Capítulo 1: Una Reacción inesperada
Era una mañana fresca y despejada, las fragancias de las flores perfumaba el ambiente...
-¡Ah! Que bien sienta una mañana en la que reina la paz....- dijo Amelia mientras observaba una nube con forma de paloma. -Si, tienes razón, pocas mañanas verás como esta.- respondió Sylphiel. -Además, eso le conviene a mi querido Gaudi.- añadió mientras miraba a un Gourry amorosamente idealizado.
Gaudi y Rina estaban dormidos a pierna suelta, dándose de vez en cuando algún golpe en sueños (casi siempre era Gourry el golpeado), peleando por lo que parecía ser un pollo asado.
Súbitamente apareció Zelgadis informando que su búsqueda no había dado ningún resultado.
-Oye Sylphiel, ¿no te parece raro que Filia se haya marchado sin decirnos nada?- preguntó Amelia mientras le daba una manzana a Zelgadis.
-La verdad es que podía presentir como su espíritu se removía sin encontrar la paz, había algo que le preocupaba, pero no logro entender el qué...- contestó Sylphiel.
-Sí yo también le noté algo raro y podría atreverme a afirmar que se debe a nuestro último enfrentamiento con Valgarv. Ella titubeó y fue muy duro el tener que acabar con el último dragón antiguo.
-Pero bueno...al final el espíritu de Valgarv se liberó, ¿no?- replicó Amelia.
-La verdad, es que no estoy tan seguro de que sea solo por eso Amelia- dijo Zelgadis
-¿Insinúas que...- titubeó Amelia- que Filia sentía algo por ese ser....?
-Yo no insinúo nada... solo digo esto por que es una posibilidad- contestó Zelgadis.
-En mi opinión, sentí en su corazón algo parecido a lo que yo siento por...- dijo Sylphiel mientras notaba como se humedecían sus ojos al observar a Gaudi dormido junto a Rina.
-Oh! Sylphiel...- pensó Amelia
Sylphiel se levantó y se arrodilló al lado de Gaudi. Ésta le susurró algo al oído, algo que quedó entre Sylphiel y un dormido Gaudi. Éste se agitó en sueños y seguidamente abrió los ojos. Sylphiel se retiró bruscamente y totalmente sonrojada le preguntó a Gaudi si había escuchado algo.
-¿Yo?, que va... pero he tenido un sueño muy raro- explicó Gaudi girándose hacia donde estaba Rina.- Soñaba que Rina me golpeaba sin parar y que luego tu... bueno... que tu ....
-¿....que yo que...?- dijo Sylphiel totalmente roja, y cuando los ojos de los dos coincidieron sus caras se colorearon de rojo y apartaron la vista.
-¡Buenos días Gaudi!- saludó Amelia.
-Hola, oye Amelia... ha sobrado algo de la comida de anoche?- le susurró Gaudi a Amelia pensando en el sabroso pollo asado de la noche.
-Sí, creo que queda un poco en la cazuela- respondió alegremente y para el horror de Gaudi Amelia.
-¡Shhhhh!, Cállate-le dijo Gaudi a Amelia señalando un bulto entre mantas el cual se suponía que era Rina.
Gaudi se acercó a la cazuela cuando algo le pasó por encima aplastándolo contra el suelo.
-¡¡¡¡RINAAAAA!!!!- gritó aterrorizado Gaudi. Pero era demasiado tarde, Rina ya tenía la cabeza metida en la cazuela devorando con avidez el desgraciado y frío pollo.
-¡Oh! Vamos Rina, no seas egoísta que te vas a poner como una vaca, déjame un poquito, ¿vale?- le suplicó Gaudi, mientras se acerca poco a poco, lentamente a ella que le miraba como un animal que sabe que su captor esta a punto de abalanzarse sobre ella. Gaudi en un intento desesperado se proponía saltar sobre ella.....
-¡Alto! No puedo darte nada...-dijo Rina-...porque ya no queda nada.- dijo Rina mientras se levantaba del suelo. -JO, también podías haberme dejado algo Rina...-lloriqueó Gaudi.
