Hola a todos, este no es mi primer FF, pero si el primero sobre Blair y Serena, es una idea loca que paso por mi mente deribada de mi obsesión por Blair jaja...espero que les guste.
Nota: Ninguno de los personajes me pertence.
Nota dos: Este FF esta basado en la serie de Tv.
Nota tres: Todo lo que esta en cursiva son recuerdos.
Blair miraba por la ventana de su habitación que daba a una de las avenidas más congestionadas de Nueva York, tenía la mirada perdida en alguna parte, ella estaba perdida en alguna parte, y no lograba encontrarse, no desde que ella se fue, sin ninguna explicación y sin despedidas, eso era algo muy de Serena, escapar, hacer cosas sin lógica y por supuesto dañar a todo aquel que osara quererla. Y para su desgracia nadie quería a esa hermosa rubia más que ella, nadie la conocía tanto como ella, y a nadie había herido más con su partida que a ella.
Los primeros días habían sido de negación absoluta, no quería enfrentarlo, perdió la cuenta de las veces que llamo a Serena, que le mando mails, mensajes, pero nada, no había ninguna respuesta, y los días se fueron transformando en semanas, y estás en meses, y dentro de poco tiempo ya sería un año.
Blair Waldorf, no era de esas chicas frágiles que lloraba por cualquier cosa, ni por su novio Nate, había llorado antes, no de esa manera tan desgarradora, porque sentía que una parte de ella se había junto con Serena, Nate podía ser su novio pero Serena era su otra mitad.
Una voz conocida la saco de su abstracción, sacudió levemente la cabeza para despejarse de todos esos recuerdos, le dolía y aunque jamás se lo reconociera a nadie, se sentía en parte culpable de la ida de Serena-.
-Blair cariño…los invitados están llegando, serias tan amable de complacernos con tu presencia-. Dijo Eleonor sarcásticamente-.
-Bajo en un momento-. dijo sin darle importancia al tono con que su madre le había hablado-.
-No crees que ya te has hecho esperar demasiado, quiero que los invitados aprecien el nuevo diseño que llevas-. Expresó presionando para que saliera de la habitación-.
-Solo dame un momento-. Contestó nuevamente mirando a su madre con fastidio-.
Cuando Eleonor abandono la habitación, Blair se sentó en su cama y se lanzó hacia atrás, posicionando sus manos sobre su rostro, no importaba el tiempo que pasara, la seguía extrañando como si fuera el mismo día de su partida. Las lágrimas otra vez corrieron por sus mejillas, saco una de sus manos y comenzó a golpear violentamente su cama, como fue tan estúpida, como se dejó llevar de esa manera, por una maldita noche arruino todo, he hiso que su mejor amiga se fuera. Pero ya no quería seguir recriminándose, así que se levantó se miró al espejo, respiro profundo, retoco su maquillaje y se dijo.
-Yo soy Blair Waldorf y nada ni nadie va a derrumbarme-. Arreglo las pequeñas arrugas de su vestido y ensayo la falsa y ya cotidiana sonrisa con la que se enfrentaba al mundo.
Todas las personas estaban vestidos de etiqueta, la razón de la celebración no tenía importancia, porque en realidad las fiestas eran algo cotidiano en el Upper East Side, ahí creaban alianzas y se aseguraban que sus hijos terminaran con alguien de la misma clase social. Blair había crecido ahí, entre Christian Dior y Chanel, donde todo era hermoso a simple vista, pero donde también se ocultaban los más tenebrosos secretos. Todo ese ambiente en extremo toxico siempre fue alivianado por la presencia de su mejor amiga, ella hacía que todo pareciera más fácil, pero Serena ya no estaba ahí y tenía que enfrentarlo sola.
-Hola…te estaba buscando-. Le susurró al oído Nate quien la abrazo por la espalda-.
-Sí…sucede algo-. Pregunto la castaña que se dio vuelta distanciándose unos centímetros de su novio-.
