N/A: Hola a todos! Traigo una nueva historia... No, no me he equivocado, sólo etiqueto a Blaine... Esta historia no va a estar ni de lejos centrada en el amor... En principio quiero que sea una historia propiamente dicha pero cabe la posibilidad de que acabe siendo sólo una serie de Drabbles o OS largos, puede que sólo tenga pocos capítulos... No sé, creo que me dejaré llevar esta vez, ¿os parece? Es una idea loca pero me gusta y quiero darle una oportunidad... Os dejo el primer capítulo que indica un poquito de qué va...
NUEVAS RESPONSABILIDADES
CAPÍTULO 1: EL ACCIDENTE
Divorcio. Una palabra, ocho letras que ocultan muchos sentimientos. Sin embargo, para Blaine Anderson sólo tenía un significado, liberación. Su relación con Kurt había tenido altibajos... Aunque últimamente habían sido más "bajos" que "altos" y las cosas eran muy tensas. Por eso, cuando los dos llevaban dos horas sentados junto al otro, viendo la televisión sin cruzar palabra, el moreno había decidido decirla. Todo era fácil porque no tenían nada compartido, salvo una cuenta en la que había algo de dinero para pagar el alquiler y los gastos comunes.
Llevaba dos días llevando sus cosas a su nuevo apartamento "de divorciado", con la ayuda de sus amigos del McKinley (Sam, Brittany, Santana, Artie, Kitty, Tina y Mike), de Dalton (Trent y su novia Ally y David) y de la NYU (Carl, Drew y Alex). Habían montado los muebles, limpiado todo y colocado cada cosa en su lugar. Todo estaba perfectamente colocado y por fin podía relajarse.
Era sábado y estaba con Artie y Mike, que habían decidido hacer algo de "chicos". Sam no estaba porque la guardería donde llevaba a su hija Violet había planificado una salida a la granja y los padres que podían acompañaban a los niños y el rubio, junto a su esposa Jennifer, habían decidido vivir esa experiencia con ella. Era la primera vez que la pequeña vería animales y los dos querían acompañarla.
Todo estaba tranquilo hasta que el teléfono de Blaine sonó. Los tres se sorprendieron porque no esperaban la llamada pero guardaron silencio para que el actor pudiera responder.
– ¿Diga? – El moreno preguntó puesto que no reconocía el teléfono.
– ¿Es usted Blaine Anderson? – Una voz femenina quiso saber.
– Sí, soy yo.
– Usted figura como persona de contacto en caso de emergencia del señor Sam Evans, ¿es correcto?
– Sí, soy su mejor amigo. ¿Hay algún problema? – Anderson comenzó a ponerse nervioso.
– Ha habido un accidente...
Blaine, Artie y Mike llegaron al hospital. Les indicaron que tenían que esperar en una sala junto al resto de familiares y amigos de las personas que viajaban en esa excursión. Al parecer, un camión se había cruzado en la carretera por culpa de un frenazo y el autobús había colisionado, consiguiendo que ambos vehículos volcaran.
Todos ahí estaban muy nerviosos y eso no ayudaba a que tranquilizaran sus propios nervios. Blaine estaba al borde de un ataque pero intentaba permanecer tranquilo. Habían trasladado a varios heridos y entre ellos podrían estar su mejor amigo y su familia.
Después de más de una hora en la que todos estaban nerviosos, empezaron a llamar a algunos de los familiares. Todo iba muy lento y Blaine pensaba que le daría un ataque, a pesar de los intentos de Mike y Artie de mantenerlo tranquilo.
– Familiares de Violet Evans. – Una doctora preguntó y ellos se acercaron.
– Soy amigo de su padre y persona de contacto. ¿Cómo está? – El moreno preguntó.
– Está bien, sólo tiene algunas pequeñas heridas. Aun así, queremos que esté unas horas en observación... ¿Sus padres iban con ella en el autobús? – La mujer quiso saber.
