Disclaimer: Glee y sus personajes pertenecen a Ryan Murphy y a la Fox. El texto tampoco me pertenece; es de la autoría de WriteAndReadToSurvive.
NT:En fin, como ya he dicho esto es una traducción autorizada. El fic original en inglés (con el mismo título) está ya terminado y tienen diez capítulos. Espero poder acabar la traducción en menos de un mes, por lo que no os haré esperar mucho entre capítulo y capítulo.
Quiero agradecerle a la autora WriteAndReadToSurvive por permitirme traducir su fic. Es mi primera traducción, así que si alguien quiere hacer algún consejillo o crítica, ya sabéis: cualquier comentario o MP es bien recibido.
Espero que disfrutéis leyendo este fic tanto como lo hice yo.
Capítulo I: El regalo
— ¿Kuuurt? — Kurt dio una vuelta en su cama y gimió.
— No estoy — masculló.
— ¿No? ¿Ni siquiera para mí? — preguntó una voz suave. De pronto Kurt se dio cuenta de que él conocía esa voz.
Abrió los ojos y vio a Blaine de pie junto a su cama, una gigantesca sonrisa en su cara. Se inclinó hacia Kurt y lo besó dulcemente. Kurt pudo sentir la pasta de dientes en sus labios.
— Feliz cumpleaños, bebé. — Se sentó en el borde de la cama y Kurt miró al reloj.
— Son las cinco de la mañana, Blaine. Y es lunes. ¿En serio? — Blaine lo miró ligeramente herido y se levantó de la cama.
— Si no me quieres aquí puedo irme… —. Kurt inmediatamente se arrepintió de su comentario y agarró la muñeca de Blaine.
— No, lo siento. Claro que te quiero aquí. Sólo estoy cansado; es todo. — Blaine se sentó en la cama otra vez. Tomó la mano de Kurt.
— Sólo quiero ser el primero en desearte un feliz cumpleaños —. Dijo arrastrando una pequeña sonrisa en sus labios. Kurt también sonrió.
— Bueno, estás aquí. Buenos días — dijo y utilizó la camiseta de Blaine para impulsarse hacia arriba para otro beso. Él suspiró mientras Blaine le devolvía el beso y entonces cayó de nuevo contra las almohadas. Blaine sólo lo miró.
— ¿Qué estás mirando? — preguntó Kurt —. Oh, Señor, es mi pelo, ¿no? Se ve horrible, ¡acabo de despertarme! — entró en un pequeño estado de pánico, tratando de cubrir su cabeza con las manos. Blaine se rió entre dientes y apartó los brazos de Kurt cuidadosamente.
— Te he mirado porque eres hermoso. Y tu pelo es adorable — dijo y miró a Kurt amorosamente —. Hey, probablemente deberías de tomarte tu desayuno. El café se pondrá frío. — Blaine movió una bandeja del suelo y la puso en el regazo de Kurt. Kurt miró la bandeja puesta frente a él atónito.
— ¿Me has hecho el desayuno? — dijo Kurt lentamente, mirando a Blaine.
— Es tu cumpleaños, por supuesto que lo hice — dijo Blaine, como si eso fuera la cosa más obvia en el mundo. Kurt sonrió y tomó un sorbo de su café. Sus ojos se ampliaron mientras el líquido caliente golpeaba su lengua.
— Blaine, me has hecho…
— ¿Un mocha bajo en grasa? Sí. — Blaine se ruborizó ligeramente. — Me llevó un rato hacerlo perfecto — dijo con una pequeña sonrisa. Kurt se inclinó y lo beso otra vez.
— Valió totalmente… — masculló contra sus labios. Kurt sonrió y empezó con su desayuno (eso incluía medio pomelo y dos rebanadas de pan).
Blaine lo miró comer en silencio, simplemente disfrutando de la vista de su magnífico novio. Kurt terminó y Blaine tuvo que preguntar.
— ¿Ha estado bien? — Kurt sonrió cariñosamente.
— Claro, cariño. Fue perfecto — Kurt sonrió cariñosamente. Blaine le sonrió de vuelta y cogió algo del sueño. Era un sobre. Tenía algo escrito en la parte frontal.
Kurt,
Espero que te guste este regalo.
