Lo admito. Es de los más divertido torturar a Urahara. El desafio en este fic era escribir Crack con Urahara. Así que me puse a pensar cuál podría ser la cosa más extraña o más fuera de lugar que podía pasarle. Bueno, Kisuke siempre parece tener el control de la situación, saberlo todo y estar preparado para todo. No hay quien lo agarre desprevenido. Así que...
Este minific es resultado de un meme que hice en mi LJ que consistía en elegir 10 personajes y después escribir fics con los personajes y promt determinados. Salieron unos cuantos más pero voy a publicar aquí en los que más me gustaron. Espero lo disfruten.
Venganzas pendientes.
Urahara Kisuke no se consideraba una mala persona, aunque sí admitía que tenía un sentido del humor un tanto ácido y retorcido. Podía ser insoportable si se lo proponía y volver loco a alguien sólo por diversión.
Pero a su parecer, esta revancha era un tanto exagerada.
Sí, había hecho un poco miserable a Renji en su estadía en el mundo humano. Pero no le había hecho nada tan terrible como para justificar una venganza. Aunque quizás él exageraba, y esta venganza no pasaba de ser más que una simple y sana broma. Sólo le habían escondido la ropa mientras se bañaba, nada tan grave. Él no era de los que se avergonzaban, no tuvo problemas para llegar a su habitación y descubrir que había escondido absolutamente toda su ropa. Y toda es toda, hasta esa extraña prenda que él jamás habría pensado en usar y que Ururu había cosido en el más inesperado momento de creatividad.
Debió reconocerle la osadía a Renji y también la astucia. Tessai había sido llamado por el gotei trece y no regresaría por unas semanas, y los niños se encontraban en un partido de fútbol al que Vago-san había aceptado amablemente acompañarlos. Lo admitía, debió haberlo visto venir. Pero ¿cómo esperar semejante venganza de Renji?
Hasta que descubrió que Renji no estaba solo, al verse encerrado en una barrera espiritual dentro de su propia habitación. La nota de disculpa de Hachi casi le daba gracia. "Mis disculpas Urahara Kisuke, una promesa es una promesa. P.D.: La señorita Soi Fon le desea unas felices cuatro semanas y ojala no se enferme."
Un mes sería un largo tiempo, más todavía con esa pequeña cámara digital escondida fuera de su alcance, programada para disparar cada una hora. Pero él sabría como aprovechar aquel tiempo en pensar sus propias maneras de devolverles ese golpe bajo. Las mentes agudas siempre saben aprovechar el tiempo.
Además, en lo personal, la situación le parecía demasiado graciosa. Se sacaba el sombrero, aunque no lo tuviera puesto.
Sólo se molesto un poco, tres semanas más tarde, cuando descubrió que toda su ropa había ido a parar a Hueco Mundo, cortesía de Kurotsuchi Mayuri.
Quizás, sólo quizás, su sentido del humor le había conseguido un par de enemigos de más.
