Severus Snape, detective de la Unidad Anti-Secuestros. Un hombre solitario que tiene muchos fantasmas sobre su espalda. ¿Cómo reaccionara, cuando comience a soñar con una mujer que dice ser su Ángel Protector?. Es una historia sin magia, sin embargo no deja de ser un poco sobrenatural.
Todos los personajes y lugares le pertenecen a J.K. Rowling. Yo solo los uso para crear esta loca historia.
Este es mi primer Universo alterno asi que espero les guste. Como todas mis historias tienen un poco de drama, aunque esta sera un poco ligera.
La historia contara con 10 capitulos y actualizare cada semana, espero que no les moleste la espera, hare todo lo que pueda por apresurarme. Gracias de antemano. Saludos
¡He regresado!. Con los Sevmiones, estas historias son mi motor de vida ya que amo a la pareja, este capitulo esta creo extraño, espero no les aburra. Disfruten y si desean comentar lo acepto.
Este capitulo esta dedicado a Alan Rickman y a su cumplaños numero 70, el cual seria mañana, siempre estará en mi corazón y se que en el de sus seguidoras también, un lumus para el.
Capitulo 1: "Vida"
En unas instalaciones del escuadrón anti-secuestros, se encontraba un mundo lleno de personajes, hombres y mujeres, con personalidades dientes, quienes día a día, arriesgaban sus vidas, para defender a aquellos que lo necesitaban. Cada quien cuenta su historia.
Como por el ejemplo el jefe del mismo, un hombre serio, retraído e indiferente a todo lo que le rodeaba, se encontraba en esos momentos, merodeando dentro de su lugar de trabajo.
Raras veces abandonaba la oficina, pues siempre había un inocente al cual rescatar o un seguimiento de un caso que realizar, eso decía el cuándo el que se atreviera le preguntara sus motivos para no abandonar la sede del escuadrón.
Pocas personas en realidad se acercaban a el, solamente para darle un reporte o el dar órdenes, en realidad no convivía ni con su equipo ni con nadie.
El tenia una armadura de hierro, dentro de la oficina. Cosa que se acrecentaba cuando estaban en campo, nadie comprendía cómo ni ver a personas, baleadas o niños en manos de los malos, lo podrían quebrar, pues aun los mas experimentados, sentían algo en su estomago, cuando estaba frente a esas escenas. Sin embargo el no.
Para todo aquel que lo conociera, Severus Snape, era un total misterio.
El hombre en cuestión, caminaba por los pasillos de la sede de su escuadrón, iba con un andar serio e indiferente a todo aquel que lo rodeara, camino directamente al baño para mojar su rostro y despabilarse, pues como siempre había dormido en el sillón de su oficina.
Cuando termino de componerse, aunque fuera un poco, camino a la pequeña cocina y tomo una tasa grande de café, no le puso ni azúcar o crema, ya que a esa hora de la mañana con ese cansancio que tenia, algo dulce no le apetecía.
Siendo objetos de las miradas de los presentes, el hombre caminaba sin siquiera voltear a ver a los hombres a su alrededor, todos murmuran cosas, al respecto de su comportamiento, como el hecho de que no se iba, que no se quebraba, parecía no tener corazón, sentando acostumbrado a ese tipo de cotilleo, caminaba sin prestar atención.
Lamentablemente para sus colegas el tenia poco temperamento, además de que disfrutaba gratamente de hacerlos temblar con una mirada, asi que para diversión propia, los observo severamente, cuando se percataron de que habían sido descubiertos, se giraron de inmediato a realizar sus labores.
Sonriendo internamente, entro a su oficina para comenzar otro dia lleno seguramente de trabajo.
0o0o0o0o0o0o0o0o0o0
El condecorado detective, que con sus investigaciones, detenciones y operativos, había alcanzado el nivel de jefe de su escuadrón, citado alguna vez en la casa blanca, para recibir nombramiento del presidente de los Estados Unidos, tenia grandes fantasmas colgando de su cuerpo.
Muchos cuando lo veían, tenían dos opiniones, la primera era temor, pues su aspecto era de un hombre malhumorado, eso era para quienes no lo conocían.
Para lo que sabían, quien era, su impresión era de admiración, pues el hombre mas de una vez, había arriesgado su vida. Abogado de carrera, ingreso a las fuerzas del FBI, en la unidad antisecuestros, siendo eficiente desde el dia uno.
Aunque como todos había cometido errores ligados por la emoción, la adrenalina y con lo que cada uno de la fuerza luchaba dia a dia, el simpatizar con el caso. Aunque nadie lo creyera el detective Snape, tenia sentimientos, aunque claramente había aprendido a esconderlos.
