Una luz en el camino
Cáp. 1
¿El comienzo del fin?
La paz reinaba en el mundo mágico desde hace unos meses, esta tranquilidad a algunos les parecía que era la calma que precedía a la tempestad, para otros ajenos a la guerra ya declarada desde hace más de dos años cuando el ministerio terminó de aceptar el retorno de Lord Voldemort. Los miembros de la Orden del Fénix junto con el Ejercito de Hogwarts, que fue renombrado por sus integrantes, y algunos aurores luchaban por mantener la paz de ese mundo mágico, de las fuerza de la oscuridad que iban tomando cada vez más poder liderados por Lord Voldemort.
¿Qué pasa cuando uno lo pierde todo, cuando lo que más amo sobre la tierra me es arrebatado sin poder hacer nada, cuando la razón para vivir no está al lado tuyo, cuando da lo mismo estar vivo que muerto, ¿Qué hacer cuando todo es oscuridad, cuando todos te creen muerto o peor te tienen como trofeo de guerra, ¿Podré tener mi ansiada paz, ¿Llegará a mi la luz para sacarme de este abismo en el que estoy inmerso sin poder salir, es más ¿quiero que me salven? o quiero que me dejen morir, ¿Por qué vivir o seguir luchando, sólo dame un muy buena razón y me tendrás ahí…
Todo era alegría, felicidad, se podía respirar, se podía uno contagiar de lo que desprendía el ambiente, se podría decir que el colegio de magia y hechicería se encontraba vivo. Hoy era el día más feliz y más triste se podría decir porque feliz porque había llegado el día en que el trío más famoso de la historia de Hogwarts se graduaba dos de ellos con honores de ser premios anuales, aunque eso no importaba para nosotros juntos pasamos muchas cosas, también era triste porque era el último día en ese colegio su hogar, donde lograron lo que parecía imposible, la unión de las cuatro casas, aunque los grados superiores en su mayoría para ese entonces ya eran mortifagos, los grados inferiores no siguieron esa línea, no muchos estaban en el EH, ninguno era tratado mal, sino con respeto de hacer frente a toda la casa Slytherin, aunque también estaba la figura de Harry Potter en medio, ya muchos lo admiraban por su constante lucha contra Voldemort impidiendo lograr sus cometidos.
Toda esta algarabía es contagiosa, hoy en mi último día en mi hogar, hoy es mi graduación y a pesar de los tiempos que se viven, uno puede ser feliz y hacer reír a otros, la verdad que mi novia es de otro planeta, siempre se desvive por mi felicidad, como cuando me ayudó a salir de ese pozo donde me escondí cuando murió Sirius, como cuando tuvo esta brillante idea de contar nuestras vivencias en la escuela y en distintas batallas en forma de parodia para concientizar a los más chicos de lo que pasaba en el mundo mágico y de paso divertirlos un poco…
Es increíble como cambió desde aquel pozo, desde que somos novios, ahora rodeado de chicos de distintas casas esperando que cuente una historia, se lo ve feliz cada vez que me ve se le iluminan los ojos y me mira con tanto amor que no me puedo resistir, me siento la mujer más afortunada del mundo, sonrío a mi prometido y con planes de casamiento, me ve y me hace un gesto para que me acerque…
No lo puedo creer que contar todo lo que nos pasó sirva para dar ánimos y fe a los chicos que recién empiezan y no tan chicos. Tengo que reconocer que al principio me reí de ella, pero la verdad es que tenía razón mucha gente se torna alrededor nuestro para poder escuchar nuestras historias, a decir verdad hasta me hizo sentir muy bien a mi contarlo y me sirvió para darme cuenta lo importantes que son en mi vida. Debo reconocer que ella lo conoce mejor que yo y que él la ama con locura, sólo espero poder demostrarle a mi rubia debilidad que la amo al igual que el lo hace con ella…
Todavía no puedo creer el cambio que se produjo en mi aquella noche en el ministerio, toda la confianza de Harry en mi al contarme la profecía, esa inyección de seguridad y confianza que me daba y me sigue dando para poder enfrentar estos tiempos. Sólo tengo gratitud hacia él, si el tiempo volviese atrás se parecería a los tiempos donde nuestros padres luchaban contra el innombrable, hasta ahora logré escapar con vida de él tantas veces como mis padres, tres veces…
Lo que hace el amor en las personas es increíble, ahora que lo veo se le iluminan los ojos y la cara al notar la presencia de su novia, esos ojos verdes que enamoran, que hablan, que están llenos de vida y amor, me dan ganas de abrazarlo al verlo, si abrazarlo y decirle que lo quiero mucho, si a él al octavo Weasley, pensaba mientras se aferraba al cuerpo de su moreno novio Dean Thomas.
