Crepúsculo no me pertence.
"Palabras Crípticas"
"It's all false love and affection, you don't want me, you just like the attention"
Crípticas, así eran sus palabras. Bella trataba de descifrarlas una y otra vez. Al principio todo parecía un juego; para ella era divertido tratar de leer entre líneas y repasar las frases de Edward una y otra vez para buscarle el verdadero significado que aquel chico quería decir.
Sí; hubo un tiempo en el que el hecho de que Edward fuera tan misterioso era sumamente interesante; pero ese lapso fue tan solo eso, un momento que terminó cuando Bella acabó cansada de tratar de comprender los sentimientos tan ocultos que el chico al cual amaba guardaba bajo llave en aquel cajón que jamás nadie lograría encontrar; porque Bella estaba segura de que Edward se había tragado la llave a propósito, solamente para hacerla sufrir.
Aquellas frases que la ponían a mil, que la emocionaban por los mensajes ocultos que traían, ya no surgían el mismo efecto, ya no la emocionaban más, ahora simplemente la sumergían en la tristeza una y otra vez. Bella se había cansado y estaba decidida a mandar todo al vacio.
Abandonarlo era la solución perfecta, o por lo menos abandonar la búsqueda inalcanzable que realizaba día tras día. Decirle adiós y terminar con lo intoxicante que era su presencia en su mente —y sobre todo en su corazón— porque nada era claro con él. Nada era seguro y no podías dar nada por aprendido; Edward era un remolino de palabras incoherentes que sacaban a Bella de sus dominios y, que por más que tratara de negarlo, la dañaban más que alguna otra herida de las que tanto se hacía ella misma.
Antes, podía apostar, aunque sea un cinco por ciento, de que Edward estaba interesado en ella; porque nadie lo obligaba a besarla y abrazarla cada vez que tenía la oportunidad, porque le sonreía y la hacía olvidar que el suelo estaba debajo de sus pies, porque a pesar de las personas que le decían que la dejara en paz, él seguía buscándola, una y otra vez.
Sin embargo, una pisca de —llámese inteligencia o salud mental— la invadió en un pequeño momento de lucidez y la sacó, momentáneamente, de aquel trance en el cual aquel chico de cabello cobrizo y sonrisa torcida la había sometido. Fue un momento de claridad en el que dijo "Es suficiente, no sufriré más por él, ni micho menos exprimiré mis neuronas tratando de descifrar algo que tal vez ni significado tenga" y fue cuando trató de mandar todo al rincón más distante de su corazón.
Rincón que tal vez no fue muy lejano, porque una sola frase nueva —de él por supuesto—terminó por sumergirla de nuevo en la inestabilidad que él le entregaba.
"¿Qué pasa si me enamoro de ti?" le había dicho Edward en un momento a solas, por sobre la música a todo volumen que se escuchaba de fondo, haciendo caso omiso de la multitud de personas que habían a su alrededor, pronunciando esas palabras en su oído, viéndola a los ojos como buscando una respuesta que jamás llego, pues pronto y sin previo aviso, la tomó entre sus brazos y la besó como si la vida dependiese de aquel roce de labios.
Una frase bastó, para que Bella, quien hasta hace unos minutos antes estuviera decidida a seguir adelante y dejarlo atrás, volviera a caer en el abismo que Edward era. Aquel abismo sombrío y críptico que ella tanto odiaba y que no lograba salir de él.
Porque en el fondo, simplemente ella no quería hacerlo.
Tal vez sea algo incoherente, como lo es el chico del que habla el drabble, y sí
yo soy Bella.
Little-Gabbe.
