Aquel Beso.

No es que le tenga un poco de ganas, solo que ese beso tendría que haber sido de él, esas manos fuertes, tendrían que haber tocado su cadera, no la de ella. Cuando la música empezó a descender, el pelo que rozaba suavemente no tendría que haber sido el largo y ondulado de ella, sino el rubio de él, porque las ganas de tocarlo lo incendiaban a él, no a ella, por que para ella, sólo sería el mejor beso de su vida, sin ni siquiera saber como se llamaba aquel hombre alto, de mirada de niño. Porque tendría que haber sido de él.

Dean miraba apoyado en la barra de aquel bar, besando lentamente su botella de cerveza. Aquella noche, no sabía por qué no había querido estar con ninguna chica, no es que le hubiese faltado oportunidad. Sabía que apoyado solitariamente en la barra, era un objetivo casi imperdible para cualquier chica, pero simplemente no quería bailar, no quería hablar, no quería mirar a nada que no fuera aquella pareja que bailaba lentamente en el centro de la pequeña pista, los miraba moverse lentamente, como si lo demás no existiera alrededor de ellos. Los minutos parecían no avanzar, aunque a veces sentía que una mirada bicolor se posaba en él. Una mirada que lo hacía estremecerse, pero cuando buscaba esos ojos, solo veía a la pareja bailar, lento, demasiado lento.

Cuando vio que se acercaban lentamente, sintió que algo en su interior se presionaba, un ligero malestar que nunca había sentido, y decidió que era hora, hora de pedir otra cerveza, pero ésta más helada que la anterior, necesitaba dejar de mirar como poseso a aquella pareja, necesitaba no pensar, porque si seguía pensando aquellas cosas, alguien terminaría mal, y no precisamente seria el.

Al terminar la cincuenta cerveza, por que realmente había perdido la cuenta, decidió que tenía que volver a su motel. Sin despedirse de su hermano, tomó su chaqueta, dejó el dinero sobre el mesón y salio del local.

Ya en su habitación, simulando dormir, escucho llegar a Sam, sintiendo como este lo miraba durante un momento, para luego también acostarse.

Dean, aquella noche soñó con aquel beso, pero teñido de sabor a cerveza, que nadie podría negar. El sabor que solo podía añadirle Dean Winchester.

¿Review? =D =D =D