Tras esto, nuestros héroes se encaminaron por el sendero en busca de un remedio para Zelgadis. Filia sabía que había una pequeña cabaña en medio de un bosque en la cual habitaba un hechicero capaz de curar la maldición de Zelgadis.
-Zel, ¿qué sabes a cerca del hechicero?- preguntó Rina. -La verdad es que no mucho. Filia me habló de un poderoso hechicero que lanzó el mismo hechizo que pesa sobre mí- respondió Zelgadis- pero el hecho de que un hechicero pueda realizar una maldición no significa que conozca la cura. -Zelgadis, eres un pesimista- le recriminó Amelia- A mí me gustas como eres. No hace falta que te cures. -Sí pero a mí no- le dijo Zelgadis.
Mientras Zelgadis, Rina y Amelia discutían una sombra se acercaba a ellos. El ambiente se enrareció de repente. Los pájaros dejaron de cantar de repente, el único ruido que se escuchaba era el del viento.... de pronto se escuchó un rugido oaoaoooa.
-Perdón....-dijo Gaudi- ...es mi estómago. Todos los animales enmudecieron como si un depredador acechase.
-Je je je..... -Hola Zeros, creía que no te volvería a ver- dijo Rina con un tono severo pero carente de ira- ¿qué haces por aquí? -Eso creía yo Rina, pero aquí me tienes- respondió con aire desenfadado Zeros- Y respecto a lo que vengo a hacer por aquí...es...un...secreto.¿Es que ya no viaja con vosotros la dragona? ¿O ya os habéis hartado de ella? -Zeros no hables así de Filia- le recriminó Amelia- Ni nos ha dejado, ni nos hemos cansado de ella. -¿Entonces por qué no esta con vosotros?- volvió a preguntar Zeros. -¿Qué pasa que te interesa tanto Filia? ¿Es que te gusta?- preguntó mordazmente Sylphiel. -¿Qué-que.....alto, alto, alto... un demonio y un dragón dorado? Permíteme que lo dude. Tan solo nos tenéis que ver...- se defendió Zeros. -Sí pero mira Rina y Gaudi... ¿no es verdad Zelgadis?- dijo Amelia. -A mi no me metas...cuando dejéis de decir tonterías me avisáis, estaré por...- le recriminó Zelgadis, pero enseguida calló. Zeros también se había callado y Rina se había queda de piedra. Gaudi ya empuñaba la espada de luz y Amelia y Sylphiel estaban aterrorizadas. Frente a ellos se encontraba Valgarv. Su aspecto era diferente, renovado... Allí estaba, sentado sin levantar la cabeza como si fuera parte del sendero.
-¿Có...cómo es posible si caíste junto a Estrella Oscura....además vimos tu espíritu descender hasta Filia...-comenzó a decir Amelia cuando sin previo aviso Zeros lanzó una bola de fuego contra Valgarv aunque éste la esquivó sin más, pero justo en ese momento Rina le lanzó una flecha de fuego la cual iba a impactar en Valgarv, pero en cambio Filia apreció de repente entre Valgarv y la bola rechazándola, momento que aprovechó Valgarv para desaparecer.
-¡¡¡FILIA!!!, ¿¡¿QUÉ HAS HECHO?!?- gritó Rina- Ya lo teníamos y tu vas y le dejas escapar.
Filia no contestó.
-Oye Filia, ¿dónde has estado?. Nos has tenido muy preocupados interrumpió Gaudi tratando de ayudar a Filia. -Todo se remonta a la destrucción de DarkGav, cuando descendió el espíritu de Val. El espíritu no estaba completo... -¿De que hablas?- interrumpió Rina. -Tan solo se encontraba una representación del espíritu al completo. Garv debió de acabar con el cuerpo de Val pero no se preocupó de su espíritu. Parece ser que Val logró enviar su espíritu a un santuario que no era visible ni perceptible para Garv. De esta manera, la fusión de Val con la parte mazoku no fue completa. La parte mazoku superaba a la pequeña porción del espíritu de era la que contenía todos sus recuerdos. La memoria, así junto al resentimiento de la destrucción selectiva de su raza y al odio que tenía a Garv se oscureció su corazón. Pero al liberarlo esa pequeña parte de espíritu se fue a reunir con el resto. Yo seguí a esa pequeña parte y así fui testigo de la resurrección de Val. Él es Val pero con los recuerdos de Valgarv. Por lo que estoy segura de que su espíritu es bueno, pero aun así, no estoy segura de sus intenciones.- dijo Filia mientras Zeros volvía a aparecer.
