Todos los personajes le pertenecen a Rick Riordan y la serie de Libros Percy Jackson y los Héroes del Olimpo. Solo el trama es mío.
Es mi primer FanFic así que por favor no sean duros conmigo.
Aceptó cualquier crítica con tal de mejorar.
Prólogo
El Monte Otris la antigua fortaleza de los Titanes se alzaba sobre la ciudad de San Francisco escondido por la niebla para la vista de los mortales. Pero para un semidiós claramente se podía ver la fortaleza completamente reconstruida y la figura de Atlas aún sosteniendo el cielo.
Annabeth veía la fortaleza con suma inquietud no tenía buenos recuerdos de ese lugar y la apariencia sombría no ayudaba mucho en esos momentos. Piper curaba a Jason quien había sido lastimado por Ladon al cruzar el Jardín de las Hespérides pero había tenido suerte de no ser envenenado.
"No lo recordaba así de grande y fortificado." Dijo Jason al levantarse de nuevo después de que Piper terminó de curarlo.
"Hay que apurarnos antes de que seamos visto por alguien." Dijo Annabeth mientras seguía caminando hacia el antiguo hogar de los Titanes. Varios metros después encontraron la puerta principal que era vigilada por unos seres con armadura blanca que llevaban escudo y lanza.
Piper toco el hombro de Annabeth para llamar su atención y luego señalar una ventana por la cual se podían meter. Los tres semidioses se acercaron sin llamar la atención de los guardias para luego hacer una escalera permitiendo que Piper pudiera subir por la ventana y después lanzarles una cuerda.
Una vez dentro de la Fortaleza los tres caminaron por los pasillos evadiendo guardias parecidos a los de afuera solo que pudieron notarlos mejor, viendo que eran armaduras huecas. Los tres miembros continuaron investigando el enorme complejo viendo el contenido de algunas habitaciones vacías sin darse cuenta que eran seguidos por tres sombras.
Algunos minutos después Annabeth dio con una habitación que parecía estar habitada pero vacía por el momento. Dentro encontró un cuarto rosado con una enorme cama del mismo color, un baño muy lujoso con una enorme tina y varias estatuas que representaban a una hermosa mujer.
Annabeth rápido pensó en una único ser al que le podía pertenecer esa habitación rápidamente salió del baño para encontrarse con un Jason que leía un libro y estaba completamente sonrojado. Y a Piper que salía de lo que parecía ser un armario muy grande lleno de ropa. Annabeth rápidamente abrió el otro armario y vio que estaba igual completamente lleno pero de zapatos.
"Annabeth es el cuarto de mi madre no cabe duda tiene su toque por todos lados." Oyó a Piper que parecía confundida . Annabeth le quitó a Jason el libro que estaba leyendo solo para terminar sonrojándose por igual y cerrarlo de inmediato para luego ponerlo en el librero.
Los tres semidioses salieron rápidamente de la habitación e intentaron regresar por el camino que habían tomado solo para detenerse al ver que se acercaban guardias. Tomaron la dirección contraria por donde entraba más luz pero oyeron el sonido de tacones y voces que se hacía más fuertes.
El trío rápidamente se escondió dentro de una habitación vacía para esperar que las personas pasaran. Los tres oyeron pasar las voces junto a ellos y abrieron un poco la puerta para confirmar sus sospechas.
Afuera vieron a Afrodita como cada uno la recordaba solo que no llevaba algún vestido como los suele utilizar en el consejo. En su lugar llevaba una armadura que tampoco era parecida a la que usaba durante la guerra. Parecía de consistir de las piernas, brazos y torso de color rojo metálico y una capa negra con su símbolo de color blanco. Junto a ella iba otra mujer que ninguno reconoció en ese momento pero su armadura era parecida solo de color verde y en la capa tenía tres flechas cruzadas.
Ambas se detuvieron enfrente de la habitación de Afrodita y entraron para después oír cómo llamaba a los guardias. Pasaron unos minutos y una docena de los guardias pasó junto a ellos ninguno sin darse cuenta de la puerta medió abierta. Oyeron los grito de Afrodita y como les ordenaba de que buscaran a los intrusos.
