Bueno, para empezar quiero decir que hace muchisimo no subia un fic, tuve un bloqueo de escritora de años y apenas esta dejando a mi lado creativo trabajar; curiosamente todo esto empezo gracias al fandom de los vengadores lo cual me hace sentir muy agradecida a todas y todos aquellos que lo hacen posible.

Ahora si pasando al fic, esta publicación espero se convierta en un compilatorio de todas aquellas historias que mi cabeza permita nacer, pero en su mayoría estaran enfocados a la pareja de ThorxSteve, ¿porqué? pues simple, porque en español es muy raro encontrar algo acerca de ellos y a raíz de una poco sana obsesión recién surgida he decido que si no existe contenido es mi deber social crearlo jajaja. Por otro lado debo confesar que soy una amante del Stony de corazón por lo que quizas también suba alguna que otra historía de esos dos juntos, uno nunca sabe. De lo que si pueden estar seguros es de que habrá mucho pero mucho Clintasha (son y siempre serán mi pareja favorita) y DarcyxBruce (porque me sorprende que nadie mas note lo buena pareja que harían esos dos).

Por supuesto ningun personaje me pertenece esto es solo por diversión como siempre.

Lealtad

Peter había presenciado muchas cosas en su corta vida, muertes, resurrecciones, villanos imposibles y héroes igual de complejos, a estas alturas pocas cosas le sorprendían en realidad; pero su padre besándose y sonrojándose como una colegiala definitivamente entraba en la categoría de las cosas que si le sorprendían.

El divorcio de sus padres no había sido fácil, por años Tony y Steve le demostraron lo que era la verdadera felicidad; porque ellos se amaban y no temían demostrarlo al mundo entero, su infancia fue la época mas feliz que pudiera recordar y aun ahora los recuerdos le sacaban una sonrisa nostálgica. Su adolescencia por otro lado, no fue tan sencilla; los problemas entre sus padres se acrecentaban día a día y para su tristeza, pese a lo mucho que lo intentaban, no lograban resolverlos, por supuesto trataban que eso no afectara la vida de su hijo, aunque no siempre era posible, tal y como sucedió esa noche.

El verdadero punto de quiebre para la relación de sus padres llego un día mientras se divertía con Harry y MJ en un bar de la ciudad. No se suponía que estuvieran ahí, aun eran menores de edad, pero como todo adolescente eso no les impidió romper las reglas y entrar a ese prestigioso lugar con ayuda de unos cuantos, en realidad muchos, billetes generosamente donados por él y Harry.

La noche habría terminado realmente bien, con ellos riendo y bromeando a causa del alcohol, si no hubiese notado la incomodidad de MJ que no paraba de mirar hacía uno de los privados en el segundo piso y se revolvía incomoda en su asiento; a Peter no le costo mas que seguir la dirección de su mirada para entender lo que sucedía; arriba, en la sección VIP del local se encontraba su padre, el millonario Tony Stark, con una despampanante rubia sentada en sus piernas a la cual besaba y manoseaba sin el menor pudor. El estomago se le fue a los pies y todo el alcohol ingerido desapareció de su sistema, se quedo ahí parado, como un tonto observando a su padre y aguantando la rabia que le consumía, ¿como podía hacerle eso a su papá?, quería llorar, gritar, golpear algo pero no lograba reaccionar, ni siguiera reacciono cuando la mirada del millonario se topo con la suya convirtiéndose en una de completo terror y vergüenza. Tampoco reacciono cuando su amigo al ver la escena lo saco a empujones del lugar, después de todo Harry era listo y solo hizo falta sumar dos mas dos para entender lo que sucedía.

Peter no regreso a casa en días, únicamente aviso a Steve que se quedaría en casa de Harry y que no era necesario que se preocupara. No sabía que hacer o como afrontar la situación, amaba a sus padres, a ambos, pero Tony le acababa de romper el corazón y si Steve se enteraba también se lo rompería a él. Estaba realmente confundido, sin embargo él era el hijo del Capitan America y si algo había heredado de la leyenda era su sentido del honor e integridad. Su papá merecía saber la verdad, y si Tony no era sincero con él, Peter si lo sería.

