Hola a todos, les dejo el primer capitulo del Poema del Destino (editado) espero que lo disfruten.

Había pasado ya algún tiempo desde que enfrentaron a Galaxia, en el aire se sentía la paz, era 30 de junio, ella estaba paseando por la calle un tanto melancólica debido a la ausencia de su amado:

- Serena, debo decirte esto, me han vuelto a ofrecer la beca que me habían ofrecido antes, así que debo marcharme de nuevo…

- de verdad me da mucho gusto Darien, esta vez si debes poner todo tu empeño en tus estudios, yo te voy a estar apoyando desde aquí, dijo serena tratando de evitar que Darien se diera cuenta que auque fingía estar feliz por dentro se estaba desmoronando por saber que debían separarse de nuevo…

-Es mi cumpleaños y Darien no está conmigo… – pensaba ella mientras veía un examen, ella sonrió para sí misma y se dijo: -por lo menos mis calificaciones han mejorado – pues había sacado un diez.

Después de la partida de Darien ella decidió por fin ponerse a estudiar, demostrando así que lo que le daban los estudios era pereza, pero que era tan brillante como ella querría serlo, entre pensamientos pasó un rato hasta que por fin llegó al templo Hikawa, donde la esperaban sus amigas…

-Feliz cumpleaños Serena – gritaron todas las chicas

-Hoy cumples 17 años Serena, debes estar feliz- Lita muy animada

-Sí, disfruta de tu cumpleaños- Rei estaba en un rincón

-No olvides estudiar mucho, aunque ya veo que tus calificaciones han mejorado – Amy muy alegre al ver el examen que Serena llevaba en la mano.

-Hay Amy deja los estudios por un lado por una sola vez -dijo Mina con cara de aburrimiento.

-Gracias por la fiesta chicas- dijo Serena intentando fingir alegría, sin tener mucho éxito.

-Te pasa algo – preguntó Lita – ¿a caso te hicimos sentir mal?

-No para nada les agradezco el gesto chicas, pero lo que pasa es que extraño mucho a Darien, es todo - dijo Serena resignada

- Hay no te preocupes verás que pronto estarán juntos – dijo Mina golpeándola en la espalda tratando de darle ánimos.

-Si lo sé – respondió Serena

Mientras tanto en Estados Unidos, un chico veía hacia el cielo y observaba la luna tratando de ver reflejada la belleza de su amada, y luego de un suspiro pensó:

-Hoy es el cumpleaños de Serena, me encantaría estar a su lado, pero hay una gran distancia por el momento…

Eso pasaba en la Tierra, pero en otro planeta un chico se dedicaba perdidamente a observar las estrellas brillantes del cielo profundo, pensando en la chica que le había robado el corazón y suspirando por el amor no correspondido, preguntándose porque ya no podía transformarse como antes, sin darse cuenta, se le acercó un chico de cabello gris que le dijo:

-Seiya, la princesa nos necesita, debemos presentarnos ante ella ahora mismo.

-Está bien Yaten vamos – y se dirigieron a la habitación principal.

La princesa se dirigió a ellos y les dijo:

-Mis queridos guardianes, me he dado cuenta de que hace tiempo que no se pueden transformar así que para no preocuparlos mas por su situación les explicaré que pasa; -el rostro de los jóvenes se llenó de inquietud- el hecho de que ya no puedan transformarse no significa que hayan perdido sus poderes, aún son guardianes, solo que ahora permanecerán como varones, sus poderes han evolucionado y ahora son Guardianes de Fuego…

-¿Guardianes de Fuego? – preguntaron los tres guerreros.

-Así es, como saben nuestro planeta pertenece al elemento de fuego es por esta razón por la cual su poder consiste en dominar este elemento, sus ataque y defensas al igual que ustedes mismos son dominados por el fuego, siéntanse orgullosos mis guerreros ya que ahora adquirieron nuevos poderes…

-Pero ¿cómo pasó esto?- Preguntó Taiki.

-Cada cierto tiempo los guerreros de los planetas evolucionan a este nivel, pues es indicio de que algún gran acontecimiento está por ocurrir- Dijo la princesa.

-¿Eso quiere decir que hay más como nosotros? ¿Y que es lo que va a ocurrir? – preguntó Yaten indignado.

