No puedo creer que esté por empezar. No puedo creer que llegué hasta acá, que mi madre me haya dejado venir y que mi tía me regalara un pasaje de avión para ir a visitarla. En este momento me encuentro en la fila para entrar al estudio, donde podré ver, antes que todo el mundo (exceptuando las personas que están con migo, claro) la película. Fue un milagro que mi madre piense que ésta es una gran oportunidad para mí, aunque yo creo que mis ruegos y súplicas han influenciado en su opinión. No puedo creer que esté a punto de ver mi libro/película favorito, ''Call the Vampire'' Pienso que es un milagro que yo, Isabella Swan, una chica muy ordinaria, flaca, bajita, de pelo oscuro, marrón, y ojos del mismo color, ropa ordinaria, pueda estar aquí. En la sala, todas las chicas son lo opuesto a mí. Rubias, morochas, y algunas pelirrojas. Todas con ropas que triplican el precio de la mía, y unos tacos de 10cm como mínimo…
Estaba tan perdida en mis pensamientos, que no los oigo llegar. Edward Cullen y su coestrella y hermana, Alice Cullen encabezan la fila, siguiéndoles Rosalie y Jasper Hale, Emmet McCarty, Jacob Black y otros chicos más del reparto. Todas las chicas empiezan a gritar, tratando de hacerse notar, todas exceptuando yo, claro. Yo solo me pongo a observar sus movimientos, sus gestos. Puedo notar que Edward está de lo más incómodo, y Rosalie está muy enfadada. Al parecer, estar rodeados de fans no les agrada mucho. Suelto una risa, logando que un par de personas volteen, pero, a mí que me importa ¿no? Vuelvo mi vista a Edward. Es muy guapo, tiene el pelo cobrizo todo despeinado, sus ojos verdes llamean de enojo al ver a otra chica tirándosele encima para sacarse una foto. Es alto, un tanto desgarbado. Noto que al sacarse una foto con la rubia, esboza una sonrisa forzada, pero igual, es hermosa. Decido dejar de acosarle e irme a comprar algo. Mi hermano Ben me dijo que le lleve algún poster, o algo para colgar en su habitación, por lo que voy a ver que consigo. En eso, mi mochila se cae y con ella, todos mis libros. ¿Mencione que me gusta leer? Pues sí, me encanta. Me agacho a recogerlos antes de que alguna fan loca pase corriendo y me los pise. En eso, noto unas manos ayudándome.
-¿Por qué has traído esos libros?- pregunta. Esa es la voz de Alice Cullen. Lentamente, levanto la cabeza y la miro
-Me gusta mucho leer- respondo- Mi hermano me recomendó que trajera todos mis libros y que, si alguna vez me encuentro con alguien famoso, le pida que me los autografíe.
Ya está, ya la ahuyente, por eso, cuando habla, casi me desmayo.
-Entonces te los firmaré- responde ¿escuché mal o me parece?- No sé si sabes, pero la única razón por la que elegí el papel fue porque amo esta saga, y siempre desee hacerla realidad. Si quieres también le puedo decir a los chicos no? Que te los firmen, digo Por cierto, ¿cuál es tu nombre, y de dónde vienes?
Yo ya estaba que saltaba. Alice Cullen me estaba hablando, sin incluir rara ni friki en la oración, y además me había ofrecido firmarme mis libros, y hacer que los demás me los firmara. Esto se lo tengo que contar a Mike.
-Me encantaría que me firmaras los libros, y mi nombre es Isabella Swan, pero dime Bella, soy de…
Iba a seguir hablando pero en eso, escuche una voz a mis espaldas
-¿Se puede saber por qué todos estamos firmando autógrafos, mientras que tú estás haciendo nada?- Esa voz, ese era el famoso Edward Cullen, hablando detrás de mí. Lentamente giré, lo vi y comprobé que de cerca era mucho más guapo. Tenía unas pestañas cobrizas que combinaban con sus ojos, pequeñas pecas alrededor de su nariz, y pude percibir que tenía una parte de su cara cubierta de maquillaje, intentando cubrir algo. Una cicatriz. Iba desde la parte izquierda de su frente hasta su mejilla derecha. ¿Qué le habrá pasado? En ese momento, apareció Jacob Black, que, contrariamente a Ed, si había percibido mi presencia.
-Chicos, vamos, Carlisle dice que tenemos que tienen que seguir, que no se pueden quedar acá parados, pero antes, preciso que me presenten a esta señorita, ¿cómo te llamas?
-Ella es Bella Swan- respondió Alice- y me gustaría que todos le firmaran sus libros
-Libros, valla Al, ya te conseguiste una amiga como tú, por cierto, soy Edward Cullen…
-Y yo Jacob Black, a su servicio señorita- y luego, procedió a besarme la mano cual caballero. En eso, escuche un ¿gruñido? No, me lo habré inventado ¿no?
