Hola! Soy una novata en esto de los fics y me costo mucho decidirme a publicarlo, pero bueno... aquí estoy y con todas las ganas, esperando una buena acogida por parte de los lectores(tanta palabrería Dios!). Ya! Mejor dejo de dar la lata y comienzo luego la historia o no?...

Disclaimer: NADA!, pero absolutamente nada relacionado a Inuyasha... me pertenece! (Solo esta historia, sacada de mi extraña cabecita.) Todo es propiedad de la

"Gran Rumiko Takahashi"(que envidia!!!).

(" ") Las comillas y la letra cursiva simbolizaran los pensamientos de los personajes.

( ) Los paréntesis denotan mis acotaciones ok?

Ya ahora si la historia!!...

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Descubriéndome

"Miedo a la verdad"



Eran las 9:00 de la mañana... y en la habitación ubicada en una casa perteneciente al "Templo Higurashi", se encontraba un pequeño aparatito... bueno más bien un reloj, que sonaba estrepitosamente. La chica que yacía en la cama contigua a este, estiro perezosamente su mano para desactivar al insolente aparato que la había despertado de su sueño... Al tomar al susodicho en sus manos, lo observo por unos instantes, sin procesar bien lo que sus ojos veían; entonces...

- KYYYYYYYYAAAAAA!!!! Pero si se me ha hecho tarde!!!!!!!!!

El grito fue escuchado en cada pequeño rincón de la casa, quizás más allá del templo, quien sabe...

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Todos los presentes se quedaron observando con una gota en la cabeza a la chica que entraba por la puerta, totalmente apurada y mascullando una que otra frase por lo sucedido.

- Maldición! Por que no puedo ser por una ves puntual en mi vida!!- decía Kagome mientras se sentaba a la mesa con los demás integrantes de la familia Higurashi, con un genio de lo peor.

- Toma hija, aquí esta tu desayuno, ojala te resulte agradable- respondió la madre de Kagome, con su usual sonrisa y tono afable, que logro suavizar a la muchacha.

- Gracias mamá, todo lo que tú cocinas sabe delicioso..

- Muchas gracias hija.

- Kagome, te conté alguna vez el porque de...

- Sí abuelo! Ya me has contado muchas historias, no quiero unir otra más al repertorio- Refuto Kagome fríamente.

- Va! Pues que le pasa a esta chica??!- se preguntó para sus adentros el abuelo de Kagome

- Oye hermana!!! Es q no iras a ver al "orejas de perro"???- interrumpió el pequeño Souta inocentemente.

Kagome, al escuchar estas palabras, solo atino a esconder la mirada de todos los presentes... quienes la miraban con cierto aire de intriga...

- jejeje^^... si Souta, ahora mismo iré a ver a Inuyasha... - Respondió la joven, con una risa fingida que escondía (y no muy bien) su tristeza y vació.

- Con su permiso madre, abuelo, Souta... me retiro...

- Si claro- dijeron todos al unísono.

Kagome tomo su equipaje rápidamente, se despidió de todos y marcho nuevamente al pozo, mientras todos la observaban preocupados y se preguntaban para sí, "¿Qué le habrá pasado?"...

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Kagome se encontraba apoyada en el pozo traga huesos, a punto de saltar para ser transportada de época, cuando se sumió en sus pensamientos...

"Un pozo... sí! Eso era... un estúpido pozo!, cuantos problemas no le había causado, cuanto daño, cuanta tristeza...

- Pero aún así- se dijo Kagome- yo quiero ir... deseo regresar... quiero ver a Miroku, Sango, a Shippou y a... a... a... Inuyasha...

"Cielos! Cuanto dolía eso, no negar que amaba a Inuyasha ... aceptar la realidad era algo muy duro para ella...

En un principio, cuando recién había cruzado el pozo traga huesos y llegado a la época del Sengoku, era confundida con una sacerdotisa fallecida 50 años atrás... su nombre era Kikio... vaya! Pensar que había descubierto eso... solo para empeorar la situación, ya que SU inuyasha estaba sellado en el árbol sagrado por una flecha lanzada por Kikio, ella lo sabía muy bien... él amaba a esa miko que fue resucitada por una bruja en busca de obtener la shikon no toma..."

- La "shikon no tama"- se repitió Kagome...