Al notar que venían de regreso cerraron la puerta y empezaron a que todos pasaran incluyendo Afrodita y su acompañante. Podían oír como Afrodita estaba furiosa de que alguien se hubiera metido en su armario y hubiera desordenado su ropa.
Piper solo se llevó la mano a la frente por olvidar lo obsesionada que era su madre cuando se trataba de ropa. Los tres salieron de la habitación con cuidado e iniciaron su búsqueda por una salida. Pronto llegaron a lo que parecía ser un balcón que tenía vista a la sala de trono ahí vieron a ocho personas hablando dos de ellas eran Afrodita y su acompañante las demás no los podían reconocer pero llevaban armaduras parecidas.
Una de ellas de momento se tensó y desapareció entre las sombras. Annabeth después sintió una presencia detrás de ella y supo que habían sido descubiertos.
"Annabeth que gusto que nos acompañen." Oyó una voz distorsionada detrás de ella. "Los tres pongan sus manos detrás de ustedes y no hagan ninguna tontería.
Annabeth vio como una figura diferente a las que había visto antes se ponía detrás de Jason y le ponía unos grilletes de bronce celestial.
Rápidamente le dio un codazo a la persona que tenía detrás de ella para zafarse de su agarre e intentó liberar a Piper pero antes de que pudiera hacer otro movimiento sintió como otras dos personas las sometían rápidamente. Intentó hacer una llave de judo para quitarse las de encima sin mucho éxito.
"Te dije que no hicieras una tontería" oyó de nuevo la voz antes de caer inconsciente.
Annabeth despertó lentamente mientras oía como alguien era golpeado. Cuando abrió bien los ojos pudo notar como una de las figuras negras golpeaba a Jason mientras era sostenido por otras dos. Volteó a ver a Piper y noto que estaba bien sin ningún golpe.
"Paren, podrán continuar después." Oyó a una voz conocida levantó un poco la mirada y reconoció a Artemisa sentada del lado derecho de una figura que se ocultaba bajo su casco. Rápidamente escaneo la sala y quedó en shock al notar a los demás presentes.
En los tronos se encontraban Hestia, Afrodita, Artemisa, Khione, Hazel, Frank, Leo y dos figuras desconocidas. Todos parecían llevar el mismo estilo de armadura pero con diferentes detalles. Todos excepto Artemisa que llevaba un vestido con el que se podía notar una pequeña barriguita que Artemisa parecía proteger con su mano derecha.
Annabeth no lo podía creer Artemisa estaba embarazada y el padre podría ser la figura a su lado de la cual estaba agarrada de la mano y a la que le sonreía.
Annabeth intentó levantarse un poco solo para ser sometida y tirada al piso de nuevo. La figura principal se dio cuenta que estaba despierta y se levanto de su trono y camino hacia ella.
"Annabeth tanto años sin verte." Su voz estaba igual de distorsionada. "No pensé que nuestro reencuentro fuera a ser tan pronto pero que bueno que estas aquí los Olímpicos se quedaron sin sus dos últimos héroes."
"Que es lo que quieres como fue que los convenciste de traicionar al Olimpo a sus amigos y familias." Le pregunto con dificultada los dos últimos golpes la habían aturdido más de lo necesario.
"Ellos tomaron la decisión por si solos no tuve nada que ver yo lo único que quería era una vida tranquila junto a la chica que amaba hasta que ella me engañó con mi mejor amigo y mi hermano.
Annabeth reaccionó ante esas palabras "Percy" Dijo sorprendida.
El casco se abrió dejando a la vista a Percy Jackson el héroe del Olimpo. "Tan lista como siempre Annie pero tanta sabiduría no te va a salvar ahora.
"Espera Percy déjame explicar lo qué pasó." Dijo Annabeth al borde de las lágrimas. "Perdiste ese derecho hace cinco años Annabeth. Llévenselos enciérrenla en los calabozos y hagan lo que quieran con Jason."
Annabeth de momento sintió como la acuchillaban por atrás con una daga. "Tenias razón Percy se siente mejor cuando ellos no se lo esperan." Annabeth solo tuvo tiempo para ver a Piper con una armadura y una daga con sangre en la mano, antes de caer inconsciente de nuevo al recibir otro golpe.
