hola!! espero que les guste este es un nuevo fic es una clase de invento

Naruto le pertenece a Masashi Kishimoto! yo solo uso los persenajes

este fic es una adaptacion de un libro de Elizabeth Young si va contra fancition porfa alguien me avisa y aunque es una adaptacion he cambiado muchas cosas

bueno espero que les guste


Allí, delante del almacen, en una de esas tardes de enero que son raras en Japón, llegó el momento de pagar por mis pecados. Hacía un frío polar, que cortaba la cara, y el aire olía a nieve.

No es que me importara; la calefacción central estaba peligro­samente alta. Al lado del almacen, el escaparate de la agencia de viajes ofrecía fines de semana largos, a muy bajo precio para Kyoto, pero ni siquiera eso me tentaba. Estaba a punto de entrar para comprar un poco de chocolate cuando casi me doy de narices con tenten, que salía justo en ese momento.

-¡Sakura! ¡Justo iba a verte! Espero que no vengas a por esa especie de ensalada con tomate, porque me he llevado la última -dijo esto y me saco la lengua

-No venia por chocolate y ¿Para qué querías verme?

Tenten era una perso­na encantadora, pero si hubiera tenido un sitio web, su dirección habría sido «» tenia cierto complejo de reportera. Tenía ojos castaños, redondos, desbordantes de lo que sólo puedo des­cribir curiosidad por la vida de los de mas, un cabello castaño muy bonito pero que siempre mantenia recogido en dos chungitos que la daban cierto aire aniñado

-Es que tenía que contarte lo último de la saga Ino/Helicóptero.

Tenten, Ino y yo habíamos ido a la escuela Konoha juntas. Helicópte­ro era como Tenten llamaba al ex de Ino como habían terminado hacia una semana no acababa de entender de qué iba el chisme.

-¿Qué quieres decir con lo último? ¡Si la dejó plantada!

-Sí, pero ella se quedó un poquitín molesta, ¿te acuerdas?

Yo no estuve hay, pero Tenten se había enterado de todo y me contó todo con pelos y señales. Ino gritó histérica exigía saber si había alguien más, a lo que él le respon­dió que no había nadie mas, entonces ella le dijo que era un cabrón y imbecil, grito que ella sabía que se había estado viendo con otra y exigió saber quién era la zorra.

-Por supuesto, nunca se creyó que no hubiera nadie más -prosiguió Tenten-. Así que ya te imaginaras a qué se ha estado de­dicando.

Poseo un sexto sentido especial para ocasiones como estas; una antena finamente sintonizada con la que detecto situaciones de ¡Ay, carajo!

-¿Qué es lo que ha hecho? –pregunte-

-¡Ha contratado a un detective!

-¿Qué?

-Sí, eso mismo pensé yo. Es pasarse un poco ¿cierto? Ni que estuvieran comprometidos ni nada…

Reconsiderándolo puede que Kyoto no fuera una mala idea.

-¿Desde cuándo? Quiero decir, ¿desde cuándo lo sigue el detective?

-Desde justo después de que cortara ya me imagino a la pobre que se metió con Helicóptero

Olvidemos Kyoto, ¿qué tal un viaje en oferta a Egipto?

-Le está costando un ojo de la cara, pero dice que tiene que saber quien es la perra -siguió Tenten-. El detective le explicó que tal vez le costara un poco pillarlo con in fraganti

-le dara cuenta que un tipo con aire intrigante, vestido con una chaqueta mugrienta y una pipa lo sigue

-¡hay sakura es un profesional camara mega-zoom de paparazzi y todo eso. Espero que cuando lo hagan corran las cortinas

-Tenten!!!

—¿Sabes?, ella cree que sabe quién es —continuó Tenten—. Una chica tonta a la que echó hace unas semanas, claro que para Ino todas las asistentes son tontas. Tuvo que presentarlos en no sé qué cosa y la tonta lo miro de arriba abajo como si quisiera comérselo Ino dice que se lo hace para vengarse.

Me humedecí los labios

-¿Y cómo puede saberlo? Además, la chica no es tonta. –dije sin pensarlo

-Y tu como sabes

-Ups -pronuncie mirando el carro que pasaba por la calle

Tenten abrió unos ojos como platos.

—¿Me estás diciendo que la conoces?

¡Joder Egipto aquí vamos!

-En realidad, sí -dije-. Somos amigas

-¡me estas molestando cierto!

—No. La conozco de toda la vida.

—¡Hombre! ¿Y cómo es que no me lo habías dicho antes?

En realidad, Tente no es nada boba Mientras me miraba, vi cómo el cerebro retrocedía en el tiempo, a toda velocidad, zum, chis, bam… Cuando por fin hizo clic, los ojos se le abrieron todavía más, cosa casi imposible para el resto de la humanidad pero no para tenten

Justo al otro lado de la calle estaba el starbucks

—¿Te apetece un cafe? -pregunté- Tienes aspecto de necesitarlo bien cargado.

Tenten recuperó la voz.

—¿Yo? Y tú ¿qué? ¿Te das cuenta de que te va a matar y va a dar tus restos a los perros ? Hooo por dios no quiero ni imaginarlo


bueno esta un poco corto por que es el prologo porfa dejen reviews para ver si les gusto