Esta es mi segunda historia, bueno realmente es la primera solo que estaba perdida, tomenla como una oferta de paz, por mi retraso con Posesion, es una historia corta que solo consta de " capitulos, espero que la disfruten, y sobre todo que dejen sus opiniones, que son muy importantes para mí. Si encuentran alguna frase que hayan leido antes, es posible que yo la haya leido antes en alguna novela y al gustarme tanto quedó grabada en mi cerebro, y por eso la escribí, no es ningun intento de plagio, ni mucho menos, la historia es mia, lo que no me pertenecen son los personajes, la historia fue escrita con fines de entretenimiento y no de lucro, espero la disfruten

Saludos y besitos


Sustituta De Tu Amor


¿Qué es lo que hago, solo y borracho en la barra de un bar, en un país que no es el mío?

Se los contaría si la historia no fuera tan patética, hasta a mi me dan ganas de reír a carcajadas, nunca nadie me había visto la cara de estúpido¿Qué no tengo cara de estúpido? eso es todavía mas gracioso, si le preguntan a la mujer que causó mi sufrimiento, ella confirmaría mi Teoría, soy el hombre mas estúpido sobre la faz de la tierra.

Esa mujer, esa maldita mujer, con cara de niña, cabellos de chocolate y ojos de mar, esa mujer que me envolvió en un manto de seda, me enamoró desde que era niño. Esa mujer me confesó que se estaba acostando con mi primo¿triste? la verdad esa fue la peor perrada que alguna vez le podrían hacer a alguien. Y aquí estoy yo, ahogándome en el alcohol, intentando olvidar mis sueños; estábamos a punto de casarnos¿sabían? tanto tiempo luchando por no llevármela a la cama, y cuando por fin lo hice, me di cuenta de dos cosas, la primera fue: Que no era tan casta y pura como me hizo creer. ¿Eso me importó? realmente no, aunque fuera mi prometida desde niña, no me importó; La segunda fue: Que la muy perra se acostó con mi primo, el fue su primer hombre, se acostaban mientras ambos vivían en mi casa. Por esa razón estoy aquí, para olvidar, para poder descargar mi coraje, estoy aquí mientras todos en hong Kong buscan al futuro jefe del clan Li.

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¿Qué quien soy yo? eso es fácil, soy sak, la camarera en un hotel¿y eso que tiene de importante? ni idea, lo único que yo sé, es que bajo ninguna circunstancia volveré a ser lo que era antes¿Qué era antes? La niña mimada, la hija de papi. ¿Quién era antes? SAKURA KINOMOTO¿reconocen mi apellido? si, es el del gran Fujitaka Kinomoto, el padre mas "amoroso del mundo"¿Por qué la hija de uno de los hombres mas importantes del Japón la hace de camarera? LIBERTAD es la palabra, HAMBRE es la otra, para poder ser libre tengo que pasar hambre, pero la verdad es que es un precio demasiado bajo que pagar.

Un dia, la sakura cándida y dulce que la crema y nata de la sociedad Japonesa conocía, decidió tomar una decisión, decidió seguir sus sueños, a muchos les pareció una completa estupidez, un capricho de niña rica, tengo un don, y lo quiero usar, Quiero ser una bailarina de Ballet, una de las grandes, viajar por el mundo y conquistar escenarios, a pesar de que últimamente he tomado demasiadas desiciones drásticas que han encendido mi carácter, sigo siendo la misma niña soñadora, que antes. ¿Qué hay del Amor? ni siquiera se lo que significa la palabra amor, no sueño con un príncipe azul, y el dia que me encuentre con lo mas parecido a uno, espero darme cuentas antes de darme de bruces contra él.

¿Qué hago intentado levantar a este hombre? no lo sé, es solo que se ve un poco ebrio, bueno je, muy ebrio, al parecer no alcanzó a llegar a su habitación, está tan borracho que no puede mantenerse en pie. y aunque tiene aliento alcohólico se puede percibir un olor a menta en sus ropas¿será su perfume?

-Señor, necesito que me ayudé, me puede dar la tarjeta de su habitación, no, no me mire de esa forma, solo soy la camarera, vamos! voy a ayudarle a llegar a su habitación nada más.

-¿Yin? Que haces aquí- fue lo único que alcance a escuchar, luego me tomó entre sus brazos y me apretó contra el, mi mundo no paró de dar vueltas mientras me apretaba contra su pecho y su calor traspasaba de su cuerpo al mío, y después, me besó, me besó como nunca nadie lo había hecho antes¡bueno, nadie lo había hecho antes! sus labios estaban muy secos, y sabia a alcohol, pero me abandoné de la manera mas descarada a sus besos, aunque sabia que me estaba confundiendo con otra¡Me estaba confundiendo con otra, y no me importaba¿Por qué? porque nunca nadie me había abrazado y me había dado un beso, por lo menos de amistad, nadie se había acercado a mi, yo siempre tomaba la iniciativa, yo era la que siempre estaba mendigando el amor de los demás. de repente él me soltó se apartó de mi como si lo quemara, en sus ojos pude ver rabia, y algo que no supe reconocer, ese algo me congeló en mi sitio.

- Eres una perra, como siempre! me dijo, sus palabras me helaron e hicieron sentir un frío interior que me quemaba por dentro, antes de poder contestarle como había estado aprendiendo a hacer, se soltó a llorar, con la cabeza agachada, y ahí sentado sobre el suelo, se veía demasiado vulnerable, tocó una fibra dentro de mi ser que me hizo sentir hasta cierta simpatía por el. Eso me freno a tomar represalias en su contra, y en cambio, lo tomé por la barbilla, quería que me viera, que se diera cuenta que yo no era la persona que el creía.

