Hola a toda la comunidad de Yuruyuri. Haciendo caso a las peticiones obtenidas en la encuesta que había publicado en mi perfil en el mes de febrero, comienzo a publicar esta historia para ustedes. Ojalá este comienzo les sea agradable.
Prólogo
El atardecer acaecía en la ciudad de Takaoka, y una chica uniformada iba corriendo en dirección al patio delantero de la escuela secundaria Nanamori. Aquella chica estaba con la ilusión por las nubes. Algo había al final de su camino que deseaba alcanzar con fervor, y a lo lejos estaban dos chicas, uniformadas precisamente con el traje de verano de aquella escuela, al igual que ésta. La dos chicas se quedaban mirando a la que corría.
─ Ahí va otra vez ─ dice una de ellas ─. Se nota que le hace mucha ilusión ¿Crees que consiga que le correspondan, Nana-san?
─ No lo sé. Siempre ha sido una chica un tanto tímida y retraída. No sé si sea capaz de decirle lo que siente ─ responde Nana, la cual empieza a comerse una galleta ─. De todas maneras, no veo el caso a tener que estar metiéndonos en asuntos ajenos, Shihoko ¿No estamos dando una mala impresión con esa clase de conducta?
─ ¡Claro que no, Nana-san! ─ responde Shihoko con tono de reproche ─ Estamos aquí para dar nuestro más sincero y ferviente apoyo a una compañera enamorada, y eso no es en absoluto malo.
─ ¿Apoyo? A mí me parece que simplemente estamos haciendo de cotillas. Ella de ningún modo agradecería que nos metamos así en su vida.
Shihoko no le sigue insistiendo a Nana y vuelve su atención a la chica que ya había parado de correr. Frente a ésta había otra chica, la cual miraba a la recién llegada con algo de curiosidad. Shihoko aguza como puede el oído para enterarse de lo que estaba pasando, mientras que Nana simplemente sacaba otra gallera para comérsela.
Frente a la secundaria Nanamori
─ ¿Y bien? ¿Para qué me estabas llamando? Mis padres me están esperando en casa, así que espero que valga la pena.
La recién llegada se esforzaba en normalizar su respiración. Veía aquel como el momento idóneo para revelar lo que sentía, así que toma aire profundamente antes de empezar.
─ Yamamoto-san, sé que no hablamos muy seguido, pero es que la verdad... t-tú... me gustas muchísimo. Sé que es repentino, p-pero quisiera que salgamos juntas...
No había sido tan difícil e insufrible como se había imaginado minutos atrás, y ya lo que tenía que decir lo dijo. La chica de apellido Yamamoto se queda mirando a su interlocutora por unos cuantos segundos, cuando cierra sus ojos, ya con su respuesta decidida.
─ Lo siento mucho, pero tus sentimientos no los puedo corresponder.
En ese momento parecía que el tiempo se había congelado. La recién llegada estaba completamente fría y con la boca abierta, no pudiendo creerse que había sido rechazada.
─ ¿D-de verdad?
─ No te ofendas, pero es que no eres mi tipo, y además yo ya estoy saliendo con alguien más. Lo siento mucho, pero ya me tengo que ir.
La recién llegada tenía la mirada perdida mientras Yamamoto le pasaba por un lado como si nada. Se dejó caer sobre sus rodillas al cabo de un rato, y luego se le acercan Shihoko y Nana, la cuales tenían gestos de curiosidad (Shihoko mucho más que Nana).
─ ¿Qué fue lo que ocurrió? ¿Qué haces aquí? ─ pregunta Shihoko con preocupación y fingiendo estar ahí por mera casualidad.
─ Me dijeron que no... Me han rechazado... ─ la chica empezaba a llorar mientras iba asimilando lo que había ocurrido ─ La chica que me gustaba... Al final no me correspondió...
─ Normal. No sé cómo pensabas ligar si siempre te retraes ─ dice Nana sin delicadeza alguna.
