Gracias a ti conocí el cariño, el amor, el dar la vida por lo que deseas, a proteger a mi pueblo y cuantas cosas más, pero, también conocí la traición, el odio y el dolor. Te conocí cuando aún era pequeña e inocente, en casa de mi padre poco después que mi madre desapareciera y mi padre me llevara con él, lo recuerdo como si fuera ayer…Romano, mi único amigo, me lo advirtió
–Prusia no te conviene! Demonios hermana! Por más que diga que es awesome y no se cuanta tontería mas es un inútil que solo sabe causar dolor y problemas!–
Pero yo nunca he hecho caso a lo que los demás me advertían incluso si era Lovino quien lo decía, entonces yo era rebelde que se escondía en la inocencia, yo quería que mi padre se alejara, el había destruido el imperio de mi madre! Se había aprovechado de ella! Me había quitado todo lo poco que mi madre me enseño y lo que mi pueblo conocía, los había sometido y yo no pude hacer nada más que ver como lo que mi madre había creado en años, caer en días, mi padre era un bruto!...creo que me salí del tema.
Inicialmente mi madre, Quetzal, quien era el Imperio Azteca, una bella mujer pero peligrosa casi tanto como mi padre solo que con la desventaja de no contar con caballos y armas de fuego contra las tropas de mi padre, España, eso fue lo que no permitió que ese bello Imperio continuara. Si bien mi padre ha cambiado, en aquella época obligo a mi madre a ver la destrucción total de su pueblo y sus creencias. Yo nací poco después de que la Nueva Vizcaya fuera fundada, cuando la conquista era inminente, mi padre quería llamarme Nueva Granada, pero mi madre no lo permitió, ella me cedió su nombre y territorio para ella retirase con los antiguos. Por lo cual me convertí en la Nueva España. Definitivamente mi padre no es nada, nada original al nombrar sus colonias. Al llegar a casa de mi padre inmediatamente se formo una linda amistad con Lovino, creo que fue culpa de los tomates que traje de casa de mi madre, me gusta pasar tiempo con mi hermano, y la verdad desprecio en sobremanera al inútil de su hermano Feliciano, pero eso no es relevante en este momento. Corría el año 1740, yo ya tenía poco más de 300 años con mi padre, un albino, alto y de ojos rojos cual rubí se encontraba frente a la puerta, al igual que el fastidioso de Francia, la verdad no se que sería pero en ese momento no di importancia a Francis, simplemente me quede mirando a quien, después descubriría era Prusia, me pareció enorme a pesar de mi edad aparente de solo 15 años me sentía como si estuviera frente a una gran montaña germánica. Mi padre salió rápidamente a recibir a ambos y me mando a buscar a los sirvientes, yo era hija única pero mi padre había traído muchos reinos más de América, la verdad no me llevo bien con ninguno, he tratado pero no ha dado resultado. Yo quería entrar a la junta secreta de mi padre y aquel inquietante albino por lo cual pedí a Romano su ayuda quien con gusto enojo clásico en el acepto, nos dirigimos al gran salón con un tarro de cerveza y dos copas de vino, Romano llevaba la bandeja y yo ponía las bebidas cerca de las grandes naciones, pero mi adorado hermano el siempre tan bueno que cuando yo serbia el tarro de cerveza al albino solo sentí un pequeño empujón que me hiso caer sobre el prusiano. Era la primera vez que estaba tan cerca de un hombre que no fuese de mi familia, sus profundos ojos rojos, la musculatura de sus brazos, el sentirlo cerca de mi era algo increíble, para cuando me di cuenta lo que estaba sucediendo menos pude moverme.
España amigo! Tienes una bella dama aquí. – Dijo él y me ayudo a pararme de nuevo – Ten cuidado la próxima vez.
- Hice una pequeña reverencia- Una disculpa señor –el rió, y por orden de mi padre me retire junto con Romano.
Más tarde aquel día, mi padre invito a ambas naciones a quedarse así, que mi padre mando a Chile y Argentina a preparar las habitaciones para ambos mientras Romano y yo limpiábamos la cocina, la verdad odiaba que cualquiera de mis hermanos metieran mano en la cocina, era el único lugar que consideraba mío, aun no sé por qué, pero era un territorio peleado por mi y Argentina pero esa es otra historia. La cocina estaba casi lista así que dije a Romano que se fuese a dormir por lo cual me quede sola, de repente escuche que alguien tocaba el marco de puerta, que sorpresa la mía cuando gire y vi de nuevo a aquel albino.
Buenas noches señor, ¿se le ofrece algo? – trate de sonar lo más tranquila posible, tal vez solo necesitaba un vaso de agua o algo similar pensé yo – ¿Gustaría que le sirviese algo?
Solo vengo por algo que olvide hace rato – dijo él con una sonrisa. Después se acerco a mí y me tomo de la cintura para hacerme quedar cerca de él, cerca de sus labios, sin más que decir me beso, mi primer beso, no sabía qué hacer, pero él me guiaba a la perfección, suave y tierno al inicio y poco a poco aumentaba tanto el ritmo como la intensidad, era perfecto, era como si supiera lo que deseaba lamentablemente esto no duró como hubiera deseado ya que cuando el beso termino él se retiro sin decir mas, yo por mi parte camine a mi habitación con la mano en los labios, aun sentía sus labios contra los míos, me recosté y dormí mas feliz que nunca en mi vida. A la mañana siguiente el Bad Friends Trio, como se llamaban a ellos mismos, hacia Austria para pelear el territorio de Silesia, que según el prusiano, le pertenecían.
Pasaron meses antes de que yo lo viera de nuevo, sabía que estaba en medio de una guerra y no tenía motivos para enojarme, más que nada porque no éramos nada realmente, solo me había besado, aunque para esa época, era algo bastante importante y hasta cierto punto si mi padre se enteraba, hubiese sido una gran falta de respeto y una deshonra. Cuando lo vi llegar a casa de mi padre de nuevo, parecía que hubiese peleado con mi padre, pero el porqué lo había hecho, lo descubriría en casi segundos de haber abierto la puerta –te vas a casar con el– dijo seco mi padre, yo me quede en shock, había arreglado mi matrimonio, con alguien que si bien me gustaba no conocía, pero en ese tiempo era normal un matrimonio arreglado y mas para unir naciones. Así que se hicieron todos los arreglos para el evento de la manera más rápida posible, nos casamos en medio de la Guerra de la Sucesión Austriaca, por lo mismo todo fue privado y solo naciones de confianza fueron al evento lo cual no quiere decir que el evento fue pequeño, sino todo lo contrario fue el evento mas ostentoso y elegante que había visto en mi vida, incluso ahora pienso que la boda de Prusia y yo fue la más bella de todos los tiempos. Fue en mi nación, a petición de ambos y para evitar que otras naciones enemigas se enteraran del arreglo. Esto me dio tiempo para conocer al hombre con el que me casaría, Gilbert Weillschmidt.
Duraríamos 3 meses en ese barco…