-Mi nombre es Sak, y soy la camarera de turno, si me da la tarjeta de su habitación lo ayudaré a llegar, le dije, algo se disparó y por un momento, un breve momento vi una pequeña sonrisa reflejada en sus ojos, asintió con la cabeza y me permitió ayudarle.

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Si lo demonios tuvieran cara de demonios, la gente no caería en su trampa, los demonios deben tener cara de ángeles para tentar a los mortales, cada vez me convenzo mas de eso¿Qué hace esta niña con cara de ángel en mi habitación, intentando meterme en la cama¡Tentarme! eso es lo que hace, con sus cabellos castaños, su pequeña boca, y el par de esmeraldas que tiene por ojos, es la tentación en carne viva, Sak es su nombre, eso fue lo que dijo, solo por su nombre y el color de sus ojos me di cuenta que no es la misma mujer que me atormenta dia y noche, son tan parecidas, el mismo porte, la misma mirada, no. me equivoco, Yin tenia el conocimiento carnal gravado en los ojos, hasta ahora me doy cuenta, esta es una niña, su mirada es demasiado inocente para ser una mujer; jaja y aquí estoy otra vez, haciendo juicios solo por el aspecto de las personas, ya comprobé que no soy infalible, pero aun así lo sigo haciendo. Una idea cobra vida en mi cabeza, Venganza, venganza a todas las Yin del mundo, venganza en contra de todas las mujeres del mundo.

-Quítate la ropa y métete conmigo en la cama! no era una petición, era una orden, se queda callada, seguro que lo está pensando, de repente su rostro se desfigura, y me suelta una bofetada.

-es usted un cerdo!, yo solo estaba intentado ayudarlo, como se atreve, no me acostaría con usted ni aunque fuera el ultimo hombre sobre la tierra. Arroja la almohada que tiene el las manos e intenta salir de la habitación como alma que lleva el diablo. No sin antes oír mi último comentario, Ya lo veremos, le dije. Es raro, pero parece que hasta una simple camarera tiene más escrúpulos que la hija de uno de los hombres más poderosos de China.

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Maldigo el dia en que por no poder contener mi faceta de Heroína de los necesitados, lo conocí, ahora vive en mis sueños, y no solo en ellos, cada vez que veo a una pareja en un dulce abrazo me surge el anhelo¿lo deseo? es algo obvio, mi cuerpo no conocía este tipo de sensaciones, pero ahora las siente, cuando lo veo rondando mi área de trabajo se me pone la piel como gallina, se erizan los bellos de mi nuca, y me entran enormes deseos de arrojarme a sus brazos, lo deseo como una loca, lo deseo tanto como un sediento desea un vaso de agua en el desierto, lo deseo porque me dio, lo que nadie me había dado antes, un beso!!

-tengo que irme Maaya, nos vemos mañana! le digo a la chica que cubre el turno de la noche. Todos los días trabajo en este hotel, y aunque no va mal, quedo completamente exhausta de trabajar dos turnos¿Pero que necesidad? dijo mi hermano Touya ayer, me pidió que regresara, que entre los dos podríamos convencer a papá, que podía viajar a Europa y estudiar en las mejores escuelas de ballet, pero los conozco a ambos, uno es tan cerrado como el solo, tan dominante y jamás acepta razones, a su lado nadie tiene razón. y el otro es lo que yo jamás volveré a ser, una marioneta, hasta puedo apostar todo lo que tengo a que fue mi propio padre quien le ordenó que viniera por mi, puedo imaginarlo maquinando la mentira que me haría morder el anzuelo, no mas, no otra vez. El frío de la noche me congela los huesos, pero permitirme un abrigo nuevo y más térmico se me hace imposible, todo lo que tengo lo guardo para una cosa, ir a la escuela de ballet. Mientras espero el autobús en la parada puedo ver a mí alrededor, las primeras nevadas se acercan, todo el mundo camina casi encogido, el frío es insoportable, mis dientes castañean y lo único que puedo pensar es: Un poco más, solo un poco más.

De repente siento algo calido rodearme, es un abrigo, pero ¿de donde?. . . hasta que lo veo, el dueño de mis pesadillas, blandiendo un pañuelo blanco, lo había visto seguirme antes, pero no se me había acercado tanto desde aquella vez, es raro pero me había atraído aun cuando parecía mucho mayor, cuando me di cuenta que parecía apenas unos cuantos años mayor que yo, me sentí feliz, como si su edad me abriera una posibilidad con el, pero ¿Quién era el? lo único que sabia es que tenia una de las suites mas lujosas del hotel, que llevaba viviendo allí, poco mas de un mes, Era el señor Li, aunque a estas alturas mas parecía un adolescente con esa mirada.

-Que frío hace ¿no? preguntó, -Así es, y por eso debería tener puesto su abrigo Señor, puede resfriarse. Lo dije sin darme cuenta que el ya tenia un abrigo puesto.

-oh, no te preocupes por mi Sak, yo ya estoy bien abrigado a diferencia de ti. Su sonrisa me deslumbró, había algo en este hombre que me causaba miedo, después de su ofrecimiento de acostarse conmigo no debería tratarme con tanta deferencia, si creía que yo me metería en su cama debería tratarme como lo que cree que soy, una fulana.

-mira hace mucho frío aquí afuera ¿porque no vamos al café de ahí enfrente y platicamos quieres? me dijo extendiéndome la mano, invitándome a tomarla, y yo deseando.