"Ese era otro punto que le molestaba... tan solo por el simple hecho de que era la reencarnación de Kikio, debía llevar la difícil tarea de velar por el bienestar de la "dichosa" perla que tenía el poder de hacer más fuerte a cualquiera que la tuviera en sus manos... ahora rota en mil pedazos acausa de una flecha suya... desde ese entonces que había emprendido una búsqueda con... con... con Inuyasha... - lanzo un pequeño suspiro al aire, para luego continuar con sus recuerdos- cuantos momentos angustiantes sucedieron desde el momentos en que la travesía comenzó, sin embargo, a cambio de eso, se hizo de muy buenos amigos... uno, un monje libidinoso y pervertido, pero una buena persona a fin y al cabo... también estaba el pequeño Shippou, un pequeño youkai... cuanto lo quería, sin darse cuenta... había asumido un rol de madre para él, ya que su padre había muerto en una cruel batalla por uno de los fragmentos de la perla de shikon... la otra era Sango, una taijija que había perdido a toda su familia por un engaño de Naraku...- La sonrisa de Kagome que había surgido tras acordarse de sus amigos, desapareció de inmediato al recordar al malvado de Naraku- él... él.. era el culpable de todo su sufrimiento y malestar... si él no hubiera engañado a Kikio e Inuyasha... ella no estaría aquí, en esa situación... ella enamorada del hanyou, mientras este a su vez enamorado de la miko, que ahora debía matarlo para descansar en paz... - de pronto, se dio cuenta de que todo ese "recordatorio" le había tomado más tiempo de lo que ella esperaba, y que se había comprometido con los muchachos a llegar temprano para continuar con la búsqueda de los fragmentos... casi por inercia, se lanzo por el pozo, cuando una luz la cegó... un segundo después... ya se hallaba en la época del sengoku... seguro recibiría un buen reto por su impuntualidad...

Salió... no con mucha facilidad del pozo... respiro el aire fresco del lugar...

- Que bien se siente, estoy tan a gusto aquí... - se dijo a sí misma.

Siguió caminando... hasta que vio el "Árbol sagrado"... el lugar donde conoció a Inuyasha, a ese "tontito" que había cautivado su corazón... sin darse cuenta de cómo susurro...

- Inuyasha... - "¿Por qué no me amaras?... lo más probable es que aún ames a Kikio, y lo poco que sientes por mí... es solo por mi parecido a ella no?, cuanto me gustaría que te dieras cuenta que ella y yo, somos totalmente diferentes... auque... ambas compartimos el mismo sentimiento"- pensó Kagome con una sonrisa en su rostro y de la nada... sin saber como... lágrimas brotaron de sus ojos... "Estoy llorando... otra vez??, pero si me prometí que no lo haría más..".- en ese momento su cabeza renació la imagen de Kikio besando a Inuyasha... una y otra vez... "No es justo!!!, yo lo amo y él así como si nada... solo es Kikio... en realidad... siempre es Kikio!. Pero por que ella siempre tenía que verlos cuando "conversaban"??, es que acaso el destino quería que dejara de pensar de una u otra forma en Inuyasha... lo más seguro es que eso fuese"- decidió dejar de lado su tristeza, mostró una sonrisa y se dispuso a correr a la cabaña de la anciana Kaede, de seguro sus amigos la esperaban impacientes y preocupados... además... se sentía observada y ella sabía que no era bueno andar por esos lugares sin la compañía de alguien fuerte.

- "No sé lo que pasara en el futuro, o si me amaras o no... pero... yo solo quiero tu felicidad... Inuyasha"

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- ¿Cuándo llegara Kagome, ya hace un buen rato que debería estar aquí- Comento Sango, quien se encontraba muy preocupada por el atraso de su amiga.

- Tranquila Sango... ya veras como la Srta. Kagome llegara en un momento- En ese instante, Miroku puso una de sus caras mas seductoras mirando a la taijija- además... querida Sango... estamos solos... por qué no nos dejamos llevar por nuestros sentimientos- Dijo esto estirando su mano hacia(bueno ejem... u_u)el trasero de Sango.

- Ni te atrevas monje hentai!!!- respondió Sango, con una venita que asomaba en su sien.

- Es que usted es una persona irresistible... - Respondió el monje, acercándose cada vez más a la nerviosa exterminadora, que solo se limitaba a observarlo con los ojos muy abiertos y algo desconcertados...

- ¿Qué haces?... Te lo ad... advierto, no...no te atrevas a hacer nada... miroku... no te acerques- Repetía desesperadamente una y otra vez la joven.

Cuándo ya sus rostros estaban a escasos centímetros de distancia, Sango tomo su hiraikotsu( quien sabe de donde lo saco!) y golpeo al pervertido ubicado a su lado, quien cayo inconsciente tras el fuerte golpe.

