Un grupo de pasajeros ha sobrevivido al accidente de avión

DISCLAIMER: Ni Lost, o sea, serie, trama, personajes, etc etc etc me perteneces. De nuevo me ha servido de inspiración para un fanfic. Sólo escribo para disfrutar y porque es bueno para la salud mental.

NOTA DE LA AUTORA. Rated M. Este relato no está autorizado a menores de edad (18 años o cualquiera que sea la edad indicada en el país de origen). Contendio sexual, adulto y situaciones y lenguaje extremos y vulgares. Puede herir la sensibilidad. UNIVERSO ALTERNATIVO dentro de la propia isla.

Un grupo de pasajeros ha sobrevivido al accidente de avión. El vuelo 815 de Oceanic se ha estrellado en el mar. Los supervivientes aparecen en una isla que empieza a resultar aburrida, y las hormonas se disparan. Los ojos persiguen curvas, femeninas o masculinas, depende de quien mire. El ambiente es cálido, y la atmósfera caliente.

SAWYER I

- Kate, nena, por qué no vamos a tomar un baño?. Creo que por aquí cerca hay una cascada y un pequeño lago.

- Oye Sawyer, si lo que quieres es llevarme a la cama no te lo voy a permitir, no soy una chica fácil.

- No, claro que no, nunca se me hubiera ocurrido. Además aquí no hay camas. Respondió Sawyer con una amplia sonrisa.

- Vale!. Entonces vamonos.

Empezaron a caminar hacia los árboles. Pero alguien se les acercó.

- Vosotros dos, adónde vais?.

- Hola Doctor Who? Dijo Sawyer.

- Me llamo Jack. Contestó Jack con los ojos llenos de lágrimas.

- Eh!. No hagas llorar a Jack. Ya sabes que tiene la lágrima fácil. Eres un bruto Sawyer.

- Buenoooo…..Disculpe Doctor Jack. No era mi intención, ya sé que usted es un hombre hipersensible.

Mientras tanto, Kate abraza a Jack, apretándole fuertemente contra ella, y susurrando cositas tiernas a su oído. Ella da la espalda a Sawyer, que mira la escena con cara de asco, pero Jack aprovecha para erguir un poco la cabeza y sacarle la lengua a Sawyer.

- Joder….Encima se burla de mí. Murmura Sawyer bastante enfadado.

- Qué dices?. Pregunta Kate girándose hacia Sawyer.

- Nada…que me voy a buscar jaulas de osos.

Sawyer se marcha, caminando por la línea entre la arena y los árboles. Entonces se fija en una jovencita rubia, Shannon, que está leyendo un libro, mira sus piernas y las resigue hasta llegar a la altura de sus caderas. Piensa que no está nada mal pero que es demasiado jovencita para él, no debe tener más de veinte años, y él no quiere líos con una cría. Sigue su camino hasta que se encuentra de narices con Cassie, una ennovia que le persigue por todo el planeta.

- Ya te dije que no subieras al avión. Ves lo que te ha pasado por no hacerme caso Philips.

- Oye, Sawyer, me ha pasado lo mismo que a ti y al resto de supervivientes. Además, yo sólo quiero arrancarte un pelito de la cabeza para hacerte una prueba de paternidad.

Pero Sawyer decide que la ocasión es perfecta, y cómo él tiene necesidades que cubrir le propone a Cassie una tarde romántica, en la pequeña tienda que se han construido.

- Y por qué iba a pasar la tarde contigo?. Me has despreciado y no quieres saber nada de mi hija.

- Venga Cass, no te enfades. Si vienes conmigo podrás arrancarme el pelo de donde tú quieras. Responde Sawyer con su pícara sonrisa.

- Eres un guarro!. Exclama Cassidy dándole un sonoro bofetón en la mejilla.

Decididamente hoy no parecía ser su día, así que optó por subir hasta el pequeño montículo de arena que quedaba a su izquierda.

Se quedó boquiabierto. La vista no podía engañarle, allí había construido un castillo, era de arena, madera y grandes hojas de palmeras, las columnas se habían hecho con restos del fuselaje y las ventanas con los trozos de cristal de las ventanillas del avión, tenía hasta cortinas.

Con determinación se acercó para ver quien había construido aquella mansión. Entonces vio a Sayid que cargaba un par de butacas hasta el interior del castillo.

- Eh!. Mohamed. Qué haces?

- Hola Sawyer.

- Te he hecho una pregunta. Me puedes explicar para que estás construyendo este palacio?. Es qué piensas quedarte a vivir en la isla Aladdin?

- Puede ser.

- Oye, Falafel, ya sé que eres parco en palabras y que el carisma de tú personaje radica en las escenas de sexo que todas las fans esperan de ti, pero podrías esforzarte más en mantener una conversación de más de un minuto.

Sayid dejó caer las butacas que transportaba y se sentó en una de ellas.

- A ver, de qué quieres hablar?. Dijo mientras indicaba a Sawyer que se sentase en la otra butaca.

- No sé….del tiempo?.

Pero aquello no le hizo ninguna gracia a Sayid que le envió una de sus frías miradas.

- Vale Mustafa, no te enfades. Dime, que crees que pasará dentro de un tiempo, cuando empiecen a escasear las latas de comida.

Sayid arqueó una ceja y respondió.

- Pues que vamos a practicar el canibalismo…por cierto…tú eres muy grande, y tienes unas buenas espaldas, podrías alimentarnos durante bastantes días. Dijo Sayid riéndose.

Aquello provocó el enfado de Sawyer, y optó por levantarse para seguir su paseo, haciendo un gesto obsceno con el dedo a Sayid, que se quedó sentado en la butaca riéndose a carcajadas.

Cuando Sawyer llevaba unos diez minutos caminando, escuchó un chapoteo en el agua. Se adentró lentamente y con precaución hasta que detrás de unos arbustos vio a una mujer, bañándose en el pequeño estanque con cascada.

Era Ana-Lucía, la mujer policía.

Con una sonrisa de oreja a oreja, Sawyer se acomodó detrás de unas plantas y contempló extasiado el cuerpo de la joven durante su baño.

Tan embelesado estaba con aquel espectáculo que no fue capaz de escuchar los pasos que provenían de sus espaldas. Sólo tuvo tiempo de lanzar un ahogado gemido antes de ser sujetado fuertemente por un hombre enorme, era Eko, el capellán de la isla.

- Qué estás haciendo pervertido?.

- Yo?...Nada Su Eminencia, sólo….sólo me refrescaba con un buen…ejem…baño.

Respondía Sawyer sin dejar de temblar.

- Y tu crees qué es correcto mirar?. Preguntó Eko con una voz seria que dejaba la sangre helada.

- Pues….hombre yo….padre Eko…..si, la respuesta es si.

- Vale.

Ante su sorpresa, Eko depositó de nuevo a Sawyer en el suelo y se sentó a su lado.

- No te importa, verdad?. Preguntó Eko.

- No, por supuesto que no. Vamos a disfrutar del espectáculo.

Media hora más tarde, Sawyer estaba más tranquilo, aunque en su mente no dejaba de ver la imagen de Ana-Lucía entre las aguas.

.