Hola! aquí dejo esta historia que se me ocurrió un día con mis amigas, espero que les gusten.
Los personajes de Inuyasha no son míos sino de Rumiko Takagashi.
Lazo
Una joven de dieciséis años se encontraba en su habitación, haciendo su mochila para volver al Sengoku, tenía que guardar, ropa, comida, medicinas, sus libros, crayones , cuadernos para dibujar y mas.
Para su suerte su mamá estaba en todo y le facilitaba las cosas.
Una vez lista se despide de ellos, para saltar en el pozo que conecta a las dos épocas.
Todo iba bien, la luz rosa pálido que destella al saltar, el azul que muestra el pozo.
Al salir tira su pesada mochila que pesaba más que ella, para salir ella, suspira cansada por el esfuerzo de salir de ese pozo.
Se lleva una gran sorpresa al ver el lugar lleno de árboles, había más que antes, no le toma importancia y camina para la dirección de la aldea de la anciana Kaede, pero no encuentra nada solo un descampado, se asusta al pensar que pudo ser atacada por unos demonios o por Naraku.
Camina por el descampado, pero no ve nada, no había signos de que haya habido una pelea ni nada por el estilo.
Decide ir al rió próximo donde debería estar la aldea, para su suerte lo encuentra, se sienta bajo la sombra de un árbol para pensar que podía haber pasado.
Tan perdida en sus divagaciones estaba que no se dio cuenta, que a unos pocos metros se encontraba una Youkai.
-ah…-suspira-¿Dónde estoy? ¿Donde están los muchachos?-se cuestiona en voz baja.-esto solo me pasa a mi...-se pierde en sus pensamientos hasta que escucha un grito de dolor, se levanta rápido buscando con su mirada el lugar donde gritaron, al encontrar un árbol un poco más grande que los otros ve a una Youkai, con los ojos cerrados sosteniéndose el vientre, respirando entrecortado.
No lo duda y se acerca hasta ella, pero al estar unos pasos de distancia la Youkai la mira con sus ojos rojos, sacando los colmillos, gruñendole, retrocede dos pasos.
Junta un poco de valor-¿Qué le sucede?-le pregunto.
-grrr-suelta un gutural gruñido,frunció el ceño, pero otro grito salió.
-por favor dígame qué le pasa a si le ayudo-se ofreció la pelinegra.
-grr... no necesito tu ayuda niña…corre a tu aldea…-rechazo, se retorció de dolor, pero en un momento se pone pálida cayendo inconsciente.
La pelinegra no lo dudó dos veces y se acerca para revisar a la mujer, pero no le vio daños, quita una cosa afelpada de su vientre y se encontró con que ella estaba embarazada, al parecer iba a dar a luz dentro de poco y estaba sola en el bosque…¿Dónde estaría su esposo?¿porque esta sola?.
Vio como la mujer Youkai hace gestos de molestia, usa un poco de su poder espiritual sólo para calmar un poco su dolor teniendo cuidado de no usar más de la cuenta, la Youkai se tranquilizó.
Al pasar dos horas la mujer abrió los ojos lentamente viéndose recostada en algo muy suave de color azul y tapada con una manta blanca y su cola como almohada, se levantó encontrando a la humana que se le había acercado antes de desmayarse estaba ahí al lado de una fogata, cocinando unos pescados.
Ahome se dio cuenta que la mujer se despertó-¿se siente mejor? ¿Necesitas algo? ¿Como se llamas? ¿Porque esta sola?...-le cuestiono con su innata curiosidad.
La mujer la mira aturdida de tanta preguntas y de la contracciones que tenía-¿por qué...estás aquí?-le preguntó jadeante.
-por que esta mal y necesitas ayuda...-
-no la quiero...-le dijo.
-pero si no te ayudo podría pasarle algo al bebe que llevas dentro...-señaló haciendo un gesto a su vientre.
-hum...-dijo resignada dándose cuenta que la humana tiene razón.
-ten-ofreció una taza tè.
-no quiero nada tuyo humana-
-Ahome...me llamo Ahome y este té es para que se te calme un poco el dolor...la anciana Kaede un día me dijo que sirve para estas situaciones, la hierbas que use...-le informo.
-hum-voltio su rostro con una mirada arrogante y un gesto infantil en su bello rostro pálido.
-si no lo tomas sufrirás más dolor...-le regaño, su tono fue molesto al ver lo terca que podía ser esa mujer-piensa en tu bebé...-señaló para ver si así logra algo.
De mala gana le saco el té, para tomarlo desconfiada pero luego se da cuenta que su cachorro se calma .
-¿cual es tu nombre?-pregunto con curiosidad Ahome.
-Irasue-respondió con su voz suave y clara.
-¿porque estas sola en el bosque? y más en ese estado...-
La mirada de la Youkai su torno triste al recordar el motivo-no te interesa humana...-
-me llamo Ahome...-
-hum no me interesa humana-replicó belicosa.
-pues a mi si porque mi madre me puso ese nombre con mucho amor...-le respondió para sonreír al recordar a su mamá.
Irasue vio la sonrisa llena de calidez y amor que la muchacha humana hizo al recordar a su progenitora, como le gustaría a ella ver a su hijo reír así.
-amas a tu madre...-le dijo más como una afirmación que una pregunta.
-si ella es todo para mi...ella sola me crió a mi y a mi hermano cuando mi padre nos abandono...-dijo con un tono amargo y melancólico.
-¿sola?-pregunto incrédula, ya que la hembras humana son dependientes a sus machos para sobrevivir.
-si es una gran mujer muy fuerte, honesta, honorable, de buen corazón y una muy buena madre, no se que seria de mi sin ella...-dijo con su voz llena de orgullo.
-¿y porque no estas con ella en este momento?-le pregunto.
-por que ella esta en la otra época-Irasue la miro confundida por el comentario.
-¿época?-
-yo no soy de esta época, vengo de hace más de quinientos años en el futuro...-vio que la mujer la mira como si estuviera loca-cuando cumplí quince el pozo que estaba sellado en el templo de mi familia se rompió, una youkai ciempiés me arrastro hasta el otro lado del pozo encontrándome en este tiempo. Se me extrajo la perla de Shikòn de mi cuerpo, para apoderarse de ella, pero no tuvieron éxito, luego sin querer yo...-se interrumpió avergonzada-la rompí y comencé un viaje con unos amigos-finalizó mostrándole los trozos de la perla.
Irasue la miro pensando en lo dicho fijándose en el trozo de la perla dándose cuenta que es genuina y sus ropas extrañas al igual todo lo que tiene, aceptando que ella no es de este lugar.
-ya veo...-
-¿quieres comer algo?-
-no solo quiero descansar...-dijo y dio por terminada la charla, se acosto y quedo profundamente dormida.