Me levanto al ver que mi prometida y futura esposa se acerca, la rodeo con mis brazos y la beso, la beso tratando de demostrarle todo que la amo, que es una parte muy importante de mi ser, pero la noto un poco extraña, está pálida, la agarro para que no caiga, le pregunto que le pasa y me contesta que está algo mareada y con ganas de vomitar, no es la primera vez que le pasa esto en el mes. Junto con Ron la llevamos a la enfermería para que Madam Pomfrey la atienda, me dice que me quede tranquilo que debe ser el estrés del día de graduación señalando las camas de al lado.
Cuando popy me dio la noticia no lo podía creer, me quedé helada, no podía creer que fuera cierto, se confirmaron mis sospechas, no era un simple atraso por los nervios de los EXTASIS o el día de graduación o ser premio anual junto con Harry. Estaba embarazada, no solo eso de estar embarazada de ocho semanas, no señor no es solo eso sino que voy a tener mellizos. Me llevo las manos al vientre instintivamente como acariciando a mis hijos. Pero ¿Qué hago ahora? ¿Se lo cuento hoy o espero a la tranquilidad de casa? Una lágrima corre por mi mejilla, una lágrima de felicidad, felicidad por Harry, porque ahora va a tener lo que tanto quiso, una familia. Y con una sonrisa dibujada en su rostro tomo los pasadizos para poder llegar lo más rápido a la sala común para poder prepararse para la fiesta.
Pero no se dio cuenta de que una rata con la pata delantera derecha de plata se encontraba en los pasillos observándola y con paso ligero se dirigió a la enfermería, una vez allí esperó a que la enfermera entrara a su despacho para poder sacarle información, luego de eso le aplicó un Obliviate, escapando de allí hacia el bosque prohibido, ya que esa noche iban asaltar Hogwarts. Uno se pregunta ¿Por qué no uso la maldición imperio? Sólo por el placer de torturar y lastimar a las personas era la respuesta, dañando el cerebro nadie iba a saber a ciencia exacta lo que ocurrió, sólo iban a encontrar a una persona con los síntomas de un desmemoriante.
Mientras la rata se adentraba en el bosque para poder entregar esa información al señor oscuro ¿Quién se podría imaginar que colagusano fuera a entregar a entregar a la futura familia de Harry Potter? Entre tanto en Hogwarts se estaba ajeno a una de las mayores tragedias que se podían suceder y que iba quedar en la historia. Toda esa alegría por la fiesta de graduación de muchos, ahora héroes por las batallas acontecidas durante los últimos años, dando como resultado la unión de las cuatro casas, todos tenían como referente a los seis que fueron al ministerio, Potter, Granger, Weasley, Longbotton y Lovegood, referentes de unión, esa unión que les dio fuerza para superar muchas cosas juntos con la Orden del Fénix y varios miembros del Ejercito Hogwarts.
De la mano de mi novia que está radiante y más bella que nunca, me dice que me ama y que tiene una sorpresa para darme para cuando lleguemos a casa y le contesto si no me lo puede decir ahora, sin perder la sonrisa me niega con la cabeza, la abrazo y le digo que soy el más feliz del mundo al tenerla al lado mío. Siento la mirada alegre del director y de McGonogall la jefa de la casa Gryffindor. Pero nada dura para siempre un movimiento del profesor de pociones, haciendo el ademán de tomarse el brazo izquierdo y un dolor en mi tan conocida cicatriz, con la entrada de Kingsley Shacklebolt y Nymphandora Tonks me dicen que la fiesta terminó…
Con el semblante completamente serio y con el peor de los presentimientos levanto la vista y recorro el gran salón buscando a los prefectos pero mejor llamo a los miembros del Ejercito Hogwarts menores para que vayan a las casas a buscar a todos los alumnos de todos los cursos que no se encontraran en el salón para que los lleven a la sala de los requerimientos incluyendo a los Slytherin dado que allí iban a estar más seguros. Noto como mi futura esposa me mira llena de orgullo al igual que Albus Dumbledore, y mi tutor y profesor de DCAO Remus Lupin y por primera vez Severus Snape no me mira con odio, esto si ya es demasiado, sin duda una noche para recordar. Después de pasar por tercera vez aparece una gran puerta como la del vestíbulo, sonrío al ver la cara de los chicos de los primeros cursos al entrar a la sala y darles algo de fuerza, mientras alguien me abraza por detrás apoyando su mentón en mi hombro. Les explico que los que se encontraban allí reunidos que si miran a la pared de enfrente van a poder ver lo que sucede así saber cuando salir de la habitación como huir por un pasadizo que los guiará a un lugar seguro donde no puedan ser lastimados.
