Summary completo.
No había nadie que no estuviera al tanto de la gran noticia, era el chisme del momento. El arrogante Sasuke Uchiha y la tímida Hinata Hyuga, la pareja más rara que haya conocido el instituto, ha roto durante las vacaciones de verano. Para muchos es motivo de alegría el verlos por fin separados, pero para otros es de preocupación. Ambos se comportan de manera extraña desde que iniciaron las clases. Lo que conlleva a que sus respectivos amigos quieran indagar sobre la verdadera la razón de su ruptura.
Al parecer, la razón es peor de lo que muchos se imaginan.
Naruto no me pertenece.
Capítulo 1:
Sobre su cama se encontraba su uniforme del instituto. Perfectamente lavado y planchado. Listo para ser usado en su primer día de clases. Algo, que al parecer no entusiasmaba mucho a Hinata Hyuga. Pues permaneció varios minutos inmóvil, sentada al borde de su cama mirando al vacío. Ajena y totalmente indiferente a lo que ocurriese a su alrededor. El constante "tic-tac" de su reloj de mesa llegaba a sus oídos amortiguado, como si hubieran puesto una almohada sobre este. Los minutos pasaban y el tiempo se deformaba en su cabeza. Su cuarto se encontraba totalmente en penumbras, era algo casi psicodélico, como si estuviera adentro de un sueño. Tal vez… aun dormía. Ojalá aun lo hiciera.
Finalmente, cuando sus pensamientos se aclararon y se percató de lo atrasada que estaba, procedió a vestirse. Cuando estuvo lista, se dirigió a la habitación de su hermana para despedirse. Al ingresar a esta, le hizo un poco de gracia verla con toda la cama desecha y con un hilo de baba en la boca. Hanabi siempre había sido inquieta al dormir. Pero siempre dormía bien y eso la tranquilizaba. Era relajante contemplarla, pero debía irse. Hinata beso cariñosamente la frente de su pequeña hermanita y se retiró. Ese pequeño gesto siempre le daba fuerza para empezar un día difícil. Pero hoy, no estaba segura si eso le bastaría.
—¿Y si no viene hoy, Ino? Tal vez falta por ser el primer día de clases —inquirió ansiosa una bella pelirosa de ojos jade, que recargada en una de las tantas ventanas del salón, observaba la entrada principal del instituto.
—Sasuke nunca falta a clases —la irritación era palpable en la voz de la Yamanaka, quien se encontraba al lado de ella, solo que sentada en la silla de su respectivo pupitre— ¡Y por dios Sakura!¡Deja de asomarte cada tres segundos por la ventana y siéntate de una vez!
—¡No me grites cerda! —pero de todos modos se sentó, su pupitre se encontraba al frente del de su amiga—Es que… pienso que podría ser diferente esta vez.
El ceño de Ino se frunció levemente, creía saber a lo que se refería.
—¿Lo dices por su ruptura con Hinata? —Sakura bajó ligeramente la mirada. Había acertado.
— Sí —un breve suspiró escapó de sus labios— creo que Sasuke… podría estar afectado por su rompimiento con Hinata y por ello no venir hoy, pues ya sabes, rompieron hace apenas una semana. Y bueno, su relación fue…
—Intensa —finalizó Ino— Nunca había visto a Sasuke así con ninguna otra chica.
Aquellas palabras hirieron el orgullo de la Haruno, quien desde pequeña había estado enamorada del Uchiha. Aún recuerda el día en el que se enteró de que él salía con Hinata. Su corazón se rompió en mil pedazos y no pudo parar de llorar por varios días y cuando ya no hubo más lagrimas que derramar, la amargura y el dolor menguaron considerablemente su particular personalidad alegre. Ino constantemente le decía que parecía una zombi. Fue época angustiante, porque nunca pudo acostumbrarse a ver a Sasuke y a Hinata juntos. Lo único que pudo manejar de mejor manera con él tiempo es la ansiedad y dolor que sentía cuando tenía a Sasuke cerca. Había conseguido un cierto nivel de indiferencia hacia él, y aunque este era bastante superficial, era crucial en ciertas ocasiones, como cuando se cruzaban en los pasillos. Si no hubiera logrado controlar sus nervios como lo hizo, cada encuentro con Sasuke sería como una puñalada en el pecho.
—Me pregunto por qué Hinata habrá terminado con él —se preguntó la Yamanaka, interrumpiendo los pensamientos de su amiga— Aunque pensándolo bien…estos últimos meses se veían algo distanciados —la rubia pareció meditar unos segundos, posteriormente, se levantó con gran determinación de su asiento— Debería hablar con Kiba, él seguro sabe la razón de porque han termi…
—¡Agh, ni se te ocurra cerda! —chilló Sakura, mientras tironeaba de la camisa de Ino para devolverla a su asiento— No tienes por qué preguntar ese tipo de cosas y menos a él.