A la mañana siguiente Ahome se despierto por los gritos de dolor de Irasue.
-¿que sucede?-exclamó asustada.
-voy...a... dar... a luz-respondió con su voz entrecortada.
El rostro moreno de Ahome, perdió un tono quedando pálido-!Hay! ¿Dios que hago?murmuró desesperada.
-trae agua tibia y algo para...apoyarme y... recibir al cachorro...-logro ordenar con su voz entrecortada.
Ahome siguió sus instrucciones, acomodo a la mujer para que pueda pujar, Ahome ayudo en todo lo que pudo, esa experiencia que vivió era única, logro ver como una cabecita va saliendo.
-puja un poco más que ya sale...veo su cabecita- animo un poco nerviosa y emocionada, la mujer asintió y siguió pujando hasta que se escucha un llanto.
Ahome tom en brazos al niño para lo envolvió con una toalla blanca que tenía y se lo dio a Irasue, la pelinegra uso un poco de su poder espiritual para calmar el dolor de ella.
-sh...no llores -dijo Irasue con su suave y cantarina voz, miro con amor al niño que tenía en manos.
-es muy hermoso...¿como le va a poner?-le pregunto mirando al niño que en ese momento tenía los ojos cerrados, dos rayas en sus mejilla color violeta, una luna morada en la frente y un pompón que sería su cola-.
-...hum-murmuró pensando mientras examina a su cachorro-Sesshomaru...se llamara...-dijo para depositarle un beso.
Ahome se sorprende al escuchar ese nombre igual al del medio hermano de Inuyasha.
-¿por qué esa cara? ¿Que no te gusta? es nombre de Youkai-se burló la mujer.
-no es eso es igual el nombre al de un Youkai que conozco a parte es muy parecido ese niño-murmuró distraída pensando el parecido.
-pues lo dudo porque lo acabo de inventar...-le informo la mujer arrogante.
-no se, pero es raro...-
-tal vez conoces a mi hijo de otra época..-reflexiono Irasue.
-hum tal vez dígame... usted conoce a un tal perro llamado Inotaishi o algo así-la mujer la miró anonadada.
-si, y es Inutaisho el es mi macho...-le corrigió.
-Ah?!-eso la sorprendió-¿el esta vivo?-
-si-
-entonces estoy años atrás de donde lo conocí al Sesshomaru grande...-
-¡ah!..-gimió de dolor la mujer sintiendo como se desgarraba algo en su interior, comenzó a sangrar en su parte intima.
-¿que le sucede?-preguntó alarmada acercándose a ella.
-nada...solo moriré...-respondió, su rostro reflejaba dolor pero sus ojos enormes y miel brillaban sabios con una enorme ternura y amor al posarse en el pequeñín que estaba en su brazos haciendo muecas.
-!¿qué?¡-exclamó alterada y preocupada. ¿como puede decir algo así a la ligera?
-tranquilizate... yo ya lo sabia...toma-le dio al pequeñín -cuídalo... de todos y de su padre...no lo abandones...-pidió en un murmullo, le dedicó una mirada más a su pequeño y sonrió débilmente, dejando que su vida salga de su cuerpo ahora inerte.
-Irasue...-llamó con voz apagada Ahome con el niño en brazos que no paraba de llorar-Irasue- la movió un poco viendo que ella murió dejando que sus lágrimas salgan sin control-¿que será de ti?-preguntó mirando al niño que lloraba-ah...-suspiró recordando lo que le dijo la mujer, le dejó a su hijo, para que ella lo cuide y de su padre...-yo te cuidaré -le prometió.
Miro como el niño la miraba con sus ojitos igual que su madre llenos de lágrimas. Una vez que Sesshomaru se durmió Ahome enterró a Irasue como pudo colocando unas hermosas flores.
Una vez listo se siento mirando la llamas de la fogata pensando que hacer ahora, donde ir, como cuidaría a este niño.
Se acuesto en su futón y se quedó profundamente dormida.
Pasada la medianoche el llanto del bebé demonio la despierto, tuvo que tomarlo en brazos para mecerlo un poco y tararear una canción logrando que se duerma. Así paso toda la noche entre los llantos de Sesshomaru.
A la mañana siguiente se levantó guardando todo en su mochila y se la acomodo en su hombro, tomó con delicadeza en brazos al niño así ir a una aldea o un lugar seguro para estar.
El niño era muy callado pero también lo tenía de llorón cuando había algo que le incomodaba.
-ya...ya...Sesshomaru... cálmate que te quedaras sin pulmones-le dijo y deposito un beso en la frente.
-hmm-le respondió haciendo un leve puchero se acomodó más en los brazos de la joven buscando su calor.
Cuando el sol se posó en lo más alto, Ahome decidió descansar y pensar en que le puede dar al niño para que coma, según ella sabe necesita de la leche materna.
-¿que te daré para que comas? ¿Eh?-le preguntó juguetona, miro a Sesshomaru que emitía ruidos.
Se sumió en sus pensamientos buscando una solución, tan perdida estaba en el hilo de sus pensamientos que no se dio cuenta que un Youkai, se posicionó frente a ella.
-humana… ¿que hace con mi cachorro?-preguntó la voz grave y profunda del hombre moreno, la sacó de sus cavilaciones de un golpe.
-¿eh?-pregunto pérdida parpadeo un par de veces, le dio una mirada larga y lenta, escrutando el hombre que tiene enfrente, alto de un buen porte arrogante, unos profundos ojos miel tan penetrante que le quitó el aliento, debajo de unas cejas salvajes y gruesas, su piel morena resalta su atractivo y esos ojos, una rayita tiene en cada lado de sus mejillas, el cabello es de color plateado largo y lacio, estaba sujeto en una cola alta.
-¿que haces con mi cachorro?-repitió con obvia irritación.
Ahome echó una mirada a Sesshomaru-ella me lo dio...-susurro.
-¿quien?-
-su madre Irasue...-
-¿donde esta?-espetó, su voz tajante imito a un látigo.
Ahome agacho la cabeza apenada-murió luego que dio a luz...-se permite derramar una lagrima que callo en la frente de Sesshomaru, este la miró sin entender.
Inutaisho se quedó paralizado, su mujer se murió y él no estuvo allí, ni vio nacer a su hijo.
-entregamelo-ordenó aun asimilando el hecho.
-no-
-que me lo de-repitio colérico.
-no-lo desafió agarrando mas fuerte al niño.
Inutaisho cansado, se acercó y le sacó a Sesshomaru ocasionando que éste llore como queja.
-no dámelo...el esta a mi cargo-le exigio Ahome levantándose.
