¡Feliz cumpleaños, Deku! Hoy es tu día especial (15 de Julio) y es necesario hacer un fanfic para esto, aunque no sabía que ese día era hoy; ya tenía un par de semanas con esta idea dándome vueltas, me dio una inspiración muy grande después de varios vídeos que vi por ahí. Unas cuantas charlas con alguien y me aventé a escribirla, mi mejor amiga le dio el visto bueno también así que aquí les dejo el inicio de una nueva historia.


Prometió no volver a causarle problemas a su madre, prometió vivir en la escuela y así evitar que otras personas fueran lastimadas, prometió ocultar muchas cosas por el bien de otros… pero no tenía ni idea de lo que le costaría mantener todas esas promesas.

—Pienso decirles la verdad hoy mismo, cuando los vea en el centro comercial, —sus ojos mostraban una decisión sin precedentes, ya no quería mentirles a las personas más importantes en su vida, a sus mejores amigos. —No quiero seguir ocultándolo por más tiempo, de todos modos, ya no es posible y cuando nos mudemos a los dormitorios de la escuela entonces será muy tarde.

Su madre solo le sonrió, no iría en contra de los deseos de su hija, quería que ella estuviera feliz y viviera una vida normal, aunque no podría llamársele normal a la vida de un súper héroe; la vio levantarse de la silla y tomar su mochila. Su cartera en el bolsillo, un beso a su madre y tomando las llaves decoradas con un llavero de All Might emprendió su viaje hasta el punto de encuentro.

No tardó mucho en llegar, su vestido no parecía haberse arruinado por viajar sentada en tren y su cabello seguía en su lugar, mientras veía su reflejo en un espejo afuera del punto de encuentro alguien llamó su nombre.

—¿Midoriya? —, la voz de Mineta temblaba de la risa, grandes carcajadas se unieron a él cuando Kirishima y Denki observaron lo mismo frente a ellos, las chicas simplemente no entendían lo que veían, pero Bakugo intentaba no parecer sorprendido por lo que veía frente a él.

—¿Deku? —, Uraraka ya estaba en frente de la multitud que eran sus amigos. —¿Por qué estás vestido así?

No podía evitar soltar pequeñas risas mientras observaba con asombro el atuendo que Izuku traía puesto, su cabello estaba suelto y caía largo sobre su espalda y hombros, un poco ondulado, un par de sandalias bajas decoraban sus pies. Nadie entendía realmente lo que estaba sucediendo en ese momento.

—¿¡Sorpresa¡? —La duda la invadió mientras decía aquellas palabras, intentaba no sonar extraña o que todo pareciera una broma, pero eso no evitaba que todo el terror que sentía se acumulara en su pecho, parecía como si estuviera cargando todos sus años de mentiras sobre ella, y eso no le gustaba. —La verdad es que he querido contarles esto desde hace mucho y simplemente no podía, tenía miedo de su reacción… supongo que aún lo tengo.

Sus palabras se quebraron casi al final, mientras unas pequeñas lágrimas se acumulaban en sus ojos, sus manos temblaban mientras arrugaba un poco el vestido que ahora sostenía con sus puños bien cerrados. Su mirada se dirigió al suelo y evitaba levantar la vista, no quería ver el rostro de nadie, ni la decepción en ellos.

—¡Oye, Idiota! —, la voz de Bakugo resonó por el gran lugar, y mientras se acercaba para tomarla del cuello continuó gritando. —¡Déjate de estupideces y mentiras!

Izuku sabía bien a lo que se refería, no solo le había mentido a Kacchan más de una vez, si no que ahora le restregaba a la cara la verdad y él no parecía muy feliz en realidad. Cuando logró tomar sus ropas la levantó sin fuerza alguna mientras que, sin discreción, tomaba el prominente pecho frente a él. Sintió una suavidad inesperada, era obvio que aquello no era ningún tipo de relleno ni nada por el estilo, en realidad se sentía tan real como esperaría, aunque nunca había tocado algo igual. Deku pudo soltarse de sus manos y con la misma darle una cachetada. Sus brazos abrazaron su cuerpo en señal de defensa.

El sonido seco de aquello detuvo la mirada de muchos que pasaban por ahí y sus amigos no pudieron haber quedado más sorprendidos por lo rápido que habían sucedido los acontecimientos. Ahora que Bakugo se encontraba en el suelo sobándose la mejilla y limpiando un poco de sangre de su nariz, que nadie entendía de donde había venido, los demás comprendieron que aquello no era un chiste ni mucho menos una mala broma hecha por Midoriya, simplemente él no sería capaz de hacer algo así. Yaoyorozu fue la primera en eliminar el silencio y con amabilidad abrazó a Izuku, quien aún seguía protegiendo su cuerpo.

—Siempre es bienvenida una chica más al grupo, —limpió aquella gota que descendía del rostro de su antiguo amigo y ahora nueva amiga, mientras sonreía continuó hablando. —Nunca seremos suficientes aquí, con tantos chicos alrededor.