-Nada…solo quería verte-. dijo algo confundido por la frialdad de Blair ante su contacto-.
-Yo…iré por una copa-. Dijo Blair haciéndose paso entre las personas para dirigirse al bar y tomar una copa de champaña, la tomaba con elegancia, de pequeños tragos, pero entonces vio lo que creyó era un espejismo.
Un espejismo porque esos son lo que uno se imagina cuando tu mente te juega malas pasadas y tanto lo deseas hasta que creas la ilusión. Sacudió su cabeza para intentar volver a la realidad, pero la imagen seguía ahí, por lo que comprendió que no era una ilusión. Su boca se abrió más de lo necesario y sus ojos podrían salirse en ese momento, pero lo que más se marcaba era el bombeo de su corazón frenético, en un punto perdió absolutamente el control de su cuerpo y la copa se deslizo por sus dedos cayendo estruendosamente en el suelo, todas las miradas se posaron sobre ella.
-L-o….lo siento-. Murmuro y salió casi corriendo rumbo a su habitación, cerró la puerta con violencia, pero unos pasos la siguieron casi con la misma rapidez que iba ella.
Serena abrió la puerta con cuidado, conocía perfectamente a Blair Waldorf y sabía que no la iba a recibir con una fiesta de bienvenida precisamente.
Blair se repuso cuando escucho la manilla de su puerta girar, se imaginó quien era y necesitaba ser fuerte para enfrentar lo que venía. Se puso de pie junto a Serena, se miraron por unos cuantos minutos, examinándose mutuamente. Blair observaba cada detalle del cuerpo de Serena, de su rostro, le era todo tan familiar, que se podía volver a perder en esos magnéticos ojos azul profundo, tan profundos que la mayoría se ahogaba en ellos. Pero ella se resistía recordando cada lágrima que derramo durante ese año, se resistió pensando en el abandono de la rubia y toda esa ira contenida exploto en un inesperado y sonoro golpe en la mejilla de Serena.
-Y ahora vete de aquí…no quiero verte-. Expresó Blair mirándola fríamente-.
-Blair…por favor-. Suplicaba la rubia con su mano en donde había recibido el golpe-. Tenemos que hablar-.
-Yo no tengo nada que hablar contigo…así que por favor retírate-. Repitió la castaña haciendo un gesto que apuntaba hacía la puerta-.
-Blair…ya sacaste tu rabia y lo entiendo me lo merecía, ahora solo escúchame, estoy muy arrepentida, no quiero irme-. Rogaba Serena intentado acercarse más a Blair-.
-¡Ahora no quieres irte!...cuando hace un año te fuiste sin decir nada, claro todo tiene que ser siempre cuando tú quieres… otra vez alterada-.
-No se trata de eso…yo te lastime lo sé, pero créeme en todo este año no he podido sacarte de mi cabeza, me fui porque soy una cobarde, porque nunca pude enfrentar todo esto que siento-. Intentaba explicarse-.
-¡Y yo si tenía que enfrentarlo!…porque fui yo la que se quedó aquí Serena, fui yo la que se despertó una mañana sin tenerte a su lado ¡fui yo a la que abandonaste!-. Le recrimino la castaña con lágrimas en sus ojos-.
-¡Perdóname!...por favor…solo no me alejes de ti, si volví fue solo pensando en que podríamos estar juntas-. Expresó Serena también con lágrimas corriendo por sus mejillas-.
-Y crees que es así de simple, que volverías y yo como una idiota caería otra vez, no Serena, yo cometo errores una sola vez y nunca más volveré a confiar en ti-. Dijo con una postura rígida intentando proyectar una seguridad que no tenía, pero la rubia la conocía demasiado a ella no la engañaba-.
-Yo sé que aún sientes algo por mi…lo veo en tus ojos, a mí no me puedes engañar Blair -. Dijo la rubia acercándose peligrosamente y tomándola de ambos brazos-.
-Ni se te ocurra acercarte a mí, porque no vas a recibir otra cosa que un golpe aún más fuerte Serena-. Exclamó la castaña al ver las intenciones de la rubia-.
