Not gonna get us
Serena y Seiya estaban tendidos en la cama; no decían nada, simplemente miraban al techo, disfrutando de la compañía mutua.
La rubia tenía los pies hacia la pared y el chico hacia el suelo, de manera que cuando giraban el rostro, quedaban de frente.
- Seiya ya es tarde.
- Ajamm
- Tienes que irte
- Ajamm
Pero ninguno de los dos se movió, simplemente, ninguno de los dos quería alejarse uno del otro.
El pelinegro tenía estrictamente prohibido acercarse a Serena, por lo que la única manera de hacerlo era visitándola a escondidas por las noches, trepando por su balcón, y ya llevaba un mes haciéndolo.
- Seiya…
- Mande
- Ya es tarde. Son las 2:30 am
El chico se giró, y se recargó sobre su brazo, mirando a la rubia que seguía acostada sin moverse de su lugar.
- No quiero irme
- Ella lo miró
- Yo tampoco quiero que te vayas
Seiya se colocó frente a ella, mirándose de cabeza.
Estaban tan cerca uno del otro, sintiendo únicamente sus respiraciones, cada uno perdiéndose en los ojos del otro; no necesitaban expresar lo que sentían, pues sus miradas decían más que mil palabras. Sonrojada, Serena se incorporó, quedando hincada sobre la cama. "Bien Seiya, has perdido tu oportunidad" se dijo, mientras se incorporaba él también.
- Bombón, mañana vendré de nuevo. Te tengo una sorpresa – le guiñó el ojo
- ¿Una sorpresa? ¿De qué se trata?
- Si te lo dijera, no sería sorpresa. Solo te diré que te llevaré a un lugar.
- Pero mañana…- de pronto la rubia entristeció. Darien la había invitado a cenar.
- Ah, ya veo – Seiya miró hacia la ventana – Supongo que saldrás con él.
Serena se mordió el labio. Los planes de boda con Darien seguían en marcha, pero ella no quería casarse.
Por su parte, Seiya estaba a punto de regresar a Kinmoku, pues la temporada que la Princesa Kakyuu les había permitido estar en la Tierra después de derrotar a Galaxia se acercaba a su fin, sin embargo, él no quería partir.
- ¿A qué hora vendrías? – dijo Serena. No quería desperdiciar ni un minuto estando lejos de él. Se les estaba acabando el tiempo.
- A las 12 am ¿Está bien Bombón? Supongo que a esa hora tus carceleros no estarán vigilándote.
- No tengo carceleros
- Yo no estaría tan seguro – dijo él dirigiéndose a la ventana y comenzando a subirse al balcón – Dime por qué tengo que salir de ésta manera – dijo el chico mientras comenzaba a bajar.
- Porque sería muy extraño ver partir una estrella fugaz desde mi balcón todas las noches – dijo ella mientras se recargaba en el barandal y miraba al chico que iba desapareciendo en su descenso.
- ¡Buenas noches Bombón! Descansa – dijo desde la calle.
- Buenas noches Seiya, hasta mañana – y lanzándole un beso, el muchacho se perdió en la oscuridad.
SxS
Serena estaba muy callada. Las horas se pasaban demasiado lentas (o rápidas) y Darien no tenía intenciones de llevarla a su casa. Ya pasaban de las 9 pm.
- Darien… ya es tarde…
- Pero Serena, apenas son 9:30
- Si pero ya quiero regresar a mi casa – estaba impaciente.
- Le pedí permiso a tu mamá para que te quedaras conmigo.
Al oír aquello, la rubia dio un respingo, ¡tenía una cita con Seiya a las 12:00! Necesitaba volver lo más rápido posible, no podía quedarle mal.
- Pues no creo que eso sea muy buena idea. Por favor, llévame a mi casa, no me siento muy bien – pretextó.
- ¿Estás segura? Es que… hoy hay lluvia de estrellas y quería que la viéramos juntos – el muchacho sonó algo decepcionado.
¿Con que de eso se trataba? Por eso Seiya la iba a llevar a "algún lado", era por la lluvia de estrellas que habría. Con mucho más razón, necesitaba volver a su casa.