-eh, no. . . Yo no. . . Quiero decir, Gracias, pero ya es muy tarde y el autobús no pasa después de las 11, le agradezco su invitación, pero será otro dia.

-mira no voy a entretenerte por mucho tiempo si no quieres, y además me ofrezco a acompañarte hasta tu casa, solo quiero hablar contigo, es un asunto de negocios si lo quieres llamar así. No, oye no me veas así, te juro que nada tiene que ver con la ultima propuesta que te hice.

-Está bien, dije no creyéndome del todo lo que me decía.

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-Necesito una asistente, he estado de vacaciones últimamente y pues debo regresar al trabajo, ya sabes, y despedí a mi último asistente, así que te ofrezco el puesto¿Qué te parece? Dije con mi sonrisa lo mejor fingida posible, ninguna mujer, incluida Yin había logrado encenderme de la manera en que esa chica lo hacia, estaba metida en mis pensamientos, y la verdad me estaba obsesionando con ella, bueno, con su cuerpo, necesitaba de alguna manera meterla en mi cama, y que mejor que haciéndola trabajar para mi.

–Eh, Señor Li, yo. . . –Syaoran, llámame Syaoran, me haces sentir como un viejo cuando solo tengo unos cuantos años mas que tu.

–Esta bien, eh, Syaoran, dudo mucho que yo este cualificada para un puesto como ese, además no tengo intención de dejar mi empleo, le agradezco su propuesta pero, no puedo aceptar.

–Por favor, solo se trata de llevar mi agenda y acompañarme a algunos eventos, además tienes un porte majestuoso y un vocabulario excelente, hasta podrías pasar por. . . . –Por una mujer de Clase – me interrumpió. No es lo que habría pensado pero me di cuenta que así era. – mira no quería decir eso, pero si lo piensas así, me encogí de hombros restándole importancia al comentario, – además podrías ganar mucho mas dinero que en el hotel, podría multiplicar tu sueldo muchas veces mas, además no tendrías que trabajar tanto le dije, eso siempre funcionaba, aunque mis planes era mantenerla despierta muchas noches, ella aun no lo sabia.

– mire – arquee una ceja porque empezaba a llamarme de usted otra vez, –mira– dijo al darse cuenta, yo. . . no he trabajado nunca para un ejecutivo, y estoy muy cómoda haciendo lo que hago, déjame pensarlo¿quieres?

Pero yo ya tenía la respuesta, ella aceptaría, aunque reticente pero aceptaría.

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Dos meses, trabajando para el hombre del cual estaba perdidamente enamorada, si había sobrevivido al primer mes, era muy seguro que sobreviviría unos meses mas, y es que desde que le di el si, Syaoran arrojo sobre mi un manto de seducción que me hizo muy difícil escapar, además ya había renunciado a mi otro empleo, y no tenia mucho que hacer.

Me gustaba mi trabajo, prácticamente me pagaba por asistir a reuniones con el, en una de esas fiestas descubrí que había querido decir cuando dijo que podría pasar por alguien diferente, de un momento a otro deje de ser Sakura para convertirme en Yin, cualquiera que conocía a Syaoran me confundía con esa persona, un dia harta de tantas confusiones le pregunté a Syaoran quien era Yin, primero pataleo, refunfuño y creí que no iba a contarme, horas después nos encontrábamos sentados en un sofá, el acostado con su cabeza en mi regazo y yo dándole el consuelo que no sabia que podía dar, a partir de ese momento nuestra relación de jefe-asistente pasó a un plano muy diferente, nos convertimos en amigos, ambos nos contamos nuestros secretos, le contamos al otro nuestras carencias, y nuestra amistad parece crecer dia con dia, y cuando recuerdo lo que esa mujer le hizo se me parte el corazón y me dan unas ganas tan intensas de llorar que hay veces que no me puedo contener.

Se me hace imposible que una mujer lo haya herido de esa manera, y lo peor de todo es que yo sea su viva imagen ¿Qué como lo sé? un dia encontré una revista de un par de años antes, y ahí los vi, Syaoran tenia 20 años en ese entonces y Yin 18, eran la pareja perfecta, la prensa decía que se casarían apenas Yin Tuviese los 20. Seis meses después de que syaoran descubriera su engaño.

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Desde que le había abierto el corazón a Sakura¡Por qué así se llamaba, Sakura Kinomoto! ella se había convertido en el bálsamo que curaba a su corazón, de alguna manera lo hacia sentirse tranquilo, y muy alegre, ella poseía una dulzura que no había visto en nadie mas, desde el momento en que dejó de ser su empleada y se convirtió en su amiga las cosas cambiaron, hasta dejó de intentar seducirla, se dio cuenta que no podría hacerle semejante perrada a una persona que le había dado tanto, pero ese conocimiento no mitigaba el deseo que sentía por ella, quería que lo amara, tanto como amaba a todos esos desvalidos que encontraba en la calle.

Quería amarla, pero la sombra de Yin lo empañaba todo, aunque eran muy diferentes siempre terminaba asociándolas de una manera u otra, comparándolas, obviamente sus comparaciones no eran del todo justas, Sakura se encontraba en un pedestal mientras que Yin, bueno Yin era lo peor de lo peor.

Por esa razón no podía pasar a un nivel mas alto su relación con Sakura, necesitaba estar seguro de estarla amando a ella y no a la sombra de Yin, porque estaba seguro que si sakura se convertía en su mujer, seria para siempre, o de lo contrario, la perdería.

– Sak¿puedes venir a mi oficina por favor? le dijo por el interfone. –en un momento voy, le dijo¿para que la llamaba a su oficina si le podía haber dicho que era lo que quería por el teléfono? pero necesitaba verla, cuanto antes.