-no es tu obligación-
-sí, porque la Señora Irasue me pidió que lo cuide de todo y de usted que no lo abandone...se lo prometí-señaló, estiro sus delgados brazos para agarrar al niño.
-no tienes por qué cumplir con esa obligación-replicó obstinado, intento de mantener bien a su hijo que se removió para salir de sus brazos e ir a los de la mujer.
-si yo se lo prometí y cumplo con lo que me piden...no lo dejare solo yo quiero cuidar de él...-dijo firme sin un ápice de duda.
El demonio se percató de la determinación de esa mujer molesta y la ternura con la que mira a su cachorro, renuente entregó al pequeñín en los brazos de esa pequeña y morena mujer viendo como dejo de llorar para acomodarse.
-Vamos-ordenó entre dientes, comenzó a caminar rumbo al Oeste.
-¿a dónde?-preguntó anonadada.
-a mis tierras ¿o que piensas que te dejaré aquí con mi hijo?-espeto brusco,la miró de reojo con sus ojos miel llenos de frialdad.
Ahome solo lo siguió de vez en cuando le cantaba al niño para que no llore, pero ya no funcionaba el necesitaba alimentarse.
-haz que se calle-pidió exasperado.
-no puedo tiene hambre-replicó molesta por el demonio que tenía enfrente.
-pues alimentalo-
-no puedo, no tengo con qué, necesita leche materna y yo no tengo-le informo sarcástica.
-ya veo...-murmuró pensativo, posó sus ojos miel en su hijo una vez y cambio de rumbo.
-¿a donde vamos?-le pregunto siguiéndole.
-a una bruja para que nos ayude-
Caminaron por unas horas, Ahome estaba sorprendida por los pulmones de Sesshomaru no se cansaba de llorar.
Al llegar a una cueva llena de calaveras, Inutaisho llamó a la bruja.
Una anciana de cabellos largos color violeta, ojos negros como la noche y con una gran verruga en su nariz apareció de entre las sombras.
-¿que quieren?-pregunto de forma altanera.
-su ayuda que más-respondió frió Inutaisho. Se irguió con arrogancia remarcando su altura.
-¿quien es usted?-le preguntó la anciana mujer enarcando una ceja fina.
-Inutaisho el Señor de las tierras del Oeste-le respondió sonriendo con burla a ver como la bruja palidecía al darse cuenta con quién trataba.
-¡Oh! Señor-dijo dando un respingo,le hace una reverencia-¿que necesita?-
-saber como puedo alimentar a mi cachorro-señaló el bulto en los brazos de la pelinegra.
-un Hanyou-susurro para si.
-no es un Yokai-la corrigió tajante.
-pero ella...-murmuró mirando a la pelinegra.
-no es la madre... ¿me va ayudar o no?-explicó perdiendo la paciencia.
-si...-asintió torpemente, se acercó hasta Ahome con intención de tomar al pequeño, pero ella lo sujeta más fuerte mirando con sus castaños ojos llenos de desconfianza-déjeme examinarlo...-le explico.
Ahome miro a Inutaisho, asintió suavemente para que se lo dé, de forma dudosa se lo entrega con sumo cuidado, Sesshomaru miro de mala ganas a la bruja, moviéndose para que lo suelte.
-al parecer tiene un día de haber nacido...-murmuró devolviendo al cachorro.-necesita leche materna para sobrevivir-
-¿como hacemos para conseguirla?-cuestionó el oji dorado.
-no se puede...-comenzó pronunciar hasta que vio como el Youkai le dedicó una mirada con una velada amenaza, dándole a entender que le dé una solución si no quería morir-pero...hay una solución... un conjuro puedo usar para que esa joven-agrego rapido mirando a la pelinegra-pueda amamantarlo hasta que el ya no necesite más...-Ahome se horrorizó al imaginarse amamantando a Sesshomaru...
Inutaisho se percató de su reacción, entendiendo-no hay otra solución?-
-no... Solo son una semana y media nada más...eso necesita un Youkai...-le explico.
-¿qué piensas tú?-le preguntó el hombre moreno a la pelinegra.
-yo...-balbuceo indecisa viendo al niño-yo... no se...-
-mira que si el niño no se alimenta con la leche materna morirá...solo son una semana y media-le recuerdo la bruja.
Se mordió el labio inferior, miró al pequeño Sesshomaru, suspirando resignada-...esta bien...-
La anciana bruja sonrió de una manera desagradable, como un gato que atrapó al ratón.
-¿esta segura que no se puede otra cosa?-pregunto Inutaisho que no le pasó desapercibido, se acercó amenazante mostrando sus garras a la bruja.
Al ver el veneno y la mirada asesina del demonio la bruja trago fuerte-em si, le dan un brebaje que puedo preparar...-retrocediendo.
-pues hágalo si no quiere morir-mordió cada palabra con puro veneno.
-s...Si-entro rápido a su cueva para preparar el brebaje.
Al cabo de unos minutos apareció la bruja con un pote lleno de brebaje-esto le dura dos semana...-entregándolo al demonio.
-pruébelo...-ordenó desconfiando de la mujer llena de arrugas.
-¿he?-lo miró desconfiada.
-que lo pruebe-repitió entre dientes. Esa maldita mujer supo sacarlo de sus casillas con sus artimañas.
La bruja lo hizo mostrando que no pasara nada si el niño lo bebe.
-bien-lo tomó y lo guardo-vamos-dirigiéndose a Ahome.
Tardaron dos días en llegar al castillo del Oeste, Inutaisho mando a que preparen una habitación para la muchacha y su hijo.
Una vez que Ahome se acomodo en sus habitación alimenta al niño con el brebaje.
Sesshomaru hizo unos gestos de asco-un poquito mas y listo...-lo animo Ahome con una sonrisa por sus gestos.-listo...-le limpio el resto del liquido que quedo en su boca-ahora vamos a dormir...-acuno a Sesshomaru en sus brazos para arrullarlo con una canción.
Siempre hay que buscar lo que anhelas más
goza en plenitud lo que Dios te dio
puedes creer tú, siempre te seguiré
puedes traer luz donde no la hay.
Lo meció suavemente mientras contemplaba como él se acurrucaba más en sus brazos soltando un bostezo.
Siempre hay que buscar, la vida es así
es una inquietud que yo siento en mí.
Debes saber bien lo que buscando estás
solamente así tú lo encontrarás.
Lo acuesto en el futón tapándolo, se acostó a su lado dejando que el sueño la gane. A la mañana siguiente una sirviente la despierto diciendo que se arregle y al niño para desayunar, le dejo un kimono para ella y una ropa para el niño.
Luego de una hora de estar en las aguas termales, se cambió y después cambio a Sesshomaru, él llevaba un hakama de color blanco con flores de Sakura de color dorado y yukata del mismo color.