Por supuesto el rostro de su papá cuando le contó la verdad es algo que nunca olvidaría, el símbolo de américa deformo su guapo rostro en una mueca de dolor y abrazo a su hijo como si este fuera a desaparecer. Como era de esperar, después de esa demostración de debilidad, se desato la tormenta; sus padres comenzaron a pelear, a pelear en serio, gritos y golpes resonaron por la torre y Peter se refugió en la habitación de Clint, la cual el arquero ahora compartía con Natasha. Cuando era pequeño le gustaba ocultarse allí de sus padres, ya fuera porque querían castigarle, o simplemente porque no deseaba escucharlos pelear; cuando eso sucedía el arquero le distraía con sus ocurrencias y el pequeño Peter se olvidaba de los problemas del exterior. En esta ocasión no sería tan sencillo y lo sabía. Natasha acariciaba sus cabellos mientras él recostado en sus piernas trataba de no llorar, Clint se mantenía atento a la discusión a la espera de que necesitase intervenir, se le veía concentrado, con todos los músculos tensos como si estuviese a punto de atacar.

- ¿Como pudiste hacer algo así? ¿Es que no pensaste en el daño que nos causarías? - La voz del capitán sonaba furiosa pero ni así lograba ocultar la nota de dolor en la misma.

- No fue nada Steve, no era algo serio, una simple aventura, no siento nada por esa mujer. - Contestaba Tony con un ligero tono de sarcasmo.

- Eso no es lo importante Stark.

- Oh oh. - susurro Clint para preocupación de Peter.

- Te acostaste con ella y solo Dios sabe con cuantas mas - continuo el Capitán. - Lo que es peor, dejaste que Peter te viera, y me lo ocultaste aun cuando nuestro hijo lo sabía todo.

- Steve yo... - Stark tartamudeo indeciso. - Fue solo un error, no volverá a pasar lo prometo, olvidaremos esto y las cosas continuaran como siempre, seremos felices. - Tony casi suplicaba.

Peter en verdad deseaba que así fuera, lo deseaba con todo su corazón, pero era un genio, digno hijo de su padre, y sabía que las cosas no serían tan sencillas.

- Quiero el divorcio Stark. - Estas ultimas palabras, salidas de la boca de su papá terminaron de romper el corazón del joven que ahora sin ningún reparo lloraba en los brazos de la viuda negra.

El divorcio fue relativamente sencillo; el Capitan no deseaba nada excepto alejarse de la torre y la custodia de Peter, el cual para sorpresa de todos había decidido vivir con Steve y no con Tony. Por supuesto Peter había hablado de ello con su padre, le explico que aun lo amaba, pese a todo siempre lo amaría y seguiría siendo su padre, su relación no cambiaría, pero la lealtad de Peter estaba con Steve, y aun cuando a Tony la idea le rompía el corazón era consciente de que no estaba en posición de negarse.

Por su parte el millonario le había cedido una enorme cantidad de dinero al soldado para que pudiese hacerse cargo de su hijo y tuviesen una vida tranquila; en sus propias palabras: era lo mínimo que podía hacer después de haberlo echado todo a la mierda.

Al principio fue difícil, como todo, pero su nueva casa era acogedora, y estaba cerca de la escuela lo que volvía la transición no tan compleja. Pasaba todos los fines de semana en la torre con Tony, y sus tíos los visitaban constantemente.

Siempre se decía a si mismo que las cosas no serían tan difíciles si su papá consiguiera sonreír de verdad, no esa sonrisa falsa y triste que le dedicaba para no preocuparle. El tio Buck le explico que no era necesario que se preocupara, el tiempo era lo mejor para un corazón roto. Peter comprobó que era cierto cuando un año después descubrió que si bien su padre aun no sonreía con sinceridad, ya no lloraba por las noches, ni se le veía triste o decaído, estaba mas animado e incluso bromeaba ocasionalmente.

Pero el verdadero cambio ocurrió cuando, en medio de rayos y truenos un viejo amigo de su padre descendió del cielo justo frente a su casa. Peter apenas lo había visto en contadas ocasiones durante su infancia, puesto que sus obligaciones en Asgard le obligaban a permanecer lejos.

- Amigo Steve - grito con alegría el hombre al ver a su padre salir de la casa. - Que la gracia de Odin sea contigo viejo amigo. - rugió el hombre al tiempo que abrazaba con fuerza a su padre; fue ahí cuando el milagro ocurrió, una enorme y sincera carcajada ascendió del pecho de su padre que divertido correspondía el abrazo.

Peter aun no salía de su asombro cuando Thor lo atrajo con fuerza a él y lo unió al abrazo con fuerza.

- Los dioses les han favorecido, mira cuan grande y fuerte se encuentra el pequeño Peter, debes estar muy orgulloso Capitán.

- Lo estoy, no sabes cuanto. - contesto Steve con sinceridad y ahí Peter lo supo, su papá había vuelto.