Una vez entró en su habitación, con esa gran sonrisa que la caracterizaba en los labios, la estancia pareció llenarse de luz.

– Dime¿que es lo que se te ofrece?

– Necesito que me disculpes, ya te había dicho que no iríamos hoy a la cena de Misato, pero acaba de hablarme y no me pude negar, espero que no tengas nada que hacer.

– eh, yo. . . ya tenia planes para esta noche, dijo un poco apenada, lo noté en la manera en que se ruborizó, aunque en ella era muy común, se me hizo raro y pregunte.

– Es muy importante tu cita, pregunte sonando más irritado de lo que debía sonar.

– Bueno, si un poco- Me sorprendió, para ella no habían cosas más importantes que cumplir con su trabajo, hasta ahora.

– Y podrías decirme que es eso tan importante, pregunté ahora si dejando ver que tan Irritado estaba, –Que es más importante que acompañarme a esa cena.

– eh. . . Yue, me invitó a cenar, y ya había venido dándole muchas largas, se me hace de muy mal gusto decirle que siempre no, pero si me necesitas, aun estoy a tiempo de cancelar, me dijo ya encaminándose a la puerta, y que mas hubiera deseado yo, que decirle que si, pero por primera vez, pensé en ella mas que en mi. Talvez a ella si le interesara Yue, y prefería asarme entre las llamas del infierno antes de mendigarle amor a otra mujer.

–No te preocupes, ve a tu cena, luego veo que excusa dar para justificar tu ausencia.

–Gracias– me dijo, con su cara de ángel, que últimamente me estaba haciendo suspirar.

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La cena con Yue, había transcurrido casi normal, pero una vez llegar me arrepentí de haber aceptado, desde que llegamos no me dio tregua alguna, y aunque ya me imaginaba sus intenciones, esta vez no hubo disimulación alguna, me dijo que se había enamorado como un loco de mi, y que no le importaba que yo estuviera con Syaoran, que el estaba dispuesto a luchar por mi amor aunque tuviera que luchar contra uno de sus mejores amigos.

Rápidamente le hice ver que entre Syaoran y yo no existía nada más que una amistad, pero eso fue un grave error, pues al no estar Syaoran como obstáculo me propuso hasta matrimonio.

Yue era un buen hombre, y si alguna vez me casaba con alguien sin duda seria el, pero desafortunadamente no había manera de que llegara a amarlo, estaba tan perdidamente enamorada de Syaoran que si el me daba por lo menos una oportunidad haría lo que estuviera en mi alcance y hasta más para que me amara por lo menos un poquito. Si el me amará ya nada mas tendría valor para mi, incluso el sueño que me alejo de mi familia. El era todo lo que una mujer como yo deseaba tener, era todo lo que una mujer como yo no podría tener, Yin había dejado tan poco de él, prácticamente había dejado un cascarón andante, y eso aun dolía en mi alma, porque hiciera lo que hiciera se me hacia casi imposible reanimar a ese muerto corazón.

–Bueno señorita, ya estamos en su edificio! dijo Yue esperando la invitación de Sakura para que subieran a su apartamento, como la invitación nunca llegó, se bajo del automóvil y lo rodeo, para ayudarla a bajar.

–Gracias le dijo ella, agradeciendo su caballerosidad, –Fue una cena fantástica me la pase muy bien.

–Sakura, yo. . . yo quiero que tengas presente mi propuesta, esta bien, Dime que lo pensaras!

–Esta bien, lo pensaré dijo, y sin mas la tomo por los antebrazos para besarla apasionadamente, en ningún instante pensó en corresponder al beso, y se quedó estática, sin moverse, al percatarse Yue la soltó y le pidió una disculpa. –discúlpame tu a mi, quisiera corresponderte, pero no puedo, dame tiempo ¿quieres?

–Si, te esperaré, y sin más, se despidió y se fue.

Cuando estaba por entrar en su departamento, escuchó un ruido a sus espaldas, allí se encontraba Syaoran, con el rostro rubicundo, el nudo de la corbata deshecha, y con aliento alcohólico.

Sin esperarlo recibió su segundo asalto de la noche, tomándola por los brazos y pegándola a la pared, la besó con esa ferocidad tan suya. No dejó de forcejear hasta que Syaoran la apresó con más firmeza contra su cuerpo. La presión que ejercía su boca se incrementó en un ardoroso intento de que ella separa los labios.

Sakura nunca había imaginado un beso semejante, una caricia profunda, tierna e impaciente que pareció dejarla sin fuerzas hasta el punto de que se vio obligada a cerrar los ojos y buscar el firme apoyo del torso de Syaoran. él aprovechó al instante su debilidad, la apretó contra su cuerpo hasta que no quedó un milímetro de separación entre ellos y le introdujo uno de sus fuertes muslos entre las piernas para separarlas.

La punta de la lengua de Syaoran comenzó a juguetear en el interior de su boca con cálidas caricias que recorrían el borde de sus dientes y la sedosa humedad que se extendía tras ellos. Sobresaltada por semejante intimidad, Sakura retrocedió, pero él acompasó su movimiento y le colocó las manos a ambos lados de la cabeza; no dejó de acuciarla, incitarla y darle placer hasta que de la garganta de ella escapó un gemido tembloroso y comenzó a empujar a Syaoran de modo frenético.

–es que te has vuelto loco, Syaoran suéltame!

–No le dijiste eso a Yue cierto? disfrutaste mas de su abrazo? Dímelo! exigió¿es porque el si te gusta y yo no?