- Discúlpame, ¿sí? – la rubia lo miró con toda la dulzura que pudo – pero de verdad me siento mal. Necesito irme a casa.
No teniendo más remedio, Darien llevó a Serena a su casa. Apenas y le daría tiempo, ¡eran las 10!
Una vez entrando a su casa, la chica corrió a su habitación, sin saludar a su mamá ni despedirse de su novio. Mamá Ikuko salió de la cocina y la vio subir las escaleras mientras el moreno se quedaba en la puerta.
- ¡Darien! ¿Pensé que Serena se quedaría contigo?
- Yo también, pero dijo que no se sentía bien y que deseaba volver – se encogió de hombros – y ya la vio. Se subió sin despedirse.
- Esa niña anda muy rara últimamente – dijo mamá Ikuko – Descuida, deben ser los nervios de la boda. Hablaré con ella. Gracias Darien – lo despidió.
SxS
Serena se metió a bañar rápidamente. Necesitaba quitarse el aroma de Darien; no podía permitir que Seiya lo percibiera, aunque supiera que había salido con él, no sería justo, además, ni ella misma lo soportaba.
Mamá Ikuko entró a la habitación justo cuando Serena salía de bañarse.
- Hija, ¿estás bien? ¿Por qué te bañaste? Tú nunca te bañas en las noches.
- Si bueno lo que pasa es que – no sabía que contestar – hace calor y el baño me sentará bien para dormir.
- Bueno hija, te dejo para que descanses, y si te sientes mal, no dudes en llamarme.
- Sí mamá, gracias.
Apenas su madre salió de la habitación, Serena comenzó a arreglarse. Sacó una faldita azul y una blusa a juego. Aún no sabía que tenía planeado Seiya, pero desde que él le dijo que la llevaría "a algún lugar", supo que usaría ese conjunto. Con el chico Kou podía ser ella misma, sin ocultarse, mientras que con Darien… siempre tenía que comportarse, fingir ser alguien que no era, que no quería…
Una vez que estuvo lista, se miró en el espejo, quedando satisfecha con lo que veía; aún faltaba una hora para que el pelinegro llegara, así que decidió acostarse un ratito a dormir.
- Bombón – la voz le llegó entre sueños
Serena despertó lentamente, mirando hacia la ventana que se encontraba abierta. La luz de la luna recortaba la imagen de Seiya, quien se halaba de pie en el balcón. El aire agitaba las cortinas y mecía la cola de caballo de él; parecía un ángel velando su sueño.
- Seiya – dijo ella, estirando los brazos - ¿iremos a ver la lluvia de estrellas verdad? – la muchacha se levantó, tomó su bolso y se dirigió a la ventana.
- ¿Quién te lo dijo? – el pelinegro frunció el ceño mientras recibía en brazos a la chica, saludándola con un amoroso abrazo – Cuando sepa quién fue el soplón, le patearé el trasero.
- ¡Me enteré por las noticias! – dijo ella ruborizándose al imaginar a Seiya pateando a Darien.
- Entonces patearé al del noticiero – dijo él, mientras descendía por el balcón.
- ¿A dónde iremos? – preguntó la muchacha, quien ahora bajaba por el balcón.
- Ya lo verás – respondió él, esperando recibirla. Sin embargo, al alzar su vista, no pudo evitar ver las piernas y las braguitas rosas de Serena, haciendo que se sonrojara violentamente y, apenado, girara el rostro hacia otro lado.
- ¿Iremos caminando? – la rubia ya estaba en brazos del pelinegro, quien la depositaba tiernamente en el suelo.
- Nope. Traje el carro, pero lo dejé una cuadra antes, no sea que tus carceleros se den cuenta de mi presencia.
- Ya te dije que yo no tengo carceleros. Además, Haruka y Michiru viven en su propia casa. También duermen eh.
- Pues con eso que no dejan que me acerque a ti…
- Pero ahora estoy contigo, ¿no? – sus miradas se encontraron.
- Por supuesto Bombón, ¡vamos!