Al salir del castillo nos encontramos con la orden del fénix en pleno, salvo los miembros que fueron ubicados en Hogsmeade con los ex alumnos y miembros del entonces Ejercito Dumbledore, también se encontraban los miembros de del Ejercito Hogwarts, salvo los que quedaron con algunos profesores en la sala de los requerimientos, todos levantamos las varitas listas para atacar, al sentir unas explosiones, aullidos, alaridos y destellos provenientes del bosque prohibido como también provenían de Hogsmeade. Hagrid y Grawp que estaban en la puerta principal se miraron y dieron un paso adelante, Albus estaba en frente después lo seguían Severus, Remus y Minerva, después venían Hagrid y Grawp que cargaban sus ballestas y el primero aseguraba su paraguas. Mi dolor en la cicatriz se hacía más fuerte. Los centauros con los hijos e hijas de Aragog también estaban peleando ésta batalla que acababa de comenzar. Giro para ver al EH y les digo que ésta puede ser la última batalla y que no duden en utilizar las maldiciones imperdonables, ya que ellos no iban a tener contemplaciones, que los iban hacer sufrir antes de terminar con ustedes, así que no les den el gusto. Ahora sus ojos demostraban determinación, ahora el grupo de los seis tomaban a sus parejas de la mano y todos dijimos ¡por un mañana mejor!
El cielo se volvió más oscuro de lo normal, se sentía frío, podía escuchar las suplicas de mi madre, sólo bastó una mirada y antes de que los de la orden puedan hacer algo les mostramos algo que logramos en grupo, todos apuntamos a la misma dirección y gritamos ¡MAGNUS EXPECTO PATRONUS MAXIMA! Para sorpresa de todos detrás de un gran ciervo, nutria y comadreja, estaban los animales del escudo de Hogwarts arrasando con los dementotes. Es hora de separarnos sino vamos a ser un blanco fácil gritó Dumbledore.
Junto con una gran explosión una lluvia de maleficios avisaba la llegada de los grupos más fuertes de mortifagos, hombres lobo y algunos gigantes que se unieron a las fuerza de la oscuridad, que rápidamente fueron atacados por Hagrid y Grawp con sus ballestas, la batalla fue bastante pareja hasta que cayó el primero un mortifago Jhonson y eso desató el inicio de lo que sería una masacre o carnicería.
Remus batallaba contra un grupo de hombres lobo, Dumbledore contra unos diez mortifagos, McGonogall contra tres, Snape contra cinco, Hagrid y Grawp nunca fueron vistos tan rápidos, yo ayudaba al que necesitase ayuda sacando del medio tanto mortifago como licántropo, las fuerzas del ministerio tardaban en llegar lo que dejaba ver que el ministerio también era atacado, estaba siendo bien llevado el lema divide y conquistarás por parte de Voldemort. La cantidad de rayos de colores iluminaban la noche donde el que se paraba a ver podría notar como la luna se teñía de rojo, rojo sangre. El primer rayo verde desató la tragedia y la primer victima del Avada Kedavra fue Susan Bones la novia de Neville Longbotton quien cayó de rodillas al lado de ella negando fuertemente con gruesas lágrimas marcando su rostro, pasaron cinco rayos rojos aturdiendo al asesino y cubriendo a Neville. Lo que pasó después impactó al mismísimo Dumbledore que creyó haber visto todo, Longbotton empuñaba la varita y se acercó al asesino de su novia, le quitó la mascara, reconociendo el rostro de Rockgood, dijo ¡enervate! Para luego gritar ¡fíjate bien esta cara porque va a ser lo último que veas! ¡avada kedavra! Y el mortifago quedo con una expresión vacía. A partir de ahí Neville dejó de aturdir para dañar y eliminar a cuanto hombre lobo o mortifago que se le cruzara en el camino.
Remus fue en ayuda de Arthur que peleaba contra Avery y se le había sumado Nott. Noto como gritan crucio a mis espaldas y veo como colagusano que apuntaba a Remus, pero este estaba de espalda a colagusano, les lanzo unos aturdidores a Crabbe y Goyle hijos, los dejo atados con lazos de diablo, por lo menos no molestarán por un rato, y me voy corriendo en ayuda de Remus y Arthur pero al último le salía espuma por la boca dando claras evidencias de haber perdido la cordura, no lo puedo creer, de todas las personas tenía que ser él, me descontrolo y lanzo un cruciatus a colagusano sorprendiendo a los mortifagos, momento que aprovecha Remus para reponerse, pero en ese instante Charlie y Oliver Word atacan a los mortifagos, el primero con la maldición asesina matando a Avery y el segundo aturdiendo e inmovilizando a Nott.
