En un principio, no quería publicar tan pronto este fic, pero como se lo comenté a mi amigo LordPata, me animó y finalmente me he decidido a publicarlo.
Disclaimer: Digimon no me pertenece.
Aviso: este fic contiene varias similitudes con mi otro fic Digimon: The New World.
La parte presente transcurre en el 2004, mientras que la futura en el 2025.
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-Kanashii Mirai-
Capítulo 1: Unos niños misteriosos
Al aula de informática del instituto secundaria de Odaiba, un joven de cabellos alborotados y lentes de aviación sobre su cuello llegaba jadeando con fuerza como si hubiera hecho la maratón.
-lo siento, llego tarde... –el cansancio que tenía encima y las pocas ganas de hacer nada se esfumaron al ver a una muchachita de su misma edad- ¡Hikari-chan! ¡Mi amor! –corriendo como una persona renovada hacia la nombrada abrazándola con fuerza ante la incomodidad de una persona que estaba al lado de la chica.
-sí Davis... yo también te he echado de menos... –dijo la chica tratando de zafarse de su abrazo en un gesto amable.
-Daisuke, ¿quieres dejar de hacer el payaso y moderarte? –dijo Miyako.
-fue hablar la más indicada... –le espetó Motomiya.
-¿cómo? –dijo Yolei alterada y faltándole poco para lanzarse sobre él.
-calma Miyako... –intentó tranquilizar Ichijoji.
-bueno... ¿ya estamos todos? –dijo Koushiro entrando en ese momento a la sala de informática con su compañero digital Tentomon. Y ahí vio lo que parecía un gallinero.
Davis y Yolei insultándose mutuamente con un Ken y Cody que les agarraban para que no llegaran a las manos.
Kari quejándose a su hermano de que no hacía gracia el comportamiento que anteriormente su amigo Davis había empleado con ella dejándola en evidencia.
Takeru siendo molestado por Tachikawa alegando que se notaba los celos del chico y que se declarara a Kari de una vez con un Joe aún lado defendiendo al pequeño.
Y por último de los humanos, Yamato y Sora un poco más apartado de los demás completamente acaramelados, abrazándose y besándose como si nadie estuviera en aquella sala.
Los digimons por su parte, Gabumon y Biyomon se encontraban al lado de sus compañeros durmiendo placidamente, acostumbrados a presenciar esas escenas de afecto que se daban entre ellos.
Agumon, Veemon, Armadillomon y Gomamon comiendo de la comida esparciéndola sin querer en el piso.
A Hawkmon quejándose de cómo le trataba su compañera humana dejándole sin un hueso a un Patamon que lo único que pretendía era echarse una cabezada y a un Woormon que no sabía que decir, solo podía asentir con la cabeza dándole la razón.
Y Gatomon escuchando pacientemente los relatos que Palmon le contaba, queriendo en realidad estar en algún lugar tranquila y en paz.
-¿qué hacemos ahora Koushiro?
-pues... la verdad es que no lo sé... –contestó el pelirrojo sin saber como controlar la situación. Siempre había sido calmado y tranquilo y lo suyo no era el de imponer el orden.
-¡BASTA YA! ¡¡CALLAOS TODOS! –gritó una tercera voz al lado del pelirrojo sorprendiéndole.
Todos sin excepción voltearon a ver a la persona quién había alzado, incluso Yamato y Sora se habían separado y se habían acercado a sus amigos con sus digimons a su lado para observar que aquel niño no era el único desconocido sino que habían otros más de su misma estatura, a excepción de dos que deberían ser los más pequeños.
-oye niño, ¿quién eres tú para levantarnos la voz? –preguntó Davis con aires de superioridad- por sino lo sabes tengo trece años y tú, ¿cuántos tienes?
-¿y por tener trece años ya te crees el ser más guay del planeta? Chico aún tienes que madurar mucho... –dijo esta vez una niña que había al lado de aquel niño que había gritado provocando que los adolescentes rieran por la verdad de sus palabras.
-¿qué has dicho mocosa insolente? –dijo Davis perdiendo los estribos.