SxS
Seiya condujo tranquilamente a las afueras de la ciudad, cerca del campo de aviación. Una vez ahí, se dirigió hasta una colina, no muy alta, que servía de mirador y les daría una vista perfecta del fenómeno que estaba por iniciar. Si se hubiera quedado con Darien… ¡el muy aburrido tenía planeado que la vieran desde la terraza de su casa! Pero Serena se decidió no pensar en eso, no pensar en él, pues ahora estaba con Seiya y eso era todo lo que importaba.
- ¡Llegamos! – exclamó sonriente el pelinegro.
- ¿Vinimos a ver la lluvia de estrellas al campo de aviación?
- Sí. Bombón no puedes negar que este es el mejor sitio de la ciudad. Además, habrá un bonito espectáculo de aviones – le guiñó el ojo.
- ¿A estas horas de la noche? – lo miró incrédula mientras se acomodaban debajo de un árbol.
- Si. Créeme, ya lo he visto. Lo que pasa es que aprovechan que no hay tráfico aéreo para practicar.
- Oh
Pronto inició el espectáculo natural. Serena estaba maravillada; nunca había visto que las estrellas brillaran de esa manera ni que cayeran gran cantidad de ellas.
- ¡Esto es maravilloso! – dijo ella, mientras se levantaba. Se sentía completamente feliz de ver aquello con el hombre que realmente amaba.
La rubia comenzó a dar vueltas y alzaba las manos, intentado alcanzarlas.
Seiya la veía complacido; se veía tan hermosa, tan feliz, tan inocente… el verla rodeada de las estrellas le daban un aire precioso, enmarcando su linaje real, mostrándola como la princesa que era. "Todas las estrellas deben rendirse a sus pies" pensó "así como yo lo hice" y sonrió al verla tan emocionada.
De pronto, las turbinas de los aviones comenzaron a escucharse.
- ¡Bombón! Ven, siéntate. Ya va a empezar el espectáculo aéreo.
- ¿Van a volar ahora? ¡Pero si la lluvia aún no termina!
- Eso no importa, ellos harán sus prácticas y será mejor que te sientes.
El espectáculo aéreo comenzó, dejando a Serena aún más impactada.
- ¡Wow! No creí que hicieran esto tan tarde.
- Ya vez, y no me creías.
- Discúlpame – le dedicó una amplia sonrisa. Eso fue suficiente para que Seiya se armara de valor.
- Bombón… - el muchacho se sonrojó
- ¿Sí?
- Quiero que me hagas una promesa – ella lo miró sorprendido. Se veía tan apuesto con las estrellas cayendo a su alrededor.
- Dime, de que se trata.
- Promete… prométeme que siempre seremos honestos, el uno con el otro.
Un avión pasó muy cerca de ellos, ensordeciéndolos.
- Si, por supuesto – dijo ella.
- Serena… - el pelinegro tragó saliva con dificultad - ¿Qué sientes por mí? – soltó de pronto él. Serena se puso alerta.
- Bueno yo…
- Bombón – su mirada era suplicante – prometiste ser honesta
- Si, lo sé – se sonrojó y desvió su mirada hacia la pista de aterrizaje – Seiya, yo… - sus ojos se humedecieron.
- Bombón…
- Tu eres una persona muy importante para mí…
- ¿Solo eso? – preguntó él decepcionado. Ya una vez lo había rechazado, pero ahora era diferente. Sabía que por la forma en la que lo trataba ella sentía algo más que amistad por él y quería que se lo confesara.
- No, bueno… yo… - se mordió el labio. Seiya la miró expectante – Seiya yo… siento algo por ti…
- Sabes que yo también siento algo por ti – le acomodó un mechón detrás de la oreja mientras ella lo miraba con los ojos muy abiertos.
- Te amo Seiya
Un avión volvió a pasar muy cerca de ellos.
- Yo también te amo – acarició dulcemente el rostro de la chica.
- ¡Pero tú sabes que lo nuestro no puede ser! Yo no quiero casarme, ¡no quiero Seiya! – se dejó caer en el pecho de él.