-¿Quién lo iba a decir? Una dragona dorada aliada de un dragón antiguo.- dijo Zeros mientras Filia lo fulminaba con la mirada.- No hace falta que me mires así Filia, ya sé que te alegras de verme- dijo irónicamente. -Llegaste a adelantarme una vez durante la búsqueda del santuario de Val- confesó sombríamente Filia- ¿Para qué lo querías, eh? -¿Zeros?- le presionó Rina- ¿Por qué te interesa tanto? -Je, je, je- rió Tranquila y maliciosamente Zeros- Ya lo sabéis, es.....un....secreto. Bueno Filia ha sido un placer- dijo Zeros inclinándose ante Filia y desapareciendo a continuación. -Oye Rina, ¿cuál es ese secreto del que hablaba Zeros?- preguntó Gaudi. -¡¡¡¡¡PERO COMO DIABLOS QUIERES QUE LO SEPA!!!!! -Vale, vale tampoco hace falta que te pongas así.-dijo Gaudi. -¡Bueno! Ya estamos todos listos ¿no?- dijo Rina- Pues ¡adelante! En busca del hechicero. -Oye Rina, pero antes pasaremos por una posada ¿no?- dijo Gaudi mientras le sonaban las tripas. -¡Oh, vamos! ¿Cómo puedes tener hambre? Pero si ni siquiera yo la tengo...- dijo alegremente Rina. -¡Claro!, como tu te has comido el pollo y yo no.....-dijo casi llorando Gaudi.
Era una mañana fresca y despejada, las fragancias de las flores perfumaba el ambiente...
-¡Ah! Que bien sienta una mañana en la que reina la paz....- dijo Amelia mientras observaba una nube con forma de paloma. -Si, tienes razón, pocas mañanas verás como esta.- respondió Sylphiel. -Además, eso le conviene a mi querido Gaudi.- añadió mientras miraba a un Gourry amorosamente idealizado.
Gaudi y Rina estaban dormidos a pierna suelta, dándose de vez en cuando algún golpe en sueños (casi siempre era Gourry el golpeado), peleando por lo que parecía ser un pollo asado.
Súbitamente apareció Zelgadis informando que su búsqueda no había dado ningún resultado.
-Oye Sylphiel, ¿no te parece raro que Filia se haya marchado sin decirnos nada?- preguntó Amelia mientras le daba una manzana a Zelgadis.
-La verdad es que podía presentir como su espíritu se removía sin encontrar la paz, había algo que le preocupaba, pero no logro entender el qué...- contestó Sylphiel.
-Sí yo también le noté algo raro y podría atreverme a afirmar que se debe a nuestro último enfrentamiento con Valgarv. Ella titubeó y fue muy duro el tener que acabar con el último dragón antiguo.
-Pero bueno...al final el espíritu de Valgarv se liberó, ¿no?- replicó Amelia.
-La verdad, es que no estoy tan seguro de que sea solo por eso Amelia- dijo Zelgadis
-¿Insinúas que...- titubeó Amelia- que Filia sentía algo por ese ser....?
-Yo no insinúo nada... solo digo esto por que es una posibilidad- contestó Zelgadis.
-En mi opinión, sentí en su corazón algo parecido a lo que yo siento por...- dijo Sylphiel mientras notaba como se humedecían sus ojos al observar a Gaudi dormido junto a Rina.