- "¿Cómo se atreve?!!"- pensaba Sango apretando fuertemente su pecho, creía que su corazón se saldría a causa del nerviosismo o... de la ¿emoción?... "Qué le estaba pasando???, normalmente nunca dejaba que el depravado se le acercara tanto!!!."

- Querida Sango- susurro el monje dentro de su inconsciente- lo que llegó a oídos de nuestra exterminadora y sonrojándola de manera salvaje en espera de lo que diría el houshi- ¿Le gustaría tener un hermoso hijo conmigo?...

Sango guardo silencio... ya muchas veces había escuchado la proposición del pervertido ese y no siempre era ella a quien se lo proponía, ya eran muchas mujeres en la lista... pero por que ahora... por algún motivo... su mente no había dicho un rotundo "NO!"... es que acaso estaba...

- No, no, no!!!, yo no siento nada por "este"- Dijo mirando al aludido de forma despectiva, que aún seguía besando el suelo... - "aunque... la verdad... es que... él..." NOOOOO!!!- grito la muchacha sacudiendo de forma delicada su cabeza, estaba delirando, divagando en pensamientos muy tontos, según ella...

- ¿Qué demonios me pasa??... por kami!! Que cosas pienso... - en ese momento, el ceño fruncido de ella desapareció, dejando paso a una hermosa y sincera sonrisa, dedicada al sujeto estampado en el piso... - eres un "bobo"... - se paro y tomo una frazada ubicada en una esquina de la cabaña de la anciana Kaede y tapo al houshi...

- No sé lo que me sucede, pero algún día lo descubriré- dicho esto, se acerco al monje y deposito un suave beso en su mejilla, mientras las suyas se teñían de un intenso color rojo...- kuego se dispuso a salir de la cabaña en espera de su amiga y el kitsune que había ido en su búsqueda...- Ojala que regresen luego, por que si no, no se lo que podría pasar con ese sujeto...-

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- Inuyasha!!!!! Ve a buscar a Kagome!!!!!!!- Grito un tanto desesperado el pequeño kitsune, al ver que este no prestaba la más mínima atención a lo que él decía- "No me escuha... ¿Qué estara pensando el tonto de Inuyasha?"

Lo que el pequeño no sabía, era que Inuyasha no pensaba en un "Que" sino que en un "Quien"...

- "Kikio... - se dijo a sí mismo Inuyasha. La verdad era que si escuchaba a Shippou, pero no quería tomarle atención a lo que decía, no ahora... ya que se encontraba muy ocupado pensando en la miko- ¿Por qué eres así Kikio?, ¿tanto es tu odio hacia mi?... pero si fue un engaño de ese maldito de Naraku, ¿por qué no comprendes?... yo... yo... te... am..." No!!... no puedo decirloooo!!!- grito tomando totalmente desprevenido a Shippou, quien por el susto y por la extraña conducta de Inuyasha, decidió dejarlo solo... después vería como arreglárselas para que fuera a buscar a Kagome...



- Esto me esta pasando muy seguido... Maldición!!! No puedo... en realidad... ya no estoy seguro de si amo a Kikio... - Se dijo el hanyou, quien al notar esa extraña confusión en su corazón, decidió buscar el "¿Por qué?"(ja! Todavía no lo sabe??? Que bobo! U_U) en su interior- "Hay algo que me esta haciendo dudar sobre mi amor por Kikio, pero no lo encuentro... aún... como paso esto?... no lo sé... es decir... cuando revivió, me sentí muy feliz, aunque ella sintiera ese gran odio por mi... por lo menos estaba viva... y eso me bastaba... sin embargo algo cambio en mis sentimientos y no encuentro que fue lo que me hizo esto...

De pronto, el olfato de Inuyasha capto un aroma en particular, ese aroma era muy similar al de Kikio... él sabia quien era... era Kagome!!!!!!...