- Y tu sabes que yo no quiero volver a Kinmoku – la abrazó aún más fuerte – Si hubiera algo que pudiera hacer – las lágrimas comenzaron a descender por las mejillas de ambos. Los aviones seguían pasando, ensordeciéndolos.
- Seiya no quiero perderte – se aferró aún más a él.
- Te prometo Bombón que encontraré una solución a esto. – Seiya la alejó, sosteniendo su rostro con ambas manos y enjugando sus lágrimas – Nada va a detenernos, te lo prometo.
SxS
Serena era custodiada por Haruka y Michiru, quienes no la dejaban ni a sol ni a sombra. Inclusive, habían dado órdenes a las otras chicas de que no permitieran por ningún motivo que en la escuela Serena y Seiya se encontraran.
Si bien era cierto que las Star Ligths habían ayudado a derrotar a Galaxia, ahora eran una amenaza para el compromiso de la Princesa con Darien, y las chicas, aun en contra de su voluntad y de ver cómo su amiga sufría, cumplieron con lo encargado.
Un día, Serena y Darien salieron de compras al centro comercial, acompañados de Haruka y Michiru cuándo se toparon de frente con Seiya y compañía.
- Hola Serena, hola Darien – dijo el pelinegro lo más natural posible.
- Hola Seiya – respondieron ambos. Yaten y Taiki no saludaron y Haruka y Michiru se pusieron a la defensiva
- Veo que traen guardaespaldas – dijo el pelinegro divertido, a lo que Haruka soltó un gruñido - ¿No creen que hacen mal tercio?
- Eso no es de tu incumbencia – dijo Michiru – protegemos a los príncipes de cualquier "amenaza" que pudiera presentarse.
- Sí claro, da igual – el pelinegro se encogió de hombros – de todos modos qué bueno que los veo.
- ¿Ah si? ¿Para qué? – preguntó seria Haruka
- Para invitarlos a nuestro concierto. Saben que es el de nuestra despedida definitiva – dijo Seiya mientras les extendía unos sobres con boletos a cada uno de ellos.
- Eso espero realmente – dijo la rubia ceniza mientras guardaba el sobre en la bolsa del pantalón.
- Son pases dobles – dijo por fin Taiki – espero y asistan todos.
- Ahí estaremos – dijo Darien – gracias por la invitación.
Y sin despedirse, ambos bandos siguieron su camino.
Una vez que Serena estuvo en casa, abrió el sobre, encontrando además de los boletos, una nota de Seiya:
"Bombón, espero que cuando leas esto estés a solas en tu habitación.
Desde aquel día en el que estuvimos en el campo de aviación, he pensado muchas cosas y en la promesa que te hice sobre que nadie nos detendría, sobre todo después de habernos sincerado.
Sabes que éste es nuestro concierto definitivo y que después, nos iremos para siempre, pero no quiero Bombón, no quiero irme y dejarte.
Así que te propongo escapar conmigo, cambiar nuestro destino.
Si aceptas, ve a buscarme una vez que terminemos de cantar la última canción, atrás del escenario.
Tienes una semana para pensarlo.
Te amo
Seiya Kou"
El corazón de Serena latía muy fuerte; la propuesta de Seiya era como aquella amenaza que jamás cumplió, igual en el que se supondría sería el último concierto, antes de que Galaxia atacara.
Aquella vez, le dijo que la secuestraría, y ahora, le proponía escapar y olvidarse de todo.
Las lágrimas comenzaron a escapar por sus mejillas; tenía sentimientos encontrados pues, por una parte, estaba su responsabilidad como princesa y por otra, el amor que le tenía a Seiya.
Sin pensarlo dos veces, en ese momento, ella ya había tomado su decisión.
SxS
Por fin el día del concierto había llegado. El gran auditorio estaba lleno, sin embargo las chicas y Darien habían llegado a tiempo para escoger un buen lugar.
El concierto dio comienzo, con un gran espectáculo de luces y sonido, Three Ligths hizo su entrada triunfal, maravillando a todos. Cantaron todas sus ya conocidas canciones, y obviamente, Nagareboshi He no podía faltar.
Tras 2 horas de concierto, la última canción se acercó.