Ella estaba con kimono rosa pálido con adornos de flores de cerezos, su cabello lo tenía suelto como una cortina negra en todo su esplendor.
Se siento a desayunar, sintiéndose incómoda por las mirada de todos.
-humana...de ahora en adelante te encargara de mi hijo serás su sirvienta...-ordenó sin dignarse a mirarla.
-hum...me llamo Ahome y no seré la sirvienta de nadie-replicó enojada.
-si lo serás-
-no-lo desafío con sus enormes ojos castaños centelleando furiosamente como los de un depredador.
-si-la reto, la miró con sus dorados que brillaban con una clara amenaza para intimidarla, pero ella le sostuvo la mirada ya que no le tenia ningun temor.
-no, yo no seré la sirvienta de nadie...-
-entonces lárgate...-
-no yo me comprometí a cuidar a Sesshomaru y lo haré porque yo quiero, yo no cumpliré tus órdenes ni la de nadie-
-y ¿que te hace pensar que yo permitiré que tu te quedes?-
-no me interesa que me dejes o no... Yo cumplo con mi palabra...a parte no le veo ni cara ni el ánimo de cuidar a un lindo bebé como este...¿no? Sesshomaru que eres bonito-le dijo con voz juguetona y sonriendo, el pequeñín rie-que cosita mas bonita que sos...-
Inutaisho se dio cuenta del cariño y dulzura de esa mujer, ya nacio con la esencia de ser una buena madre, mimaba a su cachorro y el valor que poseía al enfrentarlo, sonrió, sabiendo de antemano que es perfecta para proteger y mimar a su lindo cachorro.
-de acuerdo...pero no quiero quejas de otros...-acepto pero sin dejar que su voz suene desacuerdo.
-hum...!Hay¡ que lindo bebe que tengo...-siguió jugando con él ignorando al demonio.
Tres meses después...
Un pequeño de cabellos plateado y ojos ámbares gateaba por el jardín del castillo mientras Ahome lo esperaba sentada hasta que el llegue.
-bien...Sesshomaru muy bien- lo felicito ya que aguanto más que el día anterior.
El peliplata solo levanta un poco su cabeza en forma de orgullo ante lo que logró.
-mira que ya de pequeño eres orgullosito y arrogante...-le señaló entre risas.
Ahome siguió jugando con el niño, sin percatarse que un demonio miraba todo con orgullo, al ver que su hijo cada día se supera. A la noche Sesshomaru cayó rendido de tanto esfuerzo.
A la mañana siguiente Inutaisho fue a despertar a la pelinegra y a su hijo.
-despierte...-la llamo sin alzar la voz.
-hum... un poquito más-murmuró entre sueños tapándose.
-no, ya levántese...-insistió, se agacho y la destapo, el pequeño se abrazó más a ella buscando su calor.
-ya voy...-rezongo soltando un bostezo ruidoso-¿que hace aquí?-le pregunto curiosa.
-báñese-le ordenó, ignorando su pregunta.
-grosero... -se defendió pensando que él lo decía porque no le gustaba su olor como decía Inuyasha-ya me baño asi no soporta mi olor-soltó ofendida se levanta tomando las cosas suyas y de Sesshomaru.
-no lo decía por eso-aclaro y miró al niño-solo quiero estar con mi hijo un rato a solas sin usted cerca ya que cuando su presencia esta el no me presta ni un poco de atención-su tono marcó los celos, muy a su pesar.
Ahome lo miró desconfiada, dudando si dejarlo a solas con el niño-no se...-
-no le haré nada ¿como voy hacerle daño a mi propio hijo?-le preguntó poniéndose en pose de ofendido.
-esta bien-acepto a regañadas, lo miró penetrante-ten-entregando la ropa del bebé-cámbielo- le indico caminando hacia las aguas termales del palacio.
Sesshomaru vio como ella se va sin llevarlo a él y decidió gatear hasta ella, Inutaisho lo agarró en brazos-hoy estarás conmigo-en su rostro moreno se dibujó una sonrisa llena de amor. Ahome creyó desmayarse al ver el cariño con que él le sonrió a su hijo, Sesshomaru lo ignora estirando sus bracitos en dirección a ella.
-A la tarde te busco así sigues aprendiendo a caminar-lo calma dedicandole una sonrisa, le dio un beso en la frente, él se removió insatisfecho y molesto al ver que su padre no lo suelta.
-mamá...-la llamó esperando así su cometido, Ahome se quedó tiesa como piedra al escuchar al niño decir eso e Inutaisho no estaba en mejores condiciones-mama... -repitió.
Ahome se acercó a él, todavía anonadada, miro a Inutaisho buscando algo de ayuda pero el aun no se recuperaba de la sorpresa.
-ven pequeño...-dijo suave, lo tomó con ternura, Sesshomaru rodeo con sus brazos el cuello de ella para acomodarse-yo...yo... no soy...tu mamá...-empezó a decir balbuceante viendo como el niño mira para otro lado, Inutaisho pudo oler la tristeza de su cachorro-...yo conocí a tu mama... ¿quieres que te cuente una historia sobre ella?-le pregunto apresurada.
Sesshomaru la miro dándole a entender que si-bueno ella era una Youkai, muy hermosa tenía un hermoso cabello plateado largo, unos hermosos ojos como los tuyo-vio como el niño dibuja una pequeña sonrisa-una rayita de color violeta a cada lado de su mejilla -dibujando sus marcas-una preciosa luna de color morado, al igual que tu- miro como una pequeña manita fue a su frente instintivamente-ella era una mujer arrogante, su personalidad fuerte, muy terca, pero con una gran amor hacia vos... al nacer ella te tuvo en sus brazos y te puso ese lindo nombre- en ese momento Inutaisho se le produjo un tic al saber quien fue la que le puso ese nombre-te mimo un montón...pero ella se cansó mucho por el refuerzo mas lindo que fue tenerte...y decidió dormir para ir a un lindo lugar donde siempre esta contigo...-terminó viendo como el niño se relajo y recostó su cabeza en su pecho para dormirse.
-ten me voy a bañar...-le dijo entregando con cuidado de no despertarlo.
-gracias...-le agradeció, sintiendo un gran alivio, miró a su lindo cachorro.
-de nada...-
Ahome finalmente fue a bañarse, pensando en lo sucedió de hace unos momentos atrás, eso sí que fue raro ese niño la llamo mamá, su primera palabra fue dirigida a ella y sobretodo ese pequeño es Sesshomaru, ese demonio sanguinario, frió calculador, arrogante, que conoció en la otra época.
Inutaisho estaba todavía anonadado por lo que su cachorro dijo, la llamo mamá a esa chica que no lo era, su primera palabra fue dirigida hacia ella y no a el.