Snape miró al profesor Dumbledore como pidiendo permiso para poder matar, el segundo observó el estado de locura en que había quedado Arthur, los cuerpos de muchos aurores, mortifagos y alumnos, pero la gota que rebalsó el vaso fue la luz verde que iba dirigida hacia la profesora McGonogall que terminó con su vida, encendiendo la mecha porque el mismo Albus Dumbledore lanzó el kedavra a Rodolphus Lestrange, dando paso a una batalla más encarnecida. Unos diez mortifagos lanzaron juntos el avada kedavra a Grawp matándolo, Hagrid desbocado se lanzó sobre ellos para acabarlos con sus propias manos.
La balanza se inclino un poco para el lado de la orden y el EH cuando los aurores del ministerio junto con algunos padres, que se enteraron del ataque a Hogwarts se decidieron a pelear esta guerra por el futuro y bienestar de sus hijos, mientras que muchos de los aurores estaban heridos por el ataque al ministerio donde muchas personas habían perdido la vida por defender el ministerio como Percy Weasley, Angelina Jhonson, Ludo Bagman y muchos otros. Los aurores se dividieron para que un grupo vaya a Hogsmeade, donde estaban los gemelos y Molly Weasley peleando como leones.
Todos peleaban fervientemente para poder tener un mañana mejor, se ven lágrimas, se ve dolor, se ve sangre, se ve muerte en todas direcciones para las que uno mire, se podría comparar esta batalla con la de Grindelwald, los cuerpos siguen cayendo tanto de un bando como del otro. Frunzo el ceño al ver a mi novia rodeada por Neville, Seamus y Justin impidiendo que nada la toque…
Una cabellera roja cae con los ojos abiertos y expresión vacía, un moreno se desgarra por dentro al ver a Ginny muerta y empieza a lanzar maleficios a diestra y siniestra, el dolor va llenando nuestros corazones. Un pelirrojo de ojos azules pierde la cordura al ver como su novia se le llena el rostro de sangre cerrando sus enormes y desorbitados ojos celestes dejando todo signo de vida de su cuerpo. Ron lanzó un stupefy tan poderoso que Goyle padre salió disparado y al caer se rompió el cuello al golpear con un escombro, el pelirrojo fue con paso firme hacia McNair el cual lo miraba divertido, pero su alegría duró poco al recibir un corpus voltious de éste…
Siento que la cicatriz me escoce con más intensidad, el debe estar cerca, pero ¿donde? ¿Dónde se esconde ese mal nacido? Mi pregunta se ve respuesta con una voz ampliada por un sonorus con
-Potter ¿Quién hubiera imaginado que colagusano entregaría a tu futura familia? En ese instante todo parece congelarse, todo se vuelve extraño para mi y le contesto ¿de que mierda hablas?
-¿No me vas a decir que no sabes que la sangre sucia está embarazada? Me pregunta sonriendo de la manera más sádica, la última palabra se repite como eco en mi cabeza taladrándome el cerebro.
-Si Potter, embarazada de dos meses y encima de mellizos ¿no es así colagusano, la rata afirma nerviosamente, me quedo como si me hubieran petrificado, voy a ser papá, pero en vez de que me embargue la felicidad, me embarga el miedo, el miedo a perder todo, el miedo me envuelve me hace presa de él, y una frase llega a mi mente "te amo, tengo una sorpresa para darte cuando lleguemos a casa" puedo sentir el amor, puedo sentir esa fuerza, ahora siento que lo puedo vencer, levanto mi varita y apunto a Voldemort, pero el no me apunta. Todo fue muy rápido seis Avada Kedavra se escucharon…¿puede la vida cambiar en un segundo?... la respuesta es SI puede cambiar en un segundo. Mis ojos brillan con una intensidad nunca vista siguiendo el rayo verde lanzado por Voldemort, rogando con todo mi ser que ese rayo no llegue a ella…ahora comprendo el porque no me apunto a mi, si ella no esta yo no soy nada, solo existo. Seamus intercepta uno de los rayos verdes, Justin intercepta otro de esos rayos que fueron lanzados por Lucius y Pantsy. Los otros dos chocaron haciendo una explosión tirando a los que los lanzaron caer hacia atrás, Neville choca con Hermione logrando que no le de, de lleno la maldición…
Los ojos de Harry brillaban tanto que parecía que absorbía el poder de la maldición. Si uno miraba a Harry solo vería la luz que sus ojos esmeraldas emanaban y como se dirigía como levitando hacia Hermione, nadie podía creer lo que estaba pasando en esta momento, Hermione caía al suelo ¿por el golpe o por la maldición?