-calma Davis, espera... no hagas locuras... estos niños no son unos cualquiera...
-¿y qué tienen de especial? –preguntó nuevamente.
-más inteligencia que tú desde luego... –atacó nuevamente la misma niña.
Entonces de pronto, sintió como otro de los niños la llamaba y parecía pedirle con la mirada que parara. Ella solo soltó un bufido sin darle un asentimiento o negativa. Pero, sintió como alguien tiraba de su camiseta y vio a uno de los pequeños que estaba a su lado, pegado a ella como a una sombra, con una mirada suplicante. Viendo aquello, decidió no decir nada más.
-a ver Izzy, ¿para qué nos has reunido aquí? –preguntó Taichi- ¿y quienes son esos... –contándolos uno por uno con el dedo- esos doce niños?
-verás Taichi-san... resulta que estos doce niños vienen del futuro...
-¡¿del futuro! –exclamaron todos sorprendidos.
-así es... –dijo la otra de los dos más pequeños, pero que al parecer solo era apariencia, pues en su actitud se veía que había madurez- concretamente del año 2025, dentro de 21 años... por razones extrañas, en nuestro mundo hace unos meses, ha aparecido un nuevo y poderoso enemigo poniendo a nuestros padres... ...y a los elegidos, es decir a vosotros, en graves aprietos...
-¿un poderoso enemigo? –repitió Matt.
-sí... los adultos... más los elegidos decidieron llevarnos a mí y a los demás niños a la Ciudad Sagrada del Comienzo para que no nos pasara nada... –habló el que había alzado la voz y que ahora estaba serio como los otros niños.
-pero, ¿has dicho la Ciudad Sagrada del Comienzo? ¿Es la misma Ciudad del Comienzo que conocemos? –preguntó Kari un poco confusa.
-así es... pero con el paso de los años y con las fuerzas sagradas unidas, la han reforzado y ahora es llamada Ciudad Sagrada del Comienzo, por lo que ningún digihuevo se convierte en digimon maligno, a no ser que la naturaleza lo corrompa con las maldades que hay todavía por el mundo... –explicó el más alto de los niños y que parecía el más mayor, serio y responsable.
-¿y ese nuevo enemigo? ¿Es digimon o humano? –preguntó Cody sin poder aguantar su curiosidad.
-la verdad es que no lo sabemos... ni siquiera nuestros padres... –dijo una de las cuatro niñas que había allí.
-¿y cómo os llamáis? ¿Por qué un nombre deberéis de tener? –preguntó Mimi intrigada.
-oh sí claro, por supuesto... –contestó otra niña que no había abierto la boca y estaba al lado del que había gritado- pues bien... oye, empieza tú primero... –cediéndole el puesto al niño que estaba a su lado, el cual le miró con mala cara.
Después miró a la otra niña que había atacado verbalmente a Davis, la cual adivinando sus pensamientos negó con la cabeza.
-¿qué? ¿Cómo te llamas? ¿Tan difícil es la pregunta? –preguntó Davis impaciente.
-DJ... me llamo DJ... –contestó el niño finalmente.
-me gusta su nombre... –dijo Mimi alegremente- cuando tenga hijos le llamaré así.
Se dieron cuenta de que alguno de esos niños se reían entre ellos. Por lo que se miraron confusos. ¿Qué era tan gracioso? Se preguntaban todos.
-dudo que algún día llegues a tener hijos... –dijo Taichi con cierta burla.
-¿qué está insinuando con eso señor Yagami? –exigió saber Tachikawa molesta y ofendida por su comentario.
-muy sencillo... ningún hombre estaría en su sano juicio como para llevar una vida contigo. –dijo sonriendo incomodando más a la pelirrosa.
-lo mismo va para ti... pobre de la mujer que tenga que aguantar tus malos chistes... –se defendió la chica cruzándose de brazos molesta.
-¿qué has dicho? –mirándola con enfado.
-Tai, Mimi no empecemos de nuevo... de verdad... últimamente cuando estáis juntos os portáis peor que niños. –intentando tranquilizar Sora a sus dos mejores amigos.
-¿podéis continuar? –preguntó Izzy a los niños.