No podía echarle la culpa a ella porque, lo cuidaba, mimaba, enseñaba, felicitaba, vestía, le daba de comer, se preocupaba por él, defendía y el no hacia nada por su cachorro solo estaba con los papales de las tierra en guerra, tratados y mas.
Suspiro, miro como el cachorro dormía tranquilo, pienso que puede hacer y una cosa está seguro él pasaría más tiempo con su cachorro, esa pelinegra se quedaría con su hijo, como su madre para convertirse en su hembra tenía que darle una buena figura a Sesshomaru.
Salió de sus pensamientos al oír a Sesshomaru llorar buscando con su mirada a la mujer.
-a la noche estarás con ella-lo tranquilizó pero el pequeño solo gateaba hasta la puerta para buscar a su pelinegra.
-no... quédate aquí... conmigo-pidió con su voz dolido al ver como el niño lo miraba para seguir su camino.-ya la mando a llamar...-suspiro resignado, llamando a su sirviente para que traiga a esa mujer.
Al llegar Ahome su cachorro fue hasta ella para que lo ayude a pararse, ella lo ayudó alegre, para que el camine un rato.
Vio como Sesshomaru se tropezaba cayendo sentado, volvía a levantarse con la ayuda de la morocha, intentándolo una vez más, cae muchas veces hasta que se cansó, se cruza de brazo, frunciendo el ceño soltando un lindo y refunfuñante-hump-.
-jaja...no te enojes ya te va a salir...-lo animo sonriendo.
Así pasaron todo el día ayudando a que el pueda caminar solo, cuando llego a la noche cayó dormido el pequeño demonio.
-veo que al fin se cansó-dijo sonriente Inutaisho.
-si, tiene muchas energías-
-si...al parecer te encariñaste con él-señaló con voz profunda y sensual, acercándose a ella.
-si... como no lo voy hacer-respondió incómoda al darse cuenta que Inutaisho, estaba más cerca de ella a escasos centímetros.
-hum...-murmuró acercando su rostro despacio rozando sus labios con los contrario.
-¿que hace? aléjese...-balbuceo sonrojada, lo empuja.
-¿que no quieres?-le susurró, permite que su cálido aliento acaricie los labios tersos de ella.
-no...No quiero-
-¿Porque?-
-por qué no, no quiero que seas vos quien me de mi primer beso...-informó mirándolo suplicante.
-¿por qué no?-pregunto realmente ofendido.
-por que amo alguien...-
-¿quién?-preguntó encolerizado.
-no lo conoces...-
-lo puedo buscar...-
-lo dudo todavía no nació...-mintió, vio cómo la mira confundido.
-yo no soy de esta época...-le explico lo sucedió ahorrando detalles, sobre el y le muestra el trozo de perla.
-ya veo...-se alejo de ella pensando-¿que piensa hacer algún día tendrá que volver?-
-si, pero primero ayudare en todo lo que pueda a el-miro al cachorro.
-¿te quedaras por el?-le pregunto incrédulo.
-si, es muy chiquito para que se quede solo-
-¿tanto te importa?-preguntó celoso.
-si-
-pero no es nada tuyo-
-y? eso no me impide cuidarlo-
-bien-se fue dejando a la mujer sola con su hijo.
Una año y medio después...
Un demonio corría por todo el castillo, haciendo sus maldades a todo el mundo que se interponga en su camino.
-hump-miró con curiosidad unos papeles en el despacho de su padre-todteriaz-dijo tirándolos mezclando los importantes documentos.
El pequeño demonio salió llevándose por delante a las sirvientas con las cosas, saltando por todas partes esquivando a los sirvientes que lo perseguían para que se calme.
-! Sesshomaru ¡-escucho el grito furioso de su padre desde el estudio.
Cuando estuvo a punto de salir por la ventana fue agarrado de su cola por la fuerte mano su padre.
-¿se puede saber por qué hiciste todo ese desorden?!-le gritó sumamente enojado.
-suedtamed , etupidod -rezongo, se cruzó de brazos .
-no hasta que me digas ¿por hiciste eso?-
-!Hey¡ Inutaisho baja a mi Sesshomaru enseguida-ordenó una pelinegra al ver como la sangre se va toda la cara del pequeño al estar agarrado así.
-no esta que me responda-contradijo mirando furioso al pequeño diablo.
-¡que lo bajes!-lo regaño exasperada.
-no-
-le haces mal, mírale la cara- le señaló el leve puchero que fingía el niño.
-¡esta fingiendo!-grito también exasperado.
-Inu...tai...sho-masculló peligrosamente, provocando que el demonio tiemble y suelte al niño, él sabía muy bien que no había que hacerla enojar ya que daba mucho miedo.
Sesshomaru sonrió triunfante en los brazos de Ahome.
-¿que has hecho pequeño demonio?-le preguntó enarcando una ceja.
-yod nada-respondió mirándola inocente.
-mentiroso-reprendió su padre.
-¿que ha hecho esta vez?-volvió a preguntar pero mirando a Inutaisho.
-me tiro todos los papeles, tratados de las tierra, rompió los adorno de toda la casa, encerró a una sirvienta en el calabozo y como si no fuera poco mira el desorden de acá-Ahome vio todo tirado, revuelto, las sirvienta juntando las cosa que tiraron a toparse con el niño, ella soltó una carcajada.
-¿de qué te ríes?-le preguntó molesto.
-jaja, es muy divertido las caras de espanto de los pobres Youkais...-se rió, Inutaisho se fijó lo que ella le dijo soltándose a reír también.
-vamos Sessho ¿me acompañas a caminar?-le preguntó al niño.
-si-acepto bajándose para caminar a la par de ella.
Caminaron por el bosque disfrutando el hermoso día, hasta que a Sesshomaru se le antojo a correr persiguiendo a un pequeño, Ahome corrío retándolo para que deje de tortura al pequeño con sus garras.
-!Sesshomaru¡ !detente!¡ deja al niño¡-gritó persiguiéndolo.
-sodlo quiedo juagad-respondió con un tono de voz malvado.
-Sesshomaru-dijo entre dientes, provocando que el pequeño la miró dudando si seguir torturando al demonio.
-¡papá ayúdame!-gritó asustado el demonio.
-sh! no llores-intentó consolarlo,se acercó a él para fijarse sus heridas, el pequeño se tensó al sentirla cerca-no te haré daño...-le sonrió, el Youkai dejó que le limpien las heridas, mientras que Sesshomaru se sentó a un lado mirando con odio al demonio y gruñendo al ver como su Ahome lo atendía.
De un momento a otro un Kitsune, de cabellos negros, ojos azules, piel morena, se acercó tomando del cuello a la pelinegra.