– Sí, ambos. He avisado a sus abuelos pero tardarán en llegar porque no viven en Nueva York. No hay familiares cerca pero yo soy casi como un tío para ella. ¿Puedo verla? – El ojimiel pidió.
– En condiciones normales no les permitiría que accedieran porque sólo familiares pueden hacerlo pero estamos saturados y es muy pequeña para estar sola. Además, está nerviosa y alguien conocido puede ayudarla. Puede pasar uno de ustedes. Habitación 342 del área de pediatría.
– Muchas gracias.
La mujer se fue porque tenía que seguir trabajando, Anderson se volvió a mirar a sus amigos y ellos asintieron, comprendiendo que estaba pidiéndoles permiso. Ninguno había imaginado que otra persona fuera la que entrara a ver a la niña.
Cuando Blaine llegó a la habitación, respiró profundamente dos veces para tranquilizarse. Violet no debía notar que estaba preocupado o que algo no iba bien. Mike y Artie le informarían en cuanto tuvieran información sobre Sam y Jennifer.
– Hola Cupcake. – El moreno saludó nada más entrar.
– ¡Tío Blaine! – La pequeña se levantó y corrió hacia el borde de la cama y tan pronto como el moreno estuvo lo suficientemente cerca de ella, saltó a sus brazos para ser sostenida por él. La niña era tan parecida a su padre que al ver esos ojos verdes, el mayor sintió una punzada en su corazón.
– ¡Qué pijama más cool te han puesto! ¿Crees que tendrán uno para mí? – El ojimiel sonrió mientras veía lo que su "sobrina" llevaba. Era una camiseta y un pantalón muy similar a los que llevan los médicos pero era de color rosa y tenía perritos dibujados. La ropa que llevaba estaba llena de sangre de otras personas, por lo que las enfermeras la habían lavado y cambiado antes de que él llegara.
– No... Es para niños... Tú eres "gande". – La niña rió.
– Vaya... – Anderson hizo un puchero. – ¿Al menos puedo ganarme un beso?
Violet asintió y le besó la mejilla con fuerza. Estar con ella hacía que Blaine estuviera más tranquilo, pero seguía esperando noticias de Sam y Jen.
Artie y Mike entraron a la habitación y Blaine pronto entendió que algo iba mal. Le pidió a la niña que se quedara un rato con el asiático mientras salía con el otro para que le contara lo que había ocurrido.
– Acaban de informarnos de lo que ha pasado. Jen está en la lista de víctimas mortales. – El ojimiel comenzó a llorar. Era el amor de su mejor amigo y sabía que lo pasaría mal... Eso si estaba vivo. – Sam está en estado crítico. Está en coma y los médicos no saben qué pasará. Puede que despierte o no... De verdad, lo siento.
– Lo sé, Sam también es amigo tuyo... ¿Qué pasará con Violet? – Anderson preguntó, el llanto era cada vez mayor pero necesitaba asegurarse de que la niña estaría bien. Él no quería abandonarla, jamás se lo perdonaría.
– Tendremos que esperar a que lleguen sus abuelos. Son su familia más directa... ¿Querrías encargarte de ella? – Abrams frunció el ceño.
– Si Sam llega a despertarse, será muy complicado que ella pase un tiempo en casa de sus abuelos y luego vuelva a la ciudad. Yo tengo una habitación extra, podríamos llevar sus cosas ahí y podría cuidarla. Buscaría una niñera para los fines de semana para que la cuidara mientras estoy en el teatro... – Blaine explicó.
– No lo necesitaríais. Estoy convencido de que cualquiera de nosotros podríamos ayudarte. Entre todos podremos cuidarla cuando tú no puedas, ya lo verás... – Artie le consoló. – Será mejor que llores todo lo que necesites antes de entrar, Violet no tiene que notar nada... Aunque deberemos explicarle que su madre ha muerto...
– Podemos esperar a que lleguen sus abuelos y así lo hablaremos entre todos...
Anderson se sentó en una silla que había en el pasillo y siguió llorando. Esperaba que Sam saliera de esa, no estaba preparado para perder a su mejor amigo...