-Entonces….creo que me arriesgare-. Y con un rápido movimiento tomo el rostro de Blair y fundió sus labios con los de ella, guardando la esperanza de que respondiera a sus caricias, pero lo único que consiguió fue que los brazos de Blair la separan bruscamente y recibir otro golpe en la mejilla-.
-¡Te lo advertí Van der Woodsen!-. Exclamó la castaña pasándose una mano por sus labios-. ¡No te quiero cerca de mí!...!Vete ahora de mi casa o haré que te saquen!-.
Serena no sentía dolor en su mejilla, su dolor era mucho más profundo que eso, era algo que se había alojado en su alma, la reacción de Blair le estaba rompiendo el corazón en mil pedazos. Pero seguiría luchando, debía recuperarla, ella sabía que Blair la seguía queriendo, con ella no podía utilizar esa máscara de la gran reina del Upper East Side, con ella había sido simplemente una tímida chica que una noche se perdió en sus ojos azules y se entregó a sus brazos.
Blair sintió cada uno de los pasos que Serena dio para bajar las escaleras, y con cada uno de ellos, un latido de su corazón se hacía más profundo, se acostó en la cama y volvió a llorar, porque Serena le hacía esto, porque jugaba con ella así, acaso no podía imaginar todo el esfuerzo que ella había tenido que hacer para alejarse de sus labios, para rechazar sus caricias, para verla nuevamente cruzar esa puerta.
Y cada uno de los recuerdos de aquella noche volvió a su mente.
Habían estado en una de las fiesta de gala del Upper East Side, habían bebido demasiado, Blair no estaba con el mejor ánimo y le había confidenciado todos sus problemas a su mejor amiga, estaba triste por como su madre la ignoraba constantemente y por como Nate no hacía más que intentar acostarse con ella, sin tener en cuenta sus sentimientos, definitivamente no era el día de la gran Blair Waldorf, lo único que la mantenía en pie era la presencia de Serena, siempre ahí, siempre cuidando de ella, era la única persona que la conocía realmente y sabía cómo manejar su carácter que era por decir lo menos difícil.
No se dieron cuenta y ya estaban en la casa de Blair con las mismas ganas de seguir celebrando, por lo que abrieron otra botella de Champaña Francesa, la favorita de la castaña y se dirigieron a su habitación. Estaban acostadas una al lado de la otra, mirándose fijamente y pasándose la botella cada cierto rato, aunque lo cierto es que se encontraban perdidas una en unos ojos azul como mar mediterráneo y la otra en unos café chocolate que eran el bocado más exquisito que podía pensar en probar.
Lentamente Serena fue pasando el borde de su mano, por la suave mejilla de Blair, la que respondía a la caricia cerrando sus ojos con agrado.
-Eres la mujer más hermosa que he visto nunca y tu piel es como la porcelana-.
-No hay nadie más hermosa que tú Serena, cada vez que te miro me pierdo en cada maravilloso detalle de tu rostro o en tus ojos que cambian de color como el cielo-. Respondió con sus ojos fijos en la rubia-.
-Creo…que…has sido tú todo este tiempo-. Murmuro insegura Serena-.
-Que quieres decir con eso-. Preguntó la castaña confundida-.
-Que siempre te buscado en cada persona…no hay nadie que quiera más que a ti-. Expresó tomando el valor que nunca había tenido, tal vez era el alcohol o quizás solo las ansias de por fin reconocer sus sentimientos-.
-Y no hay nadie que yo quiera más que a ti-. Susurró Blair que no sabía a donde la iba a llevar toda esa interacción pero quería averiguarlo-.