-ah... sí, yo me llamo Amy... –dijo la niña que había cedido el puesto al niño llamado DJ y que estaba con rostro asombrado viendo a Taichi y a Mimi los cuales no se miraban a la cara.
-yo... me llamo Janie... y el que está detrás mía es mi hermano pequeño Seiko... –dijo la niña que había insultado a Davis.
-yo soy Alex... –dijo el más alto de todos.
-y yo soy su hermano Tom... –dijo orgullosamente el niño que estaba a su lado, alguien un poco más bajo que él.
-yo... ... ...Chriss... –pensando demasiado haciendo sospechar a los adolescentes.
-yo Makoto... y soy la chica más mayor del grupo. –dijo una niña de lentes de su misma estatura.
-yo Kenshin... y soy el chico más mayor de todo el grupo. –dijo un niño de lentes como Makoto.
-yo Satoshi. –dijo un niño que estaba al lado de Makoto y un poco más alto que Seiko, pero algo más bajo que los demás.
-yo Akira...
-y yo que soy la última... soy Arimi. –dijo la niña más bajita pero más madura.
-al parecer... –explicando Izzy a Tai y compañía- ellos saben perfectamente quienes somos y que no hace falta que nos presentemos.
-¿y cómo es eso? –hablando Joe por primera vez.
-porque en el 2025 os conocemos muy bien... sois por así decirlo, íntimos amigos de nuestros padres... –explicó DJ.
-muy amigos... –murmuró Chriss.
-una pregunta –dijo Yolei de repente- quisiera saber... ¿los gorros se han puesto de moda en el 2025 o qué?
-ahora que Yolei lo dice, es cierto... –observando Gatomon con cierta sospecha a cada niño, los cuales parecían ocultar celosamente el color y la forma de su cabello.
-ah... sí, eso... están tan de moda... -afirmó Amy con una sonrisita nerviosa que todos podrían deducir que era la misma que la de Mimi- a los niños de nuestra edad... nos encanta tanto ir con el pelo tapado... es una nueva moda que mi tía So... que una diseñadora muy famosa impuso desde hace dos años...
Eso era una mentira. Y todos se habían dado cuenta, por lo que ahora desconfiaban de ellos. Pero Sora, que veía al pequeño detrás de la niña llamada Janie, podría jurar que ese niño era incapaz de mentir. E intuía que era un niño dulce y pacífico. De un gran corazón. Pero, por lo que veía, muy tímido. Estaba detrás de Janie y no articulaba palabra. Parecía temeroso y tenía la mirada triste. Hasta podía ver que sus ojos estaban irritados. Como si llorara sin parar durante días. A su lado, Janie agarraba su manito infundándole seguridad y protección.
Seiko, se dio cuenta de que alguien le miraba fijamente y levantó la vista donde se encontró con Sora. El niño, que al parecer era el más pequeño de todos, sonrió un poco, pero rápidamente volvió a tener una expresión triste.
-y vosotros... –dijo Davis más sospechosamente- ¿no tenéis compañeros digimons? ¿Y a qué vinisteis aquí?
-pues... sí... claro, por supuesto. –dijo Kenshin, que estaba sudando frío.
-pero quedaron allá... en el futuro. –dijo Akira tranquilamente.
-¿por qué? –dijo Davis sospechando todavía más- ¿y por qué vinisteis aquí? –volvió a preguntar.
-pues porque tenían que ayudar a los digimons de nuestros padres y de los vuestros. –dijo Janie perdiendo la paciencia ya sin poder contenerse debido al tono de sospecha de Davis- y no venimos aquí de juerga precisamente, sino a aprender...
Cualquiera diría que esa niña parecía Matt en versión femenina, especialmente por como se había llevado con Motomiya desde el primer momento.
-¿es que no nos creéis...? –siguió hablando.
-vale ya... no te pases... –intentó calmarla DJ.
Pero era imposible. Parecía tener un humor casi idéntico al de Matt cuando lo enfadaban. Y el propio Matt se veía asombrado por aquel carácter que él conocía muy bien, lo mismo que Gabumon que era como tener aquel Matt de niño que había conocido por primera vez. Entonces se percató que aquella niña tenía más cosas que le recordaban a su compañero, pero también a otra persona.
