Como pude olvidarte…
Aclaraciones: Los personajes de este finc no me pertenecen si no a Stephanie Meyer, y este finc es una adaptación del original de Mariana.
Capitulo 1.- Amor a primera vista.
El sol se estaba poniendo, pero ellos continuaban su diálogo sin percatarse de ello. Quizás porque no era la primera vez que la noche los encontraba sobre esa colina a la que acudían escapando del ruido de la ciudad.
La joven de cabellos negros y ojos castaños lo miraba con admiración, fácilmente se podía advertir lo enamorada que estaba del muchacho, sin embargo su amor no era correspondido y debía conformarse con la amistad que él le ofrecía. El nunca se percató de estos sentimientos y apreciaba a esa mujer como una gran amiga.
-Oh, vamos Edward. ¿Somos amigos desde hace cuanto? Dos años.- se respondió.- Di que si, ven conmigo a la fiesta....– suplicó la pelinegra.
-Detesto las fiestas. Deberías saberlo….- bufó el muchacho.
-Conocerás a mi hermana menor….– musitó de manera intrigante. Sabía que de esa forma lo convencería, siempre tuvo curiosidad por saber como sería la hermana menor de su mejor amiga.
-¿La que estudia en Cambridge?.– preguntó interesado arqueando una ceja sin disimulo.
-Estudiaba… - corrigió ella -… terminó su doctorado en economía y llega el viernes, así que estoy segura de que mamá querrá que la lleve a la fiesta – explicó.
-Debe ser un tanto engreída ¿Verdad? Habiéndose recibido en Cambridge tan joven...
-Supongo que si. Hace más de 2 años que no la veo, la última vez mis padres fueron los que viajaron… - mencionó con nostalgia bajando su mirada - Y que dices ¿Vienes o no? – preguntó cambiando repentinamente su semblante.
-Está bien… pero solo para ver si tu hermana es tan bonita como tu – aseveró con una amplia sonrisa.
Ella asintió feliz y lo abrazó. Siempre hacía ese tipo de comentarios que terminaban sonrojándola, sin embargo era consciente de que solo la consideraba su amiga. Aún así guardaba la esperanza de que algún día la mirara con otros ojos.
Ambos tenían 26 años y se conocían de la universidad de arquitectura donde cursaron juntos el último año, se convirtieron en grandes amigos y continuaron viéndose una vez terminada la misma. Él además tenía el título de Ingeniero y trabajaba en la empresa constructora de su padre "Cullen Corporation".
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Finalmente llegó el tan esperado viernes y la familia fue al aeropuerto a recibir a la menor de las hermanas. La mayor de ellas tuvo dificultades para reconocerla, con tan solo 23 años parecía toda una mujer y el cambio que había dado era radical.
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-Y… dime ¿Tienes novio? ¿Estás enamorada? – preguntó la menor apagando la luz del cuarto.
- No, ni lo uno ni lo otro y ¿Tu? – mintió. ¿Para que explicarle que se había enamorado de su mejor amigo?
-Yo tampoco, no he tenido tiempo – respondió dirigiendo la mirada a las sombras que se dibujaban en el techo.
-Bueno ahora lo tienes. Quien te dice y no conoces a alguien mañana en la fiesta - murmuró la mayor colocándose en posición para dormir.
-Si, quien sabe… - suspiró. Se colocó de costado y dirigió su mirada hacia la luna que se colaba por la ventana de su habitación.
-Bueno, ya es tarde, será mejor que tratemos de dormir.
Dio media vuelta en su cama y abrazando una de las almohadas se durmió.
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Era sábado en la noche. Él pasaría por ellas en unos minutos, así que debía apurarse. El timbre sonó y la menor de ellas que estaba lista bajó a atender.
-¿Quien es? - preguntó sin abrir la puerta.
-Soy yo Edward… - respondió como lo hacía normalmente.
Abrió la puerta y ambos se quedaron mirando frente a frente sin poder pronunciar palabra. Debía tratarse de la hermana menor de su amiga pero nunca la hubiese imaginado así. Era verdaderamente hermosa, tenía un gran parecido con su hermana pero a la vez era muy distinta a ella, sus rasgos eran más suaves, su rostro más dulce. Su cabello era largo de color castaño con toques rojizos y sus ojos color chocolate.
El también causó una gran impresión en ella. No recordaba haber conocido a alguien tan apuesto en su corta vida. Edward era un joven alto, de cuerpo atlético, tenía el cabello de color cobrizo, algo rebelde y sus ojos, definitivamente nunca había visto a nadie con ese color de ojos, eran dorados como el fuego.
-Hola… mi nombre es Isabella, soy la hermana menor de Tanya – mencionó finalmente tratando de salir de su asombro.
-Es un placer… - afirmó de manera seductora.
Ella sonrió e iba a hacer un comentario cuando escuchó a su hermana bajar con prisa las escaleras.