- Hey!! "¿Desde cuando se demostraba tan feliz por saber que Kagome se encontraba cerca?"- Inuyasha decidió dejar de lado un momento sus pensamientos e ir a recibir a Kagome, era muy peligroso dejarla andar sola por esos parajes... además... - El rostro del muchacho se torno repentinamente serio- "Ese lobo mentecato se podía hallar cerca del lugar... y por nada del mundo permitiría que le pusiera un solo dedo encima a Kagome... eso no!!! Ni siquiera por encima de su cadáver lo haría!!!!"...- De pronto, al saltar a una rama, se encontró con la imagen de Kagome saliendo dificultosamente del pozo... - Repentinamente el corazón de nuestro queridísimo hanyou dio un vuelco y se acelero sobrenaturalmente sin razón alguna(si claro! Según él¬¬) parece que la joven no se había percatado de su presencia... "¿Por qué habrá llegado tan tarde esta chiquilla?... es que no entiende que la búsqueda de los fragmentos es algo muy importante como para dejarlo de lado..."- pensó Inuyasha en una forma desesperada de ahuyentar esa sensación de ansias por ver a Kagome- "quizás... quizás... se estuvo viendo con ese chico!!!!!!... el sujeto que siempre la andaba rondando... ese tal Hojo..."- pensó Inuyasha con cierto toque de desprecio y rabia- "Feh! Desde cuando le interesaba lo que hiciera Kagome??... ella tan solo era un "radar de kakeras"... nada más!!!, pero... aún así... es tan linda...(silencio)... ¡¡¡¡¡¡¿QQQUUUÉÉÉÉ?!!!!!!, ¿Pero que tonterías pienso?!!!"- manifestó para sus adentros el joven con orejas de perro, que se encontraba totalmente perplejo a causa de sus pensamientos "involuntarios" acerca de la chica frente a sus ojos- "ella no es linda!!!... es solo una niña llorona, malcriada, mal genio, gritona, mandona, que siempre ayuda al que lo necesita, que nunca demuestra temor en los momentos mas difíciles, que me da ánimos para jamás darme por vencido... y... que me acepta tal y como soy...- Inu paro en seco... que diablos le estaba pasando, ni el sabía que era, solo entendía que por alguna extraña razón no podía dejar de pensar en lo buena y linda que era "su" Kagome...

En ese momento se percato de que Kagome inesperadamente había caminado cerca del "Árbol Sagrado" el lugar donde se había visto por primera vez..., pero aún más que eso, le llamo la atención que ella despedía un fuerte olor a sal... - ¿Esta llorando?- Su interior le pedía a gritos que fuera y abrazara a la joven, quien se mostraba totalmente vulnerable, pero su cuerpo no respondía... estaba embelesado con su belleza... su carita mojada a causa de las lágrimas, su cuerpo que temblaba, él olía la angustia que reinaba en su ser- "Quien quiera que haya hecho sufrir a Kagome se las pagaría... y caro"- Entonces vio como ella se secaba las lágrimas y sonreía- lo cual lo tranquilizo mucho- en ese instante sin dar previo aviso, la muchacha comenzó a correr... "Seguramente se dirige a la cabaña de la anciana Kaede", la acompañare... no quiero que nada malo le pase... por qué... ella es muy importante para mi... y nadie la separa jamás de mi lado...(que lindo!!!!!)

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Kagome se hecho a correr, cuando de pronto escucho pasos cercanos a ella, no sabía que o quien podría ser, por lo que saco de su "pequeña" mochila lo primero que encontró...



- Un mini sartén??- se dijo, vaya si que le caían cosas en su mochila- coloco el sartén enfrente de ella a modo de defensa... cuando de pronto, los pasos aceleraron su correr, velozmente se acercaban, de la nada una figura surgió por entre los arbustos, Kagome sin más, solo atino a golpear al extraño una y otra vez con el sartén, cerrando los ojos, por lo que no había visto a quien golpeaba... - Toma, toma, toma!!!- Repetía... cuando de pronto uno de los quejidos del "mounstro" le resulto familiar... abrió lentamente los ojos... y para su sorpresa, encontró a un Inuyasha desfallecido en el piso...

- Inuyasha!! Despierta- dicho esto tomo al hanyou y lo acurruco en su regazo- despierta!...

- Que?... que pasa?... - al dejar de ver todo borroso, Inuyasha logro vislumbrar una figura entre tanta confusión- Kagome?...

- He? Si... Inuyasha... estas bien???... lo lamento mucho, pensé que era una bestia del bosque o algo así... discúlpame...

Inuyasha movió la cabeza en signo de afirmación, demostrando que había aceptado sus disculpas (que novedad de él)...

- No te preocupes, es normal que hayas pensado que era algún monstruo... - dijo Inuyasha- cuando de pronto noto en la posición en que se encontraba- aaaaaaaah!!!- grito y se levanto lo más rápido que le fue posible del regazo de Kagome, totalmente avergonzado y con su cara toda ruborizada, dejando muy extrañada a la joven que lo observaba con nerviosismo por su actitud...



Retomando la compostura, Inuyasha trato de ordenar sus emociones, aunque sin mucho resultado... ambos estaban callados... ese silencio... como odiaba ese silencio, era como cuando Kagome lo encontraba siempre con Kikio, entonces... como para aliviar la situación, Inuyasha decidió hablar, ya que veía que Kagome desviaba su mirada a causa de ese momento tan incomodo...

