿Puedes explicarte Gengai-dono?-, pedía Katsura con calma mientras que se acercaba al inventor. ¿Qué razón tienes para intercambiar a Gintoki?-, preguntaba Katsura haciendo la misma pregunta que todos en la sala se estaban planteando.

-Pues supongo que ya todos saben que él al igual que Takasugi Shinsuke comandante del Kihetai, Sakamoto Tatsuma capitán del Kaientai, Katsura Kotaro líder del Joui era uno de los guerreros que lideraron en la guerra Joi en sus últimos años-, decía Gengai con seriedad viendo a todos causando que Tsukuyo y Otae se sorprendan ya que no sabían del dato.

-¿Es enserio?, yo no sabía nada de eso-, decía Otae con los ojos algo abiertos viendo al viejo para después ver al peliplata que parecía estar en silencio. -¿De verdad que Gin-san tiene esa clase de pasado?-, se preguntaba la castaña en un pequeño susurro sin poder creer que el flojo peliplata haya liderado una guerra contra los Amanto y el gobierno.

-Yo no lo puedo creer-, se decía así misma Tsukuyo algo incrédula. -Esos nombres tiene gran importancia e influencia mientras que él…-, continuaba la rubia al momento en que miró la espalda de Gintoki que se encontraba inusualmente callado. Ciertamente había logrado varios logros increíbles que le daban credibilidad a lo dicho pero aun así resultaba algo difícil de asimilar.

El Shinsengumi ya lo sabía con anterioridad y aun les resultaba difícil ver como un rebelde así haya terminado flojeando en la Yorozuya formando problemas cuando quiere. Shinpachi y Kagura pues era normal que se enteraran de eso pero solo superficialmente, solo lo sabían por palabras de Katsura que fueron: "¡Gintoki participó conmigo en la guerra junto con Sakamoto y Takasugi!" y no supieron más de eso.

-No deberían subestimar a Gintoki-, decía Katsura con seriedad y de brazos cruzados mientras que se giraba a ver a todos llamando su atención.

-Él en el pasado era conocido como Shiroyasha debido a que parecía un demonio blanco en el campo de batalla mientras que sembraba la muerte y la destrucción a su paso SIN IMPORTARLE LA VIDA DE LOS AMANTO QUE ASESINABA!, ¡JAJAJAHAHAHAHA!-, decía Katsura en un principio con seriedad mientras que comenzaba a mostrarse más malévolo para después romper en carcajadas malvadas como un villano.

-¡CALLATE ZURA!-, exclamó Gintoki molesto al momento en que le pegó en la cabeza al pelinegro. -¡Lo haces sonar como si fuera un maldito psicópata!-, reclamó con una vena en la sien causando que Shinpachi, Hasegawa y Otae rieran un poco.

-Ven a lo que quiero llegar, básicamente quiero que todos nosotros veamos con nuestros propios ojos a las versiones del pasado de la persona llamada Sakata Gintoki, el hombre que todos conocen muy bien por su actitud y por los logros que ha ido recolectando-, explicaba Gengai con calma mirándolos a todos seguido de un incómodo silencio en el cual Gintoki se relajó.

-Oye viejo, deja esa mierda que será muy aburrido para ellos-, decía Gintoki con los ojos cerrados mientras que se rascaba la cabeza con cansancio. -Además no creo que estén interesados en ver mí…-, continuaba el peliplata hasta que se da cuenta de que está siendo sujetado por los brazos por Otae, Kagura, Tsukuyo y Shinpachi.

-¡Ey ey ey!, ¿¡Qué coño están haciendo!?-, preguntaba Gintoki alarmado y nervioso mientras que miraba a las tres chicas y al chico que le estaban sujetando. -¿Por qué me sostienen?-, preguntó esta vez con una sonrisa nerviosa queriendo una respuesta.

-La verdad es que estoy interesada en ver cómo era Gin-chan de pequeño-aru, seguramente era un mocoso estúpido que tomaba mucha leche de fresa-, decía Kagura con una sonrisa emocionada mientras que con su descomunal fuerza de Yato sostenía el brazo derecho junto con Otae que sonreía con calma.

