Disclaimer: Jane, Alec, y su historia, pertenecen a Stephenie Meyer, yo solo la adapto a mi manera en este relato. Este relato participa en el reto Drabble "Los Vulturi" del foro Sol de Medianoche.


Ruinas

.

Ruinas…

Ruinas y humo disipándose. Eso es lo queda de mi antiguo hogar, la aldea en la que vivíamos mi hermano y yo cuando éramos humanos. La casa de nuestros padres.

Todo ha sido reducido a fuego, humo y ceniza, cuando los Vulturis penetraron con intención de salvarnos. Era el único modo de que ninguno de aquellos aldeanos, que quisieron matarnos sobreviviera. La hoguera en la que quisieron quemarnos se descontroló, esa es la historia oficial.

Ojalá pudiera sentir pena por ellos. Debería, pues eran mis padres y vecinos los que ardieron. Pero lo único que puedo sentir ahora, mientras observo, junto a Alec, lo que quedó de nuestra humilde casa, es rabia.

Tenía una vida feliz y me la arrebataron. Descubrí un don hermoso, una capacidad que poseía desde muy niña, al igual que mi hermano. No quería usarla para hacer daño, solo si alguien se metía conmigo, y aun así no disfrutaba torturando a la gente.

Al menos no hasta aquel día, cuando a mi hermano y a mí nos acusaron de brujería ante los lugareños del lugar.

Las imágenes desfilan ante mi rostro, fugaces...Aquella niña, sus burlas, mi rabia desatándose sobre ella y finalmente el primer grito de muchos más.

Bruja.

Algo grabado a fuego y sangre en mi mente, los niños acusándome, los mayores con el rostro teñido de miedo por algo que no comprendía...O, incluso, mi propia madre rogando que me alejara de ella y rezando al señor para que expulsara el demonio de mi cuerpo.

Ojalá hubiera sido posible, ojalá aquellas torturas que me infligieron para que reconociera mi pecado, el ser bruja, hubieran logrado un milagro, el que me aceptaran. En vez de lo que hicieron con nosotros. Ser vampiro no te permite dormir, ni que te asolen las pesadillas pero no te hace olvidar el dolor. Las llamas propagándose sobre tu cuerpo, haciéndote arder…

Nunca supe distinguir entre el dolor de mi conversión y el de la propia hoguera. Aro nos salvó de la muerte, pero el momento en que nos mordió lo intensificó todo de tal modo que no llegué a creer en mi salvación hasta que el dolor disminuyó y pude abrir los ojos.

Hoy en día aun me sorprendo ante mi figura en el espejo, estoy ilesa pero las heridas siguen en mi interior…

.

Estamos en mi habitación, el edificio sigue en pie a pesar del incendio, las puertas ya no existen pero algunos muebles y juguetes antiguos han sobrevivido. Recojo una muñeca, rubia y de ojos azules, como era yo antiguamente, y la rompo entre mis manos.

Esa muñeca, un reflejo de mi infancia, aquella que me fue arrebatada y todo por el temor de aquella gente.

No fue buena idea volver aquí, definitivamente no, no sé que se nos pasó por la cabeza cuando lo sugerimos. No hay nada por aquí que necesitemos, únicamente dolor.

Un dolor que me hubiera encantado hacerles pagar personalmente, uno a uno en la hoguera, hasta que se derritieran...


N/A:

498 palabras, limite, limite; y en solo dos días que quedan para la entrega oficial pero, ¡lo conseguí!

Siempre quise escribir de Jane y cuando vi este reto decidí que era mi oportunidad de intentarlo oficialmente, hasta ahora solo lo había hecho como complementario de mi fic compartido "They are waiting for me" y en ocasiones muy contadas. Algún día me animaré y escribiré su historia completa, lo prometo, pero mientras espero que os haya gustado este relato. :D