Este fic participa en el minireto de junio para "La Copa de las Casas 2016-17" del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black.
No es mi mejor trabajo y siento que me faltó algo, pero como siempre al último momento (a ver cuando me quito esa costumbre xD) Desgraciadamente no lo mandé a un beteo así que de antemano una disculpa por los errores que pudieran aparecer por ahí. Mi personaje fue Justin como alguien romántico, no se si me salió pero xD...
::
::
Justin siempre fue una persona romántica. Su padre decía que era culpa de sus primas por arrastrarlo a ver esas series animadas, leerle historias de princesas y hacerle ver esas películas donde eran felices por siempre.
Justin era un soñador, pero sabía que el príncipe azul no existía, sin embargo creía en las almas gemelas.
Asistir a Hogwarts lo hizo todo más palpable: magia, sirenas, dragones, magos y brujas, era ver hechos realidad todas las historias de su infancia. Por supuesto que su alma gemela no podía faltar.
Ernie había sido su mejor amigo, después se convirtió en algo más. Justin sabía que él era su alma gemela. Ernie era la persona con la que tendría su felices por siempre.
Él se ruborizaba cuando le abrazaba o besaba; Justin se derretía cuando Ernie lo sorprendía, como aquella vez frente al lago, a la luz de la luna Ernie le pidió que fuera su novio Años atrás, Justin le había dicho que esa sería la más romántica de las declaraciones.
En ese momento observó la habitación. La luz de las velas iluminaba cada rincón, una mesa con cena para dos estaba en medio de la sala, el aroma de las flores inundaba el lugar y en su mano estaba la alianza que pronto pertenecería a su alma gemela.
Su corazón latía de emoción. Aún no podía creer que realmente iba a dar ese gran paso. ¡El gran día había llegado!
El sonido del timbre le sacó de sus ensoñaciones, verificó la hora, aún faltaba para que Ernie saliera del trabajo, caminó para abrir la puerta sujetando con su mano la alianza, grande fue su sorpresa al ver a Susan en la entrada de su casa. Estuvo por saludarla pero se dio cuenta de su estado: sus ojos inundados de lágrimas, sus labios rojos de tanto morderlos, la preocupación y dolor en su bello rostro.
Justin se tensó inmediatamente al momento que las primeras palabras salieron de sus labios.
—Justin… Oh Justin, Ernie…
Él negó con la cabeza dando un par de pasos hacia atrás, tratando de alejarse de ella. Susan fue más rápida y le abrazó, contándole lo ocurrido. Justin se desconectó, lo único que pudo ver fue la alianza rodar por el piso; lejos de su mano, al igual que Ernie.
Ya no habría un felices por siempre para ellos. La vida se había encargado de ello.