Y fue entonces que todos se amontonaron junto a ella para admirarla mejor, todos menos cuatro individuos, que solo la veían desde lejos; Kirishima, Todoroki, Bakugo y Tokoyami. Los cuatro chicos tenían sus propias razones, pero todos estaban de acuerdo en algo, aún si no lo decían, ella se veía sencillamente hermosa.

Pero no todo era miel sobre hojuelas, no cuando justo antes de dirigirse a comprar algo para comer un gran estruendo se escuchó, y detrás del humo que se formaba aparecieran aquellos que no se esperaban; no después del secuestro y rescate de Bakugo ni del problema que vino después. No ahora que comenzarían a vivir todos juntos, no ahora que las cosas parecían ir mejorando después de todos esos problemas.

La gente gritaba, lloraba y corría asustada, pero los amigos solo hicieron lo que todo héroe haría, ayudaron a evacuar y a revisar que no hubiera nadie lastimado. De entre las sombras, el polvo y el humo salieron tres figuras que espantarían a cualquiera: un hombre con bastantes manos envolviendo su cuerpo, un chico cubierto en grandes cicatrices y grapas, y una chica en uniforme escolar que esbozaba una sonrisa aterradora mientras sujetaba algunas jeringas en sus manos. Tomura, Dabi y Himiko tenían solo un plan, ya que Bakugo no había resultado bien en su primer intento se irían por alguien que, con un poco de ayuda externa, sería la mejor adquisición, Izuku Midoriya.

Y cuando la divisaron corriendo por ahí en vestido el primero en soltar una carcajada fue Dabi.

—Entonces no había sido una broma, ¿Tomura? —. Algunas grapas de su rostro comenzaron a estirarse al punto que parecían salirse de su lugar, su vista giró en torno a Himiko, quien tenía una mueca difícil de descifrar.

—No es justo —. Sus ojos mostraban tristeza, pero su sonrisa mostraba algo más allá de felicidad; por su mente pasaban un montón de ideas distintas de lo que haría una vez que tuviera a Izuku en sus manos.

—Dejen ya las bromas y tomen esto en serio—. Tomura se mostraba irritado, pero decidido a que todo saliera bien de una vez por todas. —Ya hablaremos de eso en otro momento, ahora… ¡Enfóquense!

—¡Si! —. Respondieron Dabi y Himiko al unísono.

Y todo sucedió tan rápido que fue difícil de registrarlo, Nomus por doquier, escombros volando y la voz de Yaoyorozu resonando en la cabeza de todos, con la peor frase que pudieran conocer: "Tenemos prohibido utilizar nuestros poderes", y ya lo sabían, pero tenía que ser una broma si no los exentaban de una situación como esa. Ella se los recordó justo antes de separarse, y tenían que recordarla o las cosas serían más complicadas.

Varios compañeros en el suelo, ayudándose unos a otros. Unos pocos aún de pie intentando proteger a Bakugo, pensando que volvería a ser él al que se llevarían, mientras que Midoriya solo podía observar haciendo lo que podía sin activar One for All.

Tomura alzó su mano y cuando todos se preparaban para algún ataque pudieron observarla desaparecer dentro de una nube negra; no fue hasta que escucharon un alarido horrísono que todo se detuvo frente a ellos; y entonces aquel villano ya no estaba frente a ellos, sino frente a lo que sus manos sostenían: la cara, la garganta y los brazos de Izuku.

No pudieron reaccionar a tiempo y solo la veían moverse bajo aquellas extrañas manos flotantes. Bakugo dejó de dudar y se acercó lo más rápido que pudo mientras utilizaba sus explosiones, Todoroki intentó congelar el suelo, pero fue demasiado tarde. Tokoyami utilizó a Dark Shadow para poder levantarla sin tanto movimiento… y cuando lo hizo se percató de que no respiraba. La sangre le recorría los oídos, los ojos, la nariz y la boca, descendía hasta desaparecer en su ropa, siendo absorbida por la tela blanca.

Los héroes profesionales aparecieron de manera casi enseguida a lo sucedido, y sin vacilar tomaron a la joven con Recovery Girl. Nadie podía creer que ahora ella era el objetivo de los villanos, no después de lo que había sucedido con Bakugo, no entendían porque el cambio de objetivo de manera tan repentina; lo único que si sabían era que Izuku Midoriya estaba en problemas y tenían que hacer algo.

Recovery Girl estaba consciente de la situación de la alumna de All Might, entre los profesores no había ningún secreto; nada la prepararía para lo que estaba viviendo, ahora que las cosas pintaban muy mal sus poderes no funcionaban, no al menos en la joven lastimada que se encontraba gritando de dolor en su oficina. No sabía que era lo que sucedería si eso continuaba.


¿Que piensan? No olviden dejar sus opiniones. Espero que les guste y les prometo que pronto tendré la continuación; estoy muy emocionada de tener esta historia escrita para ustedes que no pienso dejar de escribirla hasta el final. Los leo en los reviews y hasta la próxima. ¡Los amo!