-suldtala-le exigió Sesshomaru mostrando sus garritas.
-ja! no me haga reír mocoso...esta mujer morirá por atacar a mi hijo...-se burlo, tirándola contra un árbol, con tanta fuerza fue el golpe que ella perdió el conocimiento.
Sesshomaru salto para atacar, pero el Kitsune , lo derribó con facilidad, el Inuyoukai no se dio por vencido y mas sabiendo que ella pagaría por algo que no hizo, continuó atacando como puede pero solo recibió más rasguños y golpes, El kitsune se cansó y le da un buen golpe para dejarlo inmóvil, Sesshomaru vio como le atraviesa sus garras en el estómago de ella, haciendo que ella abra sus ojos gritando de dolor, el grito fue tal que las aves del lugar salen asustadas, provocando que Sesshomaru palidezca.
En el castillo del Oeste, Inutaisho se encontraba ordenando todo lo que hizo su hijo, pero tuvo que dejar todo al escuchar el grito de Ahome, salió corriendo a toda la velocidad que le permiten sus poderes y fuerza.
Lo que vio al llegar lo deja sin palabras la mujer desangrando y su hijo al lado de ella con unas lagrimitas en su rostro. Se fijo quien fue el responsable viendo a Kitsune regodeando, sus ojos se volvieron rojos y de un abrir y cerrar de ojos el youkai estaba muerto, se acerca al cuerpo de la mujer tomándola en brazos, su hijo lo siguió y se fueron directo al castillo.
Una vez que llegaron la recostaron en el futon, curaron sus heridas, pero era en vano ella moriría.
Inutaisho miro como su hijo no le quitaba su mirada llena de angustia y culpa de encima, esperando que ella abra los ojos, sintió un nudo en la garganta.
-ella morirá Sesshomaru-le dijo viendo como el aprieta sus puños.
-nod ella nod pueded morid...-negó obstinado.
-si...-
-nod!-grito golpeando la pared.
-si Sesshomaru...-miro con tristeza al ver el estado de su hijo.
-nod, nod-niego.
Inutaisho pensó una forma en la que ella no pueda morir y sabe que hay una sola.
-hay una forma...-le dijo vacilante viendo como el niño lo mira-escúchame bien...si tu le das un poco de tu sangre ella se salvara...pero experimentará cambios dolorosos, como no, eso depende qué cambios experimenta...-Sesshomaru no lo pienso dos veces y se cortó un poco la palma de su manito viendo como la sangre salía a borbotones, para dejarlo caer en la boca.
Ahome se removió a sentir un gusto metálico en su boca.
-tómalo humana, si no morirás-le informo Inutaisho logrando que ella acepte tomando la sangre que le dan.
Ahome sintió como ese líquido entró en su cuerpo, sintiendo arder, quemar, en su interior, como una oscuridad la invade.
-vamos Sesshomaru ella tiene que aceptar su cambio para vivir no hay mas nada que hacer...-pero lejos de hacerle caso Sesshomaru se sentó a su lado tomando su mano, para cerrar sus ojos y esperar a lo deja sabiendo que es en vano hacerlo razonar.
Inutaisho sabía que esa mujer se salvaría ya que la sangre de su hijo curaría todo lo dañado fortaleciendo todo a su paso y sobre todo tendría la longevidad.
-¿donde estoy?¿porque esta todo oscuro?-se preguntó la pelinegra.
El lugar donde estaba se encontraba oscuro, no hallaba nada solo oscuridad y soledad.
-no me gusta estar sola-sollozo. Odiaba la soledad, no tener a alguien a su lado.
Empiezo a llorar con más fuerza, sintiendo el frío recorrer su cuerpo...pero sintió algo cálido en su mano derecha, volteo para mirar y encuentrar a Sesshomaru a su lado, se seca las lágrimas.
-¿Sesshomaru?-lo llamo. Pero el no responde.
-no te gaste el no te escucha...-dijo una voz.
-¿quién eres?-pregunto.
-no importa..¿dime quieres vivir?-
-eh?-sorprendido.
-si ¿quieres vivir?-le pregunto.
-si...-
-¿porque?-Ahome miro al niño que esta a su lado.
-por el...-
-¿por qué?-
-por qué no lo pienso abandonar-
-pero el no es nada tuyo...-
-no me importa yo quiero permanecer a su lado hasta que el me lo permita...-
-¿segura?-
-sí-dijo firme.
-muy bien sigue el camino...-señalando un camino donde una luz azul resplandece.
Sesshomaru se maldecía por ser débil y no cuidarla como corresponde, ella era una humana por lo tanto era frágil y débil.
Él se juró que a partir de hoy entrenaría más para volverse el Youkai más fuerte y poderoso así la protegería de cualquier cosa que la quiera dañar.
Ve como una luz azul la rodea sintiendo un aura cálido, que va curando sus heridas y cambiando su cuerpo, su cabello creció más, su piel se puso más pálida y su cuerpo empezó a afinar más sus curvas.
Se quedó toda la noche contemplándola, hasta que ella abrió sus ojos mostrando un marrón más intenso.
-hum...-murmuró refregándose los ojos.
-¿estad biend?-le pregunto.
-ah?-miró al niño al lado suyo-si -le sonrío.
Ella estiró sus brazos para que el valla, Sesshomaru captó la orden se levanto y dejo que ella lo abrace y le acaricie el cabello.
-lod lamedto...-se disculpó.
-no importa...he recibido golpes y ataque peores hasta fui envenenada-se rió.
La puerta se abrió dejando ver al demonio-¿como esta?-
-bien gracias...-
-me alegro-dijo más calmado.
-tengo hambre-se quejó.
-bien ya te traen el desayuno acá...-se fue hasta la puerta pero antes de salir le dijo-he decidió que serás mi hembra...-tomando por sorpresa a la pelinegra y al niño.
-¿que?! Estas loco ¿ o que?-le pregunto alterada.
-no, serás mía... y punto-mirándola por rabillo del ojo.
-ni loca...-lo desafío.
-si-
-no-
-sí-repitió, entrecerró sus ojos centellantes.
-nod-dijo el pequeño.
-tu no te metas-lo regaño Inutaisho.
-sid med metod-le contesto.
-¿y porque?-le cuestiono.
-pod que edlla sedad mía, ed mía-señalo con su entrecejo fruncido, mostrando su enojo.
-eres muy chico-
-nod-
-no puedes elegir compañera, mañana la marcare-les informo, Ahome está a punto de replicar pero en un ataque de celos Sesshomaru le mordió el cuello marcándola como suya.
-ad ahoda es mía- espero sonriendo triunfante-
-maldito mocoso¿como la marcaste?!-le grito Inutaisho.
-ellad ed mia-lo desafío.