-No lo se aún, pude ser algo bueno, algo malo, o pude ser una catástrofe, solo el tiempo nos dirá el porqué de estas situaciones- dijo la princesa intentando ocultar su angustia.

-Entonces… ¿Permaneceremos como varones hasta nuestra muerte?- Preguntó Seiya.

-Me temo que sí – respondió la princesa – pero ¿creí que les agradaba esa apariencia?

-Así es, me siento mejor así, no se los demás – afirmó Seiya

Los otros dos chicos asintieron con la cabeza en señal de apoyo a lo dicho por el joven guardián.

-A mí también me agrada verte así Seiya – dijo la princesa, con una sonrisa.

A los chicos le extrañó esta afirmación de su soberana pero pensaron que se trataba de un comentario inocente.

Así pasó el tiempo y de pronto un año más había transcurrido, Darien seguía llamando y escribiendo a Serena al igual que ella para tratar de disminuir la distancia que los separaba.

Pronto, noviembre hizo su aparición, ahora Serena tenía 18 años y para sorpresa de muchos se había graduado de preparatoria como una de las mejores estudiantes de su escuela, solo superada por Amy, había ganado una beca para estudiar Política y relaciones políticas con países extranjeros, en una de las mas prestigiosas universidades de Tokio, según ella, su carrera le iba a servir en algún momento de su futuro.

Las chicas seguían sus sueños también, pero siempre juntas, ya que hasta se habían inscrito en misma universidad a excepción de Lita, quien con sus habilidades culinarias había ganado una beca para estudiar en una muy prestigiosa escuela de cocina internacional de Tokio. Amy estudiaría medicina, Rai Historia, y Mina con su sueño de ser una famosa cantante pensó que quizás estudiar comunicaciones le ayudaría en algo, a Haruka, Michiru, Setsuna y Hotaru no las habían vuelto a ver desde el enfrentamiento con Galaxia, solo tenían noticias de ellas cuando Serena les decía que la habían llamado por teléfono. Así las chicas se convirtieron en unas muy respetadas estudiantes universitarias y Darien con 21 años seguía estudiando en Estados Unidos en donde era el mejor de su clase.

En la universidad, el primer día Serena se encontraba algo nerviosa, pero eso desapareció al ver a un chico que ella conocía, se trataba de un antiguo amigo de Darien a quien le había presentado unos pocos días antes de partir a Estados Unidos, su nombre era Daniel Krad, era un chico de la misma edad de Darien, muy distinguido entre la clase alta, de hecho de los más adinerados del país, alto, de cabello gris un poco corto que le caía por el lado derecho del rostro, con una mirada profunda y ojos grises, de los chicos más deseados del país.

-Hola Serena, tanto tiempo sin verte no sabía que te encontraría esta facultad– dijo el guapísimo chico al tiempo que se acercaba a ella.

-Hola Daniel, como estas – respondió Serena – es que voy a estudiar aquí.

-Así que seremos compañeros, bueno aunque yo ya casi me gradúe - dijo el chico – al menos voy a estar cerca de ti por un tiempo…

-Claro espero que me ayudes – respondió serena algo sonrojada.

Los días pasaron y Serena y las chicas se adaptaban a su nueva vida, Serena había madurado mucho, a tal punto de ser casi irreconocible, aquella niña llorona e irresponsable había quedado atrás, siendo suplantada por una dama distinguida, elegante y sofisticada.

Aunque seguía extrañando a su amado, Serena continuó esforzándose en sus estudios ayudada por Daniel, su mentor. Serena lo apreciaba mucho y tenía un lindo sentimiento de amistad hacia él, pero no se había dado cuenta que él sentía algo más que amistad por ella, desde el día en que Darien los había presentado él quedó cautivado por ella, con el tiempo que estuvieron juntos ese sentimiento se hizo más fuerte, a tal punto de ser casi obsesivo.

Las chicas, por su lado seguían sin encontrar a su persona amada, aún así no perdían las esperanzas.

En un planeta alejado de la Vía Láctea, se consensuaba la decisión de viajar o no.

-Mis queridos guardianes, presiento que va a suceder algo, será mejor que partamos hacia aquel planeta azul – dijo la princesa.

-Pero ¿qué vamos a hacer allá? - preguntó Yaten

-No lo sé, pero siento un llamado que me obliga a viajar allá… - respondió la princesa.

-Está bien, como ordene princesa, ordenaré que empiecen con los preparativos para nuestra partida – dijo Taiki y así partieron hacia la puerta de la habitación del palacio del fuego.