–estas, ebrio!

–si, pero ¿Sabes porque¿tienes idea porque? porque mientras estaba en la cena me imaginaba a Yue, besándote, tocándote, haciéndote gritar, y no lo pude soportar, y si hubieras subido con el, te juro que lo habría matado nada más entrar al edificio¿Qué tiene él Sakura¿Qué tiene el que yo no tenga para que me dejes acercarme a ti? dímelo! exigió una vez mas.

–Syaoran, suéltame que me lastimas, le dije, y es que sus manos que rodeaban mis muñecas no me lastimaban tanto como sus palabras, lo amaba más que a nada ni nadie y ese era el verdadero problema. Yo, suéltame por favor!

-Dímelo, Sakura, dímelo y entonces me iré!

No supe que fue lo que se desató en mi, mis sentimientos eran demasiado intensos para seguir guardados dentro de mí, y además el quería saberlo. –Yue, me cae muy bien, me divierto mucho con el, pero Yue no tiene nada que puedas querer tener, al contrario Yue no tiene algo que tu si.

–Ah si, me dijo de manera incrédula y hasta burlona, y que tengo yo que el no¿Qué es lo que hay en mi que te desagrada tanto?

-Tu, tu tienes mi completa atención, tu eres dueño de mi pobre corazón, Tu tienes las facultades para destruirme con tan solo desearlo, y sabes porque¿sabes porque? grité, Por que yo te amo, como a nada ni nadie.

Eres todo lo que pedía.

Lo que mi alma vacía

Quería sentir.

–¿Me amas? preguntó¿realmente me amas? y eso fue todo lo que necesite para perderme en sus ojos, y reclamar sus labios, –si, le dije –como nunca a nadie, de la manera en que estoy segura, nadie te amó y nadie va a amarte. Terminé entre beso y beso.

–muéstrame sakura, muéstrame cuanto me amas, y enséñame a amarte también. Fue todo lo que necesité para rendirme y entregarme en cuerpo y alma, para abrir mi corazón y dejarlo instalarse por completo, y aunque sabía que eso solo me traería sufrimiento, lo permití gustosa.

Eres lo que tanto esperaba

Lo que en sueños buscaba y que en ti descubrí.

Me arrebató las llaves del apartamento y entramos, como tantas veces, de la forma en que nunca lo habíamos hecho, comiéndonos mutuamente, victimas de la pasión tan desbordante que se propagaba por cada poro de nuestra piel, besos dulces, besos ardorosos, todo a la vez, todo un torbellino de emociones, no podía darme cuenta cuando empezaba un ritmo y terminaba otro, hubo un momento en que lo desconocí, era otro, hambriento, feroz, de la forma en que no lo había visto nunca, me asustó, era la primera vez, y no quería que fuera así, quería que fuera dulce y paciente, porque aunque lo deseaba de mil formas posibles aun tenia miedo.

Tú has llegado a encender cada parte en mi alma,

Cada espacio de mi ser.

Ya no tengo corazón ni ojos para nadie

Solo para ti.

–Syaoran, yo. . . espera le dije, escapando de sus labios. –¿podemos ir mas lento? –¿Por qué? preguntó, con un seño en la frente –Es. . . es mi primera vez, le dije, su seño, se transformó, y en su mirada había algo que no había visto nunca, sorpresa.

–perdóname, no. . . no sabia, rozó con sus nudillos mi mejilla y tomó mi barbilla, buscando mi mirada me dijo –es el mejor regalo que nadie podría hacerme. Besó mis parpados cerrados, y comenzó con una nueva cadencia, suave y tierna, como alas de mariposa, llevó sus labios a los míos, y jugó con ellos, hasta que sentí que no podía mas. –vamos, le dije tomándolo de la mano y llevándolo a mi habitación..

Eres el amor de mi vida

El destino lo sabia

Y hoy te puso ante mí.

Se deshizo de cada prenda, lenta y sensualmente, enloqueciéndome, tocando cada porción de piel que encontraba desnuda, besando, palpando, acariciando. –Sakura, murmuró, –Mi Sakura dijo con la voz entrecortada. y me tomó en brazos, para colocarme suavemente en la cama que sería testigo de nuestra entrega, lentamente se quitó cada prenda, era premeditado, haciéndome esperar, haciéndome desear, segundo a segundo, más y más.

Y cada vez que miro al pasado

Es que entiendo que a tu lado siempre pertenecí.

Suavemente cubrió mi cuerpo con el suyo, haciendo lo posible por despojarme de mi pudor, acaricié su espalda con un poco de temor, su piel suave y calida bajo mis brazos, sus labios que se deslizaban a lo largo de mi cuello, sus manos que subían y bajaban acariciando mis muslos, todo era perfecto. En ese momento, y solo por ese momento el era enteramente mío.

Tú, has llegado a encender cada parte de mi alma

Cada espacio de mi ser.

–No puedo soportar más, me dijo, me dio un beso en la frente demostrándome que lo nuestro no era algo meramente carnal, y se hundió dentro de mi ser de una sola estocada, el malestar fue breve, pero algo tan ínfimo comparado con la dicha que sentía, por fin era suya, suya de verdad, no como en mis sueños locos, sueños anhelantes, esto era la pura realidad.

Ya no tengo corazón ni ojos para nadie

Solo para ti

–Gracias!! Gracias por ser tan sincera, me dijo entre beso y beso con la voz entrecortada, –Te amo, le conteste y esa pequeña frase le imprimió algo, con mucho cuidado comenzó a moverse dentro de mi, arrancándome jadeos, y luego gemidos, luego alcance a ver una parte de cielo en sus brazos, si el cielo existe, creo que lo que ví se le parece mucho.

