Declaimer: Digimon y sus personajes no me pertenecen, son propiedad de Toei Animation y Akiyoshi Hongo. Esta historia no fue realizada con fines de lucro; fue por mero entretenimiento.

Historia inspirada en la pieza: Adventurer ~Taichi no theme ~, de Takanori Arisawa.


Aventureros valientes

¡Es el momento! ¡No vamos a echarnos para atrás! ¡Lo único que podemos hacer es avanzar y comenzar una nueva y emocionante aventura! ¡Se oyen, a lo lejos, el redoblar de los tambores!

El sol en el horizonte, el viento soplándome en la cara, la carretera infinita que se extiende bajo mis pies y el pasto crecido que toma las tonalidades naranjas del ocaso, son los bellos elementos del paisaje, que mis ojos admiran y, que me acompañan en este preciso momento para iniciar esta incipiente y divertida odisea.

Mi eterno compañero, me sigue sin dudarlo. Me mira con sus grandes y curiosos ojos azules, y me regala una enorme sonrisa; nos transmitimos confianza. Detrás de su amarilla piel, puedo ver sus otras formas: al gran dinosaurio naranja; luego otro, más grande y con miembros metalizados; otro más, pero este es pequeño, humanoide y de reluciente armadura; y, al final, a un magnánimo, regio y poderoso, caballero blanco.

¡Y muchos recuerdos vienen a mi mente! Como cuando mi compañero palidecía debajo de la enorme pata del enemigo en turno, yo había decidido ayudarlo no importándome el peligro al que me exponía; éramos los únicos que podíamos hacerlo y todos dependían de nosotros. Y el milagro sucedió, nuestra reciente amistad había rendido sus frutos y nos convertimos en los guías del camino.

También, cuando me apoyó en mi batalla personal. El grupo se había reunido de nuevo, el enemigo nos parecía invencible y su nueva forma lo demostraba. Yo corrí sin dudarlo y el acudió conmigo. Y mi valor finalmente se manifestó y una gran explosión nos arrastró, padecimos un momento de incertidumbre, pero él se mantuvo conmigo sin importar nada.

¡Y otros recuerdos vienen a mi mente! La mano de mi mejor amigo sosteniendo la mía y viceversa; nuestros hermanos confiando ciegamente en nosotros y otro momento más de incertidumbre. Y la luz y el valor, y la esperanza y la amistad, rompieron la barrera de nuestras capacidades, proporcionándonos las herramientas para derrotar al enorme Rey digimon viviente; todos juntos, siempre unidos.

También cuando lo apoyé en un momento de dolor. Ellos peleaban por nosotros y nuestro mundo, el enemigo los estaba venciendo. Nuestro lazo pudo reunirnos y permitió mostrarles nuestro apoyo. Los niños del mundo combinaron sus sentir con nuestro valor y nuestra amistad, y un milagro nuevamente se dio, y el mundo nuevamente se salvó.

Mi compañero me saca de mis recuerdos; me pregunta: —Oye Taichi, ¿estás listo?

—Claro que sí Agumon. Cada día es una nueva aventura y las enfrentaremos una a una, pero siempre juntos.

Y emprendimos el camino.


¡Muchas gracias por leer y espero que haya sido de su agrado! Decidí publicarlo el día de hoy porque es uno muy especial para mi y quise compartirlo con esta historia. ¡Feliz cumpleaños a mí!