-Parece que la idea no te agradó – dijo Taiki mirando de reojo a Seiya.

-No esperabas volver al planeta de esa mujer, ¿verdad? – preguntó Yaten

-No me molesten – respondió Seiya en un tono molesto

Seiya no esperaba volver a ver tan pronto a aquella mujer que le había robado el corazón, pero no podía negarse ya que era una orden de su princesa, ¿por qué había ocurrido eso? Él debía enfrentar sus miedos y ser valiente como el guerrero que ahora era.

Mientras tanto, en la Tierra…

-Serena creo que es momento de hacer tu viaje relámpago – sugirió Luna a Serena, mientras observaban la luna llena.

-Si tienes razón, además mañana es sábado y no tengo nada que hacer así que iremos a ver como están las cosas, no me gusta la extraña sensación que tengo, ¿recuerdas que hace casi un año te dije que presentía algo? –dijo Serena un poco angustiada y prosiguió – no quería que las chicas se sacrificaran de esa manera solo por esta angustia, aunque sean las sailor del sistema solar exterior ellas deberían estar junto a nosotras aquí en la Tierra…

-No te atormentes Serena además ellas se ofrecieron a permanecer en el Palacio Lunar desde el enfrentamiento con Galaxia, para monitorear todo y evitar ese tipo de enfrentamientos – dijo Luna para tranquilizar a la joven princesa.

-Si tienes razón, pero no me gusta que estén así, pero… Ya vámonos, el tiempo es oro -extendiendo su broche hacia la luna y en un destello, utilizó su poder para transportarse hacia el que alguna vez había sido su hogar.

Serena había madurado en actitud así como con el paso del tiempo sus poderes se habían hecho más fuertes, ahora ella podía ir y venir de la Tierra y la Luna cuando quisiera, ahora podía controlar su energía e incluso había desarrollado nuevos poderes, pero con la llegada de nuevos poderes llegó una extraña sensación que la atormentaba, algo iba a suceder pero desconocía cuando y donde, todo esto lo mantenía oculto de sus amigas por temor a que se preocuparan, después de todo la tierra estaba en paz por el momento, y ella y sus amigas llevaban las vidas normales que ella siempre anheló.

Serena se materializó en la Luna como una rayo de luz plateada y mientras esta luz iba desvaneciéndose se podían percibir las siluetas de unas mariposas hechas de luz plateada y un suave aroma a lavanda y orquídeas blancas se hizo presente, entre las mariposas se percibía la silueta de la princesa y su aroma alertó a las sailor que corrieron a recibirla.

-Princesa no la esperábamos – dijo Uranus haciendo una reverencia.

-Sí, lo siento, no pude venir antes estaba un poco ocupada- dijo Serena sonriendo – ¿cómo están las cosas por aquí? – preguntó luego.

Las chicas se vieron entre ellas con una mirada de preocupación.

-El ejército lunar está bien, los soldados tienen una buena capacidad de combate y hemos agrupado a los soldados en escuadrones de acuerdo al elemento que dominan – dijo Plut.

-Veo que se han encargado muy bien de todos los asuntos por aquí chicas, buen trabajo – dijo Luna – pero que hay del otro asunto…

-Hace unos días recibimos una transmisión de uno de los reinos del agua, en la cual informaban sobre la aparición de cierta energía negativa, pero aún no hemos confirmado si se trata de una amenaza grave o es algo leve – dijo Michiru.

-Serenity miró al suelo con una mirada de preocupación y dijo a las chicas – espero que no sea nada grave, pero mantengan monitoreada esa energía y los alrededores de donde se encuentra, y cualquier cosa avísenme, está bien.

-Si princesa como ordene – contestó Saturn

-Hay otro asunto… - dijo Neptune un poco insegura observando a sus compañeras, mientras Uranus ponía una expresión de molestia.

-¿Qué pasa? – preguntó Serenity

-Hace pocos días recibimos una transmisión de uno de los planetas del fuego, pedían permiso de llegada a la Luna, para algunos guerreros de fuego y su princesa… dijo Neptune un poco insegura.

-¿Que planeta de fuego era? - Preguntó Serenity intentando ocultar su ilusión, ante la posibilidad de que fueran aquellos tres chicos que había conocido antes.

