One-shot: Despedida

Jacob POV

La imprimación había cambiado mi vida, todo lo que un día desee lo tenía, nunca envejecería, ni Renesmee lo haría y por siempre viviría feliz, pero hay algo que me oprime el pecho cada vez que veo a Bella. Sé que eso está mal, y que le debo respeto a Nessie y Edward.

Estoy seguro que necesitamos un adiós, una despedida, una despedida de lo que no hubo, o tal vez de lo insignificante para ella, muy significativo para mí.

Ella sabe que estoy aquí, puedo olerla, se va acercando con esa nueva gracilidad que a obtenido, abrió la puerta lentamente y me miró con esos ojos escarlatas…como extraño esos ojos chocolate con leche.

-Hola Jake ¿Por qué no tocabas la puerta?-masculló indecisa

Tragué en grueso, pensando a mil por hora lo que diría.

-Este…como veo que no está Edward quisiera hablar contigo si no te importa Bells-

Me miró por un instante -exhaló- me hizo un ademán para que ingrese a la casa.

-Todos se han ido a cazar, yo no tenía ganas, estoy satisfecha, bueno en realidad no- dijo sonriendo tímidamente.

Comencé a sudar y mi corazón palpitaba cada vez más rápido, la vampira se dio cuenta, pero no mencionó nada al respecto.

-Bueno, tu sabes lo de la imprimación…-

…-Si Jake y ya te dije que eso está bien y que lamento haberle roto la clavícula a Seth-me interrumpió

-No, no quiero hablarte de eso, tu sabes lo que hubo entre nosotros-

-¡No Jacob Black! ¡Nada hubo entre nosotros!-exclamó moviendo la cabeza con vehemencia

Me acerqué a ella, yo estaba temblando, pero no era el temblor como cuando me voy a convertir en lobo…esto es diferente…esto son nervios, sus ojos se abrieron como platos a la vez que retrocedía dos pasos.

-Solo quiero hablar Bella, déjame hacerlo-supliqué

Se aproximó lentamente hasta colocarse frente a mí, alzó el rostro hasta encontrarse con mi mirada.

-Tú quieres a mi hija, Jacob, a mi pequeña pateadora-masculló con su mirada perdida, absolutamente triste, como si algo le faltara.

-Es más que eso, ella es mi todo y mi nada- No sabía que decía, pero vi que eso la reconfortó y las comisuras de sus labios formaron una sonrisa… su sonrisa blanca, fresca, liviana… como cuando después de meses nos encontramos y me pidió ayuda con lo de las motos.

-¿Entonces cual es el problema?-

-Quiero decirle adiós a lo que queda en mí de tracción por ti- Su mirada voló hacia mis zapatos, si no fuera vampira creería que se había ruborizado.

-Ja…Jake, eres prácticamente mi yerno, esto…está mal- Ella lo había entendido, había entendido lo que quería hacer.

-Por favor – musité

Con una mano alcé su rostro y su perfecta simetría me aturdió, a la vez que su piel fría me estremecía, la sujeté con las dos manos y comencé a acercarme a sus labios, su respiración se tornó irregular, su aliento gélido me golpeó y me hizo reaccionar, vi el dolor que esta situación le provocaba. Le di un beso. En la frente.

Me miró sonriente y me dio un abrazo de oso que me dejó sin aire.

-Bells, hay, aprietas demasiado- vaciló en soltarme pero lo terminó haciendo.

-Eres un buen tipo, todo lo que deseo para Renesmee, gracias por ser mi mejor amigo, gracias por haber sido…mi segunda opción- se le quebró la voz al decir la última frase.

-Estamos enamorados hasta las patas- murmuré

-Tú eres el que tienes patas- dijo entre risas.

-Oh, vamos Bella no comencemos- atajé

-Pues sí hasta "las patas"- enfatizó lo último- y ahora somos familia ¿No?- preguntó

-Ahora no, siempre lo hemos sido-

No podía traicionarme, ni traicionar a Nessie, Bella no traicionaría a Edward ni a su hija. Definitivamente todo era como debía de ser, ella era mi mejor amiga y nos conocíamos mejor que nadie. Y gracias a su llegada a Forks encontramos nuestro destino.