Esas eran las palabras que Serena había estado esperando, aunque fuera una confirmación a medias de que su amiga sentía algo parecido a ella por lo que no se detuvo a pensar y rompió la distancia que existía entre ellas con un tímido y deseoso beso. Se posó sobre la castaña y la siguió besando con ternura, cuantas veces había soñado con ese momento, cuando en la intimidad de su ser odiaba a Nate por tenerla, por poder tocarla y besarla, aunque sabía que Blair nunca le permitió llegar más allá, porque tenía la fantasía de una primera vez perfecta. Siguió besándola y acariciándola intentando que no pareciera desesperada, pero su fuerza de voluntad se estaba acabando, por lo que intentó tomar una pequeña distancia para calmar las cosas, pero fue Blair esta vez quien la sujeto con fuerza.
-No te detengas…por favor-. Murmuró en el oído con voz agitada la castaña-.
-No sé si pueda contener mis ganas de tocarte si seguimos-. Reconoció la rubia-.
-Entonces no te contengas-. Dijo una vulnerable Blair-.
-¿Estás segura?Preguntó Serena, quien seguía depositando cortos besos entre el cuello y la mandíbula de la castaña-.
-Creo que nunca he estado más segura de algo-.
Serena pasó su mano suavemente por debajo de la blusa para acariciar la piel desnuda de Blair y fue como si un golpe de corriente le hubiera traspasado todo el cuerpo, por lo que se deshizo de cada uno de los botones para dejar todo el vientre expuesto y unos seductores pechos cubiertos por un sujetador de encaje negro llamaron absolutamente su atención, tanto que para ella le estaban suplicando ser besados, por lo que acerco sus labios y comenzó a besarlo por encima de la diminuta prenda. Siguió hasta arrojar lejos la molesta falda y así poder admirar el impresionante cuerpo de Blair solo en ropa interior, como con solo verla su respiración se agitaba y su excitación crecía a niveles que nunca antes había experimentado. Blair le suplicaba entre murmullos cortados por la excitación que no se detuviera, que esa noche quería ser suya, como no lo había sido nunca de nadie más.
Blair como pudo despojo a la rubia de la ropa que llevaba para que quedan ambas en igualdad de condiciones, comenzó con sus manos una danza de reconocimiento, primero disfrutaba cada centímetro de las largas y tonificadas piernas de Serena, para detenerse a jugar con el borde de la tanga en forma extremadamente sensual, lo que produjo que la rubia soltara un gemido, lo que la castaña tomo como el visto bueno para seguir provocándola.
Pero Serena había decido tomar el control, por lo que se adelantó en desabrochar el sujetador de Blair para admirar en todo su esplendor ese par de pechos que tantas veces había observado embobada a la distancia, ahora eran suyos y solo suyos. Pasó su lengua en forma circular y mordió ligeramente el pezón que ya estaba erecto, lo saboreo intentando retener cada sabor que inundaba su boca, bajo cuidadosamente haciendo suyo cada milímetro de ese cuerpo bronceado, para detenerse nuevamente en los muslos de Blair, podía sentir el calor que emanaba de su centro, quito ropa interior que quedaba y sin hacer esperar más a la castaña, paso su lengua por el clítoris y escuchó como los gemidos de Blair se hacían más fuertesy sus caderas se movían frenéticamente para tener un poco más de ella.
Blair sentía como su humedad iba en aumento y no ayudo para nada a bajar la intensidad tener la lengua se Serena jugando en su entre pierna, aunque se sentía increíble, nunca pensó perder su virginidad así con su mejor amiga, pero ahora que estaba ahí solo quería consumarlo, porque se haya dado cuenta antes o no, Serena Van der Woodsen era mucho más que su mejor amiga, era la persona a quien ella más quería en el mundo, y aunque no se haya dado cuenta de sus sentimientos hasta ese momento, no podía pensar en otra persona a la quien entregarse por primera vez.
Serena subió lentamente hasta atrapar otra vez en un apasionado beso a Blair, y apoyando todo su cuerpo contra ella, para deslizar silenciosamente su mano derecha hasta la entrepierna de la castaña.
-Hazlo quiero ser Blair-. Quiero que tú seas mi primera vez-.
-Te amo…siempre lo hice y siempre lo haré-. Respondió la rubia.