-Aún no sabemos – contestó Uranus, ocultando la identidad de quien había pedido el premiso ante la expresión de ilusión que había hecho su princesa.

-Está bien, confirmen su identidad y otorguen el permiso – dijo Serena — Si no tienen más información regresaré a la Tierra.

-¿No descansará un poco, princesa?- preguntó Uranus

-No, aunque mañana sea sábado las chicas no pueden notar mi ausencia, manténganme informada acerca de la llegada de nuestros huéspedes y sus identidades, tengan cuidado- dicho esto Serenity desapareció en el mismo rayo de luz de plata en el que había llegado.

-No me agrada que ellos vuelvan a la Tierra – dijo Uranus muy molesta.

-No te preocupes, ya verás que todo saldrá bien – contestó Plut sonriendo.

-Está bien, si no fuera por esas sospechas que tiene la princesa, y por las circunstancias que ha reportado el planeta de agua, me opondría rotundamente a que ellos vuelvan, pero en vista de la situación no tendremos más remedio que colaborar con otros guerreros – replicó molesta Uranus.

En otro planeta, se podían escuchar los preparativos de un viaje, les había llegado una transmisión en la cual se autorizaba a la princesa y sus guerreros llegar al Palacio Lunar, la princesa de aquel planeta de fuego partiría hacia aquel planeta azul, sin saber cuándo volvería, así ella y sus guardianes partían en un largo viaje.

Pasados algunos días, Serena estaba en la cafetería de su facultad estudiando, cuando sintió una mano que tocaba su hombro, Daniel – hola preciosa ¿como estás hoy? – le preguntó el chico con una tierna mirada

-Muy bien, solo estudiaba unas políticas de un país extranjero – dijo la chica sonriendo, mientras observaba como el chico se sentaba con ella a acompañarla y así conversar un poco ya que eran los últimos días que le quedaban en la universidad, pues dentro de poco se graduaría, al ser influyente y además inteligente, había conseguido un buen trabajo con el gobierno y se le concedería el privilegio de graduarse antes, así el chico le contó a Serena sus planes.

-Tal vez puedas venir a trabajar conmigo ahora que estoy con el gobierno – dijo el chico sonriente

– ¿En serio? La verdad me encantaría, necesito alejarme un poco de mi casa y volverme más independiente- dijo serena entusiasmada, claro que ella no sabía las verdaderas razones por las que Daniel le estaba ofreciendo el empleo

– Entonces aceptas – dijo Daniel con una expresión que era una mezcla de alegría y algo mas…

- Por supuesto que sí – afirmó Serena feliz

- Entonces me encargaré de que se te provea de un apartamento y un automóvil – dijo él con el objetivo de que Serena se entusiasmara más.

-¿Pero eso estará bien?

-Claro no hay problema después de todo, voy a ocupar un alto cargo, así que no habrá ningún problema, además tú también serías funcionaria, se te proveerán de esas cosas, espero que no te asustes con esto…

-No voy a estar bien, pero no se qué haré con la universidad… no tendré mucho tiempo para dedicarle a los estudios…

-No te preocupes por eso, confía en mí, vas a poder hacerlo todo…

-Está bien – dijo Serena más convencida…

Esa tarde, cuando Serena salió de la universidad, inmediatamente llamó a Darien para contarle, acerca de esta buena nueva.

– Me alegro mucho Serena – dijo Darien emocionado aunque con cierto recelo, conocía muy bien a su amigo y sabía que detrás de esas atenciones habían intenciones ocultas.

– Ahora podré volverme más independiente, ya no estaré en casa causando molestias a mis padres- dijo con entusiasmo Serena, así continuó la conversación con el joven estudiante de medicina, poniéndose al día el uno al otro, hasta que llegó la hora de la despedida.

-¿Cuándo volveremos a hablarnos?- preguntó ella con melancolía.

-No lo sé, ahora cada día me queda menos tiempo, te prometo que en cuanto pueda lo primero que haré será llamarte.

-Sabes que no importa la hora que sea, siempre estaré para ti…

-Gracias mi princesa…

Finalizada la llamada, Serena caminaba a casa recorriendo el parque al que tantas veces había ido con su amado Darien, decidió descansar en una de las bancas del parque, admirando la belleza del atardecer, cuando de pronto alguien tomó su hombro por detrás…

- ¿Quién es?... ¿Tú? ¿Qué haces aquí?