Tomo de su escritorio, una libreta de cuero café, era pequeña, del tamaño de bolsillo, en la cual solo habían fotos, cada vez que la abría una parte de el, se emocionaba, pues sabia que esos eran buenos recuerdos, a pesar de la porquería que veía diariamente, siempre tenia un momento, para pensar que afuera, estaban personas, quienes realmente habia ayudado.
Junto a esa libreta se encontraba otra de cuero negro, esa por el contrario a la primera, tenia malos recuerdos, eran los momentos que a pesar de no ser los mejores, siempre tenia presente, ya que era una forma para el de mantenerse fuerte y firme para realizar su trabajo.
Las fotos que contenía, simbolizaban en algunos casos, errores y otros solo cosas del destino, hojeaba las paginas, recordando cada rostro, cada nombre, hasta que al final llego a las dos últimas.
Apretó su puño, esas eran las peores, la que por nada del mundo se podía sacar de la cabeza, pues esos dos rostros representaban, al símbolo de su mayor error como detective, por esas dos personas, estuvo a punto de renunciar, sin embargo reconsidero esa opción y al final decidió hacer lo que siempre hacia.
No mostrar emociones y ser firmes en sus labores, para de esa forma no volver a vivir lo de hace, 10 años.
El hombre guardo sus libretas, en un cajón a su derecha, masajeo sus sienes dispuesto a borrar esos recuerdos, odiaba tener esos pensamientos, sin embargo eran un mal necesario, pues era su forma de saber lo que debía hacer, para no volver a cometer errores.
Tomo un expediente de la fila interminable que tenia frente a el, leyó todo como siempre, de pies a cabeza, sin comprender como no podia atraparlos, ese en especifico era un caso especial, pues tenia un año abierto, además por su naturaleza le recordaba a ellos, su mayor cruz en toda su carrera.
El detective se la pasaba dias revisando todas la posibilidades sin encontrar una solución, saco el aire contenido en sus pulmones y soltó los documentos con algo de enojo, pero mas que otra cosa frustración.
Bebio de un trago el café, sabiendo que pronto necesitaría más. Continúo con su escaneo de caso abiertos, sin saber de cual les darían pistas mas rápido, ya que en todos tenían a agentes.
El solo quería acción en el campo, ya que estaba harto de estar encerrado, solamente que a diferencia de su casa, en la oficina al menos podría trabajar
El sonido de la puerta logro sacarlo de sus pensamientos, sin dar su permiso para que entraran esta se abrió, dejando ver a un hombre, de cabello canoso con barba, cosa rara en su lugar de trabajo. El hombre ni se molesto en subir la mirada pues sabia que solo una persona, entraba a su oficina sin antes recibir permiso.
- Severus,- dijo el hombre en forma de saludo aunque en ese momento sonaba molesto, el hombre de cabellos negros, hizo una mueca de burla al instante de escuchar su nombre, pues sabia que solo cuando estaba molesto lo llamaba de esa forma, ademas que era perfectamente consiciente del porque su supervisor estaba visitándolo.
- Albus,- saludo con ese tono seco, que lo caracterizaba.
- ¿Se puede como te fue en la sesión?,- Severus levanto una ceja, ante la pregunta, recargo su peso en la silla, mientras colocaba sus manos osbre su pecho, observando con la nueva postura al hombre de cabellos canosos.
- No nos hagamos tontos, se porque estas aquí,- afirmo mientras señalaba una solla para que se sentara.
- Hijo,- dijo mientras cerraba la puerta y suspiraba cansado, por alguna razón el siempre jovial Albus Dumbledore sentía que envejecía 10 años cada vez que hablaba con Severus y para su edad ya era decir mucho,- ¿Por qué faltas?,- cuestiono conociendo de ante mano la respuesta.
- No hay nada que le pueda decir a un niño, que haga que me ayude,- sentencio.
- Remus no es un niño,- suspiro el hombre,- tiene tu edad, ademas es el Psicologo de la unidad,- sentencio el hombre, aunque de ninguna manera Severus estaba de acuerdo con la apreciación de su superior.
- Para mi es un mocoso que quiere enterarse de los chismes de la oficina,- se burlo el jefe de la unidad.
- Sabes que es obligatorio una evaluación Psicológica y debes hacerlo con Remus,- el jefe de unidad solo levanto una ceja,- debes ir o te suspenderé,- esa afirmación pareció ser un chiste, ya que Severus rio.