Con todo ya dicho, Serena introdujo dos dedos en el interior de Blair quien soltó un pequeño grito mescla de placer y el dolor de la primera vez, la rubia no se detuvo y comenzó pequeñas embestidas sin dejar de besar los labios y el cuello de la castaña, ella misma al sentir el calor y la fricción con el cuerpo de su amante estaba en extremo excitada y sabía que no faltaba mucho para llegar al clímax, por lo que aumento el ritmo con sus dedos hasta que sintió como el cuerpo de Blair se contraía y toda su humedad inundaba sus manos, ella no tardó en también lograr su orgasmo y con ello pronunciar el nombre de su mejor amiga.
Se acostaron una junto a la otra y Blair no tardo en quedarse dormida en el pecho de Serena, la rubia la miraba con adoración, y acariciaba tiernamente su cabello, pensaba en cómo pudo soportar tanto tiempo, no besarla ni acariciarla, pero ahora ya era suya, solamente suya porque nadie había recorrido ni conocido a Blair Waldorf como ella lo había hecho esa noche.
Blair despertó en su cama con la ropa de la noche anterior aún puesta y con los ojos muy pesado, debía ser porque se quedó dormida llorando, no podía pensar en nada más que Serena, sus recuerdos de la noche en que pasaron juntas y en como cuando despertó solo estaba ella en su cama y no supo noticias de la rubia hasta ahora, un año más tarde. No había explicación que sirviera, no había nada que pudiera decir la rubia para que ella la perdonara, aunque cuando la beso el día anterior estuvo a punto de ceder ante la caricia, esos labios le parecían tan familiares, que casi no logra contenerse y llevarla a su cama, era impresionante el efecto que tenía Serena sobre ella, pero debía ser fuerte, porque aún dolía, dolía el recuerdo de haberse entregado por primera vez y haber despertado sola al otro día. Un golpe en la puerta la sacó de sus pensamientos.
-Señorita Blair-. Dijo Dorota-. El señor Nate la espera abajo, ¿Qué le digo?-. Preguntó-.
-Y porque viene tan temprano, no recuerdo haberle dicho que viniera hoy-. Exclamó con molestia la castaña, no tenía ánimo de ver a nadie, menos a Nate-.
-Son las 12:30 y hoy es el almuerzo de la fundación Bass, es por eso que él está aquí-.
-Lo había olvidado completamente-. Dijo más para sí misma-. Será mejor que me levante, dile a Nate que bajo en unos minutos-. Expresó y se levantó de la cama con dirección al baño para tomar una ducha, necesitaba estar despejada.
-Señorita Blair-. La llamó Dorota antes de poder entrar al baño-.
-Sí…¿Qué pasa?-.
-¿Le ocurre algo?...usted tiene los ojos hinchados como si hubiera llorado y ayer se retiró de la fiesta muy temprano…cuando vio a la señorita Serena-. Lo último lo dijo muy insegura sabía que Blair ya no quería escuchar ese nombre-.
Blair no sabía que responder, no le gustaba mentirle a Dorota, porque más que parte de su servicio doméstico, era la imagen materna que tenía, su vínculo era más fuerte que con su verdadera madre que lo único que hacía era criticarla, Dorota no, siempre había estado ahí en forma incondicional, para escucharla y apoyarla.
-Ayer…volvió Serena... Yo…no sé cómo reaccionar con eso…no supe nada de ella en un año y ahora aparece como si nada hubiera ocurrido-. Expresó
-Usted debe darse tiempo para pensar todo con calma…la señorita Serena y usted siempre han estado juntas, son la mejores amigas, debe hablar con ella en algún momento-. Dijo la mujer-.
-Lo sé-. Respondió resignada-. Gracias-. Y entró para preparase-.
Cuando salió comenzó a elegir la ropa con cuidado, se inclinó por un vestido en tonos gris perla y unos accesorios acorde, se veía increíble como siempre, solo puso una cinta y dejo su cabello suelto.