-es que es inútil... ellos no nos creen... fue un error venir aquí... ya lo dije... –dijo Janie queriendo salir de aquel lugar.
-esta bien, vale te creo... digo... os creemos... –dijo Davis algo asustado.
-Davis... ¿te has asustado de una niña de...? ¿Cuántos años tienes? –preguntó Veemon divertido.
-once... –diciéndolo de mala manera.
-eh... un momento Veemon, yo no me he asustado de una niña...
-ya, ya... –dijo Yolei más divertida.
-sinceramente... por un momento, me pareció Matt... –dijo Taichi- era como cuando se peleaba conmigo... oye... –recordando su nombre- Janie... ¿tienes algo que ver con él? ¿No serás su hija o algo así?
Parecía una pregunta formulada casi en broma, pero para cuando Tai se había dado cuenta de lo que había dicho, podría caber posibilidades de que así fuera, por lo que la miró intrigado, lo mismo que los demás. Especialmente Yamato ponía atención, porque eso le acarrearía una situación vergonzosa y dudas sobre quien era la madre y rogando que fuera Sora. La quería tanto, que no quería alejarse nunca de ella.
-soy pariente de Yamato, prima segunda –contestó con una seguridad que nadie podría dudar de su palabra- y todos me dicen que soy su alma gemela...
-entonces, ¿somos parientes? –preguntó el rubio Ishida interiormente decepcionado.
-lejanos...
-eso significa, que también eres prima mía... bueno, prima segunda... –dijo Tk- y tu hermano, también es primo nuestro, ¿no?
-obviamente... –contestó la pequeña con su mal carácter.
-¿y tengo una duda? –preguntó ahora Kari- vosotros decís que nos conocéis en ese futuro, ¿no?
-sí... –respondió Alex.
-y supuestamente... yo debiera tener unos... 34 años... ¿no?
-sí... –respondió Tom ahora.
-¿y me llegué a casar?
-sí... –dijeron a coro Alex y Tom.
-Hikari-chan... ¿a dónde quieres llegar? –preguntó Mimi.
-quiero saber con quien me casé y si tuve hijos.
-te casaste conmigo, con quién sino... –contestó Davis todo convencido.
-bueno... –dijo Alex- hijos tuviste... pero... no te podemos decir con quien te llegaste a casar.
-¿por qué? –preguntó Kari desilusionada.
-pero Hikari-chan, si te vas a casar conmigo... –siguió insistiendo Davis aunque nadie le hacía caso, solo Taichi que se reía por lo bajo.
-porque eso alteraría la historia. –explicó Arimi.
-comprendo. –dijo Cody- entonces... vuestro propósito al venir aquí es el de...
-aprender todo lo necesario para que nuestros digimons evolucionen y así ayudar a nuestros padres... –explicó Satoshi.
-esta bien... lo haremos mañana –concluyó Davis tomando el mando de la situación- porque yo estoy cansado... –bostezando irremediablemente al mismo tiempo que el niño que se llamaba Chriss el cual recibió un codazo por parte de Janie que no entendió porque se lo había dado.
-esto, ¿y dónde dejaremos a estos niños esta noche? –preguntó Sora preocupada por ellos.
-que queden en el mundo digimon... –sugirió Tai- ¿qué os parece?
-esta bien... –respondió DJ por los demás.
-podríamos dejar a Veemon y los otros con ellos. Así si surge algún problema, podrían defenderles...
Todos miraron asombrados a Davis, como en una ocasión hace años, de que tuviese una buena idea, lo primero coherente que había dicho en toda la tarde. Y éste captándolo.
-pero bueno... que ya tengo 13 años... no voy a ser un crío siempre... –al borde de los nervios.
-vale, vale... no te pongas así, hombre... –dijo Tai con una gota en la cabeza- venga, vámonos a casa.
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En el mundo digital, donde todos dormían plácidamente, incluso los digimons que supuestamente tendrían que vigilar, dormitaban sin preocupaciones. Aquellos dos años de paz unidos a la vagancia, había hecho que no tuvieran ganas ninguna de trabajar.