─ ¡No seas tan tosca, Nana-san! ¿No ves que está sufriendo por un desamor? ─ regaña Shihoko ─ No te preocupes. Estoy segura que eso podrás superarlo, y hasta podrías conseguir un nuevo amor y...
─ ¡El amor es una mierda! ─ reacciona la chica con rabia, sorprendiendo tanto a Nana como a Shihoko ─ Por una vez en la vida me armo con valor para decir lo que siento y pienso, y el objetivo de dichos sentimientos resulta que está fuera de mi alcance ¡Esto no es justo!
─ Claro que no lo es, y tampoco lo es cuando llueve cuando uno pasea, ni cuando se agota el manga que uno quiere, ni cuando no obtienes puntuación perfecta luego de horas de incansable estudio, ni cuando veo lo caras que son las fichas del árcade, y hasta ahora nunca me he quejado ─ dice Nana como si nada.
─ ¡Esas tonterías supérfluas no me interesan, Nishigaki! ─ responde la chica con cada vez más rabia ─ Por esa razón es que no quería estudiar en Nanamori. Sabía que aquí sólo tendría decepciones.
─ ¿Una negativa amorosa hace que todo se convierta en una decepción? ─ Nana alza una ceja ─ Hay que ver que eres muy exquisita con lo que esperas...
La chica no quiere escuchar más y se va corriendo, dando gritos para asegurarse de no oír nada más. Nana apenas muestra interés, mientras que Shihoko contenía las ganas de darle un coscorrón a su amiga.
─ ¿Por qué le dijiste esas cosas tan feas, Nana-san? ¿No ves que está herida?
─ ¿De verdad es para tanto?
─ Realmente no lo comprendes ─ suspira Shihoko con decepción ─. Para ti todo gira alrededor de tus inventos demenciales, y nunca tomas en cuenta los sentimientos de la gente.
─ ¡Eh, que yo sí soy una persona sensible, y para mí los sentimientos ajenos cuentan mucho! ─ dice Nana poniéndose a la defensiva ─ Es solo que no creo que haga falta reaccionar de esa manera ante una negativa. Me parece muy exagerado.
─ De todas maneras sigue estando dolida, Nana-san, y por tanto tendríamos que apoyarla.
─ Se nota que nunca descansas en tu lucha por el amor, Shihoko.
─ ¡Claro que no! Nadie merece estar solo, Nana-san. Me da igual de quién se trate, todo el mundo debe tener a alguien que le complemente y que enriquezca su vida en experiencia y sentimientos.
─ Sí, ahí lo capto.
─ Y por cierto, Nana-san, dime quién te gusta, que nunca he notado que te intereses por alguien en específico...
─ Es que no me interesa nadie en específico ─ responde Nana antes de tomar otra galleta ─. Simplemente no he encontrado en Nanamori a nadie que me atraiga de esa manera especial que suelen decir. No creo que haga falta entrar en más detalles al respecto.
─ No. Con eso creo que basta.
─ Pues menos mal, porque ni loca te doy las mismas facilidades que tienes con ella para husmear en su vida privada.
─ Ahí vas otra vez, Nana-san.
Nana y Shihoko empiezan a retirarse de allí, esperando al siguiente día para encontrarse con aquella chica antes de que comiencen las clases e intentar ayudarla a superar el momento. Pero el problema es que aquella chica jamás volvería a poner un pie en el interior de la escuela, e inmediatamente exigiría a sus padres una transferencia a otra escuela. Eso a Shihoko le generaría una gran preocupación durante un tiempo, y Nana por su parte acabaría olvidándola pronto.
CONTINUARÁ...
Para el siguiente capítulo es cuando realmente comienza la historia, y los sucesos acaecidos aquí tendrán relevancia más adelante, aparte de que los capítulos siguientes serán más largos que este, claro está. Simplemente traten de no perder la pista, aunque no creo que eso sea difícil de hacer. En cualquier caso, nos veremos muy pronto.
Hasta otra