- ¿Y quien resolverá los casos, Potter o Black?,- dijo sabiendo la respues, sabia que con eso su batalla estaba ganada.
- Sabes que eres necesario y sobrepasas los limites hijo,- afirmo Albus,- solo prométeme que iras, sabes como son cuando no cumples sus normas,- el hombre sabia que debia, pero no deseaba hablar con un Psicologo que conocia desde el colegio, sin embargo debia hacerlo.
- Lo hare,- sentencio. La jovial mirada de Albus renació en sus ojos, sonriendo se levanto de su silla.
- Y por favor, sal mas de esta oficina,- comento mientras sonreía, el solo negó con la cabeza.
- Hay mucho casos, fue y siempre era su respuesta. En ese instante como llamada de alerta, uno de los detectives entro a la oficina y dijo.
- Alerta,- dijo y como si tuviera un resorte, Severus se levanto, tomo su arma y camino a grandes zancadas hacia donde estaba Albus, cuando paso a su lado dijo.
- Trabajo,- momentos después aun con su expresión sin mostrar emociones, camino hacia donde toda a unidad salía, ya con sus armas colocadas en su lugar y poniéndose sus chalecos antibalas.
Cuando llego hasta la camioneta donde lo esperaba su unidad, les hizo una señal para que subiera, el por su parte cuando estuvo dentro se coloco su chaleco, aunque lo odiara ya había tenido problemas en esa pasado por dejarlo. Se giro para observar y ver con quienes iba. Todos se veían distraídos o mejor dicho estaban tensos por el lugar a donde iban, en cada operación los nervios siempre estaban presentes.
- Informen,- dijo a nadie en particular, solo esperaba que no se paralizaran por el tono de voz que uso. Un hombre tomo la palabra, era uno de los veteranos y sin duda, el no le temia como todos.
- Intento de secuestro a una menor de edad, en un restaurante, cerca de la zona escolar,- dijo sin mostrar sentimientos como siempre.
- Status,- pregunto fríamente, temiendo interiormente la respuesta.
- Rehenes,- respondió.
- Alastor,- llamo al detective que dio el informe, este levanto su rostro desfigurado,- lideraras al segundo grupo,- Longbottom,- dijo observando a una pareja, un matrimonio muy audaz,- iran conmigo al frente, Potter y Black iran con Alastor,- ordeno. Eran un equipo pequeño como todas las unidades, sin embargo eran muy eficientes.
Al haber asignado la forma en la cual entrarían en accion de ser necesario, el detective se sintió en ese momento dispuesto a poner su mente en blanco, ya que ese era su ritual antes de entrar en una operación de ese tipo.
Todos los detectives tenían su propio ritual, en los momentos antes de pner su vida en riesgo en un enfrentamiento, pues si bien es cierto que no siempre terminaban en fuego cruzado, es cierto que la mayoría de las veces ese era el resultado.
Algunos rituales eran silenciosos como el suyo o el de Alastor, que solamente veían a lo que parecía la nada, mientras que en otros eran discretos como el matrimonio Longbottom, ellos simplemente se tomaban de la mano y se daban ánimos de forma silenciosa, lamentablemente para el temperamento de Severus, existían detectives como Black y Potter.
Cuando giro su rostro para verlos, ambos tenían las manos unidas, uno al frente del otro y comenzaban a bromear con no morir frente a las balas, el detective Snape no pudo evitar rodar los ojos, evitando molestarlos como normalmente lo hacia, ya que el ritual de cada uno, era cosa personal y en eso ni siquiera el se metia.
Cuando al fin llegaron al lugar del intento de secuestro, bajaron de la camioneta, Severus iba al frente mientras que los de su equipo, detrás de el mantenían su paso, el lugar como era esperado estaba lleno de policías locales, lo primero que hizo como siempre saber la situación.
- Póngame al tanto,- dijo Snape cuando se acerco al policía que parecía ser el líder, el hombre lo observo con el ceño fruncido, notando su falta de cordialidad.
- Mujer de 16 años, fue tomada cuando acudió al sanitario, por el pasillo al fondo de locar, hasta ahora hemos captado a 3 hombres armados, uno mantiene de escudo a la joven, pero estimamos que hay mas delincuentes dentro,- Severus escucho cada palabra, sabiendo que la situación era complicada, camino hacia al frente observando que el equipo SWAT no habia llegado aun, maldijo internamente, ya que con cada minuto todo era peor, giro para ver a su equipo presentarse con quien le habia informado.
