Hola, pequeños y pequeñas lectores. :D.

Me he alejado un poco del mundo de Shaman King, pero hoy regresé con esta historia. :D.

OJO: está basada en la película "The Vow" ("Todos los días de mi vida" en España; "Votos de amor" en Latinoamérica), dirigida por Michael Sucsy y protagonizada por Rachel McAdams, Channing Tatum, Sam Neill y Jessica Lange. Les recomiendo verla. Está muy bonita, XD.

Es todo, por ahora. Nos leemos abajo.


"Shaman King" no me pertenece, le pertenece a su respectivo creador: Hiroyuki Takei; "The Vow" tampoco es de mi propiedad, todos los derechos son de su respectivo creador.


Votos de Amor.

Prólogo.

La nieve ya comenzaba a cubrir aquellos rincones de la ciudad de Tokio con rapidez. El frío estaba cada vez más presente, pero eso no detenía a la gente para salir a las ya nevadas calles de la ciudad. Eran pocos los que se quedaban en casa a resguardarse del frío calador.

En un cine bien visitado, una joven pareja de esposos salía a paso lento de las salas, mientras se tomaban de las manos. La nieve ya había aumentado hasta la altura de la mitad de la pantorrilla y claramente crecería más. Se quedaron mirando el hermoso espectáculo de piso blanco por unos minutos, hasta que ella comenzó a hablar.

―Yoh, cuando llegamos había por lo menos dos centímetros de altura ―comentó la hermosa chica rubia que no soltaba la mano de su esposo. Sus ojos ambarinos reflejaban un brillo al mirar lo blanco que estaba el suelo y los autos.

―Vamos, Annita, es hermoso ―contestó el castaño, mientras una sonrisa relajada se formaba en su rostro. Ella sonrió con él.

Instantes después él besó la cabeza de su esposa, mientras sonreía de manera tierna. Ambos comenzaron a dirigirse a su modesto auto cubierto de una gruesa capa de nieve, mientras que la demás gente comenzaba a salir del cine.

Llegaron a su auto y la rubia entró con rapidez: el frío en verdad calaba hasta la conciencia. El castaño, con una palita especial, comenzó a tallar su parabrisas para eliminar todo rastro de nieve que impidiera ver el camino para conducir. Anna admiraba el rostro sonrojado de su esposo a causa del frío. Al notarlo, éste le sonrió por la ventanilla y ella giró su cabeza para ocultar su sonrojo causado por él. Al poco tiempo, Yoh entró al auto y encendió el motor, no sin antes regalarle un beso a su esposa. Instantes después arrancó el vehículo.

Iban en silencio, cosa que era común entre ellos, hasta que el castaño encendió su pequeño radio justo en la canción que a él le gustaba. Subió el volumen de la música y comenzó a cantarla. Anna lo miró con un rostro sorprendido.

―Yoh, ¿no se supone que no te sabes esa canción? ―preguntó intrigada. Yoh afirmó, pero siguió cantando, o intentando cantar, desafinadamente.

Las risas de Anna eran de admirar; sólo pocas veces reía así, tan abiertamente. Yoh también rió.

―¡Para ya, Asakura! ―gritó divertida. Con una sonrisa alegre, terminó de cantar.

Se detuvo justo al ver un letrero de color rojo con la palabra «Alto». Pasaron unos segundo y ella no dejaba de ver los hermosos ojos oscuros de su compañero; aquellos ojos que llenan de tranquilidad a cualquier persona que los viera. Él miró a su esposa, y después le sonrió algo intimidado.

―¿Qué pasa, Annita?

―Tengo una teoría, ¿la quieres escuchar? ―susurró coquetamente. Yoh asintió―. Las chicas que lo hacen en un auto pueden quedar embarazadas.

No tardaron en subir los tonos rojizos al rostro del castaño. La mirada de Anna lo llenaba de nerviosismo, pero después sonrió con deseo. Anna desabrochó su cinturón de seguridad para acercarse más a su esposo, y robarle un beso con desesperación. Yoh respondía lentamente; como amaba que Anna, su Annita, fuera tan decidida y tan cariñosa con él, sólo con él.

―Te amo ―susurraron al mismo tiempo, para seguirse besando con rapidez.

Pero instantes después, un gran tráiler de carga intentó frenar a unos metros de distancia de su pequeño auto negro; antes iba a una gran velocidad. Fue en vano, ya que embistió el auto de la pareja llevándoselo entre su parachoques por la calle y después hacerlo chocar con un poste de luz grueso. La rubia salió disparada del auto, rompiendo con su cabeza el vidrio del parabrisas gracias a la fuerza del impacto. Quedó inconsciente sobre el capó. Yoh golpeó fuertemente su cabeza contra el tablero del auto, pero gracias a su cinturón, no pasó a mayores. Antes de quedar inconsciente también, apreció que el cabello de Anna comenzaba a teñirse de un color carmesí.

Instantes después todo se volvió oscuro para él.


¿Y? ¿Qué les parece la "introducción"? Espero y les haya agradado.

Continuaré pronto, lo prometo. Bueno, eso espero, XD.

Déjenme sus comentarios, bueno o malos. Yo les responderé en cuanto pueda.

Nos leemos después. Bye. (¿Errores? Ya saben dónde y cómo decírmelos. xD. ^-^/).