Janie quién no podía conciliar el sueño, arropaba a su hermanito temiendo que pudiera coger un resfriado por su culpa. Desde lo que había pasado, se había empeñado en sobreproteger a su hermano para que no sufriera más de lo necesario. DJ, por su parte, la observaba algo preocupado y despreocupado al mismo tiempo apoyado sobre un codo.
-seguro que mi padre me echará una bronca al volver... –dijo el niño con un tono divertido, sin embargo la niña no dijo nada, como si no le hubiera escuchado y él se pone serio- oye... sé como debes sentirte... de entre todos, tú eres la que más mal lo ha pasado... pero tienes el consuelo de volver a verle... después de todo, sigue siendo tu padre...
-lo sé... pero me preocupa más mi hermano... hoy cuando le ha visto, me he dado cuenta que tenía ganas de echarse a sus brazos y lo entiendo, pero sabe como están las cosas y quiso quedarse rezagado por miedo a meter la pata... al decir verdad, ya me da igual alterar la historia... además no tardarían en descubrir quienes somos... sobre todo, viendo al otro idiota imitando sin querer las acciones de su padre al bostezar y la otra descerebrada con eso de los sombreros que están de moda... –argumentó fastidiada- creo que deberíamos contarles que en realidad somos sus hijos... pero no sé si contarles la auténtica verdad... toda la verdad... –dijo deprimida quitándose su gorra, donde se podía apreciar una cabellera corta y rubia donde un mechón caía por el lado derecho.
-en mi caso también dudo de contarles todo... ya has visto como son en esta época... –dijo el niño haciendo lo mismo que su amiga descubriendo una cabellera alborotada castaña oscura.
-me resulta increíble que siendo como son tus padres... en esta época los encuentro muy diferentes... –sonriendo por primera vez como si se riera de un chiste- no parecen los mismos que conozco...
-me gusta cuando sonríes... esto era lo que quería... por algo eres mi mejor amiga... –dijo el chico sonriendo como ella.
Y se ríen los dos juntos, pero su sonrisa desapareció al notar como Seiko deliraba en sueños angustiosamente.
-papá... papá...
-hermano... –dijo Janie viendo como de sus ojos cerrados caían lágrimas, finalmente suspira derrotada- creo... creo que será mejor decirles la verdad... decirles que somos sus hijos...
-¿estás segura?
-no queda otra opción... que ellos decidan lo que tenemos que hacer... después de todo... para eso hemos venido... no para huir de aquel infierno... sino para ayudar a nuestros padres y a sus digimons... además, puede que... –acariciando con ternura el cabello de su hermano, el cual Janie había sacado su gorra hacía unos minutos, donde se veía una cabellera pelirroja- si mi hermano está ahora con mi padre recupere esa sonrisa perdida y su digimon podrá volver a digievolucionar...
-comprendo... en ese caso, mañana tan pronto como despierten los demás, les contaremos lo que hemos decidido...
Janie asintió y de inmediato, se puso su gorra haciendo lo mismo con la de su hermano, por temor a que Gabumon despertara de improvisto o que les estuviera escuchando en ese momento. Conocía muy bien a ese digimon, y sabía los poderes que tenía. Por algo era el digimon de su padre.
CONTINUARÁ...
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Notas de la autora:
Bueno, estaba claro desde el principio desde el principio que los niños eran sus hijos y sé que no estará muy bien escrito, pues este fic es uno de los primeros que había empezado.
Por cierto, sé que en este capítulo no tiene nada que ver con el sumario, pero llamemos este capítulo y el siguiente como una introducción. En el tercero, seguramente, pasaremos al drama jejeje... pero también contiene amor, como no... incluso entre digimons, el cual se notará bastante.
Espero que a pesar de todo os haya gustado y publicaré el siguiente cuanto antes, por una razón especial.
Y la publicidad: aparte de estos cuatro fics de Digimon que he actualizado, he publicado un fic de Naruto y otro de Inuyasha.
'Atori'
