Capítulo 1: Años Después.
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- Hitomi, ¿Cuando regresarás? Solo te presentas en mis sueños y hablamos de todo lo que ha pasado en estos tiempos.
- Es hora de que te regrese los favores que me has hecho, y te agradezco que después de tantos años todavía seas mi amiga.
Una atmósfera las rodeaba. Una mujer de la tierra podía verse a ella misma dormida durante su sueño; frente a ella, otra mujer, su mejor amiga desde años antes, antes de que se fuera para siempre a un mundo extraño. Ahora estaba frente a ella, muy cambiada, con el cabello castaño largo y un vestido blanco de pliegues tenues, pero aún así, ella era su mejor amiga y la única que podía ayudarla.
- Es mi única hija, ella… ya no quiere vivir.
- No te preocupes Yukari, pronto tendrá motivos para seguir viviendo.
Yukari se despertó sobresaltada, su esposo se levantó tras de ella.
- ¿Pasa algo? ¿Hitomi te dijo algo?
- No comprendí muy bien, pero… creo que nuestra hija pronto hará un largo viaje…
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En Gaea todo era mejor que antes. Astoria se había convertido en una gran potencia económica; Fanelia, el país rural, ya no era tan rural después de casi veintidós años después de la última Gran Guerra. Basram estaba prosperando y se había convertido en una potencia casi tan importante como Astoria y Freid.
Fanelia. El rey de Fanelia entrenaba a su hijo mayor. Su esposa y su hija menor observaban al padre y al hijo entrenar mutuamente. Se veía claramente como el rey atacaba al joven chico, que clavaba sus ojos negros en su padre, mientras que su pelo del mismo color se movía con cada paso que daban. Las armaduras de los dos eran de las típicas del país, pero eran las que tenían exclusivamente para entrenar, o sea que no servían para los combates serios como los de la Gran Guerra. Los sonidos de las espadas se escuchaban retumbando en la arena de duelos, donde de repente, el primogénito descuidó su defensa y cayó a merced de su padre, que inclinó un poco su espada y luego la metió en su funda.
- ¿Cómo lo hice padre?
- Haz mejorado mucho, pero hacen falta años de experiencia para llegar a mi nivel. Pero ya estas cerca.
- No decías eso cuando eras joven, Van - interrumpió la reina, tratando de señalar el error de su esposo - Si mal no recuerdo siempre actuabas sin pensarlo bien, y eras muy testarudo.
- Hitomi… ¿Qué haces por acá? - pregunto el rey.
- ¿Que no te alegra verme Van?
- Claro que si, y a Aska también… ¿Y Stella?
- ¿No está aquí? Pensé que estaba contigo…
- No de nuevo…
Para el rey Van Slanzar de Fanel eso significaba búsqueda extrema por toda Fanelia. No era la primera vez que se les perdía. A pesar de ser su hermano mellizo, Folken, el primogénito del rey, estaba lejos de preocuparse por su hermana, porque siempre aparecía donde le diera la gana; a los dieciséis años la encontraron en Chezario, en su capital Tassili, a los dieciocho empezó a frecuentar Palas, en Astoria, y en manos de su "Tía Millerna", la reina de Astoria, que la secundaba en todas sus escapadas desde que la chica en cuestión, o sea Stella, tenía conciencia.
- Amenfis - se dirigió el rey a uno de sus mejores soldados - manda un mensajero a Astoria para avisar que de nuevo desapareció, y Megnon - se dirigió ahora a su mejor caballero - intensifica la búsqueda por toda Fanelia y por las montañas Floresta, cuando la encuentren la traen aquí - su mirada expresaba furia, aún frente a su esposa - ya vera esa niña cuando la encuentre…
- Su Majestad - entró Zircon, otro de sus cuatro principales soldados - la dama Merle tampoco está en el castillo…
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- ¡Señorita Stella! ¡Espéreme! - la mujer gato corría lo mas que podía para alcanzar a la chica alada que sobrevolaba el bosque - ¡Recuerde que no debe volar en público ni al aire libre!
La chica alada solo volteo a verla con sus ojos verdes, pero prosiguió el vuelo. Su vestimenta no era como la de las demás chicas de Gaea; ya que ella consideraba la ropa de los chicos mas cómoda para volar con sus alas. Traía un pantalón negro, con un faldón del mismo color abierto de los lados, con una blusa de tirantes del mismo color, y un escote en la espalda lo suficientemente grande como para que sus alas salieran de su espalda sin estorbos. Su cabello era negro pero con reflejos de un castaño claro que se reflejaban no nada mas en el día a la luz del sol, sino también en la noche, a la luz de la luna; era algo natural de nacimiento de la chica. Volteó a ver a la mujer felina.
