Steve fox un boxeador profesional y exitoso, se encontraba aburrido en una tienda departamental buscando alguna prenda que le gustara o le quedara, entre pantalones, camisas y sacos de vestir pensó pasar su día.

-me hubiera quedado entrenando… mi tiempo se pasa mejor así- mientras sostenía una camisa blanca.

Pensó en irse de aquel lugar, dejando la camisa con enojo y girándose con brusquedad se quedo quieto, miro algo extraño.

Una hermosa chica de cabellos dorados y con un vestido blanco, lo que le pareció extraño a Steve es que aquella chica miraba la ropa de hombre.

-debe de tener novio… - pero su mente le cuestiono, ¿si es un regalo a su hermano? Y regreso su mirada a la chica.

Steve no dudo y se dirigió a hablar con aquella mujer. Acomodándose su camisa azul y su bien peinada cabellera le dirigió un hola a la joven.

-¡he!- la chica giro con brusquedad y miro con algo de miedo a Steve, el cual lo noto, ¿las peleas del puño de hierro le dieron mala reputación?

-perdona… ¿estas perdida?- Steve le sonrió para que no tuviera miedo

-ah… yo… - la chica se encontraba nerviosa, pero en ese momento Steve noto el rostro de la joven con más detalle, su piel blanca y aquellos ojos azul cielo que son muy notorios en ella, realmente es hermosa

-¿me tienes miedo?- sintió miedo ante la respuesta, la cual resultaría obvia ¿no?

-¿miedo?... –la chica miro a Steve con soberbia- a ti nunca… ¿me conoces acaso?- Steve se sorprendió ante tal pregunta, ¿seria famosa?... se puso algo nervioso, pero al final solo dijo que no con la cabeza- ¡hablas enserio!- la chica dijo sorprendida

-perdóname… pero es la primera vez que veo a una chica tan bella como tu- fox trato de arreglar las cosas – mi nombre es Steve fox – sonrió con orgullo.

La chica por su parte se le quedo mirando extraño, para depuse soltar una risita.

-Eleonore Kliesen- le sonrió la rubia algo divertida

-lindo nombre- el boxeador se avergonzó algo- y… ¿compras para hermano, padre… novio?-

-¿he?... ah sí, es para mi hermano- acomodando algunas prendas en sus manos, las cuales, al parecer piensa llevar

-oh… - Steve sintió alivio de no estar coqueteando con alguien con novio- si quieres que me pruebe la ropa, puede ser que tu hermano sea de la misma talla que yo-

-no… no es de tu talla- le dijo seria- mi hermano es… es de mi talla, somos gemelos-

-que malo que no sea gemela- Steve rio… al parecer a Eleonore no le parecía gracioso.

El joven tomo la ropa y camino hasta una pequeña caja de pago que se encontraba por ahí, Steve se sintió tonto, fue corriendo detrás de ella y tratar de arreglar su estúpido comentario.

-¡oye!... perdón-

-no te preocupes… me tengo que ir- se noto algo apurada

- espera… hoy en la noche, tengo una fiesta en mi departamento y… si quieres venir- Steve se sentía por primera vez nervioso ante esta mujer, ya que era la primera que no caía con un hola.

-yo… no se- Eleonore intento esquivar a Steve pero este no se quitaba de su camino- por favor-

-te dejo ir si aceptas mi invitación y te veo en la fiesta- la joven pensó un momento y sonrió muy feliz, era señal de que si aceptaba ir – toma, en esta tarjeta viene mi dirección, la fiesta es a las nueve, ponte lo que tú quieras- el señor fox sonrió feliz y se despido de la joven la cual algo fastidiada se despidió.

El departamento de Steve es realmente lujoso, ganaba muy bien en su trabajo y podía pagarse muchos lujos, su departamento se encuentra en un edifico enorme por el centro de Japón, en el último piso. Contaba con segundo piso, dos cuartos con baños cada uno, un lugar para entrenar box, un baño para las visitas, cocina moderna y su sala que cuenta con sillones de cuero.

Steve se encontraba acomodando algunas cosas en el refrigerador mientras que sus dos amigos, Marshall Law y Paul Phoenix quienes pedían mucha comida por teléfono.

-Steve como era esa chica que nos contaste- law quien se encontraba sentado en el sofá

-mediría mas de 1.70, rubia de cabello corto, piel blanca, ojos azules, muy linda- mientras miraba la barra de la cocina

-suenas enamorado amigo- decía paul mientras reía- apenas la conoces-

-lo sé, lo sé… pero es diferente, a esta chica la conocí comprando ropa, no como a las demás, en bares y demás- Steve camino asía una puerta- siento que es diferente-

Steve entro en una habitación, mientras law y paul se miraban algo extraño por las palabras de Steve.

La música daba a todo, mujeres bailaban, los demás hablaban con sus amigos, law comía como si no hubiera un mañana y paul ligaba con las chicas que aun no huían de él.

Steve por su parte hablaba y tomaba algo de cerveza pero sin dejar de vigilar la puerta, ya eran las diez y media, y su chica esperada no llegaba.