- Y el que no se presento,- dijo Alice Longbottom,- es nuestro jefe de unidad el detective Severus Snape,- como siempre ella presentaba al maleducado jefe, a pesar de tratar a su personal como lo hacia, esa joven siempre habia tenido algo que provocaba no gritarle, ademas de ser eficiente era sumamente leal, siempre mostrando preocupación por el, llegando al grado de en ocasiones cocinarle y dejando la comida discretamente donde sabia el guardaba sus alimentos, en la cocina de la oficina. Los llamo con un movimiento de cabeza, cuando su equipo estuvo a su lado les dijo.
- La situación es complicada, al parecer los secuestradores son novatos o no les importa morir, porque no han pedido nada, para dejar ir a la victima,- los cinco lo observaron,- asi que si no queremos que maten a la mujer, debemos entrar,- sentencio de manera franca, todos reaccionaron como se esperaba, asintiendo mientras Snape, caminaba al jefe de la policía soltándoles que cubrieran las entradas con ellos, el cuestiono si no esperarían al equipo SWAT, todos negaron recalcando la necesidad de comenzar a moverse de esa forma se dividieron. Severus fue el líder del primer equipo y Alastor del Segundo, dejando al jefe de policía a un grupo de apoyo.
El primer grupo de agentes, camino hacia la puerta trasera que era la mas cercana al baño, se movían rápido de la manera mas sigilosa posible, trataban de no hacer ruido para no alertar a los secuestradores, los otros dos grupo, ocuparon sus puestos, el liderado por Alastor fueron a la puerta delantera, y el de los policías locales, bloquearon el alrededor completo, de esa manera distraían a las personas del interior.
Abriendo la puerta con la punta de la pistola, ingreso el jefe de unidad, observando los alrededores, se puso a un costado, mientras el resto del equipo se ponía uno frente al otro, caminaron con paso lento, mientras buscaban a los malhechores.
Cuando vieron un pasillo dando vista a unas sombras, el detective giro su cuerpo para ver a sus compañeros y hacerles señales. Solo que antes de hacer un movimiento mas, escucho disparos y un fuerte dolor en la cabeza.
Cuando estaba en el suelo, sin haber perdido del todo la inconsciencia, vio a una persona delante de el, apuntándolo con un arma, lo ultimo que escucho fue un disparo y despues todo se volvió negro.
0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o
En un lugar, geográficamente lejano al lugar de los hechos de donde se encontraba Severus Snape. Mas especifico en un hermoso jardín, lleno de flores arboles, todo rodeado de un hermoso lago.
Una mujer vestida completamente de negro y lo que parecía a lo lejos ser un abrigo plateado, se encontraba sentada sobre una roca, viendo a la nada, mantenía sus manos entrelazadas en sus muslos, no parpadeaba no se movia, simplemente mantenía su postura, con su mirada penetrante al espacio.
De pronto unos pasos delataron la presencia en el hermoso lugar, la mujer ni se inmuto pues conocía perfectamente quien era el único con el valor de interrumpirla, en sus momentos de "vigilancia".
Ella continuo seria e impasible hasta que la nueva presencia resoplo, ella entrecerró los ojos, pues odiaba perder la concentración, mientras su compañero no tan silencioso, continuaba provocando ruido, ella supo sin lugar a dudas que su tiempo en paz habia terminado.
Giro su cabeza en dirección de su querido amigo, con su mejor mirada intimidantemente agresiva, este tuvo la decencia de encogerse de hombros sabiendo que como siempre la habia interrumpido.
- ¿Vigilando?,- cuestiono, la mujer de cabellos castaños, con rasgos pálidos asintió sin decir una sola palabra,- ¿No crees que deberías descansar?,- pregunto tentándola, ella solo negó y se puso de pie, caminando lentamente a su compañero.
- La pregunta correcta es, ¿No deberías estar tu vigilando?,- el hombre de cabellos negros negó.
- No es tan importante,- fue su respuesta, por la parte la mujer de cabellos castaños, frunció el ceño.
- ¿No es tan importante?,- repitió en forma de pregunta lo dicho, por el hombre,- claro que lo es,- casi grito,- es nuestro deber,- sentencio.
- Claro que lo es,- respondió,- solamente que al grado en cual lo haces tu no,- debatió lo dicho por la mujer.
- Debemos ser precisos y no perder pista de ellos,- contraataco,- son nuestro trabajo, darles la mejor y vida, siendo lo mas importante su protección,- seguía rebatiendo,- no podemos dejarlos solos, podría pasarles algo,- lo ultimo lo exclamo con la mirada baja.
- Encerio Hermione,- dijo el hombre,- debes ordenar tus prioridades,- ambos se observaron, ella aun molesta.