- Vamos Merle… ¿O ya te cansaste? Recuerda que no hay mucha gente en el bosque, así que no hay problema de que vuele… - se escucharon pasos de soldados a lo lejos, eran los mensajeros de Fanelia, que iban camino a Astoria - si lo deseas puedes regresar, yo puedo seguir sola.
- Yo ya no estoy joven para persecuciones, ya no son los tiempos en donde seguía al amo Van para que estuviera a salvo, además esto no es como la Gran Guerra. Disculpe princesa, yo me regreso a Fanelia.
- Bien, entonces tu te regresas y yo me escondo.
La mujer gato miró como la princesa de Fanelia desaparecía volando entre los árboles, pero corrió hacia los mensajeros para decir a donde iba. Amenfis fue el que tuvo la idea de llegar a Astoria antes que ella, para traerla de nuevo a Fanelia. Realmente esa chica podía poner de cabeza a toda Gaea y nunca encontrarla. Merle regreso a Fanelia con un mensaje para los reyes, ya que tenía que ver cual era su castigo por ser cómplice de la princesa.
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Palas, la capital de Astoria, ciudad de las calles acuáticas, llena de colorido y excentricidad, aunque ahora con mas ritmo por la llegada de naves de Freid a Rampant, el aeropuerto de Palas. La escolta de Freid bajo de la nave mayor, seguida de su mandatario el Rey Chid Zar Freid, sobrino de los soberanos de Astoria y el rey mas joven de toda Gaea. Su primo el príncipe Albert Fassa llegó a recibirlo al puerto, acompañado de una flota especial.
- En el nombre de mis padres, los soberanos de Astoria, te doy la bienvenida.
- No hacen falta los formalismos primo, en este viaje vengo solo para arreglar unos asuntos. Solo estaré unos dos días en Astoria y luego me dirigiré a Fanelia a arreglar esos asuntos pendientes que tengo.
- Tu siempre tan ocupado… - en eso llego un carro con el estandarte de Fanelia - hablando de, creo que paso otra vez…
- Su alteza - se dirigió al príncipe Fassa, para luego mirar al rey de Freid - Su majestad soberana de Freid, lamento interrumpir, pero tengo un recado del rey de Fanelia para los reyes Fassa - luego añadió con voz entre cortada - la princesa Stella de Fanel…
- No otra vez… - mencionó el príncipe Fassa - se me hacía raro no saber de ella desde hace una semana…
- No se… - exclamo el rey de Freid - tengo curiosidad por saber como es, tengo años de no verla… solo se de ella por los mensajes que llegan a Freid precisamente por esto, de que se vuelve a escapar…
- Vaya, ¿Pero mira que tenemos aquí? - exclamo el rey de Astoria, Dryden Fassa al ver a los dos cortejos, el de Freid y el de Fanelia llegar a palacio - al parecer tu sobrina querida se volvió a escapar. No entiendo porque la solapas tanto Millerna.
- Ella es como la hija que nunca tuve, y me gusta que esté aquí.
Amenfis entrego el mensaje al Rey de Astoria, el cual movilizó a sus hombres para que buscaran a la chica por las montañas Floresta y el fuerte Castello. El rey de Freid también contribuyo a la tarea con sus hombres, ya que en realidad tenía curiosidad de conocer a la chica que ponía de cabeza a todo el planeta. De repente se escucho un ruido proveniente del patio y los soldados de Freid comenzaron a movilizarse. Un poco mas tarde, dos soldados traían de los brazos a la chica que unas horas antes había escapado de Fanelia.
- ¡Tía Millerna! ¡Tío Dryden! - miro a Amenfis, y contesto algo enojada - Amenfis… supuse que mi padre mandaría a buscarme…
- ¿Pero que fue lo que te paso? - Millerna miro la pierna sangrante de la chica, al parecer había caído en algo - ¿Te dispararon alguna flecha o algo?
- Es que… di un mal paso y caí, eso es todo… - no podía decir que había aterrizado, sería como meterse en mas problemas - sobre unos inventos del tío Dryden… espero no te moleste tío…
- Al contrario, me agrada que mis inventos sirvan para algo… aunque sea para caer en ellos…
Millerna se llevo a la chica a la biblioteca para enviar un mensaje a Fanelia con Amenfis. Al parecer no se dio cuenta de quien era el recién llegado, que se encontraba en la sala de recepción con el rey de Astoria.
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Notas de la autora: Para ser el primer capítulo no esta nada mal, pero bueno, hay que esperar la reacción del publico, asi que comentarios, sugerencias, criticas, etc, a mi e-mail darkangelorochi@hotmail.com donde aclararemos todas sus dudas (ja, ni que fueran tips) y pues a ver que pasa, nos vemos en el capítulo dos. Atte. Dark Angel.