En ese momento, apareció Emmet, con Rosalie a su lado, y tras presentarse, anunció que ya nos debíamos ir a sentarnos a nuestros lugares, por lo que procedí a irme hacia el fondo, cuando noto que alguien tira de mi mano
-¿Qué estás haciendo?- pregunta Edward, con cara de confusión
-Irme a mi asiento- respondo como si nada
-No, tú te vienes con migo, claro, si quieres.
-Me encantaría- respondo emocionada, pero en eso, mi celular suena, es Mike, mi mejor amigo, por lo que, tras mirar a Jack con cara de disculpa, me muevo un par de metros y atiendo
-¿Hola?- pregunto
- Bells, ¿como andas? Cuéntame ¿cómo es la gran ciudad? ¿Es linda? ¿Grande? ¿Lo estás pasando bien? Háblame linda, es que estás enojada con migo- pregunta rápidamente
- Wow, wow, tranquilízate, la ciudad es mágica, demasiado grande, y si, hermosa, y no te preocupes tonto, no estoy enojada.- respondo
- Ufff gracias, no sabes cuánto te extraño, okey, te dejo por ahora, llámame nena, bye, te AMO!- y colgó. Jules siempre me dice cosas como bebé, nena, amor, te amo. A veces pienso que lo que él quiere no es una simple amistad, pero bueno, eso es lo que yo quiero. Suspiro, y doy media vuelta para ver a Edward. Tiene cara de lastimado, sus ojos, siempre azules como el cielo, parecen más apagados, para luego tornarse furiosos por una fracción de segundos.
-¿Estás bien?- pregunto. Entonces, recompone la cara, para volver a su sonrisa de siempre, y asiente lentamente, invitándome a volver a los asientos de adelante. Yo lo sigo, para luego sentarme al lado suyo y el de Jacob. Cuando yo tomo asiento, Jake se inclina y me besa en la mejilla, para luego susurrarme un ''Hola'' en mi oído. Yo, obviamente, me sonrojo como un tomate, y al voltear para ver a Edward, veo que sus ojos cambiaron nuevamente, parecen más oscuros, como el de las tormentas. Noto que mira fijamente a Jacob, quien se achica en su asiento, intimidado. Ed contrae la cara, de tal modo que puedo notar más su cicatriz. Siento que tengo que hacer algo, por lo que me inclino sobre él, le doy un lento beso en la comisura de su boca, para luego pasar a su oído y susurrarle que todo está bien. Entonces, el mueve el apoyabrazos del asiento, y me abraza protectoramente, de tal manera de que mi cabeza quede apoyada en su pecho. Escucho un par de bufidos detrás de mí, pero no le presto atención, y me acomodo bien, dejando un beso en su cuello, y girando mi cabeza hacia la pantalla. Mientras pasan los cortos, me pongo a pensar ¿Qué me pasó? Yo no soy así, no puede ser, que en este momento, esté apoyada sobre alguien a quien conocí hace menos de una hora. Si mi madre se enterara, me mataría. Pero no entiendo que pasa, ¿Será que me haya enamorado? No, no lo creo, pero, si me pongo a pensar, mis padres, desde que se conocieron, se amaron perdidamente. Quizás sea eso, amor a primera vista ¿no? Pero no puedo permitirme enamorarme de alguien a quien solo veré una vez en mi vida… o tal vez sí. Pero, estamos hablando de Jack Rom, quizás debería aprovechar el momento… o quizás no….En eso, decidí dejar de pesar y vivir el momento, el presente, por lo que giré la cabeza, y me puse a ver la película, quien, como estaba previsto, estuvo muy buena. Fue muy idéntica al libro, y me gustó mucho, aunque capaz que ello fuera también porque Edward se la paso jugando con mi pelo, besándome el tope de mi cabeza, y abrazándome más fuerte en los momentos en los que me asustaba. Antes de que la película finalizara y las luces se prendieran, me separé de mi compañero, para no atraer más miradas, pero la que más dolió fue la de Ed, parecía lastimada. No pude sostenérsela, por lo que volteé y prendí el celular, para llamar a mi tía y decirle que iba a volver caminando. Al finalizar la película, me paro, estiro las piernas, y lo miro. El me mira a mí. No puedo creer lo guapo que es, me gustaría besarlo. El, al parecer piensa lo mismo, por lo que se inclina sobre mí y me besa. Al principio, el beso es lento, un simple toque, pero luego, él lo intensifica. Nuestros labios encajan perfectamente, como dos piezas de rompecabezas. Todo era perfecto, hasta que nos separan, literalmente. Un par de fans salen corriendo hacia nosotros para que Edward le firme unas remeras, y tras ellas, vienen muchas otras chicas, por lo que decido moverme e irme. Agarro mi mochila, y salgo. Cuando estoy en la puerta, giro y lo veo por última vez. Tiene cara de desesperación, y está buscando algo, a alguien, a mí. Lo escucho gritar mi nombre, llamándome, pero decido irme, por lo que salgo del estudio, y lo despido, silenciosamente…
