Los personajes de Naruto NO me pertenecen, son propiedad de Masashi Kishimoto.


Nota: Emmm... Hola

Quiero disculparme por no haber actualizado nada... es que no he encontrado mucha inspiración, pero estoy trabajando en ello, espero actualizar todos mis trabajos pronto, gracias por todo su apoyo :3

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Allá en mi pueblo -como solían decir mis padres cuando iban a visitar a su extensa familia en la ciudad-, hay un río muy bonito, arboles de follaje espeso, aves cantarinas y Kurama, mi perro.

Allá en mi pueblo, hay montañas y nubes esponjosas que parecieran ser de colores, caminitos que llevan a los paisajes más hermosos, senderos que van más allá de la vida.

Allá en mi pueblito, hay señoras muy risueñas, esas abuelitas de nadie y de todos, las dulces abuelitas que siempre tienen un dulce disponible, una sonrisa especial, un consejo ideal, que tienen el corazón disponible para amar.

Allá en mi pueblo, hay aire que revolotea el cabello sin permiso, sin vergüenza y divertido.

Allá en mi pueblito, hay flores de muchos colores, frutos de muchos sabores, personas de muchos olores, pero no hay en mi pueblo, ningún color como el tuyo, ningún sabor parecido al de tus labios, ninguna persona con el olor de tu cuello.

Allá en mi pueblo hay muchas cosas, casitas de colores, sonrisas de sabores y carcajadas llenas de emociones, pero en mi pueblo no hay sonrisas como las tuyas, dulces como la miel, suaves como rosas e inolvidables como tú misma.

En mi pueblo está mi hogar, mi niñez, mis recuerdos, mis risas, mis triunfos, mis tropezones, mi derrotas, mis victorias, mis sueños, mis ilusiones, mis amigos, mi familia, mis locuras y mis aventuras, sin embargo… en mi pueblo no está tu sonrisa, no está tu mirada dulce.

Allá en mi pueblo no está tu mirada brillante y rebosante de emoción, no están tus dulces paso por el sendero del amor, en mi pueblo no está tu brillante cabello que se mece con el viento en el amanecer.

En mi pueblo no está tu risa cantarina, tus delgados dedos que causan cosquillas cada vez que acarician mis mejillas marcadas, no está tu fría nariz que se cuela por mi cuello en busca de calor, no está tampoco la sencillez y majestuosidad de tú amor.

En mi pueblo no estás tú, pero pronto lo estarás, estamos a solo un "acepto" en el altar.