Disclaimer: los personajes, lugares, hechizos y todo lo que reconozcan, es parte del fantástico mundo creado por J. K. Rowling Lo único que me pertenece es la historia, producto de los desvaríos de mi mente.
Prólogo
Estaba tirado con la cara pegada al piso. El olor del bosque llenaba su nariz. Podía sentir el frío del suelo debajo de su mejilla, sus lentes habían caído a un lado. Cada centímetro de su cuerpo le dolía y el lugar donde la maldición asesina le había pegado, dolía como si hubiera sido golpeado con acero. No se movió, permaneciendo en el mismo lugar donde había caído; con el brazo izquierdo doblado en un ángulo extraño y la boca semi-abierta.
Había esperado oír porras y vivas de triunfo, júbilo por su muerte, pero en lugar de eso se oían pasos apresurados, susurros y murmullos que llenaban el aire.
- Mi señor….mi señor –
Era la voz de Bellatrix, como si le hablara a un amante. Harry no se atrevió a abrir los ojos, en cambio dejó que sus demás sentidos exploraran su situación. Sabía que la varita seguía guardada entre su ropa porque podía sentirla entre el pecho y el suelo, un pequeño bulto en su estómago le decía que la capa invisible también estaba ahí, fuera de la vista de los demás.
- Mi señor -
- Eso es todo – dijo la voz de Voldemort.
Más pasos, varias personas estaban alejándose del lugar. Desesperado por ver que era lo que pasaba y por qué Harry abrió un poco los ojos.
Voldemort se estaba poniendo de pie, varios mortífagos se alejaban de el rápidamente, regresando a la multitud. Solamente Bellatrix permanecía arrodillada junto a él.
Harry cerró de nuevo los ojos y consideró lo que había visto. Los mortífagos se habían agrupado alrededor de Voldemort, quien al parecer había caído al suelo. Algo pasó en el momento en que atacó a Harry con la maldición asesina, ¿había colapsado Voldemort también? Así parecía, los dos habían caído inconscientes por un breve tiempo y los dos
habían regresado…
- Mi señor, permítame –
- No necesito ayuda - dijo Voldemort fríamente. A pesar de que no lo podía ver Harry se imaginó a Bellatrix retirando la mano - El muchacho, ¿Está muerto?
Hubo un completo silencio en el claro. Nadie se acercó a Harry pero sintió las miradas sobre él, que parecían oprimirlo con mas fuerza contra el suelo, estaba aterrorizado de que un dedo o un párpado se fueran a mover y lo delataran.
- Tú- dijo Voldemort, y hubo un estallido de pánico - Examínalo, dime si está muerto o no.
Harry no supo quien había sido enviado a verificar su muerte, solamente podía permanecer tendido en el suelo, con el corazón golpeando violentamente y esperar a ser examinado, pero al mismo tiempo un pequeño consuelo lo invadía y era que Voldemort estaba preocupado de acercase a el, que Voldemort sospechaba que algo había salido mal.
Unas manos, más suaves de lo que había esperado, tocaron a Harry en la cara y sintieron su corazón, podía oír la respiración agitada de una mujer.
- ¿Draco está vivo? ¿Está en el castillo?
El susurro fue apenas audible, los labios de la mujer estaban a centímetros de su oído, la cabeza inclinada tan abajo que su largo cabello tapó la cara de Harry.
- Si – murmuró Harry.
Sintió que la mano sobre su pecho se contraía, las uñas se encajaron en su piel. Entonces la mujer la retiró y se levantó.
- ¡Está muerto! - dijo Narcissa Malfoy a la multitud.
En ese momento gritaron de triunfo y golpearon con los pies el suelo, a través de los párpados Harry vio fuegos rojos y plateados ser lanzados al aire en señal de celebración.
-¡Silencio!- bramó Lord Voldemort, y mirando a Bellatrix, expectante a su lado, ordenó -Compruébalo
Harry se quedó congelado, dándole vueltas a las implicaciones de esa. orden. Bellatrix no le dio tiempo de actuar, unos instantes después, un rayo verde se desprendió de su varita, impactando directamente en el pecho de Harry.
Esos fueron los últimos momentos de la vida de Harry Potter.
La fría voz de Voldemort resonó en todo Hogwarts, anunciando lo que todos temían pero nadie se atrevía a decir.
- Harry Potter está muerto. Murió mientras trataba de huir y salvarse, mientras ustedes daban la vida por él. ¡Les traemos su cuerpo como prueba de que el héroe se ha ido!...
Los ojos de Hermione se llenaron de lágrimas, pero aún así, continuó caminando hacia la entrada del castillo. Necesitaba comprobar que esas horribles palabras eran verdad.
Todos los defensores de Hogwarts corrieron hacia el lugar desde donde provenía la voz. A los pies del Mago Tenebroso, yacía Harry. El último vestigio de esperanza del Mundo Mágico se había extinguido.
Aprovechando la confusión reinante, Hermione se lanzó un hechizo Desilusionador y se acercó a Ron, para susurrarle entre sollozos:
-Ron, ya es hora.
El pelirrojo asintió levemente e intentó esbozar una sonrisa de aliento para infundirle ánimos.
Hermione salió corriendo mientras intentaba no chocar con nadie, para evitar atención no deseada. Rápidamente llegó al baño de chicas del segundo piso, donde se encontraba todo lo que necesitaba para su misión.
-Finite Incantatem.
En ese momento se hizo visible una mochila, al igual que ella misma. Se la colocó y de dentro del bolsillo de su campera sacó un pequeño frasco plateado. No se dio tiempo a pensar en lo que estaba haciendo y bebió hasta la última gota.
Mientras todo se desvanecía a su alrededor, comenzó a recordar cómo llegó a estar en esa situación.
-Harry, necesitamos un plan B- dijo Hermione mientras se sentaba a la mesa de Grimmauld Place.
El Elegido, bastante ocupado en terminar su desayuno, levantó la mirada expectante.
-Yo creo en ti, pero debemos tener una segunda opción por si las cosas no salen de acuerdo a lo planeado.
Ron, que hasta ese momento había estado hojeando El Profeta, lo dejó a un lado y preguntó a qué se refería la chica.
-Estuve analizando opciones, y si Harry no lo lograra, lo único viable sería una segunda oportunidad. Volver en el tiempo.
Las palabras quedaron flotando en el aire, mientras los dos muchachos procesaban lo que habían oído y lo que esto implicaba.
-Descubrí una poción mucho más potente que los giratiempos, que permite volver hasta varios años atrás. Sé que es peligroso, el Tiempo es algo con lo que no se debe jugar. Un pequeño cambio, podría significar una gran diferencia en el futuro. Lo utilizaríamos como último recurso, cuando las cosas ya no puedan ser peores.
-¿Y a qué momento exacto volverían?- preguntó repentinamente Harry.
-Todo depende de lo que queramos evitar.
Durante unos segundos, reinó el silencio, mientras los tres amigos contemplaban las distintas posibilidades.
-Volvamos un momento antes de que Harry... pierda. Podríamos ayudarlo a acabar con Voldemort- propuso Ron.
-Tal vez deberíamos volver a advertir al Harry del pasado que Sirius no corre verdadero peligro, y así salvar a más de una persona- ofreció Hermione.
-Si pueden volver años atrás, podrían avisarle a La Orden de la traición de Pettigrew. De esta manera, estaríamos manteniendo vivos a mis padres y a muchos más.
-Harry, eso sería reescribir la historia completamente... ¿están dispuestos a arriesgarse a eso?
Todos calcularon los peligros que podía acarrear cambiar drásticamente los hechos volviendo tantos años atrás. Entonces, Harry volvió a hablar, y un brillo vengativo relampagueó en sus ojos:
-Hermione, creo que deberíamos tomar los riesgos. Es más, podríamos evitar millones de muertes liquidando a Voldemort en su niñez- paró un segundo y continuó con su punto- Sería sencillo, nadie notaría la ausencia de un huérfano más en Londres y así no haría daño.
-Incluso, se lo podría matar antes de que naciera. De todos modos, su madre murió dándolo a luz, no acabaríamos con ninguna vida inocente- comentó Ron.
Hermione los contempló a ambos horrorizada.
-¿Acaso siquiera pensaron en lo que están proponiendo? Nosotros no somos como él, pero tal vez él pueda ser como nosotros, con un poco de ayuda, claro. Todos merecemos una segunda oportunidad.
Sus amigos no podían creer lo que ella estaba insinuando. ¿En serio creía que Voldemort podía cambiar?
-¡Estamos hablando de Lord Voldemort, Hermione! El asesino de miles y miles de muggles, hijos de muggles y cualquiera que se atreviera a defenderlos. ¡ÉL MATÓ A MIS PADRES!- gritó Harry, indignado.
-Esa es la idea, que Lord Voldemort nunca exista. No hay por qué castigar a un alma que lo único que conoció fue el odio y el rechazo.
Luego de mucho discutir, el trío llegó a un acuerdo. Hermione debía volver en el tiempo al sexto año de Tom Riddle y evitar la existencia de Lord Voldemort. En caso de que no lo lograra en el lapso de dos años, debía encargarse de acabar con él.
De repente Hermione sintió que sus pies volvían a tocar el suelo, y el baño de las chicas del segundo piso, se materializaba antes sus ojos.
Hace poco se me ocurrió esta historia y no pude parar hasta escribirla. Necesitabas plasmarla en algún lado. Espero les guste y disfruten leyéndola así como yo disfruto escribiéndola.
Por favor, dejenme sus opiniones, críticas, sugerencias o lo que sea a través de mensajes o reviews.
Muchas gracias, nos leemos.
