Capítulo 1: El origen de todos los problemas

Una rubia sumamente molesta cruzaba la calle para llegar a la casa club donde, desde hacía ya un par de años, pasaba todas sus tardes, pero la de hoy era distinta. No iba a ver una película, o apoyar al genio en uno de sus proyectos, ni a uno de sus "trabajos en equipo".

- ¿Qué no sabías? Ella irá esta tarde al laboratorio de Jimmy. ¡Oh deberás no lo sabías!... ¡Pues no lo escuchaste de mí! – Cindy imitaba burlonamente al despistado pelirrojo que había hablado de más.

Y es que la causa de su molestia tenia nombre y apellido, y en cuanto comprobará sus sospechas, el mundo ardería. La fúrica chica llegó a la casa club, colocó su dedo frente al escáner de ADN y Vox le dio la bienvenida.

Adentro, en el laboratorio, Jimmy hacía anotaciones en su pizarrón con notable fastidio.

-Y si lo elevas al cuadrado, obtienes el resultado final, es muy simple. Betty, ¿Me estás prestando atención?

- Si Jimmy… Bien, no. Es que, aunque lo intente no puedo comprenderte y mucho menos me interesa.

- Por ese poco interés es por lo que no podrás graduarte de la secundaria con nosotros.

- Lo sé. ¡Sabes, todos estos experimentos parecen mucho más interesantes! ¿Por qué no mejor me platicas en lo que estás trabajando? ¿Qué son estas dos cabinas? - Betty entra a una de ellas y mira con falso interés su interior.

- Es el "Fragmentransportador Neutrón" sirve para transportar personas a un punto A para B, desfragmentado cada una de nuestras partículas, y nuestra mente. – Presumía Jimmy con orgullo.

- Siempre me había preguntado cómo era tu laboratorio, porque imagine que tenías cosas así de geniales.

- ¡Gracias!

- Pero me gustaría saber, ¿Por qué fue que te negaste tanto a ir a la Dulcería a estudiar ahí?

- Te hubieses distraído totalmente con el ambiente…

- ¿Y por qué tampoco a mi casa? Y, además, manejaste todo esto en secreto desde la dirección. ¿Por qué no admites que temías que cierta rubia se enterará de todo esto?

- ¡Por supuesto que no! ¡Jimmy Neutrón no le teme a nadie y mucho menos le da cuentas a… ¡Cindy! ¿Qué haces aquí? ¿No ibas a estar en tu torneo de karate en Chicago?

- ¿Llego en un mal momento verdad? ¿Creías que iba a estar lo suficientemente lejos para… - Cindy voltea a ver a Betty que la mira desde dentro de la cabina y susurra a Jimmy. - Para apuñalarme en la espalda?

- ¡Claro que no! – Jimmy la acerca un poco hacia el para susurrarle- Yo jamás te apuñalaría.

- Hazle caso a Jimmy, entre él y yo no hay nada. Creí que desde hace tiempo ya lo habíamos arreglado.

- ¡Tú no te metas Quinlan!

- ¡Tú eres la que me está metiendo amargada! ¡Y ni siquiera sabes que es lo que está pasando!

- ¡Y mucho menos me interesa saberlo!, es más, ¡Te vas!

- ¡Cindy espera! ¡No!

Atinó el preocupado genio a gritar. Cindy apretó los controles del fragmentador y casi a velocidad luz, Jimmy intentó detenerla, pero ambos chocaron y ella cayó a la cabina B. Unas luces muy fuertes indicaron que el proceso había comenzado, y, luego de unos segundos y una pequeña explosión que sobresalto al confundido genio, las puertas de ambas cabinas se abrieron.

- ¡Cindy! ¡Betty! ¿Están bien? – Dijo Jimmy acercándose a las chicas.

- ¡Por un milagro! ¡Ya te habías tardado en volver a arruinar las cosas con tus inventos!

- ¿Cin… Cin?

- ¡Cómo me duele la cabeza! ¿Qué fue lo que pasó? -Ambas voltearon a ver a Goddard cuya mandíbula se le despegaba.

- Es que no sé cómo decírselos, pero…- Las chicas voltearon a verse entre ellas y gritaron asustadas, y Cindy corrió a un espejo que Jimmy tenía en la pared de enfrente.

- ¡Me intercambiaste de cuerpo con Quinlan!

Continuará

Eh estado volviendo a ver la serie y, específicamente veía Trading faces cuando me pregunte, ¿Qué tal seria si Cindy y Betty intercambiaran cuerpos? sería una graciosa ironía, y aun más que hubiese sido ella quien lo provocará y así termine con este loco fanfic, que espero les guste, espero sus reviews.