Disclaimer: Nuevamente y conforme a lo establecido, nada del mundo de Harry Potter me pertenece... sólo culpemos a las últimas "obras" de J. K. Rowling porque yo me ponga a hacer esto. Idea propuesta de Drabble no. 61 en LPdF dada por la maravillosa Azaak (¡te sacaste un 10 con tan buena propuesta!)
¡Espero y disfruten!
Insomnio
Es noche.
Pasa de la hora reglamentaria para el necesario sueño de una pequeña, ella lo sabe. Obviamente no le importa, pues con cautela e ingenio se logra desaprisionar de las mantas con las que tan firmemente su madre la había envuelto, sin emitir un ruido, ni un chirrido. La puerta no se vuelve obstáculo para ella, con solo estirarse un poco, sus dedos rozan la perilla y como por arte de magia se abre.
El supuesto silencio que debe haber en el pasillo parece quebrantado por los susurros provenientes de dos cuartos mas allá del suyo. Una delgada franja de luz escapa desde aquella puerta entreabierta. Sonriente y curiosa desde sus genes, la clandestina de la noche se acerca. Solo asoma un ojo por la rendija.
¿Lo qué vio?
Simple. Las cotidianas muestras de amor a las que estaba acostumbrada desde que tenía memoria (que para tener tres años, es de admirarse). Sus padres besándose. Pero había algo distinto en ellos, algo que la hacía ruborizarse tal como su madre lo estaba, que le impidió apartar la vista de esa escena. ¿Sería la tenue luz de la lámpara?. ¿La sutileza con que lo hacían?. ¿Lo bello que ella lo encontraba? O solamente, que ellos no sabían que alguien los observaba.
Para desgracia de la pequeña Potter, su madre era muy inteligente y su padre demasiado perspicaz.
Hermione abrió un ojo y Harry notó el cambio en el beso. La sonrisa en ambos rostros fue inevitable, tal como lo fue en la niña al saberse descubierta.
- ¿Helen, qué habíamos dicho sobre levantarse en la noche? – a pesar del leve fruncimiento de su ceño, seguía con una traviesa sonrisa en sus labios y en ningún momento se soltó del abrazo de Harry. La pequeña disfrazó su pena con la mirada verde y directa que le dio a su madre.
- Pero… tengo insomnio… sabes bien que así hago cosas locas – la cara de un ángel era incomparable a la ternura de esa niña ¿de dónde habría heredado tal poder de convencimiento? Harry sospechaba del amor de su vida.
- Entonces ve a tu cuarto, en un momento te daré chocolate caliente ¿te parece? – la pequeña Helen asintió feliz, adoraba el chocolate.
Pero lo que ella no sospechaba es que sus padres hacían cosas más locas que ella cuando tenían insomnio… como la que acababa de interrumpir.
N/A: Comienzo a cansarme al no encontrar a mi inspiración... si alguno la ve avíseme, si alguno sabe cómo facilitar su búsqueda, avíseme. Si alguno quiere comentar sobre esto, lo agradeceré enormemente. Si alguno ha de querer matarme por la espera que hasta a mi me desespera... le entrego mi cabeza para la guillotina. Sólo digo en mi defensa... me esfuerzo... ¡Y viva el Insomnio!. ¿Verdad pequeña Helen? XD.
Hasta Luego.