-Edward, llegaste… - dijo Tanya acercándose a darle un beso en la mejilla – veo que ya conociste a mi hermana.
-Si, acabo de conocerla.
-¿Nos vamos ya? – preguntó algo molesta al notar que Edward no podía separar los ojos de su hermana.
¿Que demonios estaba pasando? ¿Es que acaso Edward encontró demasiado atractiva a su hermana? Es lo peor que podía pasarle… ¿Por qué diablos no podía fijarse en ella?
Se dirigieron a la fiesta en el Volvo plateado de Edward, casi todo el viaje se la pasó preguntando a Bella como era Cambridge y que se sentía vivir lejos de su familia. Tanya mientras se la pasó mirando por la ventana resoplando de manera irritada.
Cuando llegaron al lugar se dirigieron a la barra a pedir unos tragos, buscaron un lugar donde sentarse y allí estuvieron los tres conversando animadamente gran parte de la noche. Edward notando el malestar de su amiga decidió cambiar de tema y contar a Bella anécdotas acerca de su hermana.
-En seguida regreso… voy al baño – comentó Tanya luego de un par de horas.
Se miraron y sin decir nada comenzaron a sonreír. Se sentían tan atraídos el uno por el otro que no podían dejar de mirarse. Ambos eran consientes de eso.
-¿Quieres bailar? – preguntó al fin.
Ella asintió extendiéndole su mano, él la aceptó sin dudar, puso su otra mano en la diminuta cintura de ella y se dirigieron al centro de la pista. El tema era algo lento así que el cruzó sus manos tras la cintura de ella y Bella hizo lo propio tras la nuca del joven.
Te miro, me muero
Te observo, te quiero
No hay que hablar, te siento
Y busco tus sueños.
Edward buscó su mirada. Admirando su rostro, contemplando su belleza. Nunca había creído en el amor a primera vista hasta esa noche…
-¿Dejaste algún novio en Cambridge por el que deba preocuparme? – preguntó mirándola fijamente.
-No… - sonrió bajando la mirada-... solo dejé muchos amigos.
La mirada penetrante de Edward la cohibía, la hacía sentir como nunca antes nadie la habían hecho sentir.
Si te vas, se acaba
Se borra mi tiempo
Tus manos se mueven
Y yo me someto
Tu voz va, yo vuelo y no encuentro el suelo
Tus ojos me llegan y todo da vueltas
Tienes mil razones para darte todo
Y hace una hora que yo te conozco
-Dime entonces que viniste para quedarte – afirmó buscando nuevamente esos ojos color chocolate que lo habían cautivado.
A primera vista, te siento mía
A primera vista, que fantasía
A primera vista te entrego todo
A primera vista me siento solo sin Ti
- No... No lo he decidido aún – titubeó – me ofrecieron un trabajo muy importante en Londres.
No lo había decidido hasta ese momento, ahora deseaba quedarse en Phoenix, deseaba conocer mejor a ese hombre que en tan sólo unas horas había provocado en ella sensaciones desconocidas hasta el momento.
El bar se hizo nuevo
Y el techo de cielo
Desde que llegaste
Mi vida cambiaste
-Espero que decidas quedarte, me gustaría conocerte mejor – murmuró a su oído. Bella cerró sus ojos al escuchar su voz y se estremeció en sus brazos.
El tema terminó y ellos aún no se separaban, hasta que escucharon la voz de Tanya acercándose a ellos.
-Muchachos… los estaba buscando. ¿Me perdí de algo? – preguntó Tanya notando lo acaramelados que estaban.
Nadie contestó tan solo se miraron entre sí y sonrieron. La noche continuó entre risas e historias, no podían evitar sonreír cuando sus miradas se encontraban, Bella bajaba la cabeza levemente sonrojada. Tanya se encontraba molesta al darse cuenta de lo que estaba pasando. Ellos se gustaban y no podían ocultarlo.
- ¿Nos llevas Edward? No me siento nada bien – comentó malhumorada.
- ¿Te pasa algo Tanya? – preguntó su hermana preocupada.
- Solo me duele la cabeza… pero quiero irme - murmuró mirando fijamente a Edward.
- Claro, las llevo.
No dio lugar a que Bella se quedara, volverían las dos a casa. No quería perderlo pero algo en su corazón le decía que ya lo había hecho.
Continuara…
(^_^) Konnichiwa!!
Oo esta historia es muy hermosa, la forma en que ellos se "conectan" (Edward y Bella) ahh!! Que lindo AMOR A PRIMERA VISTA!! Que romántico… definitivamente necesito un Edward en mi vida jajaja.
Bueno espero que esta historia les guste mucho es muy hermosa y romántica ufff :P bueno ya saben me dejan sus Reviews ¿sale? Bye, bye!!
Oups se me olvidaba esta historia es una adaptación y pertenece a Mariana (espero te haya gustado)
Ahora sip ¡¡Sayonara!!
**Kyuketsuki**
N/A: El tema se llama A primera vista y es de Sin Bandera.