Te quiero y quiero compartir toda experiencia posible contigo.
Siempre y por siempre tuyo,
Blaine.
Kurt miró a Blaine, ligeramente confuso, y lo abrió. En el sobre había dos billetes de avión. Nuva York. Kurt miró fijamente los tickets en sus manos con incredulidad. Blaine puso los tickets en el regazo de Kurt, acercándose y tomando las manos de Kurt en las suyas.
— Sé cuánto has deseado regresar desde los Nacionales del año pasado. Me ha costado bastante trabajo, sí, pero también lo deseo. He deseado ir durante mucho tiempo y quiero ir contigo. Ya he hablado con tu padre y está de acuerdo con ello, siempre que no compartamos cama. — Blaine guiñó un ojo. Kurt sólo siguió mirando fijamente los tickets. ¿Ese precioso chico lo quería y ahora ellos iban a ir a Nueva York juntos? Era tan irreal. Miró a Blaine y tropezó con sus propias palabras.
— Blaine… Esto es lo que siempre he querido… Per-pero es demasiado. No merezco todo esto. Te has gastado mucho dinero, Blaine… Yo n-no valgo esto —. Blaine no sabía qué decir para hacer que Kurt parara, por lo que se inclinó y lo besó apasionadamente. Se separaron minutos después, sin respiración. Blaine ahuecó el rostro de Kurt con sus manos y lo miró a los ojos.
— Escucha, Kurt. Te quiero. Te quiero mucho más de lo que nunca llegarás a entender. Y quiero gastar todo el dinero del mundo en ti.
— ¿Por qué? — susurró Kurt, encontrando todavía difícil de creer que él pudiera ser tan amado.
—Porque te quiero.
— Yo también te quiero — dijo Kurt, todavía susurrando. Blaine se arrastró bajo las sábanas con Kurt, completamente vestido. Tomó las manos de Kurt y las puso bajo su propio corazón.
— Está latiendo por ti, Kurt. Sólo por ti. — Kurt sonrió y se acercó más. Estuvieron tumbados ahí durante un rato. Sus ojos fijados en el otro y sus dedos entrelazados. Kurt bebía de la belleza del chico. Ese cabello rizado, esas cejas triangulares que estaban justo encima de los ojos hazel que estaban mirando en los suyos, azules.
— Estoy tan enamorado de ti… — dijo Kurt, pronunciando sus pensamientos en alto. Blaine no dijo nada, sólo sonrió y capturó los labios de Kurt en un beso suave. No fueron más lejos. Sólo se besaron lentamente hasta que ambos se quedaron sin respiración.
Kurt posó su cabeza en el pecho de Blaine, jugando, ausente, con la tela de su camiseta negra. Blaine jugaba con el cabello de Kurt suavemente.
— ¿Blaine? — dijo Kurt tras algunos minutos de silencio.
— ¿Sí?
— Gracias. Gracias por el regalo, gracias por el desayuno y gracias por tu corazón. Gracias por ser mío — dijo Kurt con una pequeña sonrisa en sus labios. Blaine le sonrió cariñosamente.
— Nunca he tenido otra opción. — Kurt se alzó para besar los labios de Blaine de nuevo. Cuando acabaron Blaine comenzó a moverse afuera de la cama. Kurt frunció el ceño.
— ¡Hey! ¿Dónde crees que vas?
— Quiero quedarme, pero los demás llegarán ponto. No nos gustaría ser pillados por Burt —. Blaine sonrió tristemente.
— Es mi cumpleaños y yo decido que eso realmente no importa. ¡Vuelve aquí! —. Blaine alzó una ceja.
— ¿Estás seguro?
— Al ciento diez por ciento —. Blaine sonrió y volvió a ponerse bajo las sábanas. Kurt inmediatamente volvió a abrazarse a su pecho —. Mmm, esto está mejor. — Blaine envolvió con sus brazos a Kurt con fuerza y apoyó la barbilla en su cabeza. Blaine casi pensaba que Kurt se había quedado dormido cuando escuchó un susurro que provenía de sus labios.
—Sobre lo de que no vamos a compartir camas en Nueva York…
— ¿Sí?
— Aquello que papá no sepa no lo herirá.
