DERECHOS DE AUTOR: Los personajes de Sailor Moon y Saint Seiya no me pertenecen. Sin embargo toda la trama, y el tema central de esta si son de mi propiedad.
CLASIFICACIÓN: Por el momento es T, pero conforme avance la historia, podría llegar a ser M, ya que incluirá escenas sangrientas, lenguaje vulgar obsceno, y n muy futuros capítulos, posibles escenas de sexo.
HISTORIA: Hace ya algunos años esta historia había sido publicada en fanfiction, pero, por razones personales deje de actualizarla por algunos años, se podría decir que cas años. Recibió muy buenos comentarios, lo cual se los agradezco ínfimamente a mis lectores, y por ellos, es por eso que regresé, ustedes se merecen lo mejor, se merecen una historia que los llene completamente. Que los tele transporte a otra dimensión a esta realidad como la conocemos.
Es por eso que, le agregue algunos detalles a esta, he tratado de actualizar cada una de mis historias, a veces se me hace imposible. Resivi algunos mensajes privados diciéndome que continuara esta, y así lo hare.
Saint Seiya Kami no Senshi comenzara con una primera temporada en donde se explica el renacimiento de las guerreras divinas, Solamente una vez ellas habían aparecido en una guerra santa, que fue la primera desde los inicios Mitológicos en donde encontraron un vinculo entre la diosa Athenal el caballero Pegaso, y el dios Hades del inframundo, Desde esa primera guerra Santa, las guerreras jamas volvieron a convatir en nombre de Athena. Pasaron muchos años sin saber de ellas, pero la leyenda de esas mujeres que portaban las armaduras sagradas de cada respectivo planeta del universo se conocía entre los Caballeros de Athena, muchas guerras santas pasaron y ellas no aparecían de nuevo, lo cual los 88 caballeros habian dado por terminada esa leyenda, pensaron que jamas volverían a pelear.
Aquellas guerreras solamente renacían de sus cenizas cuando los dioses del olimpo estarian decididos a darles fin a los seres humanos y a sus pecados mortales, enfrentándose a la diosa Athena quien son su sabiduria protegieria a los seres humanos y al planeta tierra aun en contra de los disoes.
Pero un milagro tendría que ocurrir, las Guerreras sagradas de Athena han renacido de nuevo y con ellas su cosmos, nacieron con el destino de convatir una vez más después de casi un milenio sin aparecer, proteger a los seres humanos, Ellas nacieron bajo un pecado mortal que fue convatir a los dioses y con ellos su voluntad divina.
Ahora que ellas han renacido quieren asesinarlas antes de que su cosmos despierte, ¿Podrán las guerreras sagradas pelear como hace muchos años atrás? ¿Se encontraran con los caballeros para enfrentarse a una ultima guerra santa?
ME HARÍAN FELIZ CON SUS COMENTARIOS. :)
CAPITULO 1
"LOS HIJOS DE DIOS"
Todas aquellas flores han caído, un lugar, en donde el campo se entristece. Una imagen cálida de vida que ahora se ha convertido en un sitio en donde solo habitan las sombras, No había nada más sagrado que lo bello, la creación se desbordaba ante la plenitud de la vida, el tiempo se detuvo, y su condena todavía será visible el día de su partida.
Sus cuerpos demostraban lo hermoso que pudo haber sido la creación de los mortales, escuetos ante los ojos de los Dioses y, completamente indefensos esperando su última voluntad sobre ellos, sus pies descalzos sintieron las Ociosas aguas que detonaban su propia divinidad, y el Por fin el fulgido raudal como el día rutilante.
—Los caballeros dorados, no solo somos almas sin cuerpo alguno.
La voz llena de Orgullo invadió la oscuridad en la que ellos habitaban, un mortal convencido de su valor se dirigió hacia un dios esperando la misma respuesta desde los tiempos remotos, Ante la fe que todavía sentía en su alma perdida y abatida lo ayudaba a mantenerse tenaz, y voluntarioso.
—Es cierto—contestó de igual manera una voz ante las palabras del fiel caballero, completamente fluida y con un eco estremecedor digno de los apogeos de la naturaleza—Pero eso no quiere decir que no sean castigados por su pecado.
—Somos caballeros de Athena—repuso de una manera acentuada hacia los dioses el hombre de larga cabellera cetrina, dio unos pasos atrás apretando sus puños fuertemente mirando hacia el suelo sombrío, continuo hablando sin importarle lo demás—Aunque desatemos la ira de los dioses, nosotros los caballeros dorados no perderemos la fe.
Dicho esto, el antiguo caballero Aries dirigió su mirada por encima de la de ellos, entre la opacidad de ese lugar se escuchó la voz del caballero más noble, Mu de Aries, su voz tan llena de fuerza y letargos invernales, para él jamás existiría la mezquindad, limites, ni fronteras, aun así no le importaría más la voluntad de los mismísimos dioses.
— ¡Dedicar nuestro ser a Athena!
Esas palabras tan llenas de nobleza se escucharon en un estruendo eco, lo que provoco que el dios del Sol, Apolo contestara ante esa afirmación que para los dioses era absurda y sin sentido,la divinidad del dio Apolo era ingeniosa, con tan solo poder escuchar sus palabras, se podían escuchar los vientos en las montañas con sus agradables canticos.
—Aunque los caballeros dorados de Athena sean los más poderosos, siguen siendo unos simples mortales, sangran de la misma manera que ellos.