Seiya, sudado pero feliz, se dirigió al centro del escenario, hablándole al público.
- Quiero darles las gracias a todos los asistentes de este concierto – se escuchó una ovación – mis hermanos y yo estamos muy agradecidos por el cariño que recibimos de ustedes y esperamos que éste concierto haya sido de su agrado.
- Y ahora para cerrar con broche de oro – dijo Yaten – les tenemos una sorpresa.
- Tal vez suene extraño que siendo nuestro último concierto, estrenemos un nuevo sencillo – dijo Taiki - pero es nuestra manera de agradecerles el que hayan aceptado a Three Ligths – nueva ovación – y cuando nos retiremos, nos recuerden de ésta forma.
- Ésta canción va dedicada para alguien muy especial – dijo Seiya, quien ya había divisado donde se encontraba sentada Serena y su séquito lunar – Se la dedico al Resplandor de la Luna – dijo mientras besaba sus dedos y extendía el beso hacia la luna llena que brilla con todo su esplendor esa noche.
En ese momento, las chicas se pusieron nerviosas, Serena dio un respingo, no pudiendo evitar sonrojarse, Haruka y Michiru se enojaron y Darien tensó la mandíbula y apretó la mano de Serena.
Entre gritos de las fanáticas, las luces del escenario fueron bajando hasta que todo quedó en completa obscuridad; la música de fondo comenzó a oírse y el solo de batería abrió el número.
El sonido de un avión despegando inundo todo el lugar, haciendo que las fans gritaran; Serena evocó aquella noche en el campo de aviación.
"Not gonna get us" – se escuchó en algún lugar del escenario.
"They're not gonna get us, not gonna get us" – la voz surgió del lado opuesto de la primera voz.
"Not gonna get us" - esta vez, la voz surgió del centro del escenario. El sonido de un avión en despegue volvió a cimbrar el lugar.
"They're not gonna get us, not gonna get us" - Las luces blancas comenzaron a alumbrar el rostro de los chicos, quienes entonaban el coro de la canción.
"Not gonna get us"
"They're not gonna get us"
"Not gonna get us"
El lugar volvió a quedarse a obscuras; una leve luz dorada iluminó a Seiya quien se encontraba en medio del escenario con ambas manos en el micrófono, entonando seria y tranquilamente.
"Starting from here, let's make a promise
You and me, let's just be honest
We're gonna run, nothing can stop us
Even the night that falls all around us"
Las luces volvieron a bajar para ahora iluminar a Yaten, quien se encontraba a la derecha de Seiya, y en la misma posición, comenzó a cantar su parte.
"Soon there'll be, laughter and voices
Beyond the clouds, over the mountains
We'll run away, on roads that are empty
Lights from the airfield shining upon you"
El escenario se iluminó por completo, dejando ver al fondo la banda que tocaba la melodía en vivo, mientras de los extremos del escenario, salían chispas. Los chicos comenzaron a cantar el coro.
"Nothing can stop this, not now I love you
They're not gonna get us, they're not gonna get us
Nothing can stop this, not now I love you
They're not gonna get us, they're not gonna get us"
"They're not gonna get us
They're not gonna get us, gonna get us
They're not gonna get us, gonna get us"
Los chicos y los bailarines comenzaron a hacer una coreografía muy bien montada, mientras todos gritaban eufóricos en el lugar. Serena estaba nerviosa; entendía perfectamente lo que Seiya quería darle a entender con esa canción.
Los chicos entonaban con gran sentimiento aquella melodía que Seiya les había propuesto semanas atrás. Lo hacían como un favor hacia su hermano.
"Not gonna get us, not gonna get us
Not gonna get us, not gonna get us
Get us, not gonna get us…"
Las luces volvieron a bajar, pero ya no mucho, le tocaba a Taiki cantar su parte.
"We'll run away, keep everything simple
Night will come down our guardian angel
We rush ahead, the crossroads are empty
Our spirits rise, they're not gonna get us"
Volvió a ser el turno de Seiya; éste, eufórico, se situó lo más cerca que pudo de la orilla del escenario, mirando directamente a Serena sin importar las reacciones que los demás pudieran tener.