Todo pasaba en cámara lenta como si quisieran asegurarse que el sufrimiento fuera el mayor posible. No se como pero de golpe estaba en mis brazos Hermione. La feroz batalla que se llevaba a cabo en ese momento me era indiferente, me encontraba en otro mundo, la atraigo más a mi, llevo mi mano al vientre de mi novia, te digo te amo y no hay respuesta, te digo que despiertes y no hay respuesta ni movimiento, te digo que todo va a estar bien no te preocupes, me hiciste el más feliz del mundo, y nada de tu parte. Beso tu cabeza, me lleno de tu perfume ese olor que embriaga mis sentidos, los amo digo mientras los acaricio ustedes no me dejen también, sin darme cuenta que una luz blanca emanaba de mi mano mientras acariciaba el vientre, por favor Hermione no te vayas, no me dejes, sin ti no soy nada, vuelve que la vida se me va, te necesito, sos mi sol y en este invierno en el que estoy sometido ahora me das tu calor, por favor no te vayas…
Toda aquella persona que viera la escena y tuviera un poco, solo un poco de sentimiento, en la que un joven de diecisiete años con cabellos negros revueltos se mecía como si tuviera un bebé a punto de dormir, pero en lugar de un bebé era una mujer de cabellos castaños muy hermosa. Un grito desgarrador o un fuerte rugido desgarró el aire y llegó a los oídos de todos, el joven miraba al cielo que estaba más oscuro de lo normal, la luna teñida de rojo en su totalidad brillaba, una suave lluvia comenzó a caer como si de lágrimas se tratara, la pena, el dolor y el odio invadía el lugar; una luz irradiaban unos ojos llenos de lágrimas, iluminaban a una castaña mientras seguía meciéndola. Al pelirrojo y mejor amigo casi hermano Ron se le partió el corazón literalmente, primero por la muerte de su novia, segundo por haber visto a su hermano el octavo Weasley así y por último porque McNair lo atravesó con una daga, cayendo al lado de su rubia amada, con las lágrimas que le seguían saliendo de sus ojos. Remus fuera de sí mataba lo que se cruzara en su camino, Dumbledore fue contra Voldemort para terminar con lo que había empezado Harry, comenzando un duelo digno de aplaudir de pie.
El canto de un fénix lleno la noche, la luz se hacía más fuerte, las lágrimas que salían de sos ojos no tardaron en caer como torrente sobre la castaña, la miro y tiene la boca entreabierta sigue siendo bella, no noto como el fénix me mira fijamente, sólo tengo ojos para mi Hermione, para mi la batalla, la guerra, la vida terminó, todo está acabado, nada tiene sentido, sin ella, sin ellos la vida no tiene sentido, sólo me queda esperar a que la muerte me venga a buscar…
El profesor de pociones Severus Snape mira la particular escena, no podía sentir más que pena por el último de los Potter y una lágrima solitaria cae libre por su rostro confundida por la lluvia, aunque fuera el hijo del odioso James Potter, en ese momento no podía odiarlo, simplemente no podía, había dado claras muestras que era igual y diferente a su padre, que no podía odiarlo, no cuando el señor tenebroso le arrebataba todo lo que ama, primero sus padres, luego su fastidioso y bueno para nada padrino de Sirius Black y ahora le quitaba a su futura esposa e hijos no natos, esto es demasiado para cualquiera, no puedo creer lo bajo que puede ser el señor oscuro, yo podía matar hombres y mujeres, pero no niños y mujeres embarazadas. Me dirijo hacia él esquivando maleficios y matando a esos bastardos como Doholov y Jugson, sólo espero que confíe en mi, lo que es el destino ya me preguntaba que estaba haciendo leyendo ese ritual…
No puedo creer que me pase esto, no puedo creer que hace unas horas todo era felicidad y alegría y ahora sólo me invade la oscuridad y ni señales de una luz que haga salir. Como puede ser que colagusano me entregue de esta manera, primero mis padres y ahora esto, ¿y yo me tenía que alegrar por haberle salvado la vida? ¿En que mierda estaba pensando Dumbledore cuando me dijo esto? ¿o que demonios se había fumado? ¿y ahora que? ¿No puedo ni siquiera morir en paz? Digo al sentir una mano en mi hombro, pero mi sorpresa fue mayor al ver la persona dueña de esa mano en mi hombro…
-Harry hay una posibilidad… pero no nada seguro que funcione - ¿Snape hablándome sin insultarme y llamándome por mi nombre? ¿Qué le pasa al mundo?