Ahora que lo recordaba ese fue el momento justo en que la vida continuo su curso. Al principio eran unas cuantas visitas a la semana, Thor dividía su tiempo entre la torre Stark y la casa de los Rogers. A Peter le encantaban las historias del Asgardiano, no solo se moría por conocer su mundo y sus costumbres, sino que la presencia del rubio alegraba a su padre que poco a poco recuperaba su animo habitual.

En algún punto, sin estar Peter seguro de como, Thor había terminado mudándose al 100% con ellos y a pesar de que ellos nunca le mencionaron nada al respecto, el dios, en sus conversaciones acerca de los vengadores, nunca mencionaba a Tony. Ambos estaban seguros de que el mismo Tony le había puesto al tanto antes de enviarlo a su lado; pero nada de eso importaba, porque ahora su padre vuelvía a sonreír.

Otro año pasa y el Asgardiano sigue a su lado, a Peter se le hace imposible recordar el tiempo en que no compartían su vida con el "Beach Boy", como su padre lo llamaba. Las ocurrencias del dios le sacaban carcajadas y su natural ingenuidad hacía sonreír a su padre, de algún modo extraño se había vuelto parte de la pequeña familia. Pero de nuevo Peter era un genio, y las intensas miradas que el dios de rayo le dedicaba a su papá no le pasaban desapercibidas, de igual manera que los sutiles sonrojos del capitán. Aquellos abrazos en un inicio fraternales ahora duraban cada vez mas, igual que los apretones de mano y los besos en la mejilla, como si el dios intentase alargar lo mas posible el contacto con su papá. Sin embargo lo que en realidad sorprendió a Peter era el hecho de que ninguna de esas acciones en le molestaba; al contrarío, imaginar al Thor como el nuevo compañero de vida de su papá se le antojaba bastante agradable, después de todo era el rubio quien había devuelto la vida a los ojos de su padre así que ¿porque no apoyar un poco al no tan despabilado dios?.

...

- ¿Sabes lo que escuche el otro día papá? - comento como si nada Peter mientras devoraba una bolsa de papas fritas. Su padre le dedico una sonrisa como respuesta.

- ¿Qué cosa? - pregunto al tiempo que le arrebataba la bolsa de las manos.

- Que tu y el tío Thor hacían una buena pareja. - soltó Peter sin disimulo recuperando sus frituras y yendo a su cuarto sin esperar a comprobar el evidente sonrojo en el rostro de su papá.

...

- ¿No sería lindo que te volvieras a casar? - Esta vez Peter había sorprendido a su padre al despedirse de él por la mañana, tanto que el pobre ni siquiera consiguió articular respuesta.

...

- Quiero un hermanito. - en esta ocasión había optado por un ataque directo a ambos rubios que se encontraban viendo la televisión en su sala, la confusión se hizo presente en sus rostros, ni el Cap ni Thor habían entendido sus palabras. - Y me gustaría que fuera mitad Asgardiano. - finalizo con una inocente sonrisa marchándose de allí. Peter podía jurar que la carcajada de Thor se escucho hasta Hawai.

...

Obviamente la sutileza no servia con esos dos, y como negarlo si ambos eran mas inocentes que una virgen en sacrificio. Necesitaba emplear métodos mas directos, quizá encerrarlos en un armario, o fingir el secuestro de alguno de ellos, seguro que Natasha le ayudaba o quizás simplemente golpearles en la cabeza hasta que reaccionaran, probablemente conseguiría que el tío Bruce aceptaba prestarle al otro sujeto por un rato. Tan concentrado estaba que apenas y se percato de que no se encontraba solo en casa, era imposible que sus ojos no se posaran en el par de rubios que se comían a besos en el sofá; ahora maldecía a su sentido arácnido por no prevenirlo del evidente trauma que sufriría. Porque si, quizás deseaba que que Steve y Thor aclararan sus sentimientos por el otro, pero eso no significaba que deseara verlos en plena acción.

Salio corriendo de allí como alma que lleva el diablo, ya habría tiempo para explicaciones y festejos, por ahora lo único que el chico deseaba era alejarse tanto como fuera posible y quizás conseguir un psiquiatra, necesitaría de muchas sesiones para sacar aquello de su mente.

- Quizá Strange este dispuesto a recomendarme alguno. - Pensó con una sonrisa, sin disminuir en lo mas mínimo la velocidad. Después de todo, no importa cuan traumatica fuera la escena, su lealtad siempre estaría con su papá Steve y su felicidad, especialmente si esa felicidad estaba representada en el afable y poderoso dios del rayo.