Los personajes no son de mi propiedad, y escribo esto sin ánimo de lucro.
ÚLTIMO ANIVERSARIO
CAPÍTULO 1: ¿Dónde estás?
¿Dónde demonios estaba? Llevaba buscándolo toda la santa mañana y no había conseguido dar con él. Se encaminó de nuevo hacia el Ichiraku Ramen. Entró dentro del restaurante por 3ª vez en la mañana, o más bien la primera del mediodía, se hizo oír por encima del gentío que abarrotaba el local al inicio de la hora de la comida para preguntarle de nuevo al dueño, y volvió a obtener la misma respuesta, él no había pasado por allí.
Empezaba a preocuparse, ella sabía que él tenía el día libre. De hecho había sido él quién le había preguntado si podía pasar a buscarla para dar una vuelta y luego ir a comer juntos. "¿Es una cita?" Había preguntado ella a modo de broma cuando se lo preguntó, a lo que él contestó con una sonrisa extraña que en aquel momento ella no supo identificar.
Después de una hora y media esperándole había decidido ir a buscarle a su casa imaginándose que se había quedado dormido. Después de todo él siempre había sido un desastre y siempre lo sería.
Pero no estaba ni en su casa, ni en la academia, ni en la torre Hokage, también se había dejado caer por el campo de entrenamiento donde se encontró a Shikamaru y a Kiba y ninguno de los dos sabía nada de él tampoco.
En ese momento mientras estaba plantada frente al puesto de ramen soltó un suspiro y se decidió a volver al apartamento que des de hacía unos meses compartía con Ino, a la que había dejado de guardia por si él se pasaba por allí tarde, tardísimo más bien. Se puso en marcha y fue dando un paseo saludando a los conocidos y reconociendo los diferentes edificios de su adorada aldea. A medio camino reconoció una casa en particular, la de Kakashi y se decidió a probar suerte, al fin y al cabo, ya no sabía a quién preguntar ni a dónde dirigirse.
Al sonido hueco de la puerta contestó la voz de su sensei des de lejos con un "ya voy".
A los pocos segundos el ninja copia asomó la cabeza con el pelo revuelto y el torso descubierto, pero su máscara seguía intacta en su lugar.
-Siento molestar sensei, pero es que no sé a quién preguntar ya...
El peli-plateado hizo su gesto característico de sonreír con un solo ojo (al menos a simple vista).
-No te preocupes, no pasa nada. Dime ¿Qué ocurre?
-¿Has visto a Naruto? Llevo todo el día buscándolo y no le encuentro. Habíamos quedado y...
Cuando él fue a contestarle en ese instante una voz femenina salió del interior de la vivienda.
-Kakashi... ¿te queda mucho?
Él tan solo se limitó a sonreír de nuevo y antes de que pudiera hablar Sakura se le adelantó.
-Lo siento mucho-dijo sonrojándose- no sabía que estabas tan... ocupado... ya me voy, ya le encontraré tarde o temprano.
La muchacha se dio la vuelta dispuesta a irse cuando él habló des de su espalda.
-Sakura... cada uno lo superamos como podemos ¿sabes?
Ella se extrañó. ¿De qué le estaba hablando el loco de su sensei? Y al ver su reacción el sorprendido fue él, quién volvió a comentar:
-¡Vaya! Es increíble que lo hayas olvidado. Veo que tú lo llevas muy bien, pero dudo que para todos sea igual.
En ese instante su cabeza por fin sumó dos más dos. Se cumplía un año más. Era el aniversario. Se quedó muda de asombro y se reprochó a si misma cómo había podido olvidar el día que era.
Ahora ya sabía con seguridad donde se encontraba su amigo. Ahora ya sí. Se despidió rápidamente del peli-plateado y fue corriendo hacia las puertas de la aldea.
De camino a la salida de la aldea se permitió unos instantes para recordar lo que ese día representaba y paró al lado de un banco de madera, el cuál una noche le sirvió de cama. Evocó los recuerdos de aquella noche de nuevo y los sentimientos que le provocaron eran ya muy distintos a los que sentía años atrás. No le dolía, ya no, así que se alegró por ella misma el no tener necesidad de llorar. Así que sin pensarlo dos veces echó de nuevo a correr.
Una vez salió de la Konoha se dirigió hacia el norte. Su objetivo estaba casi en el límite del país del fuego junto con el país del sonido, y estaba como mínimo a dos horas de distancia corriendo tanto como pudiera. Aún tenía un largo recorrido, así que más le valía ponerse en marcha.
Dos horas y media más tarde, a eso de las tres y media, sedienta y con un hambre voraz llegaba al valle del fin. Se permitió unos segundos para acercarse al río y refrescarse un poco del sudor que la carrera y beber un poco de agua. Después miró hacia la gran figura que escoltaba uno de los laterales del río, la del primer Hokage y allí arriba del todo, encima de la cabeza del ninja de piedra vio algo naranja. Por fin. Allí estaba.
Con sigilo subió saltando por la parte posterior y, sorprendida, porque no hubiera notado su presencia, se situó justo detrás del rubio. Sacó un kunai de su bolsa y en un movimiento veloz se situó detrás de él y le puso el cuchillo en la garganta, y le susurró en el oído:
-Eres consciente de que me has dado platón... ¿verdad, Naruto?
El silencio siguió a aquella pregunta que no obtuvo respuesta. Y después de coger aire profundamente algo cambió. Antes de poder soltar esa última inspiración estaba tumbada boca arriba sobre la dura piedra, inmovilizada, y con su propio kunai amenazándola.
Continuará…
Mi primera historia publicada de Naruto. Espero que os guste.
Nos vemos en el próximo capítulo,
Pessic de Lluna
