AMOR
By: K.G.Á.É
La respuesta a una declaración: "…estos sentimientos no nos llevarán a ningún lado…". ¿Qué significa eso…? LudwigxCamus.
Meine Liebe no me pertenece.
AMOR
Era el ocaso.
Ludwig y Camus se encontraban en aquel invernadero. Sólo ellos dos…
El joven de morados cabellos había notado las 'furtivas' miradas dirigidas a él desde hacía instantes por parte de Camus, quien se encargaba de regar sus preciadas flores.
—Si tienes algo que decir sólo hazlo—le dijo sin voltear a verlo y, aún sin hacerlo, notó como su acompañante se tensó ante sus palabras, deteniendo a su vez su labor.
—Lamento haberte incomodado—se disculpó al saber el resultado de sus miradas.
Ludwig guardó silencio, esperando continuara; mejor dicho, se decidiera a continuar.
Por su parte, el joven de ojos rojos, respirando profundamente, trató de tranquilizarse mientras dejaba de lado la regadera.
Colocándose de pie, comenzó a acercarse a Ludwig, hasta estar a un metro de distancia.
—Verás... yo... bueno, no sé cómo tomarás lo que te diré. Pero...—sentía que le faltaba el aire—Es sólo que… ya no puedo estar sin decírtelo. De seguir así, mi estado comenzará a afectarlas—comentó, mirando algunas de sus flores.
Ludwig sonrió ante el último comentario del joven tras de sí. Después de todo, ese aprecio por sus plantas no parecía cambiar.
Desvaneciendo su sonrisa, se giró para quedar frente a él, viéndole de forma profunda.
Ante aquella mirada, Camus se sintió dejar de respirar y sólo asintió a los ánimos que recibía de las flores del lugar.
—Bueno... yo... Lui...—Camus no era capaz de mantener su vista en el contrario.
A su vez, sentía como la temperatura en el lugar se elevaba.
—Mis sentimientos hacia ti... se han vuelto tan profundos... que he llegado a amarte...—dijo, comprendiendo que no era el lugar lo que aumentaba su temperatura; sino su propio cuerpo, el cual respondía así a la situación en la que se encontraba.
Sus vacilantes palabras, las dijo incapaz de mirarle. No obstante, en su última oración, había reunido el valor suficiente para verle directamente a los ojos; pese a su muy notable sonrojo.
Cerrando sus ojos amatista, Ludwig guardó silencio un instante no muy largo. Pero si lo suficiente como para llevar temor al corazón de quien esperaba una respuesta.
Camus quería correr. Quería realmente salir huyendo de ahí y ocultarse en el bosque. Mas necesitaba una respuesta. Y fuese cual fuese, él había decidido afrontarla. Por eso, a pesar de lo que mostraran sus ojos de su sentir en ese momento, en ese instante no apartó la vista de Ludwig, quien estaba a punto de acabar con todo aquello.
—Debes saber que estos sentimientos no nos llevarán a ningún lado—viéndole profundamente comenzó a acercársele.
—Umh—bajó la vista, perdiendo fortaleza ante lo dicho.
—Te das por vencido muy fácilmente—levantó su rostro con sus manos.
—Para ser mi amante, necesitas confiar en tu propia fuerza—dijo en el momento en que sus miradas se encontraron.
—Lui tú...—sus ojos brillaron con esperanza. Mientras, sus palabras murieron en boca de Ludwig, quien de forma suave había comenzado a besarle.
Camus, aún con su sorpresa inicial, correspondió aquella caricia.
Al separarse, Camus mantenía sus ojos cerrados, siendo su rostro cubierto por un rubor aún más intenso que el anterior, al verse enamorado y correspondido de aquella manera. Pensando en lo irreal de aquella situación.
Por su parte, Ludwig se deleitaba ante aquella imagen.
Porque hacía tiempo que él conocía los sentimientos de Camus hacia su persona, así como los propios. Sabiendo que llegaría el momento presente, estando tanto tiempo esperando a que Camus se atreviera a mostrarle su deseo y aquel coraje que sabía poseía, entregándole en conjunto su corazón; algo demasiado valioso en la criatura frente a él.
—Sin embargo…—dijo de pronto Ludwig, cerrando sus ojos un momento, dejando lugar al silencio, esperando la atención del otro.
Camus abrió sus ojos prestando su atención, sabiendo por el tono de voz empleado que lo que escucharía no sería del todo agradable.
—… No dejaré ir la oportunidad de elevar la clase de mi familia—Lui sentenció, observándole.
Aun manteniendo sus manos en el rostro de Camus, Ludwig pudo sentir su estremecimiento ante esas palabras. Notando también la tristeza en sus ojos, sabiendo su mensaje comprendido.
Camus sabía a qué se refería. Lo sabía perfectamente. Lui era capaz de casarse sin amor, con quien fuera, porque sus objetivos eran muy elevados y estaba dispuesto a cumplirlos haciendo sacrificios. Y entre éstos, bien sabía, podían llegar a estar los sentimientos, porque esa era su forma de actuar.
—Mis actos en muchas ocasiones no mostrarán afecto alguno por ti, así como mis palabras—continuó, aun viendo la tristeza del otro en forma física comenzando a formarse en aquellos ojos rojos.
—Yo...—la voz de Camus sonaba afectada—…permaneceré a tu lado. Aun cuando tú no lo notes—al continuar su voz sonó decidida, a pesar de la salinidad en sus mejillas.
—Comprendo. Será así entonces—trató de limpiar sus mejillas con cuidado, logrando que cerrara sus ojos disfrutando de la caricia.
—Eso es inútil ahora, Lui—respondió sin abrir sus ojos—Porque es enorme la felicidad que me embarga—.
—Entonces esto será más apropiado—mencionó, abrazándolo, atrayéndolo hacia sí.
Camus ocultó su rostro en las ropas de Ludwig, aferrándose a las mismas con fuerza, dejando correr sus lágrimas…
Camus sabía que esa sería la mejor respuesta que recibiría, y quizá era por la misma que había guardado por tanto tiempo sus sentimientos en secreto.
Ludwig lo sabía: Camus estaba dispuesto a hacerse a un lado. Estaba dispuesto a apartarse cuando él se lo pidiera, incluso aún, si no lo hacía. De sentirlo necesario, Camus lo haría por cuenta propia. Porque él era de la clase de personas que ven primero la felicidad del prójimo, siempre antes que la propia.
Y él… estaba dispuesto a esperar a que Camus se fortaleciera aún más y luchara por sus deseos e ideales. A esperar a que estuviera dispuesto a luchar por él...
Ludwig esperó su declaración por un largo tiempo, paciente, como quien espera que nazca una flor. Y de igual modo, él sabe que hay que esperar a que ésta crezca y se abra; porque el amor es así:
Aun cuando llega a morir, la efímera belleza del amor es algo
que jamás se perderá en el corazón de quien disfrutó de ella...
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N/A: ¡GRACIAS POR LEER ESTO!
Y SI DEJAN REVIEWS. ¡GRACIAS TAMBIÉN POR ELLOS!
Lo cierto es que todos en la serie tienen personalidades complicadas... Ojalá no hayan quedado tan OOC.
¡Espero les haya gustado!
