Infancia dorada.
Estaban sentadas dos figuras a lo lejos, miraban atentos un atardecer, las olas de mar, arrogaban su brisa sobre ellos, y miraban el infinito donde se acabara aquella playa,
Una tercera sombra se les acerca, era mas pequeña que las otras dos y jalo la camisa del hombre de la derecha, este giro lentamente su cuerpo, y lo observo con una cálida sonrisa.
-¿Qué pasa Aioria?- pregunto el de los ojos color azul, a su lado el peliazul, miraba atento aquella escena.
-Aioros, no encuentro a los demás- susurro.
-¿QUE?- gritaron los dos santos poniéndose de pie.
-¿Aioria como que no los encuentras?-pregunto un confundido saga.
-Es que queríamos jugar escondidas, pero no los hayo y ya me arte llevo horas buscándolos- contesto el pequeño Aioria.
-Maldición- dijo saga, empezándolos a buscar con su cosmos. – Aioros yo me encargo tu quédate aquí con Aioria.
-No ocupas ayuda- le pregunto el castaño
-No- fue la cortante del otro.
Siendo los mas grandes de los 12 caballeros dorados Aioros y Saga eran los que los cuidaban, afrodita, shura y mascara apenas estaban empezando a tomar en cuenta su responsabilidad como los mayores, y respecto a lo que era mu, Aldebarán, Aioria, shaka, Milo y camus, pues ellos aun eran unas pequeñeces como para darle importancia a eso.. Primero estaba la diversión.
Camino unos pasos y encontró a mu y Aldebarán acostado dormidos, estaban abajo la sombra de un árbol, tomo a los dos pequeños con cuidado y los llevo a sus respectivas casas.
-Saga a donde vas?- pregunto shaka que caminaba apresuradamente atrás de el.
-A llevar a mu y Aldebarán a sus casas, tú también regresa a tu casa- le dijo el gemelo con un tono de voz más dulce.
En un pequeño hueco estaban escondidos un par de ojos que asechaban a Aioria y aioros.
-shhhh… cállate Milo- dijo el pequeño francés- nos van a escuchar.
-Pero si ya se acabo el juego camus- le dijo el otro.
-Si no nos ha encontrado, es porque aun no se a acabado el juego- le contesto el otro como si fuera lo mas obvio del mundo.
-Ya me aburrí- dijo el escorpión dorado.- Cuéntame como es Francia.
-Francia es…- pero el pequeño acuador no pudo terminar la frase cuando vio una araña en el hombro de Milo- Milo.
-shhhh... Camus no hables tan fuerte nos va a escuchar- dijo el peliazul.
-Pero Milo- camus comenzaba a abrir mas sus ojos- Milo.
-¿Qué? – grito el escorpión dorado a su amigo, asiendo que aioros volteara.
-Tienes una araña en el hombro- camus apenas termino la frase salió corriendo de aquel hueco seguido por su amigo.
-Auxilio, camus, quítamela- gritaba el escorpión, pero su amigo ya había pegado carrera hacia las doce casas.
Aioros corrió detrás de Milo y con Aioria en sus hombres.
-Milo espera-grito aioros, el escorpión dorado se paro, brincando se sacudía todo el cuerpo.-Ya esta-
-1...2...3 por Milo- dijo Aioria.
-Ya no estábamos jugando- contesto el otro haciendo un puchero.
-Si- contesto el león dorado.
-No-
-Si-
-No-
-Regresemos a las doce casas- menciono aioros terminando la conversación.
Cuando todos fueron llevados a sus casas y se durmieron, que no era una tarea fácil, aioros y saga estaban en la casa de géminis sentados platicando de lo grande que serian aquellos pequeños cuando crecieran y encontraran de verdad su cosmos.
-Has pensado en Kanon últimamente saga- pregunto el arquero dorado, el peliazul soplo sus flequillos con fastidio indicándole al arquero que no quería hablar del tema de su hermano.
-Vamos saga algún día tendrás que hablar de mi- dijo Kanon quien recién entraba a la casa de géminis, aioros lo miro atento y luego puso su mirada en saga que estaba mas que molesto por la presencia de su gemelo.
Aioros respiro con resignación extrañaba los viejos tiempo cuando los tres eran los únicos dolores de cabeza del patriarca y eran casi como hermanos, que se divertían a pesar de todo, no sabia cuando se había erosionado tanto la relación con Kanon, tenia que aceptarlo tal vez era por la armadura de géminis había aceptado a saga y no a Kanon.
-¿Qué te pasa saga no piensas seguir hablando de tu sombra?-le reto el gemelo mayor, la tensión comenzaba aumentar.
-Basta ya Kanon- intervino aioros tratando de apaciguar todo.
-Tu cállate arquero esto es entre saga y yo- menciono de nuevo el gemelo menor.
-No es mi culpa que la armadura de géminis me haya preferido a mí que a ti- le contesto saga.
Kanon golpeo a saga, un hilo de sangre salió de la boca del gemelo mayor, aioros se puso en medio de los demás, pero ahora fue saga quien contraataco arrogando a Kanon.
-Mascara ven aquí- le pidió aioros al vecino de saga.
Entre forcejeos y golpes que se daban los gemelos, y le daban aioros por accidente, fueron causándose moretones y heridas, después de uno minutos llegaron shura, afrodita y mascara.
-Saga- dijo shura en reclamo.
Kanon fue sujetado por mascara y lo alejo de su gemelo, saga recupero rápido el temple y miro, a los tres santos que había llegado.
-Saga recuerda que no siempre estarán ellos para defenderte, y ustedes- dijo apuntando a los recién llegados- no se vuelvan a meter o ya vera.
-Que harás- pregunto incrédulo mascara.
-No hará nada- contesto saga- porque donde haga algo se las vera conmigo.
-Es un reto-contesto el otro.
-Estas bien?- le pregunto shura a saga.
-Si- fue la cortante de este.
Después de unos momento todos se fueron a descansar tranquilamente a sus casa esperando que el gemelo no fuera por Kanon y comenzaran de nuevo una lucha innecesaria,.