Shaka, el caballero más cercano a Dios, dio un paso hacia atrás, sus ojos cobalto esplendidos, aún en las terribles nieblas del pecado se observaba su brillo oculto, simplemente el observaba todo aquello que ese encontraba alrededor suyo, no veía más que a sus compañeros caminando en la misma dirección, sus mentes vagaban entre esas voces que los llamaban pecadores, ¿Acaso proteger a los seres humanos de su furia era un pecado? Se preguntaban en sus últimos pensamientos como mortales, aun sin encontrar respuesta a esa pregunta todavía en sus desnudos cuerpos vivía su cosmos dorado, lleno de calidez y valentía, una vez más los escucharon, pero esta vez de una manera más fuerte y decidida.
—Entonces sus almas, serán castigadas.
—Como una lección para la raza humana que continua desafiando a los dioses—dijo el dios equitativamente como si fuese suficiente explicación para ellos, continuo hablando una voz femenina observándolos como vagaban entre sus propios castigos.
—Sus cuerpos quedaran atrapados en roca, para nunca sentir la paz, —Hizo una pausa breve—
Sufrirán por el resto de la eternidad.
—No nos importa—Contestó el joven caballero Aioria ante las palabras de los dioses, el miro hacia arriba buscando sus rostros con la mirada, pero le fue inútil, los rostros de los dioses no se podían observar, ni tampoco contemplarse, continuo hablando—Aun en la muerte, nuestras almas pertenecerán a Athena, sin importar el eterno sufrimiento de la prisión.
—Nada, ni nadie quebrantara nuestra lealtad a Athena, aunque estemos aprisionados en el pecado, habrá alguien que vendrá, ¡Triunfara con nuestro espíritu!-Grito Docko de Libra hacia ellos insinuándoles que el miedo, era la ultimo que sentían ante ese castigo de aprisionarlos por el resto de la eternidad, lo cual provoco que los dioses les hiciera ver su ingenuidad como simples humanos que eran.
—Mortales—Hizo una pausa volviéndose hacia Dhocko, hablando con un acento ingenuo y sin coherencia alguna—Aunque apareciera alguien, jamás ustedes los humanos podrán vencer a los dioses, ¿No es verdad señor?—Pregunto sin añadir nada más.
—Así es.
—Todos deberán ser castigados.
—Eso es lo que se merecen, por desafiarnos.
En un segundo todos los dioses que observaban a los sacrificados caballeros dorados hablaron en un mismo tiempo, provocando un resonancia que calaba hasta los huesos, sus voces podían hacer temblar a cualquiera, ¿Con que prolijidad los han condenado? Todos han de pagar, los que aman, y los que no, eternas esperanzas y temores, destruye todas estas vallas, toda esta celestial edificación, hundir las manos en el infinito no trae más que desilusiones sin salvación.
—Ahora conocerán el castigo, más temido por los dioses.
Ellos querían intentarlo, querían sentir el vacío que trae su muerte, el final de su vida, fría y escalofriante, ¿Es acaso esto lo que los caballeros dorados merecían? Un silencio ensordecedor toma al mundo, mientras son condenados al Pecado, aun detonando la ira de los dioses, sus cuerpos se mantuvieron firmes, flores bastardas tratando de abordar lo que sus creadores jamás les concedieron, sus vidas se han visto envueltas en diferentes experiencias como caballeros que son, combatieron en una guerra santa, abundantes muertes y sangre vieron derramar ante sus ojos.
De igual manera el cosmos de Athena se había mantenido dormido por años, los cuerpos de los jóvenes guerreros no envejecieron jamás al ser sus almas atrapadas, lágrimas de sangre recorrían sus mejillas cayendo en esas aguas del paraíso, las estrellas fugitivas de las constelaciones tiemblan al recordar su fría muerte, un milagro ocurrió, ellos no sufrirían por toda la eternidad como lo habían dictado los dioses, Athena no permitiría un castigo de esa magnitud, su cosmos infinito lleno de sabiduría despertó gracias a los llantos de sus caballeros.
Athena una vez más, después de tanto tiempo atrás sus pies descalzos tocaban las aguas en donde estaban ellos y sus almas atrapadas, ella los libero de ese castigo que no quedaría inmune, solamente revivieron del cosmos siete caballeros dorados de doce, lo cual Athena sentía mucho en su alma, ¿Por qué habría ocurrido todo esto? La batalla entre el reino de los dioses no termina, ahora vuelve, esta vez mas catastrófico y estremecedora que antes.
En algún punto de esta existencia habitan unas guerreras sagradas desde la época de la Mitología antigua, conocidas como "Las guerreras sagradas de Athena" representantes del universo mismo, la leyenda de los dioses describe a siete guerreras sagradas que solamente renacen de las cenizas de sus cuerpos cuando los dioses desatan su ira en la tierra, ellas reviven muchos Milenios después de su antigua guerra, esta leyenda ya se conocía entre todos los caballeros, pero nunca volvieron a saber de ellas, siempre pensaron que ellas jamás volverían a aparecer en este punto de la tierra, protectoras de cada planeta del universo y cada dios correspondiente a él, durante años ellos han estado esperando su llegada, las sombras se avecinan en la tierra, y ellas nacieron de nuevo, están aquí de nuevo, para luchar en nombre de la justicia junto a los caballeros de Athena.