-primero aprende hablar-
-ya cállate Inutaisho... yo no seré tuya nunca-mirando a Sesshomaru-tu y yo ya hablaremos de esto-mostrando la marca en su cuello.
Inutaisho se fue furioso dejando a su hijo y a su "hembra" solos, ese chiquillo se las pagara.
-¿porque me has marcado?-le cuestiono enojada.
-pod que si nod eld te madcaba-
-el no lo haría, porque no lo hubiera dejado...-frunció el ceño, él solo la miro, para después levantarse e irse a desayunar.
-ah...qué caprichoso-refunfuño.
Siete años después.
Ahome esperaba impaciente en el jardín por Sesshomaru que volvía de su entrenamiento con su padre, estaba muy preocupada.
A lo lejos diviso la figura de un hombre alto con su armadura y a su lado su pequeño Sesshomaru, se acerco a el rápido viendo las heridas que tenía por todo el cuerpo.
-¿que te sucedió?-preguntó preocupada.
-hum nada...- le respondió dejando que ella lo revise.
-eres un bruto!-le grito a Inutaisho, el solo rodo los ojos siempre le gritaba cuando volvía de entrenarlo-mira como me lo has dejado al pobre! es un niño! salvaje !-cada vez más enojada.
-el no tuvo la culpa fue mía-le dijo desdeñoso el peliplata.
-¿como?-pregunto confundida.
-yo no le hice caso y quede así-explicó de forma desdeñosa.
-ah...-suspiro-vamos a que te cure...-se llevó al demonio.
-no tienes algo que decirme?-dijo altanero.
-no-se fue dejando a un sonriente Inutaisho siempre era lo mismo.
Ahome curo todas las heridas de Sesshomaru, con su poder espiritual.
-bueno cuando termine te bañas y a dormir...-le dijo ve que va a replicar-nada de entrenar por hoy o te ir muy mal..-
-hum-
-ve...-ordenó se levantó para acomodar sus cosas viendo el niño a hacer lo dicho.
Sesshomaru pensaba escaparse una vez que ella lo valla a ver si estaba dormido, así entrenaría más, escucho sus paso y se hizo el dormido, Ahome le acarició el cabello dándole un beso en la frente, lo levantó dejándolo dormir en su regazo para dormirse ella también, esta vez no se le escaparía.
-mujer astuta...-susurro.
Al día siguiente Sesshomaru se fue a una batalla con su padre era la primera que tenía, Ahome no lo dejó muy fácilmente tuvo que darle un abrazo y un beso en su mejilla delante de toda su criada para que se quede tranquila.
-cuídate...-le dijo.
-hum-asintió.
-y tu mas te vale que me lo traigas sano-mirando a Inutaisho.
-si... vamos Sesshomaru-dijo al ver la mirada de la pelinegra.
Los dos se fueron perdiendo en lo profundo del bosque, Ahome se quedó preocupada por Sesshomaru solo tenía ocho años nada más era pequeño para las batallas, lo podrían matar...sacude la cabeza para sacar esa idea.
Se fue a la biblioteca para leer algo, distraerse.
Entre los libros en el estante descubrió uno sobre las parejas de los Inuyoukais, lo tomo sin dudar para sentarse a leer.
"Las parejas de los Inuyoukais mayormente son elegidas por instintos, su yoki interior decide cual será la persona con la que compartirán el resto de sus vidas.
Mayormente son cuando ellos son adultos y se aparean con su pareja mordiéndole el cuello marcándolo como suyos.
Hay otra forma pero son muy escasos esas situaciones, cuando el cachorro crea un lazo con el otro ser lo marca instintivamente asegurándose que serán de ellos y nadie más, cuando uno de los dos es mayor que el otro de forma inconsciente lo cuida como la otra parte hace lo mismo hasta que llegue a su edad y poder juntarse como lazo es indestructible se crea en el primer momento que se conocen,si un Youkai cachorro crea el lazo con un humano este desarrollara sentimientos de protección por el, si es marcado vivirá igual que su pareja..."
Dejo de leer llevándose una mano en su cuello pensado lo que ha leído, Sesshomaru la marco como suya, ella sabía perfectamente odiaba a los humanos y antes de estar con uno prefería que lo torturaran ,mataran le cortaran ese precioso cabello y se lo tiñen de morado ¿entonces por que la marcó?, ella sabia que el tenia menos de dos años cuando lo hizo pero lo que leyó.
Ahome lo tenía muy en claro sus sentimientos, ella amaba a alguien mas que nada en este mundo, esa persona la sacó de un sufrimiento sin saberlo, cuando lo vio por primera vez no pudo dejar de pensar en él esos ojos tan preciosos, su corazón comenzó una carrera loca y lo peor de todo que esa persona era nada más y nada menos que Sesshomaru de grande.
Lo único que tenía claro para hacer era seguir lo que le diga su corazón, esa respuesta podría ser cursi, tonta muy trivial pero su mamá se lo enseño y le funcionó bien en todas las decisiones que tomó.
Camino hacia el jardín para sentarse en las sombras de un árbol y espero por su pequeño.
Ya era la noche, ella seguía aún sentada, cierro los ojos hasta que escucha como las sirvientes corren y gritan avisando la llegada de sus amos, sonríe mirando las estrellas esperando a que lleguen.
Escucho los halagos que les dan, sintió el peso de una mirada en ella sabiendo quien era, se levantó para caminar hasta el.
Cuando lo vio lo primero que tuvo ganas de hacer fue matar a Inutaisho ponerle un rosario y gritarle mil veces "abajo".
Los dos Inus vieron como la mujer se ponía roja de la furia, apretando su puño, frunciendo su ceño en muestra que iba a estallar en cualquier momento.
-tu...maldito demonio! mira como esta mi pequeño!-le gritó-mira como me lo trajiste , todo lastimado y sucio! no me interesa que sea una pelea ni que sea un Youkai ni nada por el estilo ...! eres un irresponsable! eres un inepto!-Inutaisho retrocedió a cada palabra, sin prestar atención a la mirada de burla de su cachorro.
-el tenía que pelear que esperabas que venga bien vestido y todo limpio era una batalla no un té-le dijo.
-no me importa!-
-bha!-mirando para otro lado.
-inepto...-susurro-¿como te fue?-le dijoa Sesshomaru.
-gane como he de suponer...-dijo arrogante-mira lo que te traje-le muestro una cabeza de un ogro, Ahome casi se cayó de espalda al ver la cabeza.
-eh?-miro a Inutaisho, el solo suspira.
-es tuyo toma-le dio un poco sonrojado, Ahome se percató la reacción de él y casi se muere de la ternura de sus mejilla sonrojadas.
-ahh...Mejor quedatelo tu...-lo rechazo sonriendo nerviosa.
