Octubre 31.
Erwin Smith suspiró dejando sobre la mesita el guion de la segunda temporada de Shingeki No Kyojin. Estaba concentradísimo en sus líneas, pero el timbre sonó hasta hacer que enloqueciera.
"Dulce o truco", dijeron los niños y él bufó con fastidio ya que halloween le parecía una estupidez, a fin de escapar, decidió que alquilaría una película para pasar el rato, lo que no imaginó fue encontrarse a Levi en la videotienda:
- Esa es una mierda.
- Leí buenas críticas, Levi. Además tiene buen tráiler.
- ¡Tsk!... El final es de porquería. Todas las chicas mueren y sobrevive la más fea.
- ¡Joder! ¿Por qué tenías que contarme el final? –Lo miró con enojo eligiendo otra película.
- Vas de mal en peor. ¿A quién le interesa ver la escena de un tipo luchando contra aliens una y otra vez, sabiendo que al final el tipo salva a la chica y ganan la guerra?... ¡Tsk! Típica película yankee de mierda.
- ¡No me cuentes el final!¡Llevaré esta y se acabó! –Dijo Erwin yendo hacia el mostrador.
Más tarde en la comodidad del apartamento…
- Hay algo que realmente me fastidia de esta película. –Susurró Levi comiendo palomitas.
- Para variar...
- Hubieran evitado todo ese jaleo si siguieran la simple instrucción desde el comienzo: "no mojar a los greemlins".
- Nunca debiste venir. –Dijo cansadamente.
- ¿Lo eché a perder nuevamente?
- Como siempre, supongo que ver películas no es lo nuestro.
- Lo compensaré… -Jugueteó con el dedo índice sobre el pecho del rubio.
- ¿En serio?
- Haré lo que tú quieras…
- ¿Lo que yo quiera? –Erwin sonrió con malicia y dejó que Levi continuara con sus mimos, esa parte de él era la que más le gustaba.
Y esa misma noche…
- ¿Por qué estoy haciendo esto? –Preguntó por enésima vez mirando a Hanji.
- Porque arruinaste la película de horror y le dijiste que harías lo que quisiera. –Respondió conteniendo la risa.
- Disfrazarme de esta mierda no era precisamente el plan.
- Alégrate que te pidió vestir de calabaza y no de Sailor Moon, además juntos son unas calabacitas kawaii.
- ¡Cállate, cuatro ojos!
- Vamos a la fiesta –Ordenó Erwin.
- No me jodas. –Respondió enfurruñado.
Erwin sonrío, comenzaba a encontrarle cierto gustito a eso del halloween.