-Oh! Sylphiel...- pensó Amelia
Sylphiel se levantó y se arrodilló al lado de Gaudi. Ésta le susurró algo al oído, algo que quedó entre Sylphiel y un dormido Gaudi. Éste se agitó en sueños y seguidamente abrió los ojos. Sylphiel se retiró bruscamente y totalmente sonrojada le preguntó a Gaudi si había escuchado algo.
-¿Yo?, que va... pero he tenido un sueño muy raro- explicó Gaudi girándose hacia donde estaba Rina.- Soñaba que Rina me golpeaba sin parar y que luego tu... bueno... que tu ....
-¿....que yo que...?- dijo Sylphiel totalmente roja, y cuando los ojos de los dos coincidieron sus caras se colorearon de rojo y apartaron la vista.
-¡Buenos días Gaudi!- saludó Amelia.
-Hola, oye Amelia... ha sobrado algo de la comida de anoche?- le susurró Gaudi a Amelia pensando en el sabroso pollo asado de la noche.
-Sí, creo que queda un poco en la cazuela- respondió alegremente y para el horror de Gaudi Amelia.
-¡Shhhhh!, Cállate-le dijo Gaudi a Amelia señalando un bulto entre mantas el cual se suponía que era Rina.
Gaudi se acercó a la cazuela cuando algo le pasó por encima aplastándolo contra el suelo.
-¡¡¡¡RINAAAAA!!!!- gritó aterrorizado Gaudi. Pero era demasiado tarde, Rina ya tenía la cabeza metida en la cazuela devorando con avidez el desgraciado y frío pollo.
-¡Oh! Vamos Rina, no seas egoísta que te vas a poner como una vaca, déjame un poquito, ¿vale?- le suplicó Gaudi, mientras se acerca poco a poco, lentamente a ella que le miraba como un animal que sabe que su captor esta a punto de abalanzarse sobre ella. Gaudi en un intento desesperado se proponía saltar sobre ella.....
-¡Alto! No puedo darte nada...-dijo Rina-...porque ya no queda nada.- dijo Rina mientras se levantaba del suelo. -JO, también podías haberme dejado algo Rina...-lloriqueó Gaudi.
Tras esto, nuestros héroes se encaminaron por el sendero en busca de un remedio para Zelgadis. Filia sabía que había una pequeña cabaña en medio de un bosque en la cual habitaba un hechicero capaz de curar la maldición de Zelgadis.
-Zel, ¿qué sabes a cerca del hechicero?- preguntó Rina. -La verdad es que no mucho. Filia me habló de un poderoso hechicero que lanzó el mismo hechizo que pesa sobre mí- respondió Zelgadis- pero el hecho de que un hechicero pueda realizar una maldición no significa que conozca la cura. -Zelgadis, eres un pesimista- le recriminó Amelia- A mí me gustas como eres. No hace falta que te cures. -Sí pero a mí no- le dijo Zelgadis.
Mientras Zelgadis, Rina y Amelia discutían una sombra se acercaba a ellos. El ambiente se enrareció de repente. Los pájaros dejaron de cantar de repente, el único ruido que se escuchaba era el del viento.... de pronto se escuchó un rugido oaoaoooa.
-Perdón....-dijo Gaudi- ...es mi estómago. Todos los animales enmudecieron como si un depredador acechase.
-Je je je..... -Hola Zeros, creía que no te volvería a ver- dijo Rina con un tono severo pero carente de ira- ¿qué haces por aquí? -Eso creía yo Rina, pero aquí me tienes- respondió con aire desenfadado Zeros- Y respecto a lo que vengo a hacer por aquí...es...un...secreto.¿Es que ya no viaja con vosotros la dragona? ¿O ya os habéis hartado de ella? -Zeros no hables así de Filia- le recriminó Amelia- Ni nos ha dejado, ni nos hemos cansado de ella. -¿Entonces por qué no esta con vosotros?- volvió a preguntar Zeros. -¿Qué pasa que te interesa tanto Filia? ¿Es que te gusta?- preguntó mordazmente Sylphiel. -¿Qué-que.....alto, alto, alto... un demonio y un dragón dorado? Permíteme que lo dude. Tan solo nos tenéis que ver...- se defendió Zeros. -Sí pero mira Rina y Gaudi... ¿no es verdad Zelgadis?- dijo Amelia. -A mi no me metas...cuando dejéis de decir tonterías me avisáis, estaré por...- le recriminó Zelgadis, pero enseguida calló. Zeros también se había callado y Rina se había queda de piedra. Gaudi ya empuñaba la espada de luz y Amelia y Sylphiel estaban aterrorizadas. Frente a ellos se encontraba Valgarv. Su aspecto era diferente, renovado... Allí estaba, sentado sin levantar la cabeza como si fuera parte del sendero.
