-Entonces ¿Qué dices?- pregunto Ginny a su amiga
-Mmm… no lo sé, me sentiría rara estando en medio de toda de tu familia, además de que me sentiría rara estando con todos tus hermanos allí- respondió Luna
-Pero si tú ya los conoces lu-
-Solo conozco a Fred y a George, y a los demás solo de vista- menciono aun dudando
La verdad, es que a Luna si le gustaría ir a casa de Ginny, le encantaba estar en casa de su amiga, pero había algo que no le había dicho a Ginny, pero que ella sospecha que Ginny lo sabía, y era… que todos los hermanos Weasley le atraían físicamente, no estaba enamorada de ninguno de ellos, no sabía si era por el color de sus cabellos, el que parecía que nada podía entristecerlos ya que siempre estaban riendo sin parar, o el hecho de que todos eran unos genios en lo que se propusieran, incluso Fred y George que se propusieron a abrir una tienda de bromas lo lograron
-De acuerdo, iré- se resigno Luna
-¡Genial! Dormirás conmigo en mi habitación, mañana dejare armada tu cama- exclamo con alegría Ginny
-De acuerdo, pero solo prométeme algo…- cuando Luna se dio cuenta de que su amiga le prestó total atención prosiguió- no quiero que por ninguna cosa, jamás de los jamases, ni aunque ocurriera algo que amenace con acabar con todo el mundo mágico… me dejes sola con alguno de tus hermanos-
-De acuerdo, trato hecho-
El fin de semana llego rápido, y era el día en que luna iría a casa de ginny, se encontraba nerviosa. Hace tiempo ambas estaban planeando el pasar sus vacaciones de invierno juntas, e iban a pasarlas en casa de luna, serian dos semanas tranquilas, sin escuela, sin profesores, pero dado que el padre de luna tenía que viajar para trabajar en colaboración con otra revista y hablar de su próximo número, los planes cambiaron rotundamente.
Luna llego a casa de la familia Weasley, su padre bajo su valija del auto, se despidió de Luna con un beso en la frente, y se marcho. Luna se aproximo a la casa, golpeo la puerta, y enseguida esta fue abierta por Molly
-Pasa querida, entra, que hace mucho frío afuera como para quedarse allí- al entrar Molly la saludo con un beso en el cachete, y Luna hubiese jurado que por su olor, probablemente hace poco había comido alguna naranja o mandarina
-¡Lunaaa!- Ginny comenzó a bajar las escaleras de su hogar con una velocidad increíble, al llegar a abrazar a luna, esta ultima casi se cae por la fuerza del abrazo de Ginny, parecía que no la había visto en años, y solo habían pasado 2 días sin verse
-Ven vallamos a mi habitación, George, trae la valija de Luna- dijo Ginny a su hermano, quien, se encontraba recostado en el sofá junto a Fred
-¿por favor, no?- respondió este
-De acuerdo, George ¿podrías POR FAVOR traer la valija de Luna a mi habitación?- remarco
-Por supuesto hermanita querida de mi corazón- menciono George con algo de sarcasmo
Luna había pensado en decir que ella podía subir su valija, pero hubiese mentido, la valija media la mitad de lo que Luna media, y estaba hasta el tope de cosas, nada mas cavia allí, había llevado ropa para esas dos semanas, más un enorme paquete de golosinas, revistas, juegos de mesa para pasar el rato, etc, y no hubiese podido subir las escaleras con ella
Luna y Ginny subieron, con George detrás cargando con la valija de Luna, Luna al ver la cara de George cuando levanto la valija, rio por un momento, seguramente el no se imaginaba que sería tan pesada, y ella sabía que él estaba haciendo gran fuerza para cargarla, puesto que su cara se había enrojecido más de lo que por sí ya era.
El primer día transcurrió tranquilo, Luna y Ginny se la pasaron en la habitación que estaban compartiendo, y no salieron de ella más que para almorzar y cenar, pero ya se estaban aburriendo así que decidieron salir de ella por un momento, a pesar de que ya era algo tarde, las 23:00 hs vio Luna, en un reloj que se encontraba en el living, le pareció chistoso el reloj, puesto que este era muy original, tenía la foto de cada uno de los integrantes de la familia en el
-Iré por refrescos- menciono la pelirroja para luego ir a la cocina
Luna se quedo un momento más observando el reloj, estaba fascinada con él, le pareció muy singular y a la vez muy tierno
-Guau, es estupendo- menciono por lo bajo
-Si lo es-
Luna se dio vuelta rápidamente, estaba tan concentrada viendo el reloj, que no se dio cuenta de que alguien había llegado a su lado
-Ohh, lo siento, no quise asustarte-
-Descuida- fue lo único que atino a decir luna
-No, de verdad, lo siento. Mi nombre es Bill, por cierto, tú debes de ser Luna lovegood- se presento, puesto que se vieron al momento de cenar y almorzar, pero ella había estado todo el tiempo hablando con Ginny, y no se presentaron
Luna ya lo conocía, por fotos que Ginny le había mostrado anteriormente, y le había contado buenas cosas de el
-Si así es, es un placer-se presento extendiendo la mano
Luna esperaba que Bill simplemente tomara su mano y la agitase, Bill, si tomo la mano de Luna, pero no para agitarla, sino que la tomo entre sus manos y luego la beso;Luna enrojeció, se sentía algo así como una princesa, y de hecho, Bill si tenía la apariencia de esos príncipes que aparecían en los cuentos del mundo muggle que Hermione le había mostrado
-Estoy practicando ese saludo para mi obra, será de romance, ¿Qué dices, lo he hecho bien?- pregunto Bill
-Ahh.. Si, está muy bien- Luna aun seguía con su cara roja, y parecía que las palabras que salían de su boca se atropellaban entre si
-Y con respecto al reloj, a mí también me gusta mucho- Luna al oírlo salió de su ensoñación- sabes, tal vez podrías aparecer en el también- dijo el pelirrojo
-¿De verdad?, ¡eso sería fantástico!- menciono Luna con su particular alegría
-Si, eso sería muy fácil de lograr- dijo el
-¿Si, como?-pregunto Luna
-Solo tendrías que convertirte en parte de la familia- al terminar de hablar, Bill comenzó a acercarse muy lentamente a Luna, Luna quedo inmóvil por su respuesta, y allí iba de nuevo, su cara enrojeció devuelta, y Bill estaba cada vez más cerca de su rostro, y cada vez mas y mas cerca, y más cerca, y..
-Al parecer se terminaron toooodo el licuado que había preparado para hoy, así que… ¿sucede algo?- pregunto Ginny al ver a su amiga con la cara roja como un tomate y a su hermano allí
-¡no, nada!- dijeron Bill y Luna al mismo tiempo, y Luna, podría jurar que Bill comenzó a mirarla de forma seductora y a reírse por lo bajo por el estado en que la había logrado poner
*Estas dos semanas serán eternas* pensó Luna para sí misma