Eres todo lo que pedía,

Lo que no conocía y que en ti descubrí.

Luego calma, para recomenzar, esta vez lo sentí temblar en mis brazos, y me sentí poderosa, me sentí mujer, ambos nos abandonamos en nuestro placer, en los brazos del otro. Cansados, e intentando recuperar la respiración nos quedamos así, muy juntos, unidos aún. Mientras nuestros corazones. . . No. Mientras mi corazón le decía al suyo lo mucho que lo amaba al ritmo de sus palpitaciones.

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Me enloquece la manera en que su aroma queda gravado en mi cama, su calor, su pasión todo en ella me tiene loco, a dos meses de mantener nuestra relación aun estoy insaciable, estoy seguro que jamás me saciaré, es mi niña, es mi mujer, es todo lo que nunca pude desear, estoy seguro que la amo, estoy completamente seguro que es ella la que acelera mi corazón no la sombra de la otra.

Yin Fa Lyo, la mujer a la que amé por casi más de 10 años, anoche soñé con ella, todas las noches soñaba con ella, siempre atormentándome, siempre siguiéndome, pero anoche fue diferente. Ahí me di cuenta que eso que sentía por ella había llegado al final. Cuando la ví en mis sueños no me provocó nada, ni siquiera rabia, y todo gracias a la mujer que ahora compartía mi cama, Sakura, mi mujer, solo mía, me sentía poderoso, dueño del mundo, por lo menos dueño de su mundo, me sentía completo, dichoso. Ella me había enseñado cosas que nadie podría haber hecho, me enseño a perdonar y pedir perdón, me enseño a deshacerme del rencor y del odio. Me enseño a ser feliz.

–Sakura, murmuré haciendo lo posible por no molestar su sueño, me rodé en la cama y la encontré vacía, las sabanas estaban aun calientes pero ella no estaba.

justó antes de levantarme e ir en su búsqueda, la puerta del baño se abrió y ahí estaba, algo andaba mal, lo noté porque se quedó parada en la puerta sin decir nada, encendí la luz y me di cuenta de la razón, estaba pálida, como un fantasma. . .

–Cariño, que pasa? pregunté alarmado, ya levantándome de la cama. –nada, no te preocupes me dijo, yo sabia que algo iba mal, pero solo atiné a llevarla conmigo de vuelta a la cama, abrazarla e intentar protegerla de cualquiera que fuera su temor, mas tarde me prometí, mas tarde sabría que sucedía.

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–Señora Kinomoto, esta usted embarazada. Felicidades, el médico me lo soltó como si me arrojara un balde de agua helada, lo sospechaba, pero la confirmación del medico lo hacia inevitable, inminente, una gran calidez invadió mi cuerpo, parecida a la dicha que experimentaba cada vez que Syaoran pronunciaba mi nombre mientras me hacia el amor.

¿Y que tenia de importante? eso era todo para mi, era la confirmación de que el me hacia el amor a mí y no a la mujer que nombraba en sueños, no la mujer con la que soñaba por las noches, eso es el único inconveniente¿Cómo le dices a un hombre que sueña con otra que va a ser padre?.

–Gracias le dije al medico y salí de ahí, caminaba por las calles, mientras el resto del mundo seguía girando, porque ahora, porque justo cuando pensaba ponerle fin a la farsa que vivíamos, el no me amaba, jamás lo haría, por mucho que yo hiciera lo que hiciera jamás amaría al ser humano que hay en mi, solo ama la parte de mi que le trae su recuerdo, la parte de mi que hace realidad su fantasía de tenerla a su lado.

Solo soy el cuerpo que el posee mientras su alma cree estar poseyendo a Yin Fa Lyo.

– ¿De donde vienes? cuando desperté no estabas¡Estaba muy preocupado¿Vas a decirme que es lo que tienes? Dímelo Sakura, no soporto esta espera. Habla mujer! me dijo tomándome de los hombros.

–En cuanto termines con el interrogatorio y me dejes hablar te explico. Sabía que su preocupación era genuina, sabia que me quería, que me estimaba, pero no me amaba, no de la manera en que yo lo deseaba.

–Fui al medico, porque me sentía mal. . . le dije, aun no estaba preparada para decirle la verdad¿Qué te dijo? exigió¿estas mal?, –No, el. . . me mando a hacer unos análisis, mentí, aun no se que tengo. . . eso me haría ganar tiempo, para decidir que hacer.

–¿De verdad? en ese caso y hasta que no sepamos que es lo que tienes será mejor que vayas a casa, me tomó en brazos, me besó en la frente y yo disfruté de la calidez de su abrazo, colocando mi cabeza bajo su barbilla me susurró, –Calma cariño, todo estará bien!, Vamos te llevo a casa me dijo, No, no te preocupes, me voy sola, no es necesario. . .

–Ni hablar, me dijo, tengo que asegurarme que te metas en la cama y descanses.

Al llegar al edificio en el cual Vivían, la ayudó a bajar, y tomó su bolso, provocando que algunas cosas cayeran bajo el asiento, levantó todo a excepción de un sobre que llevaba inscrita una verdad muy importante para el.

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Sakura llevaba más de una semana, muy rara, no le había permitido tocarla, lo entendía, pero también sentía un rechazo de su parte¿Qué había cambiado¿porque estaba tan rara¿Qué le ocultaba? no dudaba de ella. Jamás, Sakura era sincera, ella no le mentiría, si algo iba mal, ella se lo diría, pero porque sentía esa desazón, porque sentía como si le oprimieran el pecho cada vez que ella rechazaba hacer el amor con el.