-Pero…
-No es nada seguro, ya que no se si podemos salvarla a ella – dando a entender que es muy difícil que salve el embarazo, asiento y espero instrucciones…
Mientras que en la sala de los requerimientos, las personas estaban más que acongojadas, estaban viendo como iban cayendo los cuerpos de los miembros de la orden del fénix, de los profesores, de los miembros del Ejercito Hogwarts, los profesores que se habían quedado para proteger a los alumnos Sprout, Flictwick, Sinistra, Vector, Trelawney y Hooch se sentían impotentes, muchos alumnos optaron por no ver más la batalla ocultando sus cabezas entre sus brazos que estaban cruzados en las rodillas. Mientras que los miembros del Ejercito Hogwarts que se habían quedado estaban masticando mucha bronca e impotencia, al darse cuenta que Harry los había mandado allí para protegerlos porque muy poco hubieran ayudado. La jefa de la casa Hufflepuff al notar el estado de los chicos dijo: "No se sientan mal si ahora no pueden ayudar, prepárense lo mejor que puedan, porque si esta batalla la perdemos ustedes van a ser la esperanza del mundo mágico, miren, aprendan sus movimientos y tomen esto como experiencia, porque serán ustedes los que luchen por un mañana mejor" Estas palabras aliviaron algo de su bronca e impotencia…
Las explosiones por los choques de las maldiciones le daban color a la trágica noche de junio, la cual coincidía con el aniversario de la muerte de Sirius Orión Black, el segundo aniversario. Pero esto en la historia que se estaba escribiendo esta noche no era tan relevante, ya que iba ser una fecha donde se conmemorará la caída de muchos hombres y mujeres, magos y brujas que pelaban por un futuro de paz para sus hijos, otros por poder llegar a formar una familia sin tener que esconderse, otros por el simple hecho de querer vivir. Ahora los caídos eran Crabbe hijo, Mulciber y Parkinson por parte de los mortifagos y por parte de la Orden Charlie Weasley, Kingsley Shacklebolt, Lavender Brown, Parvati y Padma Patil y Dean Thomas.
-Necesito que te concentres en los recuerdos más felices y llenos de amor con el deseo más profundo de tenerlos con vida – exclamó Severus, con el poder que emanan sus ojos juntos con el fénix y un poco de su sangre puede que funcione. Pero en ese momento Crabbe y Rabastan lanzaron un bombarda hacia Snape y Harry, pero no llego nunca ya que Remus y Dedalus Diggle se aparecieron, Remus no pudo protegerse cayendo muerto todo ensangrentado, mientras que Diggle con un protego le devolvió su hechizo a Crabbe matándolo, ahora Diggle peleaba con Rabastan…
Dumbledore peleaba en inferioridad numérica porque aparte de un debilitado Voldemort, estaba Lucius Malfoy, McNair y Bellatrix, pero se emparejó cuando llegaron Ojo loco, Doge y Sturgis Podmore para nivelar la balanza, el primero liquidó a McNair, pero no contó con que colagusano lo atacara por la espalda poniéndole fin a su vida, lo que fue aprovechado por los mortifagos para terminar con la vida de los dos miembros de la orden que habían lanzado el kedavra a colagusano, cayendo así Podmore, Doge y Colagusano. Pero su alegría por deshacerse de ellos les duró poco ya que una explosión los lanzó lejos dejándolos heridos
-¿Qué pasa Dumbledore? – siseó Voldemort - ¿Demasiado noble para quitar vidas o es que veo la derrota en tus ojos?