- Bueno... yo lo siento mucho Kagome, es decir, no era mi intención asustarte ni nada de eso... yo solo sentí tu olor, y bueno me preocupe por ti y decidí venir a buscarte...- Parece que el hanyou no era muy consciente de lo que decía, ya que normalmente él nunca actuaba de esa forma, sin embargo al percatarse de esto, su rostro se coloco rojo nuevamente y decidió mejor no seguir hablando.

- Que?, bueno yo... ahora justo iba a la casa de Kaeda- baba para continuar el viaje... y... y... bueno... bueno yo...- Kagome solo hablaba monosílabos por el nerviosismo causado por las palabras de Inuyasha, cuando se percato de que este la miraba fijamente... ¿Por qué me mira tan insistentemente?!!!, es que tengo algo en la cara??, aunque definitivamente Inuyasha si que estaba raro ese día, que le habría pasado???... seguramente... se había visto con Kikio y lo más probable era que la observaba a ella por su vivo recuerdo... nunca la había visto a ella en realidad, siempre estaba Kikio de por medio y todo gracias a su estúpido parecido con la sacerdotisa!...- al pensar esto, Kagome desvió nuevamente su rostro junto con su mirada llena de dolor... quería llorar, pero no lo haría... no enfrente de él...

- A su vez, Inuyasha alcanzo a notar el cambio brusco en la mirada de Kagome antes de que desviara su rostro- es que él había hecho esto al mirarla tan persistentemente??, no lo pudo controlar, solo la miro y le fue imposible dejar de observarla - decidió dejar para otro momento sus dudas, ahora lo mejor que debía hacer, era salir de esa incomoda situación, por lo que tendió una mano a Kagome que yacía aún sentada en el suelo para ponerse de pie, eso si procurando no mirarla a los ojos, ya que creía que en cualquier momento ella lloraría y eso le partía el alma- Vamos, toma mi mano, te ayudare a ponerte de pie, debes tener mucho cuidado por aquí... no es el mejor lugar para andar sola torpe... rápido que ya estas bastante atrasada!- dijo en tono burlesco el joven mitad bestia.

- Torpe??!- grito Kagome, mientras despedía una fuerte aura de su cuerpo que asusto increíblemente a Inuyasha... sin embargo, decidió no pelear con él, estaba demasiado pasivo el instante como para arruinarlo, por lo que solo respiro profundo, contó hasta 10 y dijo... - Lo siento Inuyasha... no era mi intención llegar tarde... ven! vamos pronto a la casa de la anciana que ya nos deben estar esperando todos para emprender la búsqueda- mientras decía esto, le dedico una hermosa sonrisa al joven y lo empujo desde la espalda por entre el bosque, lo que causo cierta impresión en él, que no esperaba esa reacción... al ver que ella sonreía y mostraba nuevamente esa vitalidad tan característico... dio vuelta su cabeza para que Kagome no lo viera, en ese instante sonrió... si... sonrió, hace tiempo que no lo hacía y se sentía bien, más aún al ver que ella era feliz también...

- Kagome... no sé aún lo que siento por ti, pero si tengo bien claro que no dejare que te vayas de mi lado... quiero que seas feliz, ya que si tú lo eres yo también lo soy...

Ya menos tenso el ambiente, siguieron caminando por el bosque... lo único que tenían claro sus corazones, era que deseaban fervientemente la felicidad del otro, en ese momento ambos pensaron al unísono...

- Yo quiero estar a tu lado...

Y así siguieron, por entre el bosque, uno le hacia la compañía al otro... lo que no sabían era que alguien los seguía... alguien que miraba a la joven que acompañaba a Inuyasha...

- Mi querida Kagome... ya pronto serás mi mujer...

CONTINUARA...

¿Qué les pareció?, bueno quizás la trama no es muy buena, pero prometo tratar de ponerlo más interesante, por ahora, por fis solo confórmense con esto, aunque sea poco...

Le dedico este fic a Kami_ chan que me ayudo mucho a decidirme a publicarlo, vale Cami, te pasaste, y también a la marita, una amiga mía que tb. Me insentivo y me dio ánimos... Gracias!!

Bueno, yo mejor lo dejo hasta aquí, por que ya se me hizo tarde y estoy que me muero de sueño... Chao y hasta el próximo capitulo y si se les da el tiempo o el animo, dejenme un review, es cosa de ustedes... bueno ahora si, chau!

Chibi- poio.