No lo sabia, pero estaba dispuesto a hacer hasta lo imposible por que las cosas volvieran a la normalidad, La decisión estaba tomada desde la primera vez que yacieron juntos, ahora tendría que decírselo, Sakura era su mujer y así sería por el resto de sus vidas, con una sonrisa en los labios examinó con ojo experto el anillo que le acaban de hacer llegar, un magnifico diamante de 5 kilates, engarzado en una banda de platino que llevaba inscrita una fecha, la mas importante, la fecha en que consumaron su amor.

Tan ansioso estaba que cuando estaba en su auto, y buscaba las llaves en sus bolsillos, tiró accidentalmente el estuche que contenía su anillo, soltó una carcajada y se sintió como un tonto enamorado, mientras buscaba el estuche encontró un sobre, con el emblema de un laboratorio, imaginando que era lo abrió, tenia fecha de una semana atrás, allí. . . allí decía. . . que Sakura. . . Su sakura estaba embarazada, de dos meses! se puso pálido, y no supo que pensar¿Por qué mintió¿Por qué no le dijo¿Por qué parecía desdichada? necesitaba una explicación, y la necesitaba en ese momento.

En cuanto llegó se dio cuenta que el ambiente estaba mas raro que en la ultima semana, no había ruido y Sakura no estaba ni el la sala ni el la cocina, las luces estaban apagadas. con el alma en un puño entró a la habitación imaginando el escenario, el alivio lo invadió al ver las maletas en la cama, aun abiertas, seguidas por la rabia, estaban abiertas y en la cama porque pensaba huir¿Por qué? hecho una furia las arrojó fuera de la cama, en el momento en que ella salía del baño, envuelta en una bata, y con el cabello envuelto en una toalla.

–¿acabo de frustrar tu huida cariño? no te preocupes, puedes largarte en cuanto me des una explicación le dijo, fulminándola con la mirada.

–Me. . . me dí cuenta que lo nuestro no puede funcionar, por eso me voy!

–¿Solo por eso? preguntó aun no creyéndose que quisiera abandonarlo cuando en su vientre crecía su hijo. Por qué era su hijo ¿Verdad? – ¿Estas segura que no tienes nada mas que decirme?

–No, eso es todo– le dijo levantando la barbilla, con ese porte de reina que le hacia enloquecer.

–Esta bien, le dijo, solo tengo dos preguntas para ti ¿Quién fue el bastardo que te hizo un hijo¿El fue el que te enseño a encender a un hombre? lo pregunto cariño, porque después de la primera vez te convertiste, de una virgen tímida a una leona en la cama ¿Fue él quien te enseño? Dímelo Maldita sea! Exigió tomándola de los hombros.

–Me estas lastimando Syaoran! –¿Yo te estoy lastimando? rió, si se te hubiera ocurrido decírmelo en cuanto lo supiste hubiera sido tan estúpido de creer que era mío, le hubiera gritado al mundo que iba a ser padre, y que era el hombre mas feliz, tan estúpido soy que te hubiera creído, pero mi pequeña Zorra, aun te falta aprender mucho!

Soltándose como pudo, estampo una mano en su mejilla izquierda, con toda la fuerza que tenia. –Tienes Razón, en dos cosas, la primera en que eres un estúpido y la segunda en que eres un bastardo, como puedes pensar que me metí con otro, Tu eres el bastardo que engendró a MI HIJO.

–pequeña zorra¿pretendes que te crea¿Cómo quieres que te crea? Siempre lo supiste, y me lo ocultaste, me has estado rechazando y ¿que es eso si no culpa?. ¿y ahora huyes¿Como quieres que reaccione?

–Esta bien dijo, no quería hacértelo recordar porque se que es muy doloroso para ti, pero si tu asi lo quieres! No puedo quedarme con un hombre que llama a otra mientras duerme, desde que vine a vivir contigo lo he oído hasta el cansancio, al principio creí que podía con eso, pero pronto me di cuenta que no, no tienes idea el dolor que me provoca la incertidumbre de pensar que en cualquier momento vas a llamarla mientras me haces el amor, tiene idea lo feliz que me haces cuando me nombras mientras estas perdido entre el placer. Ahora dime ¿Cómo decirte que ibas a ser padre¿Cómo crees que me siento, cuando se que no me amas? Dímelo! Dímelo, gritó, mientras golpeaba con sus brazos su pecho, y es que el se había quedado estático sin palabras.

–Dímelo exigió derrumbándose sobre el, abofeteándolo por segunda vez, haciéndolo reaccionar, y provocando que la besara como no lo había hecho nunca antes con hambre, con furia.

–Te amo, solo a ti, le dijo tomándola por la barbilla, y ahora lo vas a entender, ahí en el piso la despojo de la bata, y empezó a besar, lamer, morder la carne femenina, deseó creerlo, pero en el calor de la pasión ya le había dicho muchas veces que la amaba, y aunque su cuerpo lo deseaba, se quedó estática, sin responder a ningún beso, y el se dio cuenta.

–No me crees¿cierto? Yo. . . no debí dudar de ti, pero me han lastimado tanto que. . . ¿entiendes, verdad?

–Syaoran yo. . . no podemos seguir con esto, ahora crees que me amas, pero ¿que pasará después¿Qué pasará cuando te des cuenta que no? no puedo conformarme solo con tu cariño, perdóname, esto es lo mejor.