Bajo las escaleras hacia el salón donde la esperaba un aburrido Nate.
-Creo que lo de elegantemente tarde paso una hora atrás-. Dijo el chico aburrido de tanto esperar a su novia-. Vamos a llegar tarde-.
-Lo siento, había olvidado que era hoy el almuerzo-. Contestó sin darle importancia al tono de fastidio con que le hablo Nate-.
-Blair… ¿Qué sucede contigo?...ayer simplemente desapareciste y hoy me dices que simplemente olvidaste lo de la fundación Bass, la Blair que yo conozco siempre prepara todo minuciosamente-. Expresó preocupado-.
-Nada…solo tengo muchas cosas en que pensar…siento haberte hecho esperar tanto-. Dijo y posiciono un tierno beso en los labios de su novio-. Nos vamos-.
Afuera de la residencia Waldorf, los esperaba una limusina para llevarlos al hotel donde era la recepción, el viaje fue en casi completo silencio, Blair no podía dejar de pensar en Serena y aunque al mirar a Nate se sentía culpable no podía evitarlo.
Cuando llegaron, estaban casi todos sus amigos allí, Nate se acercó a donde estaba Chuck para tomarse un Whisky y conversar con su mejor amigo, mientras hacía Blair se acercaban todo su sequito de chicas, para rodearla y comenzar a hablarle de diferentes cosas que para la castaña no tenía mucho sentido, solo buscaba con la mirada a cierta rubia.
Serena no estaba muy segura de ir, porque tenía claro que iba a estar Blair, y no es que no quisiera verla, pero tenía algo de temor, su recibimiento no había sido el mejor y lo comprendía, sabía que ella la única culpable, pero necesitaba hablarle, explicarle sus razones y para ello necesitaba encontrarla sola, no al lado de su novio, tan solo pensar a alguien cerca de ella le producía unos celos incontrolables, cuando entro, inmediatamente la busco con la mirada, se veía tan hermosa como siempre, cruzaron miradas, porque aunque la castaña se negaba intentado correr la vista no podía, y eso le daba la esperanza a Serena de que aún ella tenía ese poder sobre la Reina del Upper east Side.
Serena Saludo al grupo de chicas que rodeaban a Blair
-Hola-. Respondieron casi al unísono todas menos Blair-. Te ves muy una de ellas-.
-Gracias-. Respondió-. ¿Cómo estás, B?-. Preguntó intentado sacarle alguna palabra a la castaña-.
Blair solo la miro lo más fríamente que pudo, y se retiró del lugar en busca de una copa, si debía lidiar con el hecho de ver a Serena, no se sentía capaz de hacerlo sobria.
-Si me disculpan-. Dijo-. Voy a hablar con Blair-.A lo que todas asintieron.
Serena se dirigió al bar decidida, ya estaba un poco aburrida de los desplantes de Blair, haría que la escuchara aunque fuera a la fuerza.
-Entonces simplemente te vas a ir cada vez que me acerque a ti-. Inquirió la rubia tomando del brazo a la castaña para que esta vez no le escapara-.
-Puedes irte…me desagrada tener que verte-. Respondió con una fingida calma y bebiendo elegantemente su copa-.
-No me iré…tú tienes que escucharme-. Expresó la rubia con su mirada celeste fija en la castaña que no tenía ninguna expresión en su rostro lo que la impacientaba.
-Tú no quisiste escucharme en un año, no hubo palabras para mí de tu parte, porque tengo que escucharte ahora-. Preguntó con esa mirada que casi congelaba de lo fría que era-.
-Yo no quería…de verdad lo siento…-. intentado explicarse-.
-Hace mucho tiempo que ya no me interesan tus disculpas-. Expresó y se soltó de la mano que sujetaba su brazo para partir en alguna dirección muy lejos de la rubia-.
Serena no estaba dispuesta a que Blair escapara otra vez, como tenía pensado, aunque fuera a la fuerza se iba a hacer escuchar, por lo que siguió a la chica, la tomo fuertemente y en forma no muy disimulada y la llevo a uno de las habitaciones contiguas que se encontraba abierta, y cerró la puerta tras de si.
