Disclaimer: ya sabéis, los personajes son de Meyer pero la viñeta es mía.

Claim: Kim/Leah.

Summary: La odias. ¿Por qué? Fácil, porque ella es loba y tú no.

Rating: K+.


Envidia corrosiva

Te despides de Jared con un beso dulce y cálido, pero que te deja un extraño sabor amargo en los labios. Él echa a correr nada más separarse de ti y va a reunirse con el resto de la manada. Tú te quedas ahí parada, mientras los chicos empiezan a bromear y a golpearse tontamente entre ellos, fijando tu mirada en la única chica del grupo.

Leah es simplemente lo que tu llamarías perfecta: es alta, atlética, con curvas sugerentes, labios finos y húmedos, piel tersa y brillante y un larguísimo pelo tan negro como el azabache. Y eso te jode, te jode y mucho.

Simplemente la envidias, la envidias por todo: la soltura con la que se desenvuelve con los chicos, cuando tu apenas eres capaz de murmurar un entrecortado saludo cuando los ves; la belleza y sutileza de sus movimientos, cuando tu vas tropezándote a cada paso que das; y sobre todo, envidas las proporciones, tamaños y formas de cada una de las partes de su hermoso cuerpo. Mierda, no podía ser más dolorosamente guapa, bonita y excitante para un chico. Y más cuando se están tocando, rozando y viendo desnudos casi todo el tiempo.

La miras con recelo y ella parece sentirse observada, pues te mira. Bueno, más bien te fulmina con la mirada, es escalofriante. Se gira con rapidez, moviendo seductoramente sus caderas su pelo con altanería. ¡Dios como la odias! Su manera de moverse, de actuar, de hablar..., pero sobre todo la odias porque ella tiene algo que tu jamás poseerás.

La ves transformándose con los chicos, rápida y precisa, en un solo segundo, con un salto en el aire. te fijas en sus voluminosas proporciones y en su chocolateada pelambrera, que te llama a gritos pidiendo que la toques.

¿Por qué? ¿Por qué Leah sí y tú no? Sería todo tan fácil si tú también fueras loba. Podrías pasar muchísimo más tiempo con Jared, leer cada pensamiento que pasara por su alocada cabeza y podríais vivir quién sabe cuantas nuevas y excitantes experiencias juntos. Pero lo más importante, podrías plantarle cara a aquella arpía roba-hombres.

Miras cómo esa perra se aleja corriendo entre la frondosidad de los árboles, como restregándote su condición de metamorfa. Clavas la mirada en el agujero negro que ha dejado su marcha entre la vegetación, aprietas los puños y suspiras rendida.

En ese momento oyes el inconfundible aullido de Jared y sigues el sonido para toparte con sus grandes ojos lobeznos que brillan como el mismo oro. Te sonríe y echa a correr, perdiéndose en el bosque también. Tú sonríes también para tus adentros. ¡Que trabajo costaba estar enfadada con Jared cerca!

Meneas la cabeza, negando una y otra vez, intentando deshacerte de todos aquellos malos pensamientos. Puede que tú no seas perfecta -como Leah-, pero Jared está imprimado de ti y no de ella; y eso siempre será más valioso que ninguna otra cosa.


Espero que no esté TAN mal.

Y también espero no seguir retorciendo parejas/personajes/situaciones de esta manera, o Meyer me pegará (?).