–Claro que no, no tienes que conformarte con mi cariño cuando te amo tanto que me duele, Además no puedes abandonarme ahora, no cuando mi hijo crece dentro de ti.

–No nos hagas esto, será mejor, además podrás ver al bebé tanto como quieras¿porque no cortar por lo sano?

–No estoy dispuesto a perderte ¿me oyes? bajo ninguna circunstancia voy a permitir que te alejes de mi, Tu eres todo lo que puedo desear, es mas mira– le dijo mientras se levantaba y buscaba en su saco el pequeño estuche.

–Quería que fuera diferente, pero no me dejas alternativa, Cásate conmigo Sakura, Sé mi mujer por el resto de nuestras vidas. le dijo mostrándole el anillo que había comprado para ella.

–Syaoran yo. . . no quiero que te ates a mi solo por el bebé, talvez mas adelante. . . encuentres a alguien a quien puedas amar.

–Eres tan testaruda como tu sola!! Dijo con una sonrisa en los labios, CASI, CASI LA HABIA ATRAPADO!! En caso de que no te amara, y es hablando hipotéticamente, Tendría que encontrarte de nuevo para volver a enamorarme, sakura, le diste sentido a mi vida, si te soy sincero no pretendía enamorarme de ti, simplemente pasó, y agradezco que seas tu la dueña de mi alma, Confía en mi Sakura. Por favor.

La suplica surtió efecto, y ella se derrumbo en sus brazos, y con un beso le dio el si que ambos ansiaban. Esa noche se amaron como nunca antes, con toda la ternura y el amor que compartían, la esperanza surgió entre ellos, la esperanza que su amor mitigaría cualquier tipo de carencia, y la responsabilidad compartida unida a la alegría de que pronto se convertirían en padres.

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Los últimos tres meses habían estado presididos por la felicidad más intensa que jamás había conocido. Sakura había llegado a serlo todo para él, llenando cada espacio vacío de su vida, desterrando toda la amargura y el dolor y sustituyéndolos por alegría, ahora mientras estaba tumbada sobre su espalda parecía tan vulnerable, era la mas hermosa de las mujeres, con su pequeño vientre donde su hijo se gestaba, seguía pensando que era demasiado pequeño, se desconocía completamente, estaba al tanto de cada una de las visitas al médico, el cual seguramente ya lo alucinaba, ni el mas mínimo detalle carecía de importancia para él, y no abandonaban el consultorio medico hasta que no le aseguraban que el peso de su esposa era el correcto y el bebé estaba en optimas condiciones.

Sakura le había dicho "en palabras del obstetra" según ella, Que tendrían que sedarlo el tiempo que durara el parto, para evitar que cacareara como una gallina alrededor de ellos. Faltaba más!! Estaría pendiente del nacimiento de su hijo, y no se separaría de ella en ningún momento.

También le había dicho que exageraba en tomarse la molestia de preparar a la persona en la cual delegaría las responsabilidades de la empresa por dos meses, uno antes, y uno después del nacimiento del bebé.

Pero no podía evitar sentirse tan ansioso, deseaba que el tiempo avanzara mas rápido, era cierto que disfrutaba del embarazo de su esposa, se sentía enloquecer cada vez que su hijo se movía, corría como un loco en cuanto sakura le avisaba que se movía, estaba loco de felicidad, y quería que nunca terminara, las jornadas de trabajo duraban ocho horas, ningún minuto más, nada le impedía correr a los brazos de Sakura, y tampoco amarla con toda la delicadeza que podía.

–Syaoran, Syaoran. . .

–¿Que pasa¿El bebé? Calmate amor mío. . .

–Se esta moviendo, ven – le dijo tomándole la mano que masajeaba sus piernas, abriéndole el camisón colocó las manos delicadamente sobre el vientre de su esposa y pudo sentir los ínfimos movimientos de su bebé, se acostó a su lado y sosteniendo su cabeza en una mano, le acarició lentamente.

–Estás impaciente por salir de ahí verdad princesa! le dijo, Yo también me muero de ganas por verte, por tenerte entre mis brazos, solo un poco más corazón, solo un poco más, se inclinó y besó el terso vientre de su mujer.

–Gracias mi vida, le dijo y le dio un beso suave en los labios.

–Gracias a ti, le dijo limpiándole la pequeña lagrima que se deslizó por su morena mejilla, la emoción en sus ojos le daba la impresión que eran miel liquida. ¿Por qué lloras cariño? yo soy la de las hormonas – bromeó, no tu.

–Es la emoción que no me cabe en el pecho mi vida, es la emoción. Te amo.

–No más que yo.

–Claro que no, yo te amo más le dijo– y estaban a punto de sumirse en una dulce discusión para discernir quien amaba más, cuando el teléfono sonó insistentemente. A regañadientes se levantó y contestó.

–Li, dijo y esperó a que la persona en la línea contestara.

–Syaoran, una conocida voz, sonó a través de la bocina del teléfono.

–Mei ling, dijo, no tuvo necesidad de preguntar pues conocía la voz de su hermana menor, la única con la que había mantenido contacto, la misma con la que no había hablado desde hacia seis meses.

–Syaoran, tienes que regresar a Hong Kong, dijo de pronto sacándolo de sus elucubraciones, Mamá enfermó gravemente y quiere verte, le dijo.

Era inevitable tendría que enfrentarse con su pasado, volteó a ver a su fuente de seguridad, quien lo veía de manera cuestionante, se sintió tranquilo a pesar del inminente suceso, Sakura estaba con él.


Notas de la autora: Esta es la primera entrega, en la siguiente pueden encontrar el descenlace, espero que dejen sus reviews. . . .