-¡Déjame salir de aquí Van Der Woodsen! ¡te lo advierto!-. Exclamó Blair alzando la voz-.
-Y yo te he repetido desde ayer, que quiero que me escuches y si la única forma es obligándote, lo voy a hacer-. Respondió la chica quien estaba acercándose cada vez a la castaña-.
-¡Y que quieres que te escuche!, la parte donde solo jugaste conmigo para llevarme a la cama o donde al día siguiente simplemente te fuiste sin tomar consideración como yo me iba a sentir-. Le reclama Blair-. Porque la verdad ninguna de las dos me interesa-.Añadió sacando toda la ira que había guardado por tanto tiempo-.
-Sé que tal vez nunca me perdones por lo que ocurrió, pero tienes que saber que yo no jugué contigo para llevarte a la cama, yo te amaba, te amo aún y esa noche fue lo más hermoso que me ha pasado en la vida, yo no quería irme-. Intentaba explicar la rubia-. Pero después….
-¡¿Después que?-. Interrumpió-. Después te diste cuenta que ya habías logrado lo que querías, así que simplemente huiste para no tener que explicarme que solo buscabas sexo, que solo fui otra de tus conquistas, no me hables de amor Serena, nadie te conoce mejor que yo y sé que Serena Van Der Woodsen no se enamora-. Expresó con despecho la castaña-.
-¡No digas eso!...tú no sabes todo lo que yo te amo, no sabes cuantas veces lloré al verte con Nate y su relación perfecta y como yo simplemente era tú mejor amiga-. Dijo la rubia con lágrimas amenazando con salir-.
-Bueno ahora después de lo que hiciste ni siquiera eres mi amiga…tú no eres nadie para mi Serena-. Expresó con odio Blair, y cada una de sus palabras hicieron eco el corazón de Serena, tanto que la tomo con ira y golpeó contra una pared-.
-¡Mírame a los ojos y dime que no soy nadie!.La rubia, que tenía todo su cuerpo sobre la castaña y con sus brazos la mantenía sujeta a la pared-.
-¡No eres nadie!.,Le gritó con sus ojos color chocolate fijos en los celestes-.
-¡Me estas mintiendo!-. Le respondió la rubia con las lágrimas ya rodando por sus mejillas-. Porque no aceptas de una vez que sigues siendo mía y de nadie más, que conmigo fue que sentiste lo que el placer significa, tu cuerpo es mío Waldorf-. Expresó y comenzó con su mano a recorrer el cuerpo de Blair, quien sentía como su piel se erizaba al contacto de la rubia-.
-Estás tan equivocada-. Dijo soltando una risita con ironía-. De verdad crees que no he estado con nadie más desde que fuiste, por favor Serena, no seas ingenua, lo hice con Nate, con él es donde pertenezco-. Mintió nunca se había entregado a su novio, pero solo buscaba que sus palabras hirieran a la rubia, la dañaran tanto como la daño a ella su partida-. ¡Nunca fui tuya fue solo una estúpida noche de borrachera!-.
-¡No sigas mintiendo! la rubia, que estaba herida con las palabras de Blair-. Tú no puedes haber estado con él porque no lo amas, no como a mí-. Y con esto rompió la distancia que había entre ellas y busco con desesperación los labios de la castaña quien en un principio se negaba, pero muy pronto cayó bajo las caricias de la rubia, se besaron con pasión disfrutando cada sabor, con sus leguas acoplándose perfectamente, ya ninguna luchaba por dominar la situación, sino que ambas quería que ese beso durara por siempre. Pero un ruido las sacó de su sensación de plenitud.
-Señorita…quieren explicarme lo que está pasando aquí-. Dijo un impresionado Chuck Bass.
Espero que les haya gustado y me digan a traves de sus comentarios que les parece para seguir con la historia!...Saludos!