-Steve disfruta- dijo paul quien abrazaba a dos chicas de la cadera, se le veía algo tomado

-deja de molestarme- Steve se sentía idiota al esperar, esa chica lo rechazo y el continuaba ilusionado.

Para cuando Steve pensaba en ir con otra chica, sin más, sonó el timbre. A Steve casi se le ilumino la cara, salió corriendo a la puerta y al abrirla…

Eleonore apareció con una blusa de tirantes de color roja y un pantalón vaquero, haciendo juego con unas botas de tacón rojas.

-Eleonore te vez hermosa- dijo Steve animado

-gracias… - dijo algo nerviosa

-pasa, pasa – Steve sin dudarlo tomo a la joven rubia de la mano y la llevo a dentro. Paul y law miraron a la joven de lejos y sin dudarlo, se acercaron asía Steve y Eleonore.

-he… -paul llego con la intención de un abrazo, pero la cara de Eleonore al verlo lo dejo callado.

-hola mi nombre es law, mucho gusto- saludo educado, no era tan tonto- Steve desde que te vio… ¿que? Esta mañana, no deja de hablar de ti- pero si law era imprudente

-ha si- la joven rubia miro a Steve algo divertida

-he… mira- Steve se llevo a Eleonore asía una mesa con comida, claro sin darle un pequeñísimo golpe a law en el estomago – aquí está la comida, elije lo que quieras… ¿algo de tomar?-

-emmm… refresco- sin mirar a Steve

-¿refresco?... –miro fox a todos lados nervioso- creo que tengo por la cocina… espérame aquí sí- rápidamente Steve fue asía law, lo tomo del hombro y lo giro bruscamente

-dime que compraste refresco- le dijo serio

-¡que!- lo miro divertido- esto es una fiesta no una merienda-

-eres un estúpido- Steve se rascaba la cabeza, no sabía qué hacer- no todos toman como alcohólicos-

-ah ya se, es por la chica… dale cerveza, mira Steve- law abrazo a su amigo- no siempre debes de hacer lo que quieran las chicas-

Por el otro lado en la fiesta, Eleonore se sentía nerviosa, toma alguno que otro bocado mientras miraba curiosa el lugar.

-no debería estar aquí…-miraba asía donde paul hablaba con unas chicas- que asco- miro asía donde law comía- ese tipo es bueno… pero igual no me cae bien- regreso la mirada asía Steve, el cual estaba en la cocina sacando dos cervezas- y ese… ralamente son unos tonto, como es posible que no me reconozcan… -

-hey… solo tengo cerveza- Steve le entrego a Eleonore una- perdón-

-no te preocupes, igual tomo- probo un poco

-y dime… porque decidiste venir, pensaba que no vendrías ya que… bueno, al final de todo somos unos desconocidos- dijo Steve tranquilo

-me pareció interesante y… no tenía nada que hacer-

-oye… si gustas también ir a verme pelear mañana- dijo orgulloso

-¿pelear?- dijo sonriente y divertida- ¿donde?- Steve se sintió mucho más animado por el interese de sus preguntas

-voy a pelear en el puño de hierro… soy boxeador- dijo modesto- si quieres ir a verme, me sentiría muy feliz y tal vez me des mas fuerzas para pegar mas fuerte- rio

-si voy a ir, pero no a verte- sonrió muy feliz la rubia- no es nada personal… siempre voy a ese torneo, ya te he visto pelear-

-¿¡ah sí!?- se asusto un poco- y que te parece- se puso nervioso

-puedes mejorar- rio divertida

-hey, eres mala- sonrió

-eres bueno… solo deja de ser como eres realmente cuando peles-

-ok…-

Steve y Eleonore platicaron la mayor parte de la noche, hasta que Steve dejo a Eleonore en el taxi, con la promesa de su número telefónico, el cual ella no se negro a dárselo. Los dos esa noche se dieron cuenta de lo diferentes que eran y eso le gustaba a Steve, a Eleonore no parecía haber reacción, es una mujer reservada.

Esa noche Steve entreno para ganar todas las peleas que le tocaran en la ronda del torneo, no iba a permitir que Eleonore lo viera perder.

Mientras tanto Eleonore llegaba a su modesto departamento, ella vivía en un edificio normal, con vecinos normales.

Su departamento es sencillo, un cuarto, su baño, cocina y sala.

Eleonore al abrir la puerta se quito las botas y las dejo en la entrada, para después sentarse en su sillón, pero no duro mucho ya que el timbre sonó y se levanto a abrir la puerta.

-buenas noches- le saludo una mujer de avanzada edad con mucha felicidad-

-buenas noches señora masumoto, ¿en qué puedo ayudarla?- le respondió con la misma felicidad.

-solo pasaba por un poco de té, mi esposo se enfermo y quiero darle un poco para que duerma bien-

-claro, déjeme le traigo algo- la joven rubia se dirigió a su cocina y regresar con una pequeña lata en sus manos, la cual le entrego a la mujer- aquí tiene-

-gracias, no deberías de salir tan noche leo, una joven de tu edad corre mucho peligro en la calles-

-no se preocupe señora, se defenderme muy bien- le sonreía feliz mientras cerraba el puño.