-No puedo negar que yo también estoy interesada-, admitía Otae mirando a Kagura preguntándose qué clase de niño fue Gintoki, seguramente era un niño flojo y despreocupado que era regañado todo el tiempo por sus padres.

-Sera un placer arrestar al gran Shiroyasha una vez aparezca aquí-, comentaba Hijikata con una sonrisa de lado fumando su cigarrillo mientras estaba de brazos cruzados recostado contra la pared en una pose cool.

-Eres idiota Hijikata-san, ¿no escuchaste que solo estarán aquí un tiempo?-, preguntaba Okita al pelinegro sin encontrarle la lógica de arrestar al jefe joven cuando después desaparecería.

-¡Y-Ya lo sé estúpido!-, exclamaba Hijikata avergonzado y furioso con Sogo mientras apretaba los puños. –S-Solo quería comentarlo y ya maldita sea-, murmullaba el príncipe Mayo con molestia.

-¡No decidan eso ustedes mismos cabrones!, ¡El pasado que van a espiar es el mío, no el de ustedes!-, reclamaba Gintoki con furia mirándolos a todos que cada vez lo estaban acercando más a la máquina de Gengai.

-Aquí lo tiene anciano, hágalo de una vez-, decía Tsukuyo con seriedad viendo al anciano para que haga lo que sea de una vez.

-¿¡Tú también!?-, preguntaba Gintoki sorprendido y confuso a la rubia que pareció ruborizarse un poco. -¿¡Por qué todos están tan interesados!?-, interrogaba Gintoki con desesperación mientras que forcejeaba con fuerza siendo retenido en lo que el viejo Gengai agarraba el conducto metálico.

-Aquí vamos-, dijo el inventor con una sonrisa al momento de acercar el succionador del tiempo a Gintoki para después absorberlo como si fuera arte de magia o Kirby, no…¡CIENCIA!.

La sala se quedó en silencio al ver como el peliplateado había desaparecido sin dejar rastro alguno y el ambiente silencioso se quedó así un tiempo mientras que el viejo solo se quedó con los brazos detrás de su espalda.

-Oiga Gengai-san-, decía Shinpachi con una leve sonrisa nerviosa sudando un poco mientras que atraía la atención del inventor. -No me va decir que matamos a Gin-san, ¿verdad?-, preguntaba Shinpachi con nervios causando que Kagura, Tsukuyo y Otae sientan un escalofrió y tragaran saliva con miedo.

-Solo esperen unos segundos, no sean impacientes-, respondía Gengai restándole importancia a sus preocupaciones para después quedarse viendo el monitor de su máquina que parecía mostrar muchos garabatos e información que ni él mismo comprendía, pues así es la ciencia.

Luego de unos segundos más de espera, en medio del salón comenzó a visualizarse una misteriosa neblina de la cual poco a poco comenzó a aparecer una silueta. Al despejarse la pequeña niebla se revelo que era un niño con el cabello rizado y desaliñado de color plata. Este tenía puesto un Haori y un Hakama negro oscuro cor bordes grises y este estaba sucio junto con la piel del muchacho que tenía en sus manos una espada negra enfundada.

-¿Huh?-, dijo el pequeño Gintoki confundido y parpadeando un par de veces mientras que giraba su mirada a las personas desconocidas que le veían boquiabiertos.

Ese niño de cabellos plateados no era nadie más que Gintoki. El primer invitado del pasado que tendrían esa noche con la intención de hablar con él y conocer más del pasado del peliplata que todos conocían. Pero resulta que al final esa extraña reunión se volvió muy interesante.

*Fin del Capitulo*


Y ese fue el primer capítulo de esta pequeña historia. Espero que les haya gustado y si es así comenten que les ha parecido. Actualizare muy pronto ya que ya tengo los siguientes capítulos listos y preparados para actualizar.

Sin más que decir me despido y hasta la próxima…Sayonara.