Emocionado y agitado, comenzó a cantar su parte.
"My love for you, always forever
Just you and me, all else nothing
Not going back, not going back there – señalando a todo el séquito lunar, dió la estocada final – they don't understand, ¡They don't understand us!
Separó el micrófono de su boca y echó la cabeza hacia atrás, mirando hacia la luna. Con aquel gesto, una vez más los fanáticos comenzaron a gritar.
Todo quedó a obscuras de nuevo, la melodía era muy dulce, sobrecogiendo el corazón de Serena.
Uno a uno, las luces blancas iluminaban los rostros de los chicos mientras cantaban cada uno su parte, con todo el sentimiento que podían.
"Not gonna get us…" – Seiya
"Not gonna get us…" – Yaten
"Not gonna get us…" – Taiki
"They're not gonna get us, ¡not gonna get us!" – gritó Seiya
La música volvió a tomar ritmo; los chicos entonaron el coro.
"Nothing can stop this, not now I love you
They're not gonna get us, not gonna get us"
"Nothing can stop this, not now I love you
They're not gonna get us, they're not gonna get us"
"They're not gonna get us, they're not gonna get us
Not gonna get us, not gonna get us gonna get us
Not gonna get us, not gonna get us…"
Los chicos comenzaron a bailar de nuevo; a Serena no le quedó duda. Antes de que todos reaccionaran, ella salió corriendo, abandonando su lugar mientras los demás la llamaban y corrían tras ella.
SxS
Seiya, Yaten y Taiki se situaron al centro del escenario, agitados y sudoroso, levantando la mano con la cual agarraban el micrófono. El sonido de un avión en despegue volvió a inundar el lugar y las luces bajaron de pronto.
El público, eufórico, lanzó silbidos y aplaudieron, mientras las jovencitas gritaban emocionadas.
Las luces volvieron a subir, y fue en ese instante cuando el pelinegro se percató de que Serena y compañía ya no estaba.
Sin esperar despedirse y ante el asombro de sus hermanos y el público, Seiya abandonó corriendo el escenario, dirigiéndose al lugar dónde había acordado ver a Serena.
- ¡Seiya a dónde vas! – gritó Yaten sorprendido de ver el intempestivo abandono de su hermano del escenario.
- ¡A reunirme con el amor de mi vida!
- ¡Seiya espera! – le gritó Taiki, quien no sabía qué hacer ante aquél acto, mientras el público gritaba cada vez más eufórico.
SxS
Serena corrió con todas sus fuerzas sin detenerse; le había costado un poco de trabajo librar la seguridad del lugar y poner tierra de por medio entre ella y sus amigas, no dejaría que la atraparan.
Seiya salió a su encuentro, agitado y sudoroso. Al verlo, Serena se lanzó a sus brazos, y éste la recibió, estrechándola fuertemente contra su cuerpo. Las lágrimas surcaban las mejillas del chico.
- Bombón – dijo él, quien, desesperado, tomó el rostro de la rubia entre sus manos – me elegiste a mí.
- Es que no soporto la idea de no estar a tu lado – le respondió ella.
El pelinegro se inclinó para besarla, mientras a lo lejos, los gritos de las chicas, Haruka, Michiru y Darien se escuchaban cada vez más cerca.
Serena se volvió a verlos y después regresó su mirada hacia Seiya, quien la veía ansioso.
- Nada puede detener esto – dijo él
- No, ahora que te amo – le respondió ella - no nos atraparan.
- Nunca Bombón, eso nunca – le contestó él sonriente. Alzó la mirada y vio que los perseguidores de su Bombón se acercaban – ¡Vámonos! Antes que nos detengan.
Así, tomados de la mano, Serena y Seiya salieron corriendo por las calles vacías, perdiéndose en la obscuridad.
Hola!
Bueno aquí les traigo este songfic, el primero que hago y espero que les guste. Ésta canción me encanta además de ser muy importante para mi (tengo mi historia con ella :p) y creo que les queda perfecta a Serena y Seiya.
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Nos leemos pronto Bomboncitos, besos estelares! :*
