Advertencia: Yaoi, relación chico x chico.
Pareja: Kouen x Sinbad/ Sinbad x Kouen.
Disclaimer: Los personajes de Magi no me pertenecen.
El veneno en tus ojos.
Dicen que cuando dos personas sostienen la mirada por más de cinco segundos es porque quieren asesinarse o follarse. Cuando los ojos de Kouen se encontraron con los de Sinbad, luego de derrotar al médium en Magnostadt, todos pensaron que era cuestión de tiempo para que ambos intentaran molerse a golpes. Sin embargo, ellos optaron por darle un mejor uso a la evidente tensión que impregnaba el aire cuando estaban cerca el uno del otro.
Sucedió casi como por una sucesión natural de hechos, con una visita furtiva de Sinbad al primer príncipe del imperio Kou, una tibia noche de primavera. Lo hizo por capricho, porque estaba aburrido en Sindria y una parte suya pensó que ir a jugar a Rakushou era una excelente idea. Bastó con un breve intercambio de miradas para que ambos terminaran en la cama, dejando que su pasión se desatara libremente, entre fuertes caricias y besos que rayaban en lo salvaje.
De ahí en adelante ya no pudieron detenerse; no existían palabras de amor entre ellos, no habían gestos cariñosos ni momentos en los que compartieran algo más que el sexo duro y animal que los hacía caer una y otra vez, como si de un par de adictos se tratara. Sabían que estaba mal, sus encuentros eran tóxicos, indecorosos y mal vistos, también estaban conscientes de que era cosa de tiempo para que la bomba estallara, pero estaban dispuestos a esperar a que eso sucediera, al fin y al cabo, jamás pretendieron que las cosas terminaran bien.
De todos modos mantuvieron sus visitas en secreto, era mejor ahorrarse problemas o sermones por partes de los consejeros de ambas partes. Quizás por esta razón es que, cuando se reunieron para saber la verdad sobre Alma Toran, todos los presentes parecían realmente nerviosos por el denso ambiente que se había formado con el simple hecho de encontrarse Kouen y Sinbad en el mismo espacio.
"No me agradas" fue el único comentario que hizo el príncipe de Kou al respecto. La guinda de la torta, pensó divertido el rey de Sindria mientras observaba como los demás estaban a punto de arrancarse el cabello, creyendo que la próxima guerra se desataría en ese mismo lugar. Pero para Sinbad, sólo existían esos ojos mirándole, diciéndole qué era lo que realmente deseaba, obviamente correspondió inyectando la mayor intensidad en su ceño, para darle a entender que él también lo estaba esperando, ansioso.
Tal vez, en un futuro, ambos realmente terminarían por acabar con la vida del otro, pero por el momento, lo único que les importaba era seguir disfrutando de esos encuentros malsanos, hasta que el mismísimo flujo del Rukh les demandara de una vez definir sus posiciones y, finalmente, enfrentarse.
FIN.