-Sólo en tus sueños Tom – respondió lanzando su ataque
-Es hora de cumplir con la profecía – digo levantándome
-¿Qué? – dice Severus mirándome
-Uno debe morir en manos del otro, es hora de acabar con la serpiente – lo busco con la mirada pero lo que veo no me gusta nada los cadáveres aumentan en gran cantidad, las matas de cabellos rojos como el fuego muertos o llevados a la locura, ver a Ron muerto al lado de Luna, Ginny con la expresión vacía, mi ira y odio crece y se mezcla con el amor que siento por Hermione, lo que lleva a que descontrole mi poder que van de la mano con mis sentimientos, Remus…digo al verlo sin vida ensangrentado, volteo y Severus retrocede al ver mis ojos, hasta yo siento como las llamas crepitan como si de una hoguera se tratase, me siento capaz de realizar cualquier hechizo de artes oscuras, siento como algo sube por mi cuerpo…
De mi garganta sale un rugido, siento como mi cara y brazos se transforman cuando libero mi magia sin control, siento como los colmillos crecen, en vez de manos tengo garras, ahora puedo percibir el miedo en Snape y en ¿Nagini, le doy un zarpazo desgarrando su piel escamosa, Nagini abre su boca y se podría decir que sale un grito de dolor mientras abro mis fauces para darle muerte a la asquerosa serpiente, sintiendo como la sangre de ese animal chorrea ahora por mi boca y manos al no tener más ese reptil enroscado en mi, tomo mi varita…
Voy en busca de Voldemort, pero me encuentro con unos mortifagos que vienen a mi, nada va impedir lograr mi objetivo, cuando una explosión a mis espaldas llama mi atención y donde antes estaba mi novia y Severus ahora hay un gran hueco. No lo puedo creer ahora todo está perdido, mi poder ya descontrolado lo siento salir por cada poro de mi piel, sin ningún rastro de amor en el sólo odio y sed de venganza hay en mi…
La luna estaba totalmente teñida de rojo, rojo sangre, cualquiera que mirara el cielo podría decir que en vez de lluvia eran lágrimas, lágrimas de dolor que inundan el alma llenándola de un vacío que desgarra un corazón transformándolo en una músculo negro sin sentimiento alguno más que el odio. Ese odio que se podía sentir en todo el campo de batalla, emanada por una persona y ésta persona no era precisamente Voldemort, los mortifagos que antes reían ahora buscaban con la mirada la fuente de poder y lo que encontraron fue a un joven de cabellos negros desordenados, que donde antes brillaban unos ojos verdes esmeraldas que hablaban para quien supiera escucharlos, que mostraban su alma y sentimientos para quien supiera leerlos, ahora sólo se encontraría con unos ojos brillantes pero de color rojos que te hacen sentir, que te llevan al mismo infierno, con un rostro carente de emoción alguna, con un dejo de locura, porque se apreciaba una pequeña sonrisa, pero era más una mueca por darse cuenta el miedo que provocaba…
Con un movimiento de varita alcanzó para matar a Goyle, Flint y Nott dejándolos ensangrentados, ahora se dirigía hacia Nott padre, quién no sabía a quien temerle más si a Voldemort o al-niño-que-vivó que ya rozaba con la locura, pero su duda le duró muy poco al recibir la maldición asesina. Los miembros de la orden, del ejercito y aurores que quedaban al escuchar el canto del fénix Fawkes y ver luchar a Potter los reconfortó dándoles ánimos para seguir luchando, aunque ya no les preocupaba atrapar a los mortifagos, sólo querían salir vivos de esta. Terry Boot al verse rodeado no tuvo otra opción que usar la maldición asesina para poder librarse acabando con la vida de Parkinson padre y de Millicent Bullstrode…
De pronto algo pasó volando chocando contra las puertas del colegio quedando inconsciente o muerto, la imagen parecería la de un borracho dormido en la puerta de un negocio, sentado con la cabeza ladeada hacia la izquierda con un hilo de sangre que corría por el rostro. Al distinguir a esa persona no se podía salir del asombro por ver así al más prestigioso mago de los últimos tiempos Albus Dumbledore y lo pasó por la cabeza de muchos fue "¿Qué pasará si un mago tan poderoso como Albus Dumbledore, el único al que teme el innombrable cae?" la respuesta es el caos en la comunidad mágica…
-Vaya, vaya ¿que tenemos por acá? – dijo Draco – pero si es San Potter
-No tengo tiempo para lagartijas Malfoy – respondió y con un movimiento de varita como haciendo un ademán de hacer volar para quitarse de en medio, hizo volar a Draco que chocó contra el Sauce Boxeador, que estaba de lo más feliz por golpear a todo lo que pasase cerca de él…
Camino hacia mi destino, enfrentar a Lord Voldemort con la frase de Trelawney sonando en mi cabeza "el único con el poder de vencer al señor tenebroso…" escucho el canto triste de Fawkes al aterrizar al lado del director, noto que Malfoy y Lestrange intentan incorporarse pero les lanzo un hechizo de heridas sangrantes seguido de un stupefy dejándolos inconscientes.
-Es una lastima que tenga que matarte…
-¿Así, como puedes estar tan seguro?
-Somos iguales Potter…
-No somos iguales ¡tu eres un sangre sucia! Eres inferior…
-¡Te arrepentirás de haber dicho eso!...¡Vas a morir igual que tus padres!...