—¡Pero frentona! —la Yamaka posiciono sus manos sobre los hombros de la pelirosa— Kiba es el mejor amigo de Hinata, él seguro sabrá la razón de su ruptura, además encuentro más probable que él me lo cuente a que lo haga su otro amigo, ese, el rarito, el que nunca habla.
—Se llama Shino, Ino —respondió Sakura, masajeándose las sienes— Y no te haría mal seguir su ejemplo, por lo menos por un rato. Créeme, la comunidad te lo agradecería.
—Ay mi querida Sakura, admite que te morirías de aburrimiento sin mis chismes.
—Como sea —"la maldita tiene razón"— No quiero que vayas a hablar con él ¿vale?
La Yamanaka pareció decepcionada.
—Está bien. Pero si por azares de la vida llego a enterarme de algo al respecto. No te contaré, aunque me ruegues Sakura. Aunque me ru-e-gues. ¿Entendido?
Sakura no pudo evitar rodar los ojos con fastidio.
—Ino, eres una chismosa compulsiva —extrañamente su tono sonaba como aquellas personas que lidian con adictos al alcohol, le hizo un poco de gracia— Me lo dirás todo apenas te enteres, ahora si me lo permites, iré al baño antes de que llegué Kakashi-sensei. — a continuación se levantó de su asiento y se alejó.
—¿No quieres que te acompañe frentona? —le gritó Ino por encima del bullicio del salón.
—¡No! —le gritó devuelta Sakura, mientras giraba el pomo de la puerta. Estaba muy nerviosa y necesitaba estar sola—Solo…¡quédate ahí!
Y salió.
Pero apenas da un paso fuera del aula, choca de lleno contra alguien. Hubiera caído por el impacto, pero fue estabilizada inmediatamente por la otra persona. Al levantar la mirada, sus ojos jade se vieron reflejados en unos hipnóticos ojos oscuros. La mandíbula de Sakura empezó a temblar. Sus barreras caían. Y nuevamente, su pecho se desgarraba. Un afilado cuchillo se hundía una y otra vez en su pecho. Sasuke Uchiha paso a su lado, sin decir ninguna palabra.
Kakashi caminaba tranquilamente por los pasillos del instituto. Y aunque ya había pasado una hora desde que debía haber empezado sus clases, se negaba entrar a su salón. Sentía un cosquilleo molesto en la cabeza, como si tuviera que hacer algo, así que decidió deambular por el recinto para ir tanteando ciertos lugares y ver si recordaba algo. Estuvo de ese modo hasta entrar a la oficina de dirección. Un chico rubio y de contextura atlética, se encontraba en la zona de espera, con los brazos cruzados y el ceño fruncido. Y algo hizo "click" en la cabeza del peligris, e inmediatamente se acercó a una gaveta y sacó una carpeta de la cual retiro un documento. Ahora entendía todo, sonriente se acercó al muchacho que esperaba.
—Ah…así que eras tú lo que se me estaba olvidando —dijo perezosamente el Hatake mientras se rascaba la nuca— Eres el chico nuevo —y solo para verificar hojeo una vez el formulario— Vaya eres de Yokohama…¿vida difícil eh?
El chico rubio levanto la mirada. Oh, algo no iba bien. Unos furiosos ojos azules estaban acribillándolo ¿había dicho algo inadecuado?
—¡Maldito viejo! —el chico se levantó de un salto y lo tomo por las solapas de su camisa— ¡Llevo dos horas esperándolo! ¡¿Cómo pudo olvidarme?!
"Definitivamente es de Yokohama" pensó Kakashi. —Oye, oye cálmate…solo fue un percance causado por un error de papeleo. —dijo el Hatake, sonriendo nerviosamente. El chico tenía un agarré fuerte — Suéltame y te guiare a tu salón Naru…Naru…— maldita sea, había olvidado su nombre apenas leerlo, la senilidad estaba llegando a su vida.
—¡Naruto Uzumaki! —bramó el rubio, salpicando con saliva la cara del peligris.
— Sí, sí, como sea— respondió el Hatake, mientras sacaba un pañuelito desechable y se limpiaba el rostro, pero su alumno aun no desistía del agarre— ya suéltame Naruto, soy tu profesor y estoy perdiendo tiempo de clases por tu culpa.
El chico entrecerró los ojos, pero finalmente lo soltó (de muy mala manera, por cierto). Kakashi trato de arreglar las arrugas de su camisa.
— Vaya… estos chicos de hoy. —suspiró teatralmente, esto era demasiada emoción para ser el primer día de clases — Venga Naruto, sígueme, es hora de comenzar.
Hola! Este es mi primer fanfic del fandom de Naruto, espero que les haya gustad, a mi me gusto escribirlo.
El próximo capitulo posiblemente estará este otro fin de semana :)