- Yo solo digo que debes ser mas cauto, es peligroso dejarlos sin vigilancia, sabes lo que pasaría si ellos,- callo,- bueno ya sabes si no estamos para ayudarlos,- termino su argumento.
- De todas formas,- agrego el joven,- siempre sabemos cuando algo les pasa,- ella por su parte asintió, sabiendo a lo que se refería,- y dime ¿Quién se pone mas en peligro?,- pregunto, ella bufo cruzando los brazos.
- Deja de ser tan inmaduro,- le grito antes de darle la espalda, sin embargo su desplante fue detenido por una sensación que conocía a la perfección, de inmediato su compañero dejo de reir, este se acerco para tomar su hombro, ella por su parte sostenía su hombro y cabeza,- Harry,- susurro el nombre del hombre frente a ella, antes de desaparecer. Este solo sacudió la cabeza, preocupado por ella, ya que odiaba en ocasiones que se tomara el trabajo demasiado personal.
0o0o0o0o0o0o0o0o0o0
En una habitación completamente blanca, posaba en el centro una cama pequeña, a los alrededores de esta, sonaban y brillaban, algunas maquinas, todas conectadas al hombre que descansaba
Una figura apareció en el lugar, quedándose estática al notar el sitio tan conocido donde se encontraba, ella sabia claramente el porqué fue llamada a ese lugar, no debia ser un genio, pues solo existía un motivo para haber sido solicitada su presencia.
Camino lentamente hacia el centro de la habitación, preguntándose quien había sido, cerro los ojos ya que siempre temía por ellos, pues cuando le dijo a Harry que eran su responsabilidad, hablaba muy enserio, suspiro pensando que en realidad, esa acción era una costumbre, pues no había aire que retener en ella.
Cuando por fin abrió los ojos, frunció el ceño, mientras decía.
- ¡Otra vez tu!,- negó con la cabeza,- de verdad cuando será el dia que no te pongas en peligro,- continuaba su monologo,- no aprenderás hasta que mueras, y en ese punto sera demasiado tarde,-aunque el motivo que la llevo a estar a su lado, no la alentó del todo. Observo los rasgos serios y se preguntaba el porque siempre terminaba como ahora, ya habia muchas ocasiones en las que lo visitaba y otras solo lo vigilaba, cada dia eran mas las ocasiones en las que su vida estaba en riesgo.
Camino alrededor de la cama, esperando el momento, de ser regresada sola o acompañada, aunque una parte de ella, esperaba la primera opción, no comprendía porque, pero ella siempre había creído que no merecía morir, pues el si era una diferencia, hacia cosas que ningún otro, eso lo sabia ya que vigilar le enseñaba mucho de todos a los que protegía
Asi que antes de continuar con ese hilo de pensamientos, los cuales no la llevaban a ningún lado, decidio hacer lo que siempre se hacia en esos casos esperar. Camino de un lado a otro, observando a su protegido, ese era el nombre que ella les daba, sabia que no podia perderlo de vista, asi que se mantuvo atenta, cada movimiento, gesto o sonido que salio de su cuerpo, fue percibido por Hermione.
Lo único que logro sacarla de su enfoque, fue el sonido de la puerta, anuncando una visita, en el momento en que levanto su rostro, vio al hombre que mas risa le causaba, desde que comenzó a vigilarlo, el tenia algo que provocaba una extraña sensación en ella.
El hombre de cabello canoso y barba e iguales circunstancias, se acerco a la cama, con claros signos de preocupación reflejando sus ya maduros rasgos, permaneció unos minutos de pie a lado de la cama, hasta que pareció encontrar su voz.
- Hijo,- suspiro,- ¿Por qué siempre te haces esto?,- pregunto con nostalgia,- se que tienes muchos fantasmas, como todos por ello, no debes dejarte vencer, debes superarlos, avanzar y ser feliz,- continuaba el hombre, después quedo en silencio unos minutos,- espero te recuperes,- dijo viendo a los ojos al paciente,- despierta Severus,- pidió antes de que las maquinas, conectadas al detective, comenzaran a sonar, provocando que en las pantallas, marcaran líneas interminables, el hombre se levanto para buscar ayuda. Mientras que Hermione supo que era el momento, sin embargo a pesar de estar preparada, eso no evito ser sorprendida.
- ¿Quién eres?,- pregunto una voz en tonos fríos, ella pego un brinco, levanto la vista para ver al hombre de cabellos negros. Cuando pareció recobrar la cordura respondió.
- Soy tu ángel protector,- sentencio fríamente.