-Lo dudo Tom, lo último que vas a ver van a ser mis ojos…
Los rayos de las maldiciones daban color a la oscura y mojada noche, que caía con más fuerza, ya era hora de acabar con todo de una vez, terminaba para bien o para mal pero terminaba, el centro de atención eran la lucha que estaban teniendo Harry y Voldemort. Mientras que en salón de los requerimientos todos estaban atentos e impactados por la cruenta lucha que se llevaba a cabo, pero lo que más impactó fue la caída del anciano poderoso y extravagante director del colegio de magia y hechicería Hogwarts, ahora se preguntaban si ellos iban a salir con vida de ahí, los miembros de la orden del fénix y del ejercito de Hogwarts peleaban valientemente junto con los aurores a pesar de las heridas. Pero los que parecían estar de acuerdo en no conectar las varitas eran los involucrados en la profecía, Voldemort blandeó su varita saliendo un rayo que golpeó a Harry como si se tratase de un látigo de fuego desgarrando su ropa dejándole una marca roja, por la sangre que empezaba a salir muy lentamente. En respuesta Harry no tardó en esperarse, con dos hechizos, uno de heridas sangrantes y el otro que golpea el cuerpo, mandándolo dos metros hacia atrás.
Las maldiciones que se lanzaban desprendían lo que sentían en ese momento, emanaban un sentimiento de odio tal que se podía sentir como si se tratase del odio en su más puro estado, queriendo matar al otro de la manera más lenta y dolorosa posible. Pero con lo que no contaba Voldemort era que Harry ya estaba muerto al perder a su amor y lo que lo motivaba a seguir era solamente la venganza, y ese era el motivo por el cual no iba a haber vencedores ni vencidos, cansados de pelear lanzaron al mismo tiempo la maldición asesina, uno para terminar con el-niño-que-vivió, así quitarse el estigma de Potter y el otro para terminar con todo su sufrimiento, conectando así las varitas. Lo que ocurrió después ni el mismísimo Dumbledore lo podría explicar a menos que aplicara la lógica del imán, que imanes del mismo polo se repelen.
Los guijarros que se formaron por la unión de las varitas en vez de ser dorados como la última vez, como lo esperaba Voldemort eran de color rojo intenso, se comenzaron a elevar muy lentamente, los guijarros se mantenían en el medio y se desplazaban muy poco tanto para un lado como para el otro, la concentración de los dos, se veía reflejada en los ojos de ambos, los ojos de Harry en vez irradiar amor irradiaban odio, era como Tom Marvolo Riddle, toda esa energía se juntaba donde los guijarros como una esfera de energía que desprendía unos rayos electroestáticos y los dos pensando en lo mismo, en eliminarse.
De esa esfera sólo se podía esperar que explotase matando al que esté más cerca, acabando con su vida, pero dicha esfera no se movía del medio, parecía como si se alimentase del odio de las dos personas conectadas, aumentando su tamaño y manteniendo su color rojo intenso, hasta que llegó al punto de explotar haciendo que salieran disparados, por la explosión y la onda expansiva hiriendo o matando a los que se encontraban cerca de ellos. Voldemort cayó cerca de Lucius y Bellatrix con el cuerpo con grandes heridas, Harry cayó en el hueco donde antes estuvo Hermione con heridas profundas, respirando entrecortadamente. Mientras que por la onda expansiva el que no llegó a protegerse terminó igual que los involucrados en la profecía. Muy pocos se atrevían a ir donde estaba Voldemort o a festejar ¿todo acabó? ¿llegaría la tan ansiada paz? ¿Quién-tu-sabes estará realmente muerto? ¿el-niño-que-vivió estará vivo? Muchos caían de rodillas exhaustos otros caían desmayados por el agotamiento y al quedarse sin energía. Todos en el salón de los requerimientos pegaron un grito al ver la explosión aunque también la sintieron, muchos lloraban por la cantidad de muertos, otros trataban de consolarlos, los profesores estaban conmocionados por como se desarrolló el combate y lágrimas silenciosas caían libres por sus rostros, se preguntaban si tanto sacrificio de los valerosos magos y brujas que ahora ya eran héroes traerían la tan ansiada paz. Una persona estaba ajena a todo y todos, con su vista fija en el cielo como tratando de alcanzar algo o alguien con la mano, un torrente de lágrimas comenzó a salir de esos ojos que volvían a ser ¿verdes? ¿o de un color oscuro sin vida, su mano cayó pesadamente al suelo mientras sus ojos se cerraban lentamente…
¿Todo había acabado? La respuesta sólo la daría el tiempo, ahora el salón de los requerimientos abría lentamente las puertas para dejar salir a los ocupantes, que iban con paso lento y arrastrando los pies desganados, otros corrían para ver si sus parientes seguían con vida. Una vez que todos estuvieron fuera ni la marca tenebrosa se notaba, la lluvia había cesado, la luna seguía teñida de rojo sangre, hasta que un grito asustó a todos…
-¡¡¡NOOO! – gritaron al no encontrar los cuerpos de Harry, Dumbledore y Voldemort, como tampoco de Lucius y Bellatrix
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