-no es tuyo ¿que no estas contenta que gane?-le pregunto.
-si que estoy contenta y orgullosa de ti-acariciando su mejilla-pero me da miedo eso-señalando la cabeza.
-¿porque?-
-por que si me da miedo...-le recorrió un escalofrío al imaginarlo colgado en su habitación en la noche mirándola.
-hum-tiro la cabeza enojado y dolido.
-ven- lo tomo en brazos a pesar que el se resistió-yo no necesito de una cabeza o de otra cosa para sentirme orgullosa de vos a mi me basta con verte contento y ver como progresas superándote cada vez más-le besó toda la cara, Sesshomaru le lamió una mejilla, ella lo miró confundida.
-eso es una muestra de afecto...solo lo hacen con alguien importante-le informo Inutaisho.
Ella solo lo abraza asfixiandolo-aiii que bonito que sos, si sos muy bonito-le dijo alegre al ver esa muestra de afecto.
-me asfixias-le dijo Sesshomaru.
-lo lamento-sonrió apenada-vamos así te curo-el solo la sigue para que lo curara, mientras era curado Sesshomaru la miraba.
-mi padre me dijo que cuando tú tomaste mi sangre y te marque como mía...te cambio tu organismo para que te cures con facilidad también tienes la longevidad -vio como ella lo mira.
-¿porque no me lo dijo antes ese demonio?-
-porque pensó que no era importante...yo le pregunte hace unos días cuáles eran las consecuencias de eso-
-ya veo...-pensativo-seré joven por mucho tiempo que lindo!-dijo contenta.
-no te enojas?-
-no, no importa ya paso como siete años de eso...aparte que mujer no quiere ser joven por mucho tiempo?-
-¿qué harás?-le pregunto.
-¿con que?-sin entender.
-me entere que no eres de este tiempo, que amas a otro-dijo celoso-¿que harás?¿me abandonaras?-eso la tomó de sorpresa.
-no...-
-¿porque?-
-por que nunca podría alejarme de ti, solo me iré cuando tu ya no me necesites mas -le dijo.
-entonces nunca pasara tu eres mía...-más tranquilo.
-ei que no soy un objeto-lo miro haciéndose la ofendida.
-no pero eres mía- acomodándose su haori para acostarse en el futon de ella.
-¿quieres dormir aquí?-
-si-
-bueno entonces vamos a dormir- dijo para acostarse al lado de él y abrazarlo-que duermas bien-le beso en la frente, él solo se acurruco como cuando tenía dos años.
Sesshomaru descanso y al otro dia comenzò nuevamente su entrenamiento.
Quince años después...
Ahome esperaba a Sesshomaru como siempre, en estos años el entrenaba más duro y tardaba una semana o más, ella se entristecía ya que lo extrañaba mucho, el ahora tenía veintitrés años, ya había crecido, no era más su pequeño, cada día se ponía más hermoso y esas regaladas Youkai lo perseguían, odiaba verlas detrás de él rogando por que las marquen.
Vio como costumbre a todos los sirvientes corriendo a la puerta para recibirlos, los vio como llegaban los dos con esa cara de nada y frialdad, cuando se fue acercar a él, ve como una Youkai se tiro besándolo y lo peor de todo que el la abrazo, dejo que una lágrima salga de su rostro para irse al jardín, sin darse cuenta que Inutaisho la veía.
-aléjate...-rugió y le clavó las uñas con veneno en su espalda y que caiga al suelo sin moverse-no te me acerques me das asco-caminando hacia el jardín por su Ahome -eso es para todas...si lo hacen-parando su andar-las matare...-para seguir su camino dejando a todas pálidas odiando a la humana.
Al llegar la vio acostada en el árbol de siempre, dejando que salgan unas lágrimas, se acercó hasta quedar frente a ella.
-a mi no me interesa esa cosa llamada Youkai-le dijo mirándola.
-yo no te he dicho nada-mirando el pasto.
-no pero te conozco-
-no tienes porque decirme algo-
-sí porque eres mía...-se puso a la altura de ella, posando su mano en su mentón para que lo mire-la única que me interesa...-le dijo acercando su rostro al de ella, ambos se miraron nerviosos y emocionados ya que era su primer beso y sobretodo con esa persona que tanto amaban, Sesshomaru acortó la distancia para unir sus labios con los contrarios para acariciar esos labios que tanto deseo, sentir la suavidad, la calidez de ellos, comenzaron a mover sus labios dandose más confianza entre ellos, explorando ese terreno nuevo para los dos, disfrutando de las sensaciones que provoca el otro, permitiendo que sus lenguas jueguen juntas bailando en una danza, disfrutando del sabor que le regalaban el otro, ganando confianza para dejar que sus manos vayan al cuerpo contrario regalando caricias.
-mm Sesshomaru...-susurro.
-mm-
Se separaron para mirarse perdiéndose en los ojos del otro-te extrañe-le confesó Ahome, el solo sonrío-¿como te fue?-
-bien...-la besó de nuevo.
-me alegro-lo miró viendo las heridas que tenía- mira como estas ese inútil no te cuido..-comienzo como siempre.
-ya estoy grande y no es nada-sonriendo al ver el escándalo que siempre hacía.
-ven a si te curo-levantándose.
-no es necesario...-Se levantó Sesshomaru, ve como ella sigue su camino.
-no me importa...-dijo Ahome, Sesshomaru la agarro de la cintura para acercarla a él y besarla hasta que no pueda mas, solo con ella se comportaba así, ambos se conocían de todas las maneras posible, solo faltaba una, que era la física que pronto se llevaría a cabo, porque los dos se querían y deseaban entregarse en cuerpo y alma para terminar de unir sus vidas y seguir profesando ese amor que esta desde que se conocieron.
-eres mía y yo tuyo para siempre...-le susurro Sesshomaru para seguir con sus besos, deleitándose con todo lo que provenga del ser que tiene enfrente, el amaba como a nadie y no dejaría que se vaya de su lado, ella era todo para el.
Así ambos se quedaron dándose besos y caricias, el uno a otro.
Inutaisho veía todo desde la ventana, sonriendo al ver que esa pareja permanecerán unida, el se encargaría de eso, daría cualquier cosa por la felicidad de su cachorro y de esa joven que aprendió a querer, con ese pensamiento se va a dormir.
Mientras que la otra pareja se fueron hasta la habitación de Sesshomaru para dar comienzo a su entrega de amor permaneciendo al otro por siempre.
Fin.
¿como quedo? ¿les gusto?.
La personalidad de Sesshomaru es así por el motivo que el fue criado por Ahome y ambos se conocen no hace falta poner esa máscara de hielo.
Espero que les haya agradado...
besos.