-¿Có...cómo es posible si caíste junto a Estrella Oscura....además vimos tu espíritu descender hasta Filia...-comenzó a decir Amelia cuando sin previo aviso Zeros lanzó una bola de fuego contra Valgarv aunque éste la esquivó sin más, pero justo en ese momento Rina le lanzó una flecha de fuego la cual iba a impactar en Valgarv, pero en cambio Filia apreció de repente entre Valgarv y la bola rechazándola, momento que aprovechó Valgarv para desaparecer.
-¡¡¡FILIA!!!, ¿¡¿QUÉ HAS HECHO?!?- gritó Rina- Ya lo teníamos y tu vas y le dejas escapar.
Filia no contestó.
-Oye Filia, ¿dónde has estado?. Nos has tenido muy preocupados interrumpió Gaudi tratando de ayudar a Filia. -Todo se remonta a la destrucción de DarkGav, cuando descendió el espíritu de Val. El espíritu no estaba completo... -¿De que hablas?- interrumpió Rina. -Tan solo se encontraba una representación del espíritu al completo. Garv debió de acabar con el cuerpo de Val pero no se preocupó de su espíritu. Parece ser que Val logró enviar su espíritu a un santuario que no era visible ni perceptible para Garv. De esta manera, la fusión de Val con la parte mazoku no fue completa. La parte mazoku superaba a la pequeña porción del espíritu de era la que contenía todos sus recuerdos. La memoria, así junto al resentimiento de la destrucción selectiva de su raza y al odio que tenía a Garv se oscureció su corazón. Pero al liberarlo esa pequeña parte de espíritu se fue a reunir con el resto. Yo seguí a esa pequeña parte y así fui testigo de la resurrección de Val. Él es Val pero con los recuerdos de Valgarv. Por lo que estoy segura de que su espíritu es bueno, pero aun así, no estoy segura de sus intenciones.- dijo Filia mientras Zeros volvía a aparecer.
-¿Quién lo iba a decir? Una dragona dorada aliada de un dragón antiguo.- dijo Zeros mientras Filia lo fulminaba con la mirada.- No hace falta que me mires así Filia, ya sé que te alegras de verme- dijo irónicamente. -Llegaste a adelantarme una vez durante la búsqueda del santuario de Val- confesó sombríamente Filia- ¿Para qué lo querías, eh? -¿Zeros?- le presionó Rina- ¿Por qué te interesa tanto? -Je, je, je- rió Tranquila y maliciosamente Zeros- Ya lo sabéis, es.....un....secreto. Bueno Filia ha sido un placer- dijo Zeros inclinándose ante Filia y desapareciendo a continuación. -Oye Rina, ¿cuál es ese secreto del que hablaba Zeros?- preguntó Gaudi. -¡¡¡¡¡PERO COMO DIABLOS QUIERES QUE LO SEPA!!!!! -Vale, vale tampoco hace falta que te pongas así.-dijo Gaudi. -¡Bueno! Ya estamos todos listos ¿no?- dijo Rina- Pues ¡adelante! En busca del hechicero. -Oye Rina, pero antes pasaremos por una posada ¿no?- dijo Gaudi mientras le sonaban las tripas. -¡Oh, vamos! ¿Cómo puedes tener hambre? Pero si ni siquiera yo la tengo...- dijo alegremente Rina. -¡Claro!, como tu te has comido el pollo y yo no.....-dijo